Aumentando mi CCK

por Kuroda Taiki Vie Jun 15, 2012 7:44 am

"Vamos, levántate de una vez, intenta levantarte de la cama....uff". esas palabras retumbaban en la cabeza de Kuroda mientras retozaba entre las sábanas de la cama, perezoso como él sólo, intentando no abrir de golpe los ojos, si no poco a poco para que la claridad de la mañana que entraba por la ventana no hiciera el efecto de una granada cegadora. Por fin esas palabras de ánimos que tenía interiorizadas hicieron acto de presencia y se levantó, pero como si de un muerto se tratase, iba arrastrando los pies por el pasillo, bajaba las escaleras a paso de tortuga y desayunó sin apenas ganas, quizás hoy no sea un día muy productivo.

No obstante, a pesar de ese carácter reacio, pasota y cansado de la mañana, tras una hora de estar despierto pudo ver las cosas con más claridad y sabía que tenía que entrenar sí o sí porque no estaba lo suficientemente preparado para los examenes de chunin y necesitaba pasarlos como fuera, aunque bueno si no pasaba daba igual ya se celebrarían otros más adelante los cuales segurisimo que pasa. Subió nuevamente a su cuarto y se vistió como de costumbre, su ropa limpia volvía a estar encima de la mesilla de noche. Se colocó firme la cinta en la cabeza y se marchó por la puerta de casa.

Caminaba pensando dónde podía ir a entrenar hoy, pero no se le ocurría nada y además ya casi le aburría entrenar por los lugares de la villa de Kirigakure así que cuando llegó a la Ciudad Portuaria y vio como estaba a punto de zarpar el barco con destino a Konoha, corrió veloz y con el sigilo ninja, una habilidad hace poco aprendida, se coló en el barco sin hacer ni un ruido, y al parecer no le pillaron. Fue un viaje un poco aburrido para él porque no podía moverse demasiado por si acaso le pillaban, así se mantuvo escondido y de vez en cuando hacía un ágil movimiento para coger algo de comer o beber.

Por fin notó como el barco se paraba y la gente empezó a salir por la rampa, pero Kuroda es un fucker y saltó del barco cayendo a tierra firme tras un par de vueltas en el aire, le faltó el público y los aplausos. Cuando alzó la vista vio la aldea de Konoha, no hace mucho que estuvo allí y le apetecía volver. Pero esta vez quería ver los alrededores y entrenar por allí. Caminando y caminando se fue recorriendo lugares con unos paisajes preciosos y otros que no gustaban tanto, como el Bosque de la Muerte. Caminó un poco más y encontró un lugar perfecto para su entrenamiento de control sobre el chakra, tenía bastante control sí pero necesitaba aún más para poder hacerse lo más fuerte que pudiera.

Se trataba del Valle del Fin, un paraje muy preciado por los habitantes de la aldea. Se veía al entrar como caía agua de una cascada que estaba encaminada por dos enormes estatuas, Madara Uchiha y el Shodaime Hokage, Kuroda lo supo al primer instante pues son shinobis muy fuertes reconocidos a lo largo de todo el mundo. No sabía muy bien como entrenar el control de chakra pero ver aquella cascada le dio una idea "Usaré mis jutsus controlando mi chakra para ver si soy capaz de traspasar el agua que cae con tanta fuerza y no me iré hasta que lo consiga". expresó en voz alta para sí mismo Kuroda al mismo tiempo que caminaba sobre el agua para ponerse a los pies de la gran catarata y empezar el entrenamiento que buscaba.
Sin más dilación se puso a los pies de la catarata como había acordado y empezó con algo simple, los golpes de chakra. Comenzó a lanzarlos uno tras otro pero a penas hacía que la catarata reaccionase, decidió meterles más chakra para impulsarlos con más fueraz y ahora el agua salpicaba de una manera leve. Llevaba muchos lanzamientos de golpes de chakra lanzados y notaba cómo se le cansaba los brazos y como el chakra disminuía, pero las ganas de mejorar cada vez más en sus aptitudes para ser un shinobi reconocido le daban energías renovadas y su chakra aumentaba de forma considerable: ”Esto a penas está sirviendo, tengo que cambiar de manera de entrnar” dijo Kuroda al tiempo que se reponía del uso de chakra. Probó a meter la mano debajo de la cascada y esta se la llevó hacia abajo con una fuerza bastante grande, realizó el Kiruhifu y volvió a meter la mano, esta vez era capaz de soportar mejor la fuerza del agua que caía.
Decidido a ello, con el Kiruhifu activado se metió bajo la catara y empezó a soportar todo la fuerza que esta llevaba, pero no a modo de entrenamiento de resistencia, quería comprobar cuanto le duraba el chakra en un uso constante bajo esa gran presión. Duraba y duraba, parecía que le estaba durando más de lo esperado, al parecer cada vez que se le agotaba y hacía un sobreesfuerzo aumentaba la cantidad que poseía en su cuerpo, en sus reservas naturales de chakra. Tuvo un momento en el que el efecto del Kiruhifu empezó a fallar y comenzó a desactivarse, pero al notar como la presión del agua se hacía cada vez más grande y le daba miedo sufrir lesiones por culpa de ello, tuvo un momento de auto superación en la que aguantó ese efecto del Kiruhifu los segundos necesarias para salir con calma de debajo de aquella enorme cantidad de agua. Se tomó un rato de descanso y mientras notaba como el chakra se recuperaba y aumentaba la cantidad máxiam decidió lanzar todos los mizukibas posibles y hacer que chocaran entre ellos para ver cuántos era capaz de lanzar.

Así lo hizo, tras recuperarse del todo lanzó una buena cantidad de tiburones de agua que rápidamente se dirigieron unos contra otros de dos dos, lanzó una segunda ráfaga la cual no estaba prevista pero al parecer le quedaba más chakra de lo esperado y estos explotaron todos al mismo tiempo creando una gran ola de agua, muy gaylord.
Volvió a su casa más que contento con sus nuevas capacidades aumentada, más chakra para alguien del clan Hoshigaki es una enorme ventaja.

Palabras:

por **Kirugani** Sáb Jun 16, 2012 2:22 am

Revisado.

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