Examen de gennin

Es una tarde de verano, una tarde calurosa como la que mas, se nota que el sol no tiene piedad a la hora de azotar con sus rayos a la tierra, hay poca gente por la calle y se nota que desearían estar en sus casas, a pesar de todo el deseaba llegar a la academia, llevaba todo el día entrenando, se había levantado apenas estaba el sol despuntando el alba, se había puesto un vaso de leche, pero no se lo llego a tomar.

Se duchó y se vistió con sus ropas negras a pesar del calor que iba a sufrir y él lo sabía. Se preparo un desayuno a base de huevos duros y se tomo el vaso de leche que se había puesto antes, y se fue a la calle a entrenar. Se acordó al cabo de media hora de que necesitaba el kunai para entrenar así que volvió llamó a la puerta y estuvo un minuto esperando a que le abriese su madre. Cuando le abre coge el kunai y se va a entrenar, se pasa todo el día entrenando y a medida que avanza el calor se hace más insoportable pero él sigue entrenando sin descanso.

Antes de ir a la escuela fue a su casa a comer algo y a despedirse de su madre, le dio dos besos y salió a la calle y enseguida sintió el calor del día de verano y el calor abrasador producido por el incesante sol siguió caminando entre las casas de la villa hasta que vio a lo lejos la entrada de la academia ninja, tan majestuosa como siempre.

Me acercó a paso lento hacia la escuela shinobi y me encuentro con compañeros de clase, recordaba con odio las palizas que l deban a la salida de clase y recordaba con gula y regocijo como se vengó, pero eso ya quedo atrás, iba a hacer el examen de gennin y ya no sentía rencor hacia ellos por que sin ellos no se habría hecho fuerte. Se sentía seguro de sí mismo, y no paraba de repetirse que el podría conseguirlo, había entrenado mucho para ese momento y sabia que lo conseguiría, en medio de estos pensamientos alentadores se tropezó y se cayó.

Entró en la escuela y vio a su antiguo profesor, el que le enseño todo lo que sabía del arte ninja y le preguntó donde tenía que ir para hacer su examen, se lo dijo y se fue en busca del aula, se coloco la ropa y los guantes y se echó el pelo para atrás, vio al único amigo que había tenido en su vida y él le acompañó a la clase, se sentía seguro con su amigo a su lado y estaba deseando llegar ya para poder ingresar en la escuela shinobi, que era lo que había deseado desde pequeño, ya estaba viendo el aula cuando vio salir al examinador del aula, que salió en su busca y se lo llevo a otro aula diferente.

Hoy Iwagakure celebraba uno de los acontecimientos mas especiales para sus estudiantes de ninja en la academia shinobi, el examen de ascenso a gennin, una prueba dura, las salas en la que se celebraban los exámenes estaban a rebosar de estudiantes nerviosos, estudiando los últimos conceptos, otros rezando por aprobar, otros mirando sus chuletas para que su examinador no se las encontrase, así era un día de exámenes para los estudiantes, sin embargo, para los examinadores era mas duro de lo que parecía, tenían que vigilar a todos los estudiantes sin que fuesen conscientes de ello, ademas de evaluar su sangre fría.

Por los pasillos del edificio había un viejo jounnin paseando, mientras buscaba su aula para examinar a los alumnos que le tocase, lo malo es que en el último le dijeron que otro ninja iba a ocupar su puesto, pero aún así quería examinar a alguien, por ello, cogió a un ninja que encontró desprevenido que caminaba por los mismos pasillos buscando su aula.

-Muchacho, yo te examinaré-dijo mientras le llevaba a un aula para examinarle, tras llegar a la sala vacía le ofreció asiento mientras el jounnin se sentaba en el asiento del maestro.

El jounnin tenía una edad muy avanzada, era bajito y encorvado, era calvo, con bigotes blancos y sus ropas eran de colores tristes y tradicionales japoneses, con una máscara de anbu atada a su hombro de fondo blanco y adornos de colores rojos muy intensos y vivos. Se notaba la avanzada edad del ninja, pocos se vestían así ya, pero aún así era un jounnin, por tanto un rango muy alto en la villa, y si seguía en el cuerpo anbu sería porque no era tan débil como parecía, pues ser anbu significaba pertenecer a la élite de los shinobis en una villa.

-Bueno muchacho la primera parte será la teórica, que consta de tres preguntas, allá voy-tras decir eso el jounnin recitó tres preguntas en alto, con la esperanza de que el ninja mas joven de la sala le respondiese sin fallo alguno y cuanto antes.

Las preguntas no tenían una dificultad excesiva pero tampoco eran muy fáciles, eran conocimientos básicos que se supone que todo estudiante debe conocer, aún así dejó unos segundos al estudiante para que pensase las respuestas correctas.

Al anciano anbu le parecía curioso el aspecto del alumno, y además tenía curiosidad por saber a que clan pertenecería, aunque no era casualidad que ambos se encontrasen por los pasillos, pues el antiguo profesor de Akay le pidió como favor a jounnin que le examinase solo a él, para ver si estaba realmente preparado para ser un gennin.

preguntas:

El alumno se fijo en la curiosa vestimenta de su examinador, le había visto en antiguas ocasiones por la escuela y la villa y de todos modos seguía resultándole curiosa la manera que tenía de vestir, al ver el símbolo anbu sintió gran admiración por su examinador por que sabía que ese símbolo significa gran esfuerzo y superación personal, ademas de gran poder y apare del poder que poseía sintió respeto por el por que sabía que un anbu era de lo mas alto en el escalafón ninja, después del Tsuchikage, después de esta reflexión interna decidió centrarse solamente en las preguntas del examen teórico.

La primera pregunta era fácil, todo el mundo conocía el nombre de todos los Tsuchikages, eral lo mejor de lo mejor en la villa y todo el mundo los trataba como a dioses, eran hombres con gran sabiduría y mucha inteligencia, ademas de contar con un gran conocimiento de las técnicas ninja, tanto en cantidad como en calidad, todo el mundo conocía al actual, había conseguido alzar una pequeña villa ninja a partir de prácticamente nada.

En el momento de contestar se echo hacia atrás, sonriendo y orgulloso de saber la respuesta y la contesto con una pequeña sonrisa.
-Todo el mundo sabe que nuestro segundo tsuchikage fue Taiyo Hotoki, asesinado por el tercer Tsuchikage, Kenko Jiongu.

La segunda pregunta tampoco resultaba difícil para el, llevaba toda su vida estudiando la escala de los elementos, y no solo sabía el nombre de los elementos sino que ademas sabía como se dominaban los unos a los otros, y era precisamente lo que le iba a decir a su examinador, así que se preparo para responder a la pregunta, se inclino hacia adelante y tras unos seguros de espera para asegurarse de responder bien respondió sin dudar.

-Las cinco naturalezas de chakra son, fuuton, katon, suiton, doton, raiton

La ultima pregunta era la mas difícil de responder, había que pensar en distintas opciones, y también dependía de la cantidad de chakra, la vida del enemigo, así que había distintas opciones, pensó durante diez segundos y respondió si miedo.

-La respuesta de la tercera pregunta, aunque me cueste reconocerlo, ha sido la que mas me he tenido que pensar, por las distintas opciones de resolución, pero mi respuesta definitiva es... Furue

La respuesta que había dado no era segura, había diferentes alternativas, pero no retiró la respuesta puesto que la creía la mas acertada, se quedó mirando la reacción de su examinador, entonces recordó el día en que le enseñaron en la escuela los fundamentos de la técnica.

Era tarde, o por lo menos eso daba a entender eso, era invierno y el cielo estaba oscuro, en parte por la época del año, y en parte por que estaba encapotado de nubes negras y gruesas, ademas nevaba muchísimo y se habían quedado encerrados en la escuela por culpa de la ventisca, su profesor les dijo que para pasar la noche les enseñaría las bases de una nueva técnica, el Furue, y les empezó a explicar los fundamentos de la nueva técnica.

-La nueva técnica sirve para aturdir y tirar al suelo al enemigo, ademas de hacerles un ligero daño, ademas es una técnica de rango D.

En la siguiente hora y media se dedico a enseñarles como debían concentrar el chakra y como debían realizar la técnica, y les hizo una pequeña demostración.

Al parecer al alumno le extrañaba la vestimenta del examinador como al examinador le extrañaba la del alumno, el caso, es que el estudiante había conseguido acertar todas y cada una de las preguntas correctamente, quizá la que tendría una mínima de polémica sería la tercera pero en la mente de aquel muchacho tendría sentido utilizar el temblor para dejar inconsciente a su oponente. La parte teórica la había superado, pero por supuesto no había acabado todo ahí, solo había pasado la mitad de la prueba, ahora debía superar la pare probablemente más difícil del examen, la parte práctica.

-Muy bien joven, has acertado sin vacilar en ninguna respuesta, pero ahora te toca demostrar no solo lo que sabes sino lo que puedes dar a Iwagakure-cuando dijo eso la puerta se abrió de golpe, mostrándose un ninja extraño, que jamas habría visto el muchacho.

-Yo seré tu rival en este examen-dijo el extraño con una voz fría y seria.

Aquel desconocido tenía unas vestimentas un tanto peculiares, su cuerpo parecía vendado a excepción de su boca y su ojo izquierdo, vestía una camisa de kimono que le quedaba excesivamente grande, tanto que sus mangas llegaban hasta el suelo, impidiendo ver lo que sucediera dentro de estas, sus pantalones eran piratas de color negro, haciendo contraste con la parte de arriba y su calzado eran unas sandalias ninja a juego con los pantalones. Su ojo era rasgado, parecido a los ojos de los tigres, la poca piel que se le veía era de un color pálido, se notaba que su piel no disfrutaba de los rayos del sol por las vendas que llevaba, su actitud era fría y muy seria.


-Vamos en posición-so¡e colocó en posición defensiva mientras miraba al examinado con una seriedad y frialdad que podía llegar a confundirse con menosprecio, quizá así lo intimidaría y conseguiría que se rindiese sin hacer falta combatir.

Este quizá fuese el momento mas importante de todo el examen, ahora se vería si en alumno tenía madera de ninja y valor para hacer lo que fuera para cumplir una misión o salvar a sus compañero o cualquier otro rehen, lo que era un trabajo de ninja en toda regla.

El anciano jounnin miraba interesado esperando que haría el aspirante, preguntándose si huiría o combatiría contra su enemigo con ferocidad y astucia, lo que estaba claro es que tenía ganas de ver un combate, y quizás de este modo consiguiera saber el clan o elemento al que pertenecía ese crío, parecía ser doton por su conocimiento sobre el elemento, pero nunca se sabe, todos pueden llevarse una sorpresa en cualquier momento de la vida, por muy joven o anciano que se sea siempre se nos puede sorprender.

El rival del shinobi esperaba cualquier movimiento en falso para que ver que acciones debía tomar, ya fuera atacar defender o aprisionar a su enemigo de cualquier forma, sea como fuere estaba en alerta ante cualquier amenaza o movimiento que hiciera su enemigo, solo por si acaso.

ninja de Iwa:

Lo miro al único ojo que se le veía y se fijo en su pupila rasgada, tenía una mirada fría y calculadora, era la mirada de alguien que no tenía miedo y que no dudaría en matar a un enemigo, una mirada que podría asustar a muchos, pero no a Akay, a el le había costado sangre sudor y lagrimas llegar hasta ahí y no pensaba echarse atrás en ese momento, había entrenado muchisimo y le había costado, pero ya estaba preparado para hacer el examen, y se lo dijo

-Me a costado mucho llegar hasta aquí y no me pienso rendir ahora, seré un gran ninja y ayudare a aumentar el honor de la Villa, y seré recordado-.

Entonces se fijo en el aula en la que estaba, era rectangular y había cinco ventanas, dos de ellas estaban abiertas, pero el calor no disminuía por ello, de echo hacia que aumentase el calor por que entraba el aire caliente en la sala, tampoco hacia que hubiese ni una pizca de auri, aunque de haberlo habido solo seria aire caliente. Las otras tres ventanas estaban cerradas, pero las persianas estaban abiertas del todo, lo que hacia que la sala estuviese bañada con un sol abrasador de verano, Akay iba vestido con sus ropas negras, y tenía mucho calor por el sol, pero se dijo a si mismo que tenía que ganar para ser un ninja por fin. Entonces se quedo unos segundos pensando en que iba a hacer y empezó a correr hacia su enemigo sin parar, cada vez que se encontraba con una mesa la apartaba de mala manera y seguía corriendo.

Empezó a hacer sellos con las dos manos y siguió corriendo, un montón de piedras empezaban a acumularse a su alrededor, siguió corriendo y lanzo las piedras hacia su contrincante, y empezó a correr hacia uno de los lados de su enemigo.

acciones:

daños y gastos: