Las puertas del alma.

¿Qué era esa sensación? Me levanté de la cama asustado, con sudor por toda la frente, ¿qué había ocurrido para que yo me hubiera puesto así?, miré el reloj y eran apenas las cuatro de la mañana y en mi pecho, mi corazón palpitaba a toda velocidad, mi respiración se entrecortaba con los latidos de este, aún habiendo vuelto a la normalidad, mis piernas estaban temblando, me acomodé de nuevo en la cama en vano puesto que en ese momento ya me había desvelado, bajé de la cama vagamente y sin fuerzas, parecía que una babosa o algo parecido me hubiera chupado todas las energías, por descontado estaba claro que a esas horas uno no está muy energético, pero habiendo dormido algo así como seis horas, tendría que tener fuerza y energía suficiente como para poder calmar esa sensación de pesadez que cubría mi cuerpo por completo, sensación de fatiga y restricción rara en mí, aunque todo lo aplacaba a las horas a las que me solía levantar a tomar el temempié de por la noche, aún sin hambre me dirigí a la cocina vagamente a por algo de beber, tenía la boca seca de haber dormido con ella abierta, eso seguro, así que cogí un vaso de uno de los lugares en los que guardaba los cubiertos y utensilios para beber y me invité a mi mismo a un trago de agua, cuando me di la vuelta, un pequeño kunai había posado en la mesa que presidía formante la cocina no muy grande en la que me encontraba, ese kunai que aquella preciosa mujer me había dado, Nana, la pequeña Nana, la que había hecho que nuestro último encuentro no pudiera salir de mi cabeza como un vago recuerdo de lo mucho que la quería, había pasado de la indiferencia por esa chica a quererla de verdad, ella había conseguido lo que ninguna, que pensara en ella cada vez que veía algo relacionado con ella, cuando olía el olor del kunai, recordé la promesa que habíamos hecho, creía que ya era hora de realizar lo cumplido, pero no iba a ir con las manos vacías, ella se merecía lo que tenía pensado darle, y más. Por supuesto le enviaría un mensaje mediante mi gorrión mensajero. El tendría el cometido le llevar un mensaje entre su grácil pico hacia la hermosa de Nana, la Nana que había conseguido que estuviera haciendo todo eso por un chica, una insignificante chica, pero ella era ella, perfecta donde las haya, por eso debía hacer algo para ella, para que viera que mis sentimientos eran sinceros, para que al menos supiera lo que sentía. Me acerqué al piano que tenía en mi pequeño apartamento y empecé a tocar la canción de cuna de mi madre, cuando de repente se me ocurrió una pequeña melodía, más las palabras que salían de mi boca, palabras sinceras, una nueva canción se estaba formando en mi mente, cogí lápiz y papel y empecé a escribir, palabras tras palabra se iban formando versos, versos que jamás se me hubieran ocurrido para nadie, eran versos de amor, sí, amor del sincero, del que nunca había sentido, un sentimiento nuevo para mí donde los haya, pura adrenalina corría por mis venas.

La letra estaba terminada, tenía que dársela, eran las 9 de la mañana y el lugar en el que había escrito era el Valle del Fin, allí dejaría el kunai y la letra, por supuesto yo estaría viendo, y en el momento en que se fuera, yo aparecería, quería verla, ver como reaccionaba en el momento en que viera la letra, así que me vestí y salí hacia el lugar, no estaba muy lejos de allí, en menos de una hora estaría allí, por supuesto llevaba el kunai de la pequeña Nana y la letra. Cuando me hube encontrado allí, dejé en una roca las dos cosas, se veían claramente, y después de hecho eso, me escondí en uno de los árboles, cuando Nana llegara, vería el kunai, y la hoja donde la letra estaba. Exactamente la letra decía.

Déjame estar a tu lado
Déjame estar a tu lado,
siempre, caminar tus caminos,
convertirme en tu sombra,
en tu compañía necesaria,
en tu ilusión, en tu alegría.

Descubrir con tus ojos el mundo,
nuestro mundo.

Quiero vivir cada minuto amándote,
sin distancias, sin miedos.
Déjame estar a tu lado
ser solos tú y yo
siameses, amantes
confidentes, amigos
pareja, uno.

Déjame estar a tu lado
hallarme siempre allí
y ser feliz siendo realmente
tu polo opuesto.

Y que seas siempre mi amor eterno
Rosa la más bella de todo el mundo
I love you a lot
For Ever My Angel And My Life.

Estaba bastante seguro de que le gustaría, por eso lo único que esperaba es que ella apareciera, desde los árboles desde los que yo estaba, a unos diez metros del lugar donde estaba el kunai, no me vería. Esperaba que ella llegara y que no hubiera desechado la invitación.

Palabras:

Mi ojos se abrieron, quizás se asombro, quizás de esperanza, no se. Lo único que me importaba en ese momento es que ella ya estaba allí, al parecer había hecho caso de mi invitación, ahora estaba a unos diez metros del kunai con la canción y a unos veinte de ella, lo que me dio a pensar que ella se encontraría a veinticinco metros de mi canción, de mis sentimientos hacia ella, que no eran más que todo lo que yo tenía dentro, todo lo que mi corazón palpitante y nervioso en ese momento, sentía, ¿será posible que esta chica, en apenas unas semanas, haya hecho que me sienta así cuando la veo?, al parecer sí. Iba muy guapa, bueno, como siempre que la veía, siempre me parecía guapa, en ningún momento estaba fea, ni mucho menos. Se iba acercando más y más a mi canción, a mis sentimientos a flor de piel, a todo para mí. Se encontraba a unos cinco metros del kunai y a unos diez de mí, de espaldas. Salté del árbol hacia abajo con mucho cuidado para que no me oyera, y así fue, no me oyó, porque intuiría que se habría dado la vuelta. Cogió el kunai y la canción. Mis piernas temblaban, ¿le gustará?, ¿no le gustará?, si no le gusta estoy acabado, pero mirándolo por el lado bueno, si no le gusta al menos no tendré otra opción que olvidarme de ella, pero tanto yo como mi corazón sabemos que no queremos. No se daba la vuelta ni huía mientras iba leyendo lo que en ese papel había escrito. Era el momento para actuar, si tardaba mucho igual ella decidía irse y si después de lo que he hecho para hacerle la canción, caminé hacia ella con la esperanza de que se diese la vuelta, con la esperanza de volver a ver esos ojos rojos color pasión, color amor, el color de mi corazón cada vez que la veía, a unos cinco metros de ella y asegurándome de que me oía, simplemente dije.

¿Te gusta? La he hecho para ti, espero que entiendas lo que con ella quiero decirte, se que es muy precipitado, que apenas me conoces, que simplemente soy el chico que te trató de niña pequeña cuando te vi. Que tanto te enfadaste, pero entiéndelo, apenas sabía lo que ibas a llegar a ser para mí. Esos ojos rojos tuyos me inspeccionaron, de arriba hacia abajo, y yo me sentí invadido, en ese momento me incomodaste, todo hay que decirlo, me incomodaba que fueras tan directa, y además, que una chica se acercase a mí. Pero no que fuera una chica, he tenido muchas, simplemente tú, me llamaste la atención, que esos ojos rubíes me miraran.

Sin esperar respuesta de ella empecé a recitar los versos que había escrito para ella. Versos que salían desde mi interior, desde lo más hondo de mis sentimientos frente a aquella chica que tenía de espaldas a mí, que sabía que aún estando así, me escucharía.


La canción lo dice todo pequeña, déjame estar a tu lado, siempre, caminar contigo, a tu lado, ser lo que nunca fui para nadie, convertirme en alguien especial para esa persona que ha ocupado lo más hondo de mi ser, de mis entrañas, de mi corazón. Ser todo para ti pequeña, convertirme en tu sombra, tu última esperanza, tú aliento.


Óyeme bien nena, porque para mi eres un mundo por descubrir, un mundo con el que ahora mismo soy capaz de lidiar y pelear hasta que formes parte de mí, de mi vida. No voy a dejar que un diamante en bruto como lo eres se me escape de las manos, antes me enfrento a cualquier, porque se que nadie es mejor que yo para ti, yo sabré como tratarte, como hacer que veas lo bueno de ti, que tienes muchas cosas buenas, solo te hace falta descubrirlo o que te ayuden a hacerlo, todos hemos tenido un pasado difícil, todos pensamos que no somos lo suficientemente buenos para una persona, porque solo vemos lo malo de nosotros, los monstruosos que nos podemos llegar a convertir, yo se como eres Nana, en gran medida, por eso te pido que me dejes ser para ti lo que nunca nadie se atrevió a ser.


Atrévete a intentar conocerme, porque solo yo sabré sacar lo mejor de ti y de mí a la vez, al mismo momento, yo se que piensas que no puedes llegar a sentir algo por alguien, por otra persona, por otro ser. Pero yo creo que no es así, Nana, en apenas quince años, mientras estuve fuera, después de la guerra, buscando a mi padre, me di cuenta de que apenas podía sacarte de mi cabeza y de mi mente, y esto lo quiero gritar a los cuatro vientos, que el mundo sepa que quiero ser todo para ti, que quiero ser tu amante, amigo, confidente, pareja, uno. Todo lo dice la canción, es tuya, no mía, está hecha para ti, busca sentido a la vida, porque como tú me dijiste aquella vez, “Todos tenemos un pasado con el que vivir, afróntalo y aprende a vivir con ello”, algo así fue, y yo gracias a esas palabras aprendí a ser yo mismo, a vivir con mi pasado, a vivir con lo que mi tía hizo conmigo cuando apenas tenía diez años.


Solo hace falta mirarnos, no podemos ser más diferentes, ¿pero sabes?, yo no creo en dichos por ser diferentes no va a salir nada mal, yo te protegeré con todo lo que esté en mi mano y en la de los demás, fuiste, eres y serás la niña de mi ojos, con la que mi corazón palpita más fuerte, más intenso, más vivo.


No tengo nada más que decir, he sacado todo lo que tenía dentro de mi corazón, todos mis sentimientos hacia ti, son tuyos, ahora tú eres la que debe hablar, pequeña Nana, habla, dime lo que sientes después de todo esto.

Palabras y entrenamiento:

Revisado.