Se acabó la tontería , hay que ponerse la pilas.

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Esa mañana me levanté temprano, justo cuando el sol ya empezaba a asomar por el horizonte, me preparé el almuerzo y algo más de comida para más tarde por si me entraba hambre, Luego de eso cogí todas mis cosas, me coloqué la capa y salí de casa. Como tenía prisa por llegar fui corriendo pasando más lentamente por las puerta y saludando a los guardias que vigilaban estas.
Corriendo a toda la velocidad que podía, llegué ami destino en menos tiempo del esperado. Coloqué mis cosas, las cuales llevaba en un mochila negra, debajo de un árbol cercano. Me quité la capa para que esta no me molestara y el pelo me recogí en un coleta alta y bien sujeta para que no se me descolocara mucho mientras entrenaba. Antes de empezar con nada saqué de mi mochila una botella de agua para beber un poco y refrescar mi garganta seca. Luego ice un par de estiramientos y calentamientos par ano sufrir ningún percance físico Y luego me concentré en lo que tenía me mente hacer.
Decidí por empezar a practicar, la técnica elemental "Kosenppu no Jutsu", me pareció sencilla y decidí colocarme en un sitio donde no estuviera muy cerca de los arboles por si me daba con ellos. Me coloqué seriamente juntando mis manos en frente de mi pecho, haciendo los sellos con ambas menos, mientras cerraba los ojos y canalizaba mi chakra hacia la planta de mis pies para que estos me fueran levantado gracias a un pequeño torbellino de viento que movía la hierva que había mi alrededor, cuando ya estuve completamente segura segura de que esa pequeña parte estaba bien realizada, me dispuse desplazarme hasta poco menos de 2 metros entre los árboles.
""No te vallas a distraer y darte contra algo""Me distrajo Riku consiguiendo que me cayera al suelo después de darme contra un árbol, no me ice daño alguno, solo algunos raspones.
"¡ Quieres callarte! ¡Por tu culpa me he caído!" le regañé "Estate callado, necesito concentrarme y si me hablas eso es completamente difícil."
Me levanté sacudiéndome la suciedad del cuerpo, volví a donde me había colocado antes y me dispuse a practicarla de nuevo. Esta vez la realicé con total éxito y facilidad. conseguí desplazarme 2'5 metros en un velocidad tal que mi larga melena se sacudió agitada-mente haciendo que la coleta se aflojara un poco.
Coloqué mi pelo en un segundo y después estuve practicando al técnica hasta tenerla bien controlada, cuando esto ya estuvo listo. Hice un pequeña pausa para comer un poco pues aún no había desayunado, también bebí un poco de café para estar bien despierta. Después me dispuse a entrenar la otra técnica pendiente "Kazesouji" para esto tenía que tener una pequeña neblina para que pudiera ver si funcionaba o no la técnica. Cogí del suelo un puñado de arena y lo lacé hacia arriba para que se extendiera una pequeña capa de polvo de arena, realicé los sellos con rapidez antes de que la pequeña nube de polvo se disipara, concentré el chakra todo lo que pude y lo expulsé haciendo que la nube de polvo de arenas se disipara ante mis ojos con un golpe de viento. lo había realizado perfectamente, pero como no estaba conforme con solo hacerlo una vez he ice lo mismo que con la técnica anterior, practicarla hasta que estuviera de que salía a la perfección.
Cuan ya el cansancio izo mella en mi, decidí descansar un poco, me senté debajo del árbol donde estaban mis cosas y bebí un poco más de agua, solté mi coleta descolocada. peiné mi pelo pues tenía unos pocos enrede-dones y eso no me era muy agradable, luego comí un pequeño almuerzo, pero realmente poco pues ya había desayunado antes y no había hambre. Saqué mi libro "Icha-Icha" y me dispuse a leer un poco para descansar. Me tumbé en la hierva, en la fresca sombra que el árbol me aportaba y así estuve leyendo hasta que sin darme cuenta me quedé dormida soñando con el día que conocí a Riku.
Fue cuando a penas tenía unos 12 años, en ese entonces aún no había empezado mi entrenamiento ninja y anda por Tanzaku deambulando por allí para estar sola pues en ese entonces aún no había conocido ami amigos. Nadie me quería al lado suya por mi apariencia semi elfa, se burlaban de mis orejas alargadas y me daban tirones de mi cabellera que en ese entonces apenas que llegaba por la mitad de la espalda. no tenía a nadie con quien contar y muchas veces me iba a aquel lugar para tener un tiempo a solas, para recordar a mi familia, pues cuando aún vivían. Íbamos mucho allí para dar un paseo o algo. Me era un sitio agradable, pero mi lugar favorito era el castillo legendario.¡Cuantas veces me propuse de pequeña quedarme a vivir en aquel lugar! Entre aquellas paredes me sentía segura y dichosa. Me gustaba curiosear cada rincón y en una de aquellas ocasiones. Entrando en lo que parecía un pequeño calabozo, encontré a un criatura extraña para mi, pero como yo tampoco era lo que se decía normal, me acerqué con sigilo y cuidado,para ver que era ese pequeño bulto blanquecino, en un rincón del aquel lugar. Me agaché cerca de él para poder observar que era una cría de león blanco. Su pelo era realmente precioso y su cara dormida era una ternura. Con un poco de miedo, le acaricié suavemente la cabeza, haciendo que la pequeña criatura reaccionara y despertara. Se alejó de mí arrinconándose un poco más en la esquina, como si tuviera miedo de mi. Ese me gesto me entristeció de sobre manera y me recordó a mí cuando los niños abusones se metían conmigo...
-Tranquilo, no te are nada malo. Solo quiero ser tu amiga.-dije acercándome de nuevo para acariciarle la cabeza con cariño.
-Eres una chica muy rara, esas orejas...-dijo la criatura. Con tono confuso. Yo, que para entonces era muy acomplejada con ellas, me las tapé con mis manos mientras me encogía.
-No las mires, sé que son horribles...-dije triste.
-No, espera. A mí me gustan, son muy bonitas-dijo él acercándose y con una de sus patas blanquecinas apartó una de mi manos.
-G-Gracias.. ami me gusta mucho tu color de pelo.-dije mirándole con cariño, era la primera vez que me alagaban por mi orejas puntiagudas.
-Si... pero a todo el mundo le resulta raro..por cierto, me llamo Riku ¿Y tu ?
-Yo soy Kiara. ¿Y no crees que lo mas raro es que puedas hablar y no tu pelo?
-No, de donde vengo todos lo que son como yo, hablamos. Pero yo soy el único que es blanco...No tengo a nadie.-dijo él agachando las orejas en señal de tristeza.
-Tranquilo, ya no estarás solo. Yo me quedaré contigo-dije mientras lo atraía hacia mí en un pequeño abrazo.
-¿Enserio?-dijo mientras se dejaba abrazar.
-Si, ya no estaremos más solos...
-Gracias- y entonces, una luz cegadora, salió de Riku iluminando la sala no dejando ver nada.
Cuando esta desapareció, me encontré sola en el lugar. Busqué por todos lados a Riku pero no lo encontré me senté agarrando mis rodillas llorando por a ver perdido a mi único amigo.
""No llores Kiara, no me he ido, solo estoy dentro tuya, así podremos estar juntos siempre""
"Por un momento pensé que te habías ido dejándome sola"
"Tranquila ya nunca me iré"
"¿Volverás a estar en tu forma original?"
""Cuando sea el momento adecuado, por ahora solo podemos estar así""
"Me alegra tenerte como amigo Riku, ahora no me sentiré más sola"
Desde entonces él y yo nos hacíamos compañía mutua, y desde que el está dentro mía ya los abusones no me molestaban por que el me enseño a defenderme y hacerme respetar....Cuando desperté de mi siesta, ya se había hecho de noche. Había dormida más de la cuenta y había perdido parte del día, pero no estaba molesta, en realidad, estaba contenta por recordar ese momento en Riku y yo nos conocimos. Era un recuerdo muy bello entre todos los amargados que tengo hasta el momento.
Me levanté desperezándome y decidí entrenar otro como más para estar segura de que las controlaba ala perfección, pero esta vez que no cogí el pelo en una coleta, notaba como con cada movimiento que hacía este me acariciaba mi espalda descubierta. El frío de la temporada , no me importaba en más mínimo pues no lo sentía de hecho podría decir que tenía calor en ese momento, cuando ya acabé y me harté de practicar las técnicas, pues ya no tenía fallo alguno excepto por que me llevé algún que otro golpe por mi garrafal torpeza tan característica de mi... Recogí todas mis cosas y ande hasta un pequeño lago que había por ahí cerca, me quité toda la ropa y me puse un bikini que había metido en la mochila y me metí en el agua para refrescar mi cuerpo cansado y un poco adolorido. Me pues a bucear un poco sumida en mis pensamientos y recordando que hacía mucho que no visitaba al Hokage, pero eso, creo que le dará lo mismo. Seguramente estará ocupada con otros temas, iré aprendiendo sola por el momento y si puedo con Hiaji y algunas personas más que he ido conociendo. al cabo de un rato, salí el agua toda mojada, me acerqué donde mis cosas y saqué la toalla que había traído también el la mochila y me fui secando poco a poco y lo ultimo fue mi larga melena, la cual peiné sin ninguna prisa, y después la seque con la toalla pero dejándola aún un poco húmeda, haciendo que mi melena que ya eras ondulada de por sí, estuviera un poco más rizada y desordenada. Después de toda esa tarea que llevaba su tiempo, me cambié y volvía colocar mi ropa y mi capa de la villa. Recogí mis cosas y con paso lento y tranquilo volvía casa con la satisfacción de haber tenido un día muy productivo.

Revisado.