Un paseo por los subterráneos

por **Shika** Sáb Mayo 05, 2012 3:40 am

Shika se despertó pronto aquel día, por lo que decidió aprovechar la mañana para bajar a los subterráneos a entrenar. Se vistió y preparó las cosas que necesitaría aquel día en una mochila. Para desayunar tomó un tazón de leche y un trozo de pan, al igual que la mayor parte de los demás días.
Se echó el macuto al hombro y salió de la casa dispuesta a mejorar un poco más aquella jornada. Por el camino observaba cómo los habitantes de la aldea hacían los preparativos para pasar otro día más en compañía de sus vecinos. Los mercados se preparaban para abrir y los niños tomaban el desayuno ansiosos de terminar para ir a jugar con los demás.
Shika sonrió, le encantaba contemplar todo aquello que señalaba el comienzo de un nuevo día. Pero no se paró a observar la llegada del amanecer, como habría hecho otros días, pues quería entrenar más que normalmente, y para ello necesitaba llegar a la hora que se había propuesto.
Siguió cruzando la aldea sin distraerse hasta que llegó a la entrada de los subterráneos. Miró atrás, anhelando contemplar la salida del sol. Entró en los subterráneos decidida a esforzarse para mejorar. Caminó sin distraerse hasta su destino, una espaciosa en la que no se agobiaría tanto como en las demás, siendo espacios cerrados. Ella prefería poder ver el cielo y un colorido paisaje durante los entrenamientos, pero esta vez no quería distraerse con todo aquello, quería centrarse en superarse a sí misma de nuevo.
Siempre intentaba superarse, pero aquel día se había despertado con la idea de entrenar más fijada en la mente. Había llegado a los subterráneos con afán de superación y entrenaría hasta mejorar considerablemente.
Dejó la mochila en el suelo, apoyada en la pared. Se estiró y se agachó de nuevo para abrirla y coger el pergamino que usaría aquel día, pero este no estaba. Pensó en el motivo de que se hubiera quedado en casa, pero no caía en la cuenta. No conseguía comprender cómo se le había olvidado lo que más necesitaría en el entrenamiento.
Se pasó una mano por la cabeza y se sentó al lado del macuto. Si volvía a casa para buscar el pergamino y cogerlo, perdería demasiado tiempo y no aprovecharía la mañana. Suspiró resignada y decidió dar un paseo por los subterráneos. Tal vez así al menos conocería un poco más el lugar y aquel paseo habría servido de algo más que para ir allí, comprobar que no podría entrenar en condiciones y volver a su casa.
Se levantó, cerró la mochila y se la echó a los hombros. Al menos podría contemplar aquel lugar en el que no había puesto demasiada atención desde su llegada a Iwa. Sonrió para sí misma y pensó que ya entrenaría mejor otro día, esforzándose un poco más para igualar lo que hoy no había podido aprender.
Bostezó y siguió caminando por los subterráneos, aquel lugar le parecía monótono, pero no le desagradaba como al principio.

por **Agito Hoshigaki** Lun Mayo 07, 2012 3:32 am

Aquel día Kenko se encontraba en los subterráneos de la villa de Iwagakure para reconocerlos,como Tsuchikage que era tenía que conocer,o al menos tener constancia,de todas las instalaciones de su villa.Caminaba viendo el lugar con una sonrisa,llevaba su camiseta de manga corta,sus pantalones pirata,sus brazos vendados,su ataúd a la espalda,y su chaqueta y sombrero de Tsuchikage de tres picos,el flequillo le tapaba el ojo izquierdo y dejaba ver la parte derecha de su frente,viéndose el esta una letra del abecedario Kanji que simbolizaba la palabra lazos,puesta en su frente por el primer Kazekage,amigo de Kenko,en un antiguo combate que tuvieron.

Andaba bastante distraído y algo mosqueado porque lo que él quería era entrenar para hacerse mas fuerte,no visitar un lugar donde los pasillos eran todos iguales y las salas,salvo por el tamaño,y no en todas,también eran iguale unas a otras.Era un lugar bastante aburrido para la vista,sin monumentos,ni ligares de interés,tan solo diversas galerías que estaban debajo de toda la villa y que servían como vía de escape para todos los habitantes de la villa en caso de una emergencia tal que requiriese una evacuación.

En su camino se encontró a una chiquilla con una mochila a la espalda que parecía estar visitando el lugar para conocerlo,cosa que estaba prohibida,era una zona restringida en la que solo se podía estar en caso de emergencia.Ademas por si fuera poco Kenko no conocía a la niña,sabía que era una kunoichi de Iwagakure por el protector que llevaba simbolizando dicha villa,pero nunca la había visto,sería una ninja aprobada recientemente en la academia shinobi.Seguramente la niña no supiese quien era Kenko ya que llevaba poco tiempo en el cargo de líder de la villa oculta de la roca,pero aún así Kenko debía pararla y hacer que saliese de los subterraneos como fuese.

-Niña,no puedes estar aquí,este lugar esta restringido excepto en caso de emergencia,por lo que tienes que irte antes de que te metas en un lío,¿no crees?-Dijo Kenko con una sonrisa amable en la cara,intentando ser simpático mientras se colocaba bien el ataúd que parecía molestarle una de las tiras en su hombro.

La niña parecía bastante joven y no parecía conocer las estancias de Iwagakure ni tampoco los lugares que podía visitar o no,por lo que Kenko no fue arisco ni tampoco mal educado,decidió hablarle a la muchacha con simpatía y amabilidad,pues tampoco quería que la niña se llevara una mala impresión de él.

Tras decirle eso a la joven,Kenko se acercó a ella hasta estar a unos ocho metros de distancia para que pudieran verse bien entre los dos,ya que la iluminación en aquel lugar no era precisamente buena,la lámparas que iluminaban los pasillos y salas eran ya muy viejas y,aunque funcionaban no daban una iluminación muy alta.

La niña parecía bastante molesta,Kenko no sabía porque pero tampoco iba a meterse en el tema si ella no quería,tampoco parecía tener mas edad que Kenko,de echo parecía mas pequeña,pero tampoco mucho mas pequeña que él,lo que podía ser normal ya que Kenko solo tenía diecisiete años,no era un ninja muy viejo y ya era Tsuchikage de una villa entera,una gran responsabilidad a espaldas de un niño muy joven que ni siquiera llegaba a la mayoría de edad permitida

por **Shika** Lun Mayo 07, 2012 8:10 am

Se sobresaltó cuando vio a un chico poco mayor que ella a varios metros de distancia. No conseguía reconocer quién era, pero pudo distinguir que no superaba la mayoría de edad. Este le dijo que se fuera, pero ella no comprendía por qué, nadie le había dicho nada de que estuviera prohibido ir a los subterráneos. Pensó en qué contestar para no molestarle, así que empezó por disculparse.

- Lo siento, nadie me dijo que estuviera prohibido venir a los subterráneos.

Pensando que tal vez con eso no fuera suficiente para explicar el motivo de que estuviera en ese lugar, decidió explicar por qué paseaba por allí en vez de volver a su casa o hacer algo diferente. Estaba avergonzada, pero tendría que demostrar que no era su intención hacer nada que no debiera. Miró al chico que tenía en frente dispuesta a dar un buen motivo.

- No era mi intención molestar, estaba aquí porque vine a entrenar, pero se me olvidó el pergamino que iba a utilizar. Decidí dar un paseo para aprovechar el día en algo.

Acompañó la explicación con una sonrisa en un intento de mostrar que era sincera, pero sabiendo que de poco ayudaría.

por **Agito Hoshigaki** Lun Mayo 07, 2012 10:16 am

La joven se excusó como pudo,algo sobre un entrenamiento que no pudo efectuar por el despiste de olvidarse el pergamino indicado para el entrenamiento,la coartada no era muy convincente,mas bien sospechosa,pero su rostro emitía sinceridad por todos los poros de su tersa piel,además Kenko tenía plena confianza en los ninjas de su villa,pero aún así estaba en un lugar restringido y debía solventarse cuanto antes.

-Comprendo el porqué estas aquí,yo también soy bastante despistado-Dijo mientras se llevaba una mano a la nuca para rascarse-Hagamos una cosa,yo te ofrezco un combate de entrenamiento en esta galería y tras terminar el combate el perdedor lleva a caballito al ganador hasta fuera,así el perdedor no solo entrena en el combate sino que hace ejercicio físico extra para entrenar su cuerpo¿Que te parece?-Esa fue la idea que propuso Kenko para solucionar el problema de la chica y ya de paso conseguiría que saliese de los subterráneos.

Tras dar esa idea Kenko abrió una de las puertas de los pasillos de los subterráneos dejando verse una espaciosa,de unos treinta metros cuadrados,sala con una iluminación mas o menos aceptable.Tras abrir la puerta entró dentro y esperó que la muchacha aceptase el desafío que Kenko propuso para combatir,así sería como el Tsuchikage mataría el aburrimiento y entrenaría como el desde el principio del día deseaba y necesitaba para llegar a ser el líder apropiado para su villa,o eso o al menos se desperezaría del sueño que le daba ver todo el rato el mismo paisaje monótono y aburrido todo el rato.

La chica parecía no haberse dado cuenta que estaba luchando contra el Tsuchikage,el líder de su villa,por lo que Kenko tampoco se lo dijo,mejor no intimidar a los nuevos.

por **Shika** Mar Mayo 08, 2012 12:09 am

Miró extrañada al joven cuando este le hizo la propuesta, pero no rechazó la oferta. Tenía ganas de entrenar y aprovechar el día, y esa era la mejor forma que tendría hasta ese momento, a no ser que se le ocurriera otra cosa mejor. Entró en la sala cuando el chico abrió la puerta y la observó detenidamente. Era una sala grande, de aproximadamente treinta metros cuadrados, y además estaba bien iluminada, lo que animó a Shika a dar unos pasos más acercándose al centro. Se dio la vuelta para mirar a su nuevo contrincante y acarició la idea de salir de allí en sus hombros... o con el a rastras. Una sonrisa traviesa asomó en sus labios y, en prácticamente un inaudible susurro, le mostró su parecer.

- Prepárate para llevarme a caballito.

Llegó al centro de la sala y esperó una señal que diera comienzo al combate. Miraba directamente al joven, pensando que le sonaba de algo. Aún así no se distrajo y siguió atenta a la señal que esperaba. Adoptó una posición de defensa, preparada de antemano para el combate.

por **Agito Hoshigaki** Mar Mayo 08, 2012 7:23 am

Al parecer la chiquilla estaba conforme con el trato que Kenko le ofreció,lo demostró entrando en la sala y llegando al dentro de esta,quedando a quince metros cuadrados de la puerta de salida,Kenko con una sonrisa se acercó a su contrincante unos metros para que la pared no le estorbase,quedando a unos diez metros de su rival,después dejó su ataúd en el suelo de pie con cuidado de que no se cayera y tras esto dio unos pasos hacia la izquierda para después ponerse en posición de combate esperando a cualquier movimiento de la joven kunoichi.Así es como daría comienzo el combate de entrenamiento.

-Adelante,demuéstrame lo que sabes hacer-Dijo un poco fanfarrón mientras se destapaba el ojo izquierdo,el cual brillaba de un color rojizo con una pupila dividida en tres aspas,un ojo poco común,un Sharingan.

Kenko estaba prácticamente seguro de que iba a ganar el combate,solo por la diferencia de rango que había entre la muchacha y él,pero ella no lo sabía y así podría ver como era su estilo de lucha,lo cual le sería bastante útil para asignarle futuras misiones y la pudiese llevar a cabo con éxito.

Spoiler:

acciones:

gastos:

por **Shika** Miér Mayo 09, 2012 11:43 pm

Observó cómo él dejaba el ataúd a un lado para después acercarse a ella con cierto nerviosismo. No sabía cómo luchaba el chico, si tardaría poco tiempo en vencerla o si sería él el vencido, pero no tardaría en descubrirlo. Escuchó con atención lo que le decía y pensó que lo haría, le demostraría lo que sabía hacer, intentando evitar el más mínimo error. Se sobresaltó cuando su contrincante dejo su ojo a la vista y de nuevo la impaciencia se apoderó de sus pensamientos. Sonrió para sí misma y se prometió intentar hacer todo lo posible por ganar. Tampoco era un combate serio, simplemente sería un entrenamiento, por lo que poco importaría el resultado mas que en el ridículo de quien tuviese que llevar a su rival a cuestas hasta la salida.
Esperaba una señal que no llegaba, por lo que decidió comenzar ella. Hizo un sello con ambas manos y contempló cómo a su alrededor comenzaban a levitar piedras que luego salieron en dirección a su oponente.

Información:

Acciones:

Gastos y daño:

por **Agito Hoshigaki** Jue Mayo 10, 2012 7:35 am

Por lo visto su compañera de entrenamiento,impaciente,comenzó el combate realizando un sello con ambas manos y tras esa acción un conjunto de rocas fueron en dirección hacia Kenko para golpearle.Al parecer era un jutsu de tierra,por lo que su chakra elemental sería de doton,eso le facilitaría mucho las cosas al Tsuchikage,pues su chakra elemental también era ese,por lo que seguramente conocería todos los jutsus elementales que le lanzase.

Gracias al Sharingan de su ojo izquierdo el Jiongu pudo predecir los movimientos de su oponente antes de que los realizase con un tiempo suficiente como para que le diera tiempo a reaccionar,por eso mientras ella realizaba el sello con ambas manos Kenko se sumergió bajo tierra mientras la pupila de su ojo cambiaba de forma viéndose un sharingan nuevo,uno de cinco aspas que le ayudaría mas que el anterior de tres en este momento,este sharingan se le denominaba el Magenkyo Sharingan,un nivel muy superior a los anteriores.Este dojutsu era muy peligroso utilizarlo,pues se dice que el uso prolongado producía ceguera y eso era un impedimento para el combate.

Una vez sumergido realizó un sello con ambas manos,ejecutando el mismo jutsu que ejecutó anteriormente su rival,levantando un grupo de rocas que fueron con mas potencia que las de la muchacha,ademas Kenko activó también su Akumito no jutsu para el combate,así se aseguraría la partida

acciones:

gastos y daños:

por **Shika** Dom Mayo 20, 2012 9:29 am

Observó cómo el shinobi se sumergía bajo tierra y no se molestó en reprimir una mueca al ver que no acertaba en su ataque. Le gustó la técnica de sumergirse bajo tierra, por lo que se propuso aprenderla algún día. Le desquiciaba no poder ver a su contrincante, pero intentó no mostrar su nerviosismo, aún a sabiendas de que en algún pequeño gesto podría ser evidente. Al ver las rocas que se elevaban, miró a su alrededor buscando algo que pudiera ayudarle a salir del apuro. Decidió reemplazar su cuerpo por un bloque de cristal semejante a ella, que quedó a varios metros a la derecha de su clon.

Buscó con la mirada a su oponente, pero las dudas asomaban a su mente al no poder verle y cada vez se ponía más nerviosa. Había comprobado en poco tiempo que él la superaba bastante y aún así decidió no rendirse.

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