La Princesa de Hielo vs Hookah

por **Toshiro** Vie Mar 22, 2013 5:42 am

Campo de Batalla:

Me encontraba en Casa mirando el Blanco y Perdido color blanco de mi Techo, mi mirada estaba centrada en el Techo pero mi mente estaba contando los Minutos, quería que la Hora de levantarme y alistarme para mi segundo Combate en el coliseo, había retado a una Kunoichi y esperaba esta vez ganar el Combate y que no pasara como la Ultima vez. De repente miraba hacia las cortinas de mi ventana a ver si un pequeño destello de Sol a paresia y así irme a alistar, pero el Cielo seguía algo oscuro. Luego de unos minutos lo cual fue una eternidad para mi, la alarma sonó ya era de hora de alistarme para mi Combate en el Coliseo. Quitando mi mirada de aquel Blanco Techo, me levante de la cama y me dirigí al Baño para bañarme y cepillarme, desde mi punto de vista ser higiénico era una Prioridad en todo ser Humano y hasta en las Mascotas domesticas. Al salir del Baño me coloque mi Pantalón habitual y mi Túnica encima, para luego tomar mi Capa de Konoha y colocarla a mi Alrededor cubriéndome desde el Cuello hasta las Rodillas, esta Capa era de color Marrón Claro con 2 Lineas que aparecían separadas luego de pasar el Ombligo de color Marrón Oscuro, si la gente la conocía se podía distinguir de lejos apenas al verla que era de Konoha. Tomando mis Armas Ninjas y escondiéndolas debajo de la Capa ya estaba Listo para partir.

Era bastante Temprano pero la hora acordada ya estaba a punto de llegar, solo tenia 1 Hora para llegar a aquel Coliseo para enfrentarme contra aquella Kunoichi la cual se veía mas fuerte que yo, pero mis esperanzas seguían vivas y mi mente seguía positiva, Salí de Casa y empece a correr a la Mitad de mi Velocidad para llegar en media hora a aquel Coliseo, esperaba llegar primero que mi enemigo ya que no me gustaba hacer esperar, aunque tampoco me gustaba esperar demasiado. El Día estaba bastante Lindo la Brisa estaba en un nivel normal y el Sol no estaba tan fuerte justo como me gustaba, luego de media hora ya me encontraba en el Coliseo, estaba a punto de entrar pero antes de cruzar mi Puerta me coloque mi Mascara (Se párese a la Cara de el Gato Sonriente de el Cuento y Película Alicia en el Vais de las Maravillas), al terminar de ajustar mi Mascara di la señal para que la Puerta que al frente de mi se encontraba se Abriera y así darme paso a la arena de Batalla.

Al entrar a la Arena Pude notar que uno de los arboles de esta se Encontraba a 40 Metros de mi Posición hacia el Norte y el Otro estaba a 30 Metros de ese árbol hacia la Derecha, empece a caminar hasta aquel árbol que estaba a 40 Metros quería ver como era y ver si mi enemigo estaba hay oculto, iba con bastante cuidado pendiente de todo pero al rodear el Árbol me pude dar cuenta que no había nada y ya estaba Confiado y este árbol no se interpondría en mis Planes. Me quede parado al lado de aquel Gran árbol para agarrar sombra mientras que esperaba a mi enemigo y preparaba mis Jutsus debajo de mi capa de Konoha para que no los viera. Estaba atento a todo el entorno el cual era como mi ultima batalla de 100 metros de diámetro y miraba fijamente a aquella puerta que estaba a 50 Metros esperando que mi enemigo saliese para empezar la Batalla.

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por **Reika** Vie Mar 22, 2013 7:44 am

Personas sin más es lo único que contemplo a mi alrededor. Mujeres, hombres y niños que no tienen nada más que ver con mi vida más que el hecho de que pertenecemos a la misma villa. Vivimos bajo la lluvia constante de Amegakure para agrado o disgusto de unos y otros, echando de menos los rayos del sol directos en algunas ocasiones, acompañando el sentimiento característico del clima otros días. Las gotas mojan nuestras respectivas capas, la gran mayoría conocidas como las que representan a los amenianos. Yo no, simplemente llevo una capa de un color azul oscuro que no tiene nada de especial más que el hecho de que va en mi cuerpo y no en otro. Es todo un honor para algunos cubrir el cuerpo de una diosa y no el de una persona sin nada de diferente. Algunos ni tan siquiera tienen personalidad. Y prefiero permanecer sola antes que relacionarme con la gente que no se mueve por sus propias apetencias, por lo que le conviene o no. He sufrido ya lo suficiente, con la pérdida de Prim se fue una gran parte de la vida normal que habría podido tener en un futuro, lo que ahora es la actualidad. Me separé de mi familia y ahora vivo como puedo, me las apaño de la mejor forma en que lo consigo, sin mucho dinero siquiera para comer. Al menos tengo casa y la seguridad de que no la perderé, de que el hogar es algo asegurado a menos que le pase algo a la villa en la que yo resido. Pocas veces he salido de Ame desde que llegué, algunos periodos incluso he estado encerrada dentro de la casa, tan solo para ir hasta el coliseo de batalla y conseguir algo de dinero con el que poder comprar comida, ropa o lo necesario para vivir y no subsistir. Además, es un buen modo de entrenar, aunque dentro de la villa ya haya personas que pueden pelear conmigo. Aquí es todo más monótono, la vida de la gente es tan apagada como los días en que viven, en el coliseo hay personas muy diferentes que además no saben mi identidad después de luchar conmigo.

Y sé que el nivel que llevan muchos shinobis es mayor que el mío, mientras que en la villa oculta de la lluvia contemplo la media de expectativas cada día y a veces acabo decepcionada. Puede decirse que nosotros no brillamos por la actividad, más bien llevamos una vida tranquila dentro de las murallas de nuestra villa. Apenas salimos normalmente, aunque claramente en todas partes hay excepciones, y las personas con que me cruzo al caminar por la calle comúnmente van en solitario. También veo parejas, pero me atrevería a caracterizar los lugares con más independencia que en otros casos. Aunque bien sé que yo misma de vez en cuando he interactuado con otras personas, siguen pareciéndome aburridas y con vidas monótonas. Sé, incluso, que no soy la más apta para hablar de ello, pero no me importa. Al fin y al cabo, una diosa puede hacer y hablar de lo que le venga en gana, en cada momento sin importar quién escuche y a quién le moleste. Y a quien le cueste aceptar ésta decisión que yo he tomado, puede venir y presentar sus quejas, estaré encantada de demostrarle de qué es capaz una diosa. No deben subestimarme, aunque muchos lo hacen y, por ende, terminan mal parados.

He sufrido demasiadas pérdidas, he aceptado demasiadas decisiones erróneas por parte de otros y me he cansado de ser una niña dependiente de otros. Una diosa no se rebaja al mismo nivel que aquellos que la rodean, impone sus leyes y los castigos que ve convenientes en el momento en que éstas son desobedecidas. Y si de algún modo tengo que demostrar que yo no soy una chica normal que te puedas encontrar por la calle y con quien puedas jugar, iré al coliseo y lucharé con quien vea conveniente y con aquellos que me reten. Claro está, no siempre acepto los retos. En algunos momentos no me gustan las personas que me los proponen, por ser de nivel demasiado bajo como para que yo me moleste. Pero esta vez es una excepción, parece ser que el shinobi que me ha retado tiene poca experiencia en combate, siendo cierto que tan solo ha peleado una vez antes en el coliseo, pero si pasa más tiempo sin que yo entrene o luche contra otros mis habilidades como kunoichi acabarán oxidadas. Además, quiero presentarme al examen Chunin y no me vendrá mal ver qué shinobis hay repartidos por el mundo y dispuestos a presentarse a la prueba.

No sé cómo será esta vez, aunque los rumores que corren por las calles de la villa comentan que en ocasiones anteriores el saber participar en un equipo ha sido un dato importante a la hora de alcanzar el aprobado o incluso la supervivencia. Yo, por tanto, aún siendo una diosa, también tendré que esforzarme. La creencia de la gente en lo que eres no siempre viene dada, sino que tienes que conseguirla de un modo u otro, unas veces esforzándote y otras ignorando lo que se presente a tu alrededor. En éste caso, es momento de que yo ponga de mi parte para ayudarme a mí misma a lograr los objetivos propuestos. No voy a rendirme más veces, eso es algo que tengo más que clarísimo en mi vida cotidiana. Una deidad no debe rendirse ante los problemas que la vida le presente, debe luchar y luchar hasta alcanzar aquello que se presenta ante sus narices, le cueste las vidas que le cueste. Si tengo que matar, mataré, si tengo que morir, moriré. Lo que tenga que hacer, lo haré sin rechistar, mi vida puede ser, según qué vista, un simple objeto a merced de mi poder, pero es algo que no me importa realmente, debo vivir como quiero vivir y si quiero aprovechar bien el tiempo que tengo debo fijarme en mi presente y no en el pasado o en el futuro. Lo que ocurra ahora será la esencia de los días que tengo para mostrar quién soy ante el mundo.

Si soy oscura, si soy poderosa, si veo tan solo en mí la base del poder para la supervivencia de otros, no es problema de aquellos que no ven en mí más que una persona. Soy Reika, y no deben subestimarme en ningún momento. Jamás deberán hacerlo, jamás deberán caer en el error de pensar que yo soy una más en este mundo de locos. Y es que, ¿cómo conservar la cordura en un mundo que no está más que poblado por gente falta de ella? De un modo muy sencillo, siendo lo suficientemente fuerte como para sobrevivir ante las consecuencias que trae la convivencia y los problemas que siempre se presentan ante nosotros, los queramos o no. No se puede desechar un mal recuerdo por mucho que se quiera, yo misma intenté borrar mi memoria una vez y más tarde la recuperé. Tal vez habría sido mejor que me quedase sin recordar lo que de pequeña pude ver, pero viviendo con la certeza de lo que realmente soy no tengo miedo a lo que otros puedan hacer. Tan solo tengo una amiga que puedo considerar como real, aunque cada vez que coincida con ella otros me miren de forma extraña, como si estuviera tan loca como realmente están ellos. ¿Nunca han visto a dos chicas hablando? ¿O acaso piensan que soy un fantasma, o que hablo con alguien que no existe? Quién sabe, las personas que se creen cuerdas están locas, excepto mi caso, que es realmente especial. No soy común, no se me puede comparar con cualquiera que se cruce conmigo por la calle.

Caminando y caminando llego ante las puertas de la villa, y así hasta la frontera del país, donde veo que por fin deja de llover. Hace tiempo habría sido peligroso alcanzar el país de la tierra por la existencia de la llamada “La Plaga”, pero después de una gran guerra que se llevó a cabo en la antigua capital del imperio, Rac Álainn, ya no hay tantos riesgos. Las cosas han cambiado sobremanera desde entonces, la villa oculta de la lluvia apenas se relaciona tanto con la oculta entre las hojas, aunque se rumorea que pronto habrá un encuentro entre las máximas potencias de ambas aldeas para llegar a un acuerdo. Será algo importante para que se hable de ello desde tanto tiempo antes, pero no me incumbe lo que personas sin nada de especial digan o dejen de decir, a no ser que sea algo que me incumba. Son demasiado extraños para mí como para relacionarme demasiado con ellos.

El camino que tantos han seguido ya me lleva frente a las puertas del coliseo, situado en el país de la tierra. Es imponente ver éste lugar por el que tanta gente pasa sin fijarse en las maravillas que en él se muestran. Tantos espectadores ansiosos por ver las luchas que cada día se llevan a cabo en las diferentes arenas, cada una de un modo. Esta vez yo tengo que dirigirme a la arena clásica, allí me ha retado un chico de una edad aproximada a la mía, al parecer. Un chiquillo que no sabe con quién se enfrenta, tendré que demostrarle de qué es capaz una deidad. Pero primero tengo que encontrar el vestuario que antecede a la puerta por la que he de salir. Y a este paso llego tarde, demasiados laberintos se asemejan a este lugar con tantas puertas y curvas que no sé controlar. Finalmente, llego ante la puerta que denota mi destino y cruzo el umbral para prepararme. Me pongo el antifaz negro que veo colgado en la pared y compruebo que no hay nada en mí que ofrezca algún dato de mi identidad, siquiera la villa a la que pertenezco. Una capa azul oscura cubre mi cuerpo, la capucha tapa mi cabeza e impide que se vea mi rostro, aunque es lo suficiente angosta como para permitirme ver perfectamente mi alrededor, igual que si no llevara nada cubriéndome. La tela llega prácticamente hasta el suelo, cubriendo todo mi cuerpo salvo las suelas de los zapatos, y se cierra a mi alrededor con suficiente comodidad como para que en algún momento pueda sacar las manos para atacar. Sin embargo, así mi contrincante no podrá ser consciente de lo que hago con las manos.

Tan solo dos largos mechones de pelo azul salen de su jaula, llegando hasta la altura de mi cadera. Es la única seña que puede quedar de mi identidad, pero en un mundo tan amplio como este en el que vivo no hay quien pueda diferenciarme ante otros. Nada por aquí, nada por allá. No hay ningún problema en que yo me presente ante otros sin que ellos puedan diferenciarme, aunque yo puedo distinguir en la capa de mi contrincante, como ya he visto en mi propia villa algunas veces, que pertenece a la villa oculta entre las hojas, más conocida como Konohagakure. Sin embargo poco me importa su procedencia, así como su identidad. Simplemente estamos aquí para luchar, entrenarnos juntos y ver quién pierde antes que el otro. Sé que si me descuido podré perder, por muy poderosa que pueda ser en algunos momentos, más aún estando un poco oxidada después de tanto tiempo sin hacer nada, pero es momento de luchar y ponerme las pilas. Una diosa es fuerte, sin más.

Los espectadores observan cómo yo salgo por la puerta que en su momento me fue asignada, teniendo a mi contrincante a una distancia de sesenta metros, junto a un árbol característico de esta arena. Yo me distancio cinco metros de la puerta sin perderle de vista, una vez dentro del recinto una no puede distraerse ni un momento en la atención que ha de poner sobre su contrincante. Cualquier segundo en que mire a otro lado será una ventaja para él, aunque ya lo es el hecho de que yo haya llegado tarde a este combate.

Cualquier periodo de tiempo de distracción o espera es tiempo perdido, por lo que no tardo en comenzar a correr en su dirección, quedando a una distancia de diecisiete metros del árbol bajo el que está mi contrincante. No sé qué se propone hacer contra mí, aunque sí debo estar atenta en todo momento a lo que decida hacer. Cualquier cosa puede suponer mi derrota. Y no pienso permitir el hecho de salir de este campo de batalla sin una victoria tras mi espalda, no tengo ninguna intención de manchar mi ficha si no es para marcar en ella las veces que haya ganado. Por el camino, una carrera que dura algo menos de nueve segundos, hago una secuencia de sellos que, debido a su poca abundancia, no tardo demasiado tiempo en realizar. Y, tras ello, comienza a granizar en un radio de veinte metros a mi alrededor. Con esto será suficiente para dañar en parte a mi contrincante, aunque no sea demasiado y cada momento parada pueda ser un combate perdido, me gustaría ver cómo va a contraatacar o qué es lo que me tiene reservado. Tal vez sea este un combate especial para él. Lo que sé es que es el segundo combate para ambos, y que los dos perdimos en el anterior. Yo tengo más experiencia que él combatiendo pero a nivel de coliseo estamos prácticamente igualados, tan solo lo que el público susurre o vitoree puede ser una diferencia si así queremos verlo. Pero poco me importa lo que ellos digan, personas que no tienen nada de especial en el ámbito de mi vida cotidiana, tan solo quiero combatir contra este chico sin que me molesten, por lo que ignoro lo que gritan, cómo silban o qué nombres dicen más veces o más alto. No es mi problema lo que ellos piensen, mi vida es lo que tiene mis propios problemas y ellos no forman parte de ella.

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por **Toshiro** Vie Mar 22, 2013 10:04 am

Tras unos minutos de analizar mi Estrategia y esperar a que de aquella Puerta que estaba al frente de mi a unos 60 Metros saliera mi Contrincante, la bulla de los espectadores que la mayoría eran delincuentes y vagabundos se empezó a escuchar, la Puerta que estaba en frente de mi Empezó a abrirse lentamente hasta mostrar a mi adversaria, la cual estaba muy bien oculta y no se le veía si no mas que 2 largos Mechones que salían de su Capucha, en ese mismo momento mi oponente se movió específicamente 5 metros hacia delante de su Puerta quedando a 55 metros de mi posición, esta de seguro estaba viendo sus Ventajas y desventajas en este combate pero yo ya estaba listo para lo que fuera y lo que viniera. Luego de unos pocos segundos la Chica empezó a correr hacia mi Dirección sin mirar hacia otro lado solo hacia donde me encontraba y en ese mismo momento Golpee en Árbol en forma de que ya la estaba esperando, en ese mismo momento de el árbol un cuervo salio volando bastante lento por el susto hacia los espectadores que estaban detrás de la Kunoichi.

En Pocos segundos la Kunoichi estaba a unos 17 metros de mi Posición en los cuales se Freno y enseguida una lluvia de Granizo empezó a caer a unos 20 Metros de radio y algunos de esos Granizos iban hacia mi, sin pensarlo demasiado empece a caminar lentamente hacia mi Enemiga, mientras que el Granizo me traspasaba, esto era bastante difícil de creer pero Cierto y al llegar a una distancia de ella de 10 Metros para darle miedo a mi contrincante dije.

Que no te lo crees?

En ese momento unos hilos salieron de debajo de la Tierra atrapando los Pies de mi Enemigo sin darle tiempo a reaccionar ya que no los había previsto anteriormente y ademas no sabia quien la atacaba en realidad, tras estos hilos atrapar a los pies de mi Oponente rápidamente en solo 1 Segundo 7 Hilos Impactaron contra ella en la Cabeza ya que es una zona Debil mientras que otro le agarraba el Cuello y la estrangulaba, me encontraba a 5 metros de detrás de mi oponente con mis Hilos afuera y atrapándola mientras que hacia sellos por Debajo de mi Capa, de mi Boca salia un Gran Chorro a presión hacia esta el cual Iba a impactar en ella rápidamente apenas en un segundo y mas atrás iba un Kunai que lanzaba velozmente hacia su Cabeza por su las moscas. Era imposible que esta Escapara pero me encontraba atento a todo lo que pudiese pasar. La Pregunta era que había pasado y era Sencillo el Enemigo que ella veía era una Multiplicación de la Niebla, mientras que yo en verdad era aquel Cuervo que pasaba encima de ella ubicándose por detrás con un Henge sin que se diera cuanta ya que estaba pendiente de mi Multiplicación y hacia Jutsus para atacarme.

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por **Reika** Vie Mar 22, 2013 12:04 pm

Off:

Es todo demasiado extraño. Llego a los diecisiete metros de distancia y nada impide mi marcha, aún a sabiendas de que cualquier contrincante de este nivel habría hecho algo para poder obstaculizar mi camino. Al igual que yo le ataco, a no ser que tenga una estrategia que mi mente no pueda imaginar, quedarse parado puede significar su derrota en éste combate. Aunque no me gustaría acabarlo tan rápido, es divertido ver cómo luchan los shinobis de otras villas e intentar igualarles o superarles, en caso de que no lo hagas ya. Así pues, sigo avanzando con la simple intención, al igual que había tenido antes, de realizar las mismas acciones que había pensado. Pero me llevo una gran sorpresa al ver que el granizo traspasa a mi oponente, en vez de dañarle o destruirle como si fuera un clon corriente. No sé qué ocurre, pero esto no va a detenerme. Momentos después de ver el fenómeno que me ha dejado sin palabras y de que el que parecía ser mi contrincante comenzara a caminar en mi dirección, las hojas del árbol bajo el que había permanecido comienzan a moverse, cayendo de las ramas un joven idéntico al que avanza en mi dirección.

Tras el antifaz y el escondite que la capa me proporciona, frunzo el ceño y observo. Parece que mi técnica sí daña al que acaba de caer, al igual que ha hecho el golpe. Viendo que, al parecer no puedo hacer nada contra el chico que se acerca, simplemente le esquivo y sigo corriendo en dirección al otro. No se gira para seguirme, cosa que, si cabe, me extraña aún más, pero decido fijar mi atención en lo que en este momento me parece importante. Tal vez esté cometiendo un grave error que pueda costarme la derrota en este combate y la pérdida de mi dignidad en el coliseo. Una diosa no puede permitirse eso, por lo que corro lo más rápido que puedo en la dirección que asimilo como correcta. En el camino, unos aproximados quince metros de carrera, extiendo una mano hacia él, agitándola, mientras hago sellos con la otra. Dos golondrinas de hielo salen de la extremidad que agito, dirigiéndose hacia mi contrincante. Sus alas serán suficientes para realizar diversos cortes en su cuerpo que reducirán las fuerzas que tenga para seguir atacando. Pero aún así sigo corriendo en su dirección, preparada para atacarle en cualquier momento si hace falta. No me fío de nada dentro de este campo de batalla, perfectamente puedo estar ante alguien que, por no hacer nada, ni existe. Debo estar atenta a todo, a cualquier reacción que pueda observar en un enemigo que no conozco más que desde hace unos momentos, cuando salí por la puerta que se me había asignado. Paciencia y observación, siempre atendiendo, son varias claves importantes en un combate, aunque hay más y más que no me voy a entretener en enumerar. Lo que sé, ante todo lo demás, es que debo estar preparada para el Chunin y las luchas son una preparación que ayuda a todos, al menos en parte, a saber qué esperar de lo que les viene encima. Soy una diosa, tan solo me faltaba saber ver el futuro para tener todos los poderes del mundo, aunque suficiente fuerte soy ya.

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Gastos y daños:

por **Toshiro** Vie Mar 22, 2013 12:47 pm

Tratando de Realizar mi Estrategia, perdí el Equilibrio y de esta Manera caí en la Tierra dejándome dar por los Granizos y dejándome ver por aquella Kunoichi, que se encontraba analizándolo todo desde mi Punto de Vista. Por lo que había pasado perdí la Concentración de mi Clon y este desapareció esto no me Gustaba para nada en Realidad, así que mire a la Kunoichi mientras que hacia Sellos por debajo de mi Capa y me concentraba rápidamente nuevamente en el Combate, debía pensar algo Rápido. Rápidamente mientras que la Kunoichi se acercaba y nuevamente los Granizos venían a golpear mi Cuerpo se intercambio por una Masa de Agua dejándome a mi 10 Metros mas atrás de el lugar en donde me Encontraba y fuera del Radio de los Granizo a unos 7 Metros de estos, los Granizos y los ataques de la Kunoichi impactaron en aquella masa de Agua salvándome, pero mientras esta hacia estos Jutsus y golpeaba la Masa Acuática. 8 Hilos Salieron Rápidamente de las Costuras de mis Brazos hacia esta y en cuestión de 2 Segundos ya estaría aya, ay que se encontraba en mi Posición anterior de 10 Metros, pero por si la Kunoichi trataba de esquivarlo active uno de mis Jutsus Ocultos, sacando 2 Hilos de debajo de sus pies y sujetándolos y de esta manera la Kunoichi no iba a poder esquivar los 8 Hilos que iban hacia esta Velozmente buscando hacerle un Buen Gaño.

Mi estrategia principal no había funcionado pero no me iba a rendir tan fácilmente, como pude logre esquivar y rápidamente Contraataque para así empezar a causar daños como esta me los había causado a mi, esta Kunoichi era muy buena y fuerte, sus técnicas eran raras pero bastante buenas, esperaba ganar este Combate pero si lo perdía esperaba mejorar un poco mas y así volver a pelear contra esta Kunoichi y ver si le ganaba. Mi estrategia iba a funcionar pero un descuido arruino todo, esperaba que esta vez mis Hilos funcionaran y por lo menos empezar a golpearle.

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por **Reika** Vie Mar 22, 2013 1:07 pm

Off:

Sigue siendo todo demasiado extraño, no me tercia la forma en que este chico hace las cosas. ¿De veras no tiene fuerzas suficientes para esquivar mis ataques? Realmente, yendo de frente, ni recién caído del árbol habrían sido tan difíciles de esquivar. Un Kawarimi habría sido más que suficiente, pero tal vez no haya caído o no tenga los recursos que necesita para ello. Es una pena, yo había llegado al coliseo pensando encontrar un verdadero reto, pero ganar a este chico no está siendo lo más fácil del mundo. Y es que, como bien claro tengo desde hace tiempo, un mero despiste puede suponer tu derrota en un combate. A él tan solo le ha bastado con perder el equilibrio en el momento más oportuno, mientras yo observaba con paciencia y la atención suficiente. En un futuro, si esto supone el final del combate, tal vez decida ofrecer una segunda oportunidad a este chico, algo me dice que con un esfuerzo él habría logrado hacerlo muchísimo mejor. Me quedo con ganas de más, pero es lo que hay y si uno es poderoso debe saber en qué momento debe marchar y en qué momento debe quedarse en el sitio, esperando.

Después de todo, en el coliseo una puede encontrar de todo y éste parece ser un chico poco experimentado en el ámbito de la lucha, tal vez dentro de un tiempo volvamos a cruzarnos en otro campo de batalla y las estadísticas cambien, así como la forma que tengo de verle en este momento, después de tantos despistes seguidos. Una diosa es una diosa, hay que saber medir las propias fuerzas de uno mismo antes de presentarse ante lo que el destino te depare sin ninguna protección. Tenía intención de demostrar mi poder y, aunque no ha sido de la forma en que esperaba, al menos llevaré una victoria tras mi espalda, puesto que este chico no se mueve mientras mis ataques avanzan. Un momento y otro y las golondrinas impactan, así como el granizo que cae sobre su cuerpo. Los espectadores observan con atención, mientras yo me mantengo completamente indiferente en lo que a ellos respecta. No me importa lo que hagan, cómo lo hagan o lo que piensen y digan, son meros espectadores que están ahí para contemplar cómo actúo yo y alabarme como la diosa que soy. Hay que respetar a las deidades, siempre se dijo y siempre se dirá, por los siglos de los siglos.

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Gastos y daños:

por **Reika** Vie Mar 22, 2013 1:28 pm

Reika: 300 ryos, 40 exp, 4 Puntos de Ranking.
Toshiro: 55 exp.

Con más de 3000 palabras que he hecho en total, hago un entrenamiento de [+300] CCK.

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La Princesa de Hielo vs Hookah

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