Pikachu vs La Violadora del Barrio [Que ahora prueba la Zoofilia]

Tipo de Arena:

Pikachu caminaba lentamente por el Pasillo que le conduciría a la Arena. Aquel día, en aquél lugar, tendría lugar su combate contra una kunoichi, un tanto especial. Se hacía llamar La Violadora de tu Barrio, cosa que hacía suponer que era una joven atractiva, y cuanto menos peligrosa. Era de suponer que en un combate como aquel, usaría todas sus habilidades para derrotarle, pero Pikachu, de rango superior a ella, no se dejaría vencer, iba a por todas, de eso no había duda. Sonriendo bajo la máscara, recorrió los últimos metros que le separaban de la entrada a la arena, y recorrió toda con la mirada. Sabía que los guardias no iban a dejar salir a su contrincante hasta que él hubiera salido, así que aprovechó para esconderse rápidamente entre las ramas del árbol más cercano a su puerta, a unos 25 metros de su entrada, por tanto a 75 de la de su rival. Al ser este frondoso, ocultaba su cuerpo a la perfección, quedando oculto. Quería sorprenderla, aprovecharse del factor sorpresa y acabar cuanto antes con el combate.

La verdad, la situación era graciosa. Él, un supuesto ratón eléctrico, iba a enfrentarse a una violadora. ¿Significaba aquello que iba a probar la zoofilia? Si ganaba ella, quizá. No quería arriesgarse a comprobarle. De todas maneras, una sonrisa adornó su cara bajo la máscara. Iba a ser un combate interesante.

Info:

Acciones y Jutsus:

Tendría un nuevo combate... Una lucha contra un tal Pikachu, una dorable ratita eléctrica que esperaba que no la tuviera chiquitita. Pero se presentaba ante mi un reto diferente a los demás... Esta vez de nada servían mis ojos perlados, pues no podría usarlos para contemplar a mi enemigo sin ropa alguna. Si quería ver lo que se escondía debajo suya, necesitaría desnudarle, y de nuevo me encontraba sin cloroformo. Desde luego, era algo complicado para una violadora como yo... Sola ante la zoofilia... Hacía mucho que me llamaba ello, y tenía la ocasión de probarlo esta vez.

Seguía con el vestido quemado, sin ningún arreglo para mi. Ya había salido una vez a luchar en ropa interior, además de no perder tiempo quitándome prendas era cómodo para luchar. Unos se presentaban con armaduras pero, ¿¡qué gracia tenía eso!? Sin mostrar carne ni nada por el estilo, así no se podía violar a la gente en condiciones, se tardaba mucho quitándoles cada uno de los trastos con los que se vestían. Me preguntaba si este chico ocultaría algo que no le quisiera ver... Un piercing en sus miembros viriles del que no estuviera orgulloso, una operación de cambio de sexo con alguna secuela... ¿Pero tenerla pequeña? No, no lo creía, los ratones tenían la cola larga.
Me puse un sujetador y unas braguitas amarillas, en honor al animal que representaba mi oponente, y me cubrí esta vez con una bata de terciopelo negro por encima de las rodillas. La até con un nudo al lado y me dirigí hacia mi puerta.

Aún tuve que esperar un poco hasta que la abrieron, pues mi contrario no estaba preparado cuando yo había llegado y decidieron que el saliera al campo primero. Al menos no tenía al Unicornio metiendome prisa, estaba enfadado conmigo y había decidido no venir. Solo porque quería empezar esto de la zoofilia con el desconocido y no con él... ¡¡Jope, la relación violadora-unicornio no funcionaba!! ¡¡Y yo que al principio habría apostado botellas de cloroformo por ella!!

Estaba arañando la puerta esperando para salir al campo cuando se abrió de golpe, y casi caigo de bruces sobre la arena. Desde luego, en el caso de que hubiera llevado tacones, no habría vuelto a vivir para contarlo, pero iba descalza, como siempre. No veo nada al llegar, pero lo que antes eran dos árboles donde podía ver que había a través de ellos ahora eran obstáculos para mi visión. Hace mucho que no sentía nada así... Empecé a correr despavorida, mientras hacia un jutsu con ambas manos y al pasar al lado del árbol más cercano a mi puerta, a 25 metros también, le lancé una bola de fuego, lo que lo quemó en cuanto esta entró en contacto y empezó a arder. Seguí corriendo tan rápido como pude, hasta llegar a más de la mitad del campo, debía haber corrido 60 metros desde mi puerta, y me separaban 10 del árbol cuando otra bola de fuego igual que la anterior impactó con el empezándolo a quemar.

Contemplé mis dos creaciones con los ojos muy abiertos, aún así tapados por la máscara negra para que no quede presente su color.

-Si yo no te podré ver, tú no te esconderás... ¿Verdad, Pikachu? Eres un ratoncito bueno, ¿verdad? -dije despacio, en voy lo suficientemente alta para ser escuchada, con una sonrisa torcida, comenzando a reírme de una forma un tanto histérica.

Atributos:

Acciones:

Gastos y daños:

Sonriendo oculto tras el árbol, pudo ver con cierta diversión como su rival entraba en la arena, y no le veía. Sin embargo, la cara bajo la máscara se transformó en una mueca de horror, al ver como nada más salir, y no verlo, quemaba el otro árbol de la Arena. Era lógico, si al fin y al cabo, había pocos escondites posibles, y todos ellos dependían de los árboles, por lo que supuso que su siguiente objetivo sería el árbol donde él se había escondido, el más alejado de ella. Y, ciertamente lo fue. Tras quemarlo y ver que estaba vacío, se dirigió hacia el árbol superviviente con una ardiente ansia de violaciones donde era de suponer que estaba su rival.

Pikachu, sin embargo, tenía pensada una estrategia a realizar, para confundir a su rival. Esperó, a que lanzara la bola de fuego, para que fuera interceptada por un shuriken eléctrico, que la atravesó disolviéndola y clavándose a los pies de la pequeña violadora y desahaciéndose, que sin duda estaría sorprendida ante la misteriosa aparición. O igual no, ya que era obvio que se encontraría ahí, escondido. Sin embargo, al momento en que el shuriken se clavó, Pikachu apareció, cayendo desde el árbol, de pie, directamente hacia la Violadora. Entonces, una careta con el mismo aspecto que Pikachu asomó entre las ramas, oculta, mirándolos atentamente.

Acciones y Jutsus:

Gastos y Daños:

[Off: mil perdones por la tardanza a la hora de contestar el post, me pongo ahora mismo]

La bola de fuego no había llegado hasta mi otro objetivo, pues un shuriken eléctrico había aparecido desde el árbol para interceptar mi ataque y terminar clavado junto a mis pies. Sonreí ciertamente divertida, pues una violación no era lo mismo si el oponente no oponía resistencia, pero había que tener en cuenta que ahora no podía verle sin ropa, mi privilegiada vista había sido prohibida... Me podía encontrar con una sorpresa, grata o no.
Otro oponente apareció del árbol, mientras que el primero saltaba al suelo, y no supe si reír o llevarme los pelos a la cabeza, ¡sería un clon, si trae a un amigo, que sea verdadero y probamos un trío de violaciones! Si es que nadie piensa en hacer disfrutar a la violadora... Durante un instante eché de menos a mi unicornio, ahora mismo me hubiera gustado oír su vocecita chillando "wiiii", pobrecito... Quizás hubiera sido demasiado dura con él, aunque seguía con el plan de probar mi primera zoofilia con Pikachu, y si no lo conseguía esta vez lo haría hasta conseguirlo. Podía resultar bastante persistente cuando el interés estaba de mi lado.
Seguía empeñada en que aquel árbol ardiera, y normalmente solo me empeñaba en violar a la gente. Que también quería hacerlo con el Pikachito, era obvio, pero primero debíamos quedar a solas...
Apunté en su dirección con una de mis manos, mientras que la otra hacía un sello, y seguidamente el árbol estallaba en llamas. Era sencillo, solo me había tenido que preocupar por aumentar el calor en la corteza del árbol, que al ser un material inflamable había prendido con enorme facilidad. No pude evitar reír de forma un tanto maléfica al ver que por fin había algo más a lo que lograba prender fuego, porque para que negarlo, me gustaba bastante esto de que las cosas ardieran. Lo tendría que agregar en alguna de mis violaciones, esto de probar cosas nuevas tenía que estar bien, a que no tenía mi claro si la cosa fuera a salir como yo deseaba.
Tarde o temprano mi presa saldría de su escondite... Esperé a un contraataque por su parte, o algo por el estilo, mientras que yo avanzaría un par de pasos en el caso de que este no fuera efectuado.

Acciones:

Gastos y daños:

La joven kunoichi, pequeña Violadora del Coliseo, se equivocó de objetivo, haciendo arder al árbol. Entre las llamas se podía observar como la máscara explotaba en una nube de humo blanco, símbolo de que realmente aquello un clon. Sin embargo, para hacerlo había desperdiciado un tiempo precioso, que le hubiera sido necesario para sobrevivir a aquel combate, ya que el Pikachu real, el que estaba en el suelo, recorríó 5 metros en apenas un segundo, para después desaparecer de frente suya, reapareciendo al instante tras de ella. Sin duda, si hubiera tenido algún Dojutsu, podría haber diferenciado el verdadero del falso, y haber atacado directamente al de verdad, pero, en caso de tenerlo no le estaba permitido usarlo, por lo que la estrategia de Pikachu se cumplió a la perfección. Reapareció, con ambos puños envueltos en electricidad, al instante de haber desaparecido, golpeando a la pobre Violadora en la espalda. Aquello no solo provocaría daños en su cuerpo, si no que también la paralizaría durante tres segundos, el tiempo suficiente como para que Pikachu pudiera finalizar el combate y todo sin que su sexualidad se viese afectada, salvándose de una sesión de zoofilia de la que seguramente no se olvidaría... Tendría que mejorar si quería violarlo.

Tras el golpe, debido a la parálisis, la Violadora caería al suelo, de frente, sin poder moverse, herida. Pikachu, entre tanto, de un ágil movimiento sacaría su Kouken, oculto tras la capa, atado a su cintura, y con rápido destello, antes de que pasase la páralisis, se lo clavaría por la espalda, a la altura del vientre. Una herida fácil de curar, para nada mortal. No le gustaba hacerle algo así a una mujer, iba contra su educación, pero era necesario, puesto que quería acabar rápido el combate, y además era lo que esperaba el público... Y de vez en cuando no venía nada mal contentarlo, mantenerlo feliz y contento, asegurarse fans y sentirse querido por ellos, aunque realmente lo único que quisieran de él fuera mantenerlos entretenidos, quizá por dos o tres minutos, el tiempo que duraba un combate de Coliseo de ninjas. Aunque no estaba a favor de ese método de entrenamiento, de todo el halo de vicios que se había formado en torno al Coliseo, debía de admitir que era la mejor forma de ganarse la vida, los ryos para vivir, y poder pagarse su equipamiento ninja. Además, allí podría adquirir experiencia para mejorar, para hacerse más fuerte. Aunque el Coliseo tuviera desventajas, también tenía sus puntos positivos.

Tras haberla dejada insconciente, cogería su cuerpo en brazos con cuidado, y lo acercaría a su puerta, para que el equipo médico pudiera atenderla velozmente y no quedara secuela alguna en su cuerpo, no quería causar ninguna mancha innecesaria, ninguna cicatriz, no quería mancillarla. Estaba seguro que los médicos del Coliseo la atenderían a la perfección, sanarían su herida rápidamente. Esperaba que la pequeña kunoichi se lo pensara dos veces antes de retarle para una revancha... Tras acercarla, Pikachu se alejaría en dirección a su propia puerta de entrada, donde saldría de la Arena y caminaría directo a los vestuarios, donde tras una ducha caliente se volvería a vestir normalmente, yendo a recoger su premio por el combate, y después directamente a su casa, ya que tenía que pagar el alquiler.

Acciones y Jutsus:

Gastos y Daño:

De haber podido usar las técnicas de mi clan que tan acostumbrada estaba a realizar, quizás el combate se había desarrollado de otro modo, pues si bien no podía hacer mi barrera giratoria que podría librarme de cualquier ataque tampoco identificar un clon del usuario real o ver como este se iba tras mi espalda. En cuanto el árbol se quemó una figura, la misma que antes estuvo en el suelo, corrió veloz hasta mi posición. Iba tan rápido que apenas fue un borrón que a los cinco metros desapareció de repente, para después aparecer tras mi espalda... O eso supuse, pensando que usaba la misma técnica que yo solía con la pequeña Eevee, la danza de las sombras. Pero esta vez nada podría hacer intentando esquivarla, inmediatamente recibía dos golpes atestados a mi espalda. Una mueca de dolor apareció en mi rostro, que después fue adornado por una pequeña sonrisa, gesto que quedó grabado, ya que al instante caía paralizada sobre el suelo sin que nada pudiera hacer.
No podía hablar, pero esperaba que mi mirada, o simplemente la expresión de mi cara, ya que esta primera quedaba parcialmente oculta por mi máscara rojiza, le comunicara lo que ahora mis labios no podían decir. Sabía que mi derrota estaba cerca pero esto no iba a rendirme, la próxima vez vería si aquel chico merecía la pena, y en caso de ser afirmativo sería plato de la zoofilia que ahora pretendía probar. Tarde o temprano conseguiría lo que quería, pues si algo era además de violadora era cabezota, y cuando una cosa se me metía entre ceja y ceja acababa por lograrlo. Volveremos a encontrarlos, decían mis ojos perlados en el mismo momento que él sacaba una espada. Instantes después esta se clavaba sobre mi vientre.
Si la parálisis no me hubiera tenido inmovilizada, desde luego la resistencia opuesta habría sido mayor, además de que sin poder evitarlo seguramente se deleitara con el dolor que oprimía mi tripa, aunque no me gustaba dar al enemigo el placer de verme sufrir.
En realidad, no me gustaba ofrecérselo a nadie, y haría lo posible para que lo lograra. Solo tenía que mejorar... ¡Y pronto todos sufrirían bajo el poder de mi cloroformo, muahahaha! Eso sin olvidar las constantes violaciones que recibirían en cuanto me hiciera más fuerte, ya podían empezar a usar ropa interior blindada, ya que no pensaba dejarles tan fácilmente sin desnudar.
Mis ojos se cerraban bajo las mudas promesas que solo tanto mi unicornio como yo conoceríamos, aunque tendría que aguantar la reprimenda provocada por mi rosada criatura. En el fondo acabaría iluminándome entre colores de arco iris y acompañándome en los siguientes combates, sin permitirle irse de todos modos. Las anteriores peleas tuve mi amuleto de la suerte conmigo, lo llevaría en todas las demás.
Por entonces tocaba que curaran mis heridas y volver a casa con la señorita de protuberantes pechos, esa noche se despertaría misteriosamente desnuda en la cama una vez más. Si no podía probar la zoofilia al menos me deleitaría de su figura desnuda de nuevo... Esta vez tenía escusa.

Daños:

Revisado.
Kadzuki: + 500 Ryos. + 30 Exp. + 2 Pr.
Sonzu: + 60 Exp. + 1 Pr.