Un jutsu nuevo

Amanecía en la villa de Amegakure no Sato, pero es Sol era eclipsado por las densas nubes oscuras que siempre había en dicha villa y en la cual era constante la lluvia. La lluvia caía constante alrededor de toda la villa y también en la casa que era habitada por el pequeño niño de cinco años que responde por el nombre de Sokka. Sokka esté durmiendo en el sofá de la casa (dormir en el sofá lo hacía desde que el padre de Sokka fue asesinado) pero pronto se despertaría y lo primero que haría sería comer algo para el desayuno.
Sokka se despertó en el sofá de su casa y lo primero que percibió por medio de sus sentidos fue el sonido que hacía la lluvia al golpear el techo de la casa; a Sokka le encantaba ese sonido, le maravillaba la idea de escuchar la lluvia tal y como lo hacía cuando era más pequeño junto a su padre no obstante ahora había una gran diferencia respecto con aquellas veces del pasado, ahora Sokka si escuchaba la lluvia no tenía a ningún familiar para que lo escuchase con él.
Sokka se acercó a la despensa y buscó algo para desayunar; encontró algo de pan y un poco de embutido en la nevera, sacó de la nevera también una loncha de queso y se hizo un sándwich mixto. Tras haber hecho eso, Sokka se dirigió al congelador y sacó el embase de un zumo de melocotón, o eso ponía en el embase, sin embargo en el lugar que debía estar el tampón del envase había un hueco y un poco más hacia el centro había un largo palo de polo. Sokka cogió un cuchillo y cortó el envase y el resultado fue un gran helado de melocotón.
Sokka se tomó el sándwich bocadito a bocadito y de vez en cuando daba un lametón al zumo de melocotón congelado. Cuando Sokka se hubo terminado el sándwich cogió el polo enorme de sabor a zumo de melocotón y subió a su cuarto. Hoy Sokka quería hacer algo especial, aprender una habilidad o algo así. Mientras subía por las escaleras supo de forma inmediata que debía entrenar o más bien aprender, Sokka iba a aprender un jutsu de manera concreta iba a aprender a explotar las mariposas de papel que los de su clan sabían crear. Sokka sonrió mientras subía las escaleras.
Sokka siguió comiendo el enorme helado de sabor a zumo de melocotón que poco a poco iba disminuyendo, haciéndose más pequeño, consumiéndose poco a poco, mientras Sokka le daba lametones. Sokka llegó a su cuarto y cogió el colgante que había pertenecido a su madre y que su padre le otorgó (el día de su propia muerte), se quitó su camisa favorita y se puso la vestimenta ninja que su padre le dio también el día en que murió. Sokka bajó al rellano y cogió un paraguas con una mano mientras que con la otra seguía comiendo el litro de zumo de melocotón que ya iba por la mitad.
Sokka salió a la calle abriendo el paraguas y lamiendo el helado. Sokka se dirigía al templo del Amekage que estaba en un lugar secreto y asqueroso. Las cloacas de Amegakure no Sato. La lluvia caía sobre el pequeño Sokka de forma constante, pero el pequeñín de cinco años no se mojaba debido al paraguas que llevaba. Sokka se dirigía a las cloacas de Amegakure no Sato; era una mañana muy rara aunque todavía era muy temprano en las calles de la villa se podían hallar a mucha gente comprando comida.
Sokka tuvo una idea, practicaría su jutsu de las mariposas de papel. Como es costumbre en todos los lugares, la gente (sobre todo las mujeres) solían ser muy chismosas y las mariposas de papel de Sokka se llenaba enseguida de palabras. La mayoría de los comentarios eran sobre Sokka, los cuales hacían al pasar el pequeño niño de cinco años. Sokka se enteró de lo que opinaban de él y eran cosas de tipo como:
“-¡Mira! ¿Ese no es el hijo adoptivo del Amekage?”
“-Sí, he oído que su padre fue hallado muerto en la puerta de la academia el día que el pequeño se iba a examinar.”
“-Pues a mí me parece fatal que le dejen se un ninja a tan temprana edad”
“-¿Qué es eso que tiene en la mano?”
“-¿Te refieres al paraguas?”
“-No, en la otra mano”
“-Será un helado, he escuchado que le chiflan. Pobre niño, su madre murió en el parto y su padre fue asesinado.”
“-Sí, pobre…”
“-¿A dónde irá?”
“-No tengo la menor idea.”
Sokka ignoró la mayoría de comentarios y continuó su camino hasta llegar a las alcantarillas de la villa y una vez allí entró en el templo. Sokka creó cuatro mariposas y concentró mucho su chackra al principio no pasaba nada y las mariposas caían al paso del tiempo. Cada dos por tres Sokka tenía que crear más y más mariposas hasta que en una de ellas apareció el kanji “Katsu” e inmediatamente la mariposa produjo una pequeña explosión. Sokka acababa de aprender un jutsu nuevo y estaba muy contento. Sokka volvió a casa y se comió un helado de vainilla y fresa, se lo había ganado.

jutsu a aprender:

palabras empleadas: