Misión: El mensajero.

por **Blank** Sáb Mar 31, 2012 3:02 pm

Una gran mañana, calurosa como todas, pero algo especial se respiraba en el ambiente, si, desde luego este sería un buen día, o al menos eso pensé al levantarme, tarde como siempre, pero al fin y al cabo, conseguí despegarme de la cama. Eran ya las 10:30 AM, La villa de Sunagakure estaba ajetreada como siempre a estas horas, las calles estaban llenas de gente, cosa que, aunque buena, no hacía más que agobiarme, puesto que no me gustaban los sitios abarrotados, me sentía incómodo entre tanto humano, y también me daba dolor de cabeza. Aun con todo eso ver la villa tan llena de vida siempre me sacaba una pequeña sonrisa. Me dirigía al edificio de Kazekage para revisar el tablón de misiones y aceptar alguno de los encargos de la villa, para llegar tomé un pequeño rodeo que conocía, si bien ese camino no era un atajo, al menos era muy poco transitado, cosa que me gustaba, y la mayor parte del trayecto era a la sombra, refugiado del ardiente sol al que, a pesar de haber llegado aquí hace cuatro años, no me acababa de acostumbrar.

Al fin, el gran edificio del Kazekage se divisaba entre los edificios de la villa, el camino se me había hecho más corto de lo que en verdad era. Rápidamente me lancé hacia la puerta del recinto y, una vez dentro, fui directo al tablón de misiones.

"Bien, veamos que misión realizaré hoy..."

Nada, ni una sola misión, todas habían sido aceptadas ya por otros grupos, este era ya el quinto día que eso me pasaba, llevaba mucho tiempo sin realizar una misión, y hoy esperaba que quedara alguna para mi llegada, pero nada. Salí del recinto con la cara de decepción que me había caracterizado estos días atrás, incluso pude oír como la encargada del tablón soltaba una pequeña risita, y no era de extrañar, yo mismo me estaría riendo en estos momentos si fuera otro quien estuviera en mi situación. Aun así, no pensaba quedarme de brazos cruzados, estos días atrás había abandonado el país del viento en busca de ninjas con los que pelear, pero hoy no me apetecía irme demasiado lejos, de modo que me dirigí hacia el pueblo Kurokaze, situado al oeste de Sunagakure. La villa de Sunagakure mantiene estrechos lazos comerciales con el pueblo Kaze, puesto que es uno de los pocos lugares de los que se puede abastecer, múltiples caravanas cruzan el desierto día y noche, transportando materias de un lugar a otro. Muchas veces los ninjas de grado medio adquieren trabajo como guardaespaldas de estas caravanas, para así evitar el ataque de bandidos, a los cuales están expuestas.

Cuando llegué a mi destino ya eran la 1:15 PM, el sol era más abrasador todavía, tanto que el chocolate se me derretía en las manos, no tenía más remedio que comérmelo rápido, y rezar porque el resto de mis suministros siguieran de una pieza, sobre todo porque no quería tener que retirar chocolate derretido y pegajoso de todo mi armamento. Estuve haciendo turismo, perdiéndome por las calles de aquel lugar, desde luego era diferente al panorama de la villa de Sunagakure, los edificios tenían otro estilo, había muchos comercios e instalaciones de todo tipo, pero lo que más me gustaba del lugar era un oasis que se hallaba a las afueras del pueblo, era un lugar maravilloso, y más teniendo en cuenta la gran extensión de arena posterior, la cual llegaba hasta el horizonte, Allí pase gran parte del tiempo, hasta que el sol se calmó un poco junto con las primeras brisas refrescantes, los rayos anaranjados que bañaban el lugar indicaban el inicio del crepúsculo, y yo debía recoger mis cosas y volver a la villa. Revisé la hora otra vez mientras todavía me encontraba en el lugar, las 6:22 PM, dentro de un par de horas, quizá tres, el desierto sería bañado por la tibia luz de la luna.

Mientras avanzaba a la salida pude apreciar a uno de los ambu de la aldea, este estaba manteniendo una conversación con una especie de mercader, por sus ropas desde luego lo parecía. Quise pasar de largo, pero entonces los ojos de ambos se posaron en mí, tras eso el ambu me cortó el paso y entabló conversación conmigo.

- Oye ¿Tu eres un genin de Sunagakure verdad? Si, si lo eres, ven, tengo una misión para ti.

"Oh genial, un pregunta-contesta, me ponen de los nervios."

Pude haber rehusado su encargo pero hacía tiempo que no realizaba ningún tipo de encargo o misión, así que decidí aceptar, y ver de que se trataba.

- Me gustaría saber en que consiste la misión antes de aceptar nada. "Mentira, quiero misión."

- Mira, tu misión consiste en transportar este paquete hasta la oficina del Kazekage, en Sunagakure, es un objeto muy preciado, así que debes protegerlo con tu vida.

- ...

- ¿Piensas que si es tan importante no debería encargarse un ninja de mayor rango? Si, si lo piensas, pero en este caso el objetivo es evitar levantar sospechas, de modo que si enviamos a un ninja de un rango muy bajo evitaremos los ataques del enemigo. Así que ¿Debes realizar la misión? Si, si debes.

"¡No lo soporto, me va a estallar la cabeza!"

- Esta bien, acepto.

Tras decir esto cogí el paquete y lo guardé en un lugar seguro, luego cogí una de las tabletas de chocolate que llevaba en mi mochila y la transformé en una copia del paquete, no esperaba tener que utilizarla, pero siempre es mejor tener un pequeño seguro. Tras esto me dirigí a las puertas del pueblo Kurokaze para adentrarme en el desierto, mi objetivo, Sunagakure. De lejos oí al ambu decirme que no bajara la guardia, que el desierto estaba lleno de bandidos y que tuviera cuidado, como si eso no lo supiera ya.

De esta forma me adentré en el desierto de vuelta a mi villa, esperando que el viaje de vuelta no fuera demasiado movidito.

INFO:

TÉCNICAS Y ACCIONES:

por **Blank** Miér Jul 04, 2012 5:59 am

Misión cerrada.

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