Pensamientos.

Una nueva mañana en la villa de la hoja de abría, el cielo estaba un poco nublado y yo tenía ganas de algún que otro entrenamiento, quería aprender nuevas técnicas que me servirían para mis combates, mis ansias que convertirme en alguien reconocido dentro de la villa subían, y si no me ponía a entrenar no podría, aunque antes quería hacer una cosa. Tenía que hacer varias cosas que hacer, pero en concreto aprender un jutsu que junto con otro que me sabía podían ser una clara estrategia para mis combates.

No se porque en ese momento me dio por pensar en mi espada, no estaba por ningún lado, no es que me sintiera inseguro sin ella, pero era algo que nos caracterizaba a los Hatake, aquella espada era de la familia de los Hatake, no era nada del otro mundo, pero era algo más sentimental que por valor. En ese momento atisbé el mango de mi espada saliendo por debajo de mi cama, respiré profundamente y me sentí aliviado, aunque no debía perder el tiempo en cosas así, debía entrenar puesto que las técnicas no se aprenden solas claro.

Me preparé con lo más normal para poder entrenar un jutsu del que debía ser más velocidad que otra cosa, no necesitaba nada, simplemente aprender a moverme mas rápido, esto además de para aprender técnicas me ayudaría a mejorar mi velocidad, puesto que aunque fuera la velocidad algo de lo que no carecía, también podía ser mejorada, el jutsu en cuestión consistía en una técnica para atacar por sorpresa, permite al usuario moverse a tanta velocidad que parece que se ha teletransportado hasta la espalda del enemigo aunque tenía el inconveniente de que no se puede utilizar ésta técnica en el aire, ya que es un movimiento rápido, no te teletransporta directamente.

Me preparé el desayuno y aparté los restos antes mencionados para tener sitio para desayunar tranquilamente, aunque los ladridos de mi perro no me dejaron, antes de haber acabado el desayuno fui hasta la habitación donde manchita estaba armando tanto escándalo, no se porqué le estaba ladrando a un mueble, a la parte de arriba en concreto si no me equivoco. Cuando fui a mirar si había algo, observé que un pequeño jilguero se escondía allí arriba de los ladridos del perro, lo primero que se me ocurrió fue intentar cogerlo para sacarlo de la habitación, supuse que habría entrado por la ventana que con anterioridad había dejado entre abierta para que la habitación se ventilara, intenté coger al escurridizo pájaro, aunque este no se dejaba debido a que tenía miedo, lo mas seguro. Con una escoba hice que el pájaro se moviera de donde estaba, empezó a aletear sus alas al son de mis escobazos, cuando el pájaro antes mencionado se encontró volando por los alrededores de mi habitación, vi como empezaba a volar por encima de mi cabeza, un simple salto y reflejos agudos como los míos bastaron para poder atrapar al pobre jilguero, este seguía piando desconsolado pensando que hasta ahí llegarían sus días, no quise demorarme más y echando un vistazo a sus extrañas alas, de colores muy vivos para ser un jilguero, lo solté por la ventana y este se marchó volando en dirección a la nada, el cielo es tuyo pequeño pajarito, hazlo que se mueva a tu son, como tu quieras, hazlo tú que puedes pequeño.

Después de esta aventura con esta particular ave volví a mi anterior tarea, estaba desayunando, aunque ya se me habían quitado las ganas, me terminé el desayuno para que me diera fuerzas, hoy más que nunca las necesitaba. Recogí lo que anteriormente había dejado encima de la mesa, con todo lo de la cena anterior y lo deposité en el fregadero, no me gustaba nada tener que limpiar yo mismo y por mis propios medios aquel desbarajuste de cubiertos y de platos, pero claro, en algún momento debía hacerlo, y para no tener que sufrir más, decidí que después de hacer la cama lo haría. Me dirigí al dormitorio donde la cama me esperaba, pero no para dormir, ya estaba descansado y tenía que hacerla para que la próxima vez que me echara en ella estuviera acorde con mis necesidades, otra de las cosas que odio es tener que hacerme yo mismo la cama, me daba mucha pereza cuando estaba en casa con mi madre, ella lo hacía todo y yo desgraciadamente no tuve tiempo de agradecérselo, aunque algún día la encontraría, de eso estaba yo muy seguro. Al hacer la cama, me dirigí otra vez a la cocina e hice lo que había acordado, guardé los cubiertos y los platos y me acomodé en el sofá del salón con el típico libro con el que todos los ninjas estamos familiarizados, las técnicas comunes, un montón de técnicas que sirven mucho en las cosas cotidianas, en los combates no mucho, aunque todo sirve de algo en esta vida, y esos jutsus estaban más para lo relacionado con las misiones. Abrí el libro, me dirigí a la página correcta, ya tenía el libro leído y sabía más o menos las páginas en las que se encontraban los tipos de jutsus, las combinaciones… Esta vez buscaba un jutsu que me ayudara con cosas del agua, me encanta el agua, todo lo relacionado con ella, nadar, jugar, el mar, aunque debido a la energía de mi chakra no estaba muy familiarizado con él, había leído mucho en otros libros sobre otros clanes y otras naturalezas del chakra, sin duda la naturaleza de los Hatakes como yo, era Raiton, y también había leído cosas sobre las combinaciones del Raiton y la naturaleza propia del agua, conocido como Suiton, las combinaciones eran múltiples, cada una se podía mezclar con todas las demás, por supuesto esto era producto de una serie de duros entrenamientos con las dos naturalezas elementales del chakra, la verdad que me preocupaba más el Suiton que el Raiton, elemento del rayo ya lo dominaba más o menos bien, aunque también debía entrenar el rayo, por supuesto que no por el simple hecho de ser un hatake ya sabría dominar a la perfección esa naturaleza. Pasando las páginas encontré un jutsu relacionado con el agua, se trataba de mediante el mismo principio que la habilidad de trepar superficies se consigue con una estabilidad en el chakra de los pies para poder andar, correr en incluso pelear sobre el agua, me llamaba la atención que al haber aprendido ya el jutsu de trepar superficies mediante el control del chakra en las plantas de los pies no se me hubiera ocurrido el intentarlo sobre el agua, parecía un jutsu fácil y entretenido así que decidí intentar aprenderlo. Me acordé en ese momento del lugar idóneo para practicar este jutsu, cuando entrené el anterior jutsu para trepar de la misma forma que se utiliza este, oí durante un poco tiempo una especie de cascada que caía a una distancia no más alejada de lo que creía, en ese momento decidí ir allí, el lugar era idóneo incluso para manchita, así recordaría el camino por el que vino.

Salí de mi apartamento en dirección a mi derecha con manchita a mi lado, este perro al que apenas en una semana ya le he cogido mucho cariño, es la primera que salgo a entrenar con él aunque supongo que no será la última, se que el lugar al que vamos a ir hoy le va a gustar mucho, es muy amigo del agua, como yo, por eso se trataba de mi perro, escogido por mí. Llegando a la zona del manantial observé la zona de la torre a la que con anterioridad había escalado gracias al jutsu de trepar superficies mediando chakra, decidí volver a investigar la zona en la que se encontraba dicha atalaya, a ver si aquel hombre vestido de vigilante seguía allí, para subir la torre utilicé el mismo jutsu que la vez anterior, trepé hacia arriba y cuando llegué arriba pegué un salto hasta posicionarme en la base de la cúspide de la torre, no había nadie, para mi desilusión, aunque las vistas que podía observar desde ahí eran espectaculares, era una atalaya de unos diez metros de alto con una base en la cima que apenas superaba el metro cuadrado, me quedé pasmado con la tremenda amplitud que tenía el bosque, se veía también la parte del bosque en la que se encontraba una pequeña villa, lugar de donde venía manchita, el cual se encontraba abajo esperándome y no debía de hacerle esperar, así que con el mismo jutsu que había utilizado para subir, bajé, y justo cuando me encontraba casi en la base deceleré el paso para dar al final un salto, una voltereta para acabar en el suelo con las piernas juntas, se nota que mi velocidad y condición física no es la que era, aunque aún debía mejorar.

Después de todo ese día de locos aún debía hacer lo más importante y por lo que había salido este día, y era para entrenar un jutsu. Afiné bien los oídos y pude escuchar el movimiento del agua no a mucha distancia, corrí hasta el lugar donde emergía el sonido y pude ver una cascada que terminaba en un lago perfecto para mi entrenamiento, miré hacia el cielo y por la posición del sol me di cuenta de que era bastante tarde y que debía terminar rápido con lo que fuera que estaba haciendo, así que me puse manos a la obra y posicioné el chakra en las plantas de mis pies ya desnudos haciendo que en poco tiempo ya tuviera dominada la técnica, la verdad que al haber realizado ya el jutsu de trepar este es igual, un jutsu más se colocaba en mis filas y con los ladridos de manchita por detrás yo seguía hacia el camino del ninja.

Después de tanto viaja por Iwagakure necesitaba un descanso así que decidí volver a mi querida Konoha, de calor infernal durante todo el año, y tomarme unos días de esparcimiento para relajar el cuerpo y la mente tras tantas emociones. El viaje de vuelta a Konoha no se me había hecho para nada largo, más bien todo lo contrario, el trayecto había sido una confirmación de que todo lo aprendido me había hecho volverme más duro y posiblemente aún más maduro. Durante mi trayecto por senderos y caminos había disfrutado del aspecto de las suaves y escarpadas montañas de Iwagakure y de los tenebrosos y también fascinantes bosques de Konoha. Había visto lobos pelearse por comida y osos pescando en algún río en los claros de un bosque que estaba bañado por el aroma de las manzanas, lo que me llevó a pensar en las dulces y tiernas manzanas que colgarían de algún manzano del lugar.
Observé con detenimiento los árboles imaginándome si Noka seguiría respondiendo a mi llamada y para comprobarlo golpeé los árboles de aquella manera que solo Noka y yo conocíamos, estuve esperando unos quince o veinte minutos y lo único que obtuve como respuesta a mi llamada fue el sonido del viento moviendo las ramas de los árboles y haciéndolas crujir y golpearse mutuamente. Al ver que mi amigo y mi tío se había decidido por no aparecer en esta ocasión, proseguí tranquilamente con mi camino olvidándome de lo que podría ocurrir y únicamente concentrado en lo que iba a hacer, por la posición del sol juraría que eran las nueve o las diez de la mañana y estaba bastante descansado así que había decidido ir al único lugar de la villa que me calmaba y me reconfortaba hasta tal punto que parecía increíble que se me olvidase todo en lo que pensaba.


Había vuelto dejando mi pelo suelto durante todo el trayecto, lo que hacía que mi rostro desapareciese entre el dulce tono de mis ojos esmeralda y el rojo carmesí de mi pelo, nadie excepto alguien que me conociese lo suficiente podría saber que era yo y nadie podría ver mi cara a no ser que yo le dejase. Cuando estaba ya cerca de la Hoja pude apreciar que aquellos tres árboles que anteriormente tenían el tono más oscuro que los demás se habían oscurecido increíblemente, llegando así a tener una corteza de un tono casi negro y unas hojas de un verde pardo en algunas ramas, pues la mayoría ya se habían caído debido al otoño que ya llevaba tiempo reinando.

Al fin la persona que me habia citado apareció. Mi sorpresa fue al verle que era un simple estudiante de Iwa. Ni siquiera tenia el protector de su Aldea. Al parecer se habia dado cuentade mi presencia encima de aquella rama del árbol, desconocia el como. El estudiante de Iwa se paró a 1 metro de mi posición. Contando la altura que nos separaba, nos distanciabamos por unos 3 metros. Al ser un estudiante no podria derramar su sangre en aquel pantano. Menuda lástima que tubiera que dejarle con vida. De todas maneras le perdonaría la vida por ahora, la próxima vez que nos encontraramos el mataría como a todos los de mi clan. Despues de que me pasara ese pensamiento por cabeza comenze a emitir una enorme carcajada, que tubo que resonar por todo el pantano. Igual alguien de la Villa del Sonido aparecería si la escuchase y podria resarcirme matandolo. En el momento que soltere mi carcajada el ninja me dijo :

Corrí hacia la muralla recordando mi ultimo entrenamiento y subiendo el muro atravesándolo con la mitad de mi cuerpo y colocando una sonrisa al acordarme del golpe que me había echo la ultima ves, comencé de una armando mi carpa y organizando las latas, sentándome oportunamente de una saque el pergamino y me fui a los jutsus de agua a ver que se veía mas interesante descubriendo un jutsu que me permitía respirar bajo el agua sorprendiéndome mucho lo eficaz que me podría servir leyendo las indicaciones de aprendizaje leí que se debe concentrar el chakra en las fosas nasales para que la técnica sea efectiva y permita al Ninja asimilar el oxígeno del agua para así poder respirar bajo el agua, en lo cual subí la mirada y me dije a mi mismo mientras me levantaba espero no morir ahogado ni ser atacado por algún animal, después de a ver organizado todo el campamento salí a caminar a un lago que se encontraba a en dirección hacia el bosque de la muerte un lugar supuesta mente muy peligroso y prohibido para los genin; la llegar al lago me desnude quitándome la camisa, la franela y el pantalón quedándome en calzoncillos mientras en una sudadera en los dos pies llevaba los dos kunais, mire hacia los alrededores e introduje mi cabeza en el agua y comencé a concentrar el chakra el las fosas nasales tardando unos treinta segundos para el intento de ver si podría respirar bajo el agua, al intentarlo respire profundamente tragando agua ya que perdí la concentración al tener miedo de tragar agua echando la cabeza hacia detrás y escupiendo el agua tragada que problemas me encuentro cuando me des concentro al terminar de escupir el agua y de animarme de nuevo me lance al lago rápidamente concentrando el chakra en las fosas nasales y respire poco a poco dando a si el buen procedimiento del jutsu sorprendido pero cauteloso empece a respirar mucho mas profundo y rápido para el buen control del jutsu empleado, terminado de controlarlo me puse a nadar debajo del agua para que se me hiciera normal el jutsu, mientras nadaba vi muchos peses lo cual me dieron hambre y cogí uno de los kunais y salí de tras de uno que media casi el mismo tamaño que yo en la persecución me encontré con un cocodrilo el cual dio a perseguirme y yo di vuelta para alejarme de el, la persecución llego a tardar unos cinco minutos mientras que el se me acercaba, al alcanzarme me lanzo a dar un mordisco en el pies derecho justo donde me había sacado el kunai que cargaba en la mano, procedí esquivándolo pero el mordisco llego a rozarme dejándome una herida poco profunda el cual respondí clavandole el kunai en el cráneo luego colocándome debajo de el y echando por la boca un chorro de agua que saco el cocodrilo del agua hacia la tierra donde la ventaja estaba a mi favor al acercarme saque el segundo kunai y lanzándome encima de el cortándolo desde la trompa hasta la cola y por ultimo saque un muro de de madera el cual aplasto al cocodrilo matándolo, luego me lance al suelo tomando respiración y descansando mientras pensaba esto puedo ser peligroso muy peligroso, ya pasado unos cinco minutos me levante tomando los dos kunais e hiendo a buscar la ropa vistiéndome salí estando medio cojo hacia la muralla subiéndola mientras la atravesaba, ya arriba cogí vendas y me las coloque alrededor de las cordada dando acabo puestas unas diez vendas, finalizando destape un atún y mientras comía procedí a guardar todo ya que a causa de la herida cocodrilo no podría pasar una noche el las murallas con gran seguridad, terminado de guardar me coloque el morral y me dirigí hacia mi casa para atender la heridas con mayor atención en caso de una infección.

Al llegar pude recordar lo que decía en el pergamino "el Ninja cubre su cuerpo con una capa de Chakra que le permite introducirse bajo la tierra y desplazarse por ella, pudiéndola usar para ataques sorpresa o para escapar", al terminarlo agarre el pergamino y me dirigí hacia el campo abierto que había justo al lado de la muralla así que me quité mis guantes, me senté y empecé a concentrar el chakra a traves de mis manos, luego la transforme en chakra elemental para intentar hundir mis manos en el suelo, si resultaba, podría hacer los mismo con todo mi cuerpo, comprobé que mis mano se quedaron bajo la tierra porque no salían ni tirando fuerte, no perdí la concentración y volví a concentrar mi chakra en mis manos para poder sacarlas cuando las saqué pude comprobar que tenían unos pequeños arañazos así que me puse mis guantes me levanté y intente hacerlo con mi propio cuerpo, así que probé a concentrar mi chakra por mi cuerpo y lo transforme en chakra elemental, cuando hundí mis piernas las saqué despacio por si acaso ocurría lo mismo que con mis brazos luego lo volví a intentar pero esta vez me hundiría un poco mas, cuando salí pude ver que estaba amaneciendo, así que me fui a comer algo a mi casa, cuando llegué cogí algo de comer y me fui otra vez a las murallas a terminar de aprender la técnica, volví a usar mi atajo, cuando llegué a las murallas empecé a concentrar otra vez mi chakra por todo el cuerpo, hasta que se transformó en chakra elemental, y me volví a introducir en el suelo esta vez me introduje hasta que la tierra me llegó a los brazos, cuando salí de allí me puse a dormir ya que era por la mañana, cuando hube descansado un poco continué con mi entrenamiento, siendo ya el mediodía comencé a lanzar golpes a través de la tierra para aumentar mi concentración, cuando concentré el chakra por mi cuerpo me introduje en la tierra, esta vez lo conseguí, así que intenté atravesar la muralla, me concentré y me cubrí con una capa de chakra, cuando lo hice, intenté atravesar el muro, cogí carrerilla y lo intenté, lastima que en vez de atravesar el muro me chocara contra el, menos mal que llevaba mi casco porque sino tendría que ir corriendo hasta el hospital, el caso es que aunque no haya podido atravesar la muralla, había podido aprenderme la técnica, así que me fui corriendo hasta mi árbol, para descansar, por todo el chakra usado y por el golpe en la cabeza, cuando llegué al árbol, dejé el pergamino de la técnica junto con mi casco, mi mascara y mis guantes, y me fui a descansar por todo el esfuerzo hecho en un solo día, cuando atardeció guardé el pergamino en el sitio de donde lo cogí e intenté la técnica para ver si lo conseguí de suerte, me concentré, y pude atravesar el suelo hasta un metro por debajo de la superficie, esta vez no fue suerte, aprendí la técnica de verdad, pero me quedé con la duda de si podría atravesar la muralla con esta técnica que acababa de aprender.

Desde que tenía conciencia nunca tuve malos pensamientos, ni malas intenciones hacia los demás, solo pensaba ¿Dónde estaría mi hermano? Y ¿Cuándo volvería a verlo? Mientras debatía todas estas preguntas en mi cabeza comenzaba a atravesar el país del fuego por el sur de este, atravesando bosques de este, hasta poder llegar al país del Te, en ese momento la caminata sin un camino fijo e indicativo se hacía dudoso, no podía estar seguro hacia donde estaba caminando, pero mi obstinación ante mis decisiones era muy fuerte y nada podía hacer que me rindiera en mi búsqueda, con el paso de las horas pude lograr divisar un camino, abandonando el bosque por completo e introduciéndome en una carretera que comunicaba el país del Té con el del Fuego, ya estaba cerca de la frontera y nada en esos momento podía hacer que me detuviera.

Todo lo que me llevase a el entrenamiento era bueno, cualquier cosa, joder, yo era un ninja aunque sin familia... aunque tampoco eso podía llevarme a la derrota, cualquier cosa era posible, YO SOY USUI HATAKE, JODER, UN NINJA DE LA HOJA, y no debo ser un niño al que todo el mundo vea como un manco en cuanto a las técnicas ninja se trataba, no debía ponerme en cuestión mi futuro, yo era yo, y punto, nadie debía cuestionar lo que yo fuera y fuese, solo soy yo, mi familia no existe, así que en realidad si que si, estoy solo, pero no importa, el camino ninja va a hacer que encuentre a gente como yo, a gente que en realidad quiera ser como yo y yo como ellos, vamos, que en realidad, nada es efímero, yo soy un ninja y mucha gente como yo va a serlo. El día de hoy llegaba a su fin con una muy profunda visión de mis pensamientos.

Palabras y experiencia: