Dark Lady Vs. Kairi

Aquél día, como muchos otros, tenía un combate por realizar. No era la primera vez que realizaba uno, y esperaba que tampoco fuese la última. Ya había combatido otra vez contra el ninja con el que lucharía en ese día. Esperaba que hubiese mejorado, y que fuese un combate mucho más interesante. Aunque eso significaran más probabilidades de perder por mi parte, lo importante era pasárselo bien combatiendo.

Ya estaba de camino al Coliseo. Era primavera, y en pocos días cumpliría diecinueve años. Tenía fe en que en ese día pudiera pasarlo acompañada de las personas a las que quería... Y no sola de nuevo. Las flores estaban preciosas, como la mañana que había. Estaba segura de que los resultados del combate serían buenos; nada podría estropear este día.

Llegué finalmente. Kairi no había llegado aún, por lo que me dispuse a esperar.

info:

Spoiler:

El sol se abría entre las sombras de la noche. La luna se escondía mientras las sombras desaparecían. Ambos, se amaban, pero, era una amor prohibido, ellos no podían acercarse el uno al otro, solo en raras ocasiones y cada mucho tiempo, se atrevían hacerlo, se juntaban lentamente, uno delante del otro, y su eterno amor prohibido, inundaba el mundo, con una eterna oscuridad, una oscuridad profunda, que indagaba en los corazones de las personas, aunque esta poderosa oscuridad solo duraba un momento, ya que el siclo eterno de la vida impedía que la luna y el sol permaneciesen juntos durante mucho tiempo, y hasta que nuevamente pasase mucho tiempo, no se volverían a ver uno enfrente del otro, siempre, que uno salía el otro, iluminaba el cielo, o lo oscurecía, con su abrazo eterno.

El sol, se esforzó en atravesar la niebla de la villa. Poco a poco la fue atravesando como la espada liberadora de un guerrero, que atraviesa el cuerpo de su enemigo para finalmente salvar a su doncella. Finalmente la luz del sol llegó a mí, tocándome la cara suavemente, con su cálido manto, empecé a incomodarme y finalmente abrí los ojos, escapando así de la oscuridad que conllevaba dormir, soñar. Odiaba la oscuridad, me levante de la cama, hoy tendría un combate con alguien que hacía ya un tiempo había luchado contra mí en el coliseo. Esa que se hacía llamar “Dark lady” la cual en cuestión de segundos había dejado un mal recuerdo de mi en el coliseo. Me preparé con el equipo ninja que solía llevar y tras bañarme y vestirme con la ropa naranja que solía usar en el coliseo, me puse los guantes y cogí la máscara que cubriría mi rostro durante el combate.

Salí de casa, era hora de llegar al coliseo y combatir, ganara o perdiera yo sabía que daría lo mejor de mí misma, y de eso se trataba de esforzarse y aprender de cada error. Pronto llegue al coliseo, las puertas se abrieron ante mi, dejando me acceder a los vestuarios, esta vez deje mi cabello rosado suelto, me coloqué la máscara, me ajuste los guantes y abrí la puerta que me llevaría hacía mi próximo combate contra Dark lady. Finalmente me encontraba enfrente de ella, ambas estábamos enfrente de la puerta por donde habíamos entrado, nos separaban cien metros. Comencé a correr a toda velocidad, en dos segundos había recorrido dieciséis metros, donde me detuve, alzando mi mano derecha hacia el cielo, y acercando mi mano izquierda a mi pecho donde realicé un sello con dicha mano izquierda. En ese momento la humedad del aire comenzó a multiplicarse a una velocidad descomunal, formando un banco de niebla de un rango de cien metros que se expandió por todo el coliseo, esto impediría ver a mi oponente, lo que me daría una buena ventaja.

Info de Nana:

Gastos y daños:

Jutsus y acciones:

Palabras:

Kairi, inteligentemente, había creado una densa niebla que me impedía visualizar más allá de dos metros de distancia. Debía andar con cuidado. Hoy no iba a realizar mi estrategia de siempre. Las circunstancias lo impedían, así como me había dado cuenta de que la usaba demasiado y ya no surtía efecto. Tendría que actuar sobre la marcha, aunque pensando cada movimiento con delicadeza, como un puzle en el que cada pieza era importante.

Lo más seguro por el momento era esperar. Cualquier ataque que realizara era totalmente a ciegas, por lo que me mantuve alerta, a la espera.

Al parecer mi oponente había decidido quedarse quieta, nos separaban unos ochenta metros de distancia, en un segundo mis piernas me permitirían correr unos ocho metros, así que comencé acorrer en dirección a mi oponente, y en cuestión de siete segundos, la distancia que nos separaba se había reducido a unos diez metros, aun debía actuar con cautela, si mis cálculos no me fallaban, la chica solo podría ver en un rango de dos metros o menos, lo que reducía a ocho en los que aún no podía verme. Avancé dos metros más adelante, ahora solo ocho metros separaban nuestros cuerpos.

Un segundo… Me impulse, hacía delante, corriendo a toda la velocidad que mis piernas me lo permitían era todo o nada, acumule chakra en mi puño derecho, una gran cantidad de chakra que se podía ver claramente a simple vista, en ese segundo, recorrí los ocho metros, quedando justo al lado de la chica, la cual ya podría verme, y rápidamente, nada más estar a su lado, golpee su torso con el puño cargado con chakra, lo más seguro era que no pudiese esquivar el ataque, dado que su velocidad era mucho menor a la mía, aunque nunca se sabía, no había que confiarse demasiado.

Jutsus y Acciones:

Spoiler:

Palabras:

Seguía sin poder ver a más de dos metros aproximadamente de distancia. El sentido de mi vista en esta situación era prácticamente inútil. Sin embargo, no era la vista el único sentido que poseía. Tenía cuatro más, aunque principalmente sería uno de ellos el que me sería de ayuda.
Podía oír. Mi oponente no había sido precavida. Los pasos venían de lejos... Se acercaron. Pararon.. y volvieron a acercarse. Cada vez estaba más cerca, lo sentía. Seguí atenta a sus movimientos. Ella volvió a empezar a correr, rápidamente. Tenía claro lo que haría.
Hice un sello con una mano, iluminando así mi cuerpo. Mi intención no era pasar desapercibida. Conseguí con el jutsu cegar a Kairi, que corría hacia mí, por lo tanto era imposible que esquivara el destello de luz. Me aparté fácilmente de su ataque, pues no veía y no sabía hacia dónde se dirigía. Mis pasos no le informarían de mi posición pues usé una habilidad que poseía; el sigilo ninja, consistente en usar el chakra para no pisar realmente el suelo, por lo que mi enemiga no me sentiría. Estaba al lado de mí. Sería incapaz de saber de donde provenía el kunai que clavé en su cabeza. Lo clavé hasta el puño y luego lo retiré, dejándole un boquete en el cráneo. Por si acaso, aún ciega, era capaz de esquivarlo, me alejé dos metros, para tenerla controlada por la niebla, aunque en cualquier momento podía echar a correr hasta situarme alejada de ella, y esperé a que ocurrieran los acontecimientos.

Spoiler:

Spoiler:

Spoiler:

Corría hacia la chica a toda velocidad. Entonces un destello me segó, conocía el jutsu. Detuve mi carrera, y di un salto hacia mi izquierda, seguida de una pirueta, quedando a seis metros de la chica. Dejé caer un tramo de hilo ninja mientras me alejaba con el salto de la chica. Seguramente ella ya se había alejado de la posición en la que estaba. Puse una rodilla en el suelo y la otra pierna inclinada, para en caso de ataque que me diese tiempo a reaccionar, pude notar como la niebla comenzaba a disiparse lentamente. Deje el extremo del hilo sujeto a mi mano derecha, la cual estaba tocando el suelo y el hilo ninja, mientras que mi mano izquierda hacia un sello con una mano cerca de mi pecho. Así podría efectuar los jutsus que tenía en mente. El hilo ninja, ya engullido por completo con mi chakra comenzó a moverse por la tierra como una serpiente que ondeaba hasta su presa, la chica no podría verlo dado que el hilo se arrastraba por el suelo y la niebla aún no se había disipado del todo.

Ocho metros nos separaban. Finalmente el hilo ninja llegó hasta las piernas de la chica, agarrado su pierna derecha, seguramente no habría notado como se le enredaba el hilo a la pierna, o quizás sí que pudo notarlo. Entonces efectué el siguiente jutsu, aún tenía mi mano derecha tocando el suelo y el hilo y mi mano izquierda formando un sello, una gran masa de agua se creó rápidamente sobre la chica, si esta se daba cuenta de que tenía la masa de agua sobre la cabeza intentaba huir del ataque, usaría el hilo. Cuando confirme que el hilo se había amarrado a la pierna de la chica deje que la masa de agua callera sobre la chica con la fuerza de una cascada, y mientras esta caía, agarré el hilo con toda la fuerza que tenía y tire de el, lo suficiente como para que la chica callera al suelo, reduciendo sus posibilidades para escapar del ataque. La niebla acabó de disiparse. Para cuando la chica se levantara del suelo ya no podría verme.

Spoiler:

Daños y gastos:

Palabras: