Entrenamiento de ultima hora

por Kuroda Taiki Jue Jun 21, 2012 9:10 am

Kuroda sabía que las horas pasaban y que daba todo lo que tenía para mejorar, tenía que ser más rápido que ese shinobi del clan Hatake que usaba raiton, un elemento que le causaría daños graves si no era capaz de moverse igual de rápido que los movimientos de su enemigo y verlos venir y poder ser capaz de esquivarlos, tenía que ser así si quería más oportunidades de vivir asi que decidió que lo mejor sería entrenar de nuevo su velocidad. Esta vez pensaba, mientras estaba en su cama, dónde ir y quizás el mar abierto inmenso y con unas vistas de Kirigakure espeluznantes, sería un buen lugar ya que ahora manejaba un jutsu bastante curioso que le ayudaría a conseguir su objetivo de ese día.

Se levantó e hizo todo medio sonámbulo, pero lo hizo bien para cuando se quiso dar cuenta ya estaba vestido y en la puerta de casa listo para salir a entrenar una vez más un día más, pero con más cansancio que antes, tanto entrenar le afectaba quizás debería descansar un día entero pero ese no era el día de descanso, era un día de entrenamiento. Por el camino a una de las playas de Kirigakure se le vino a la mente que quizás sería buena idea tner un arma propia con la que luchar y no sólo a base de kunais y shurikens, algo como una Kouken de los hatake, pero algi suyo propio quería firjarla desde cero para poder decir que esa espada es suya y de nadie más, porque obviamente quería tener una espada es lo más lógico para una vida estilo shounen como la que llevaba. Iba pensando el diseño y que características debía tener, pero la velocidad con la que debía ser capaz de manejarla debería ser alta y ese fugaz pensamiento le ayudó a poner los pies en la tierra porque tenía que entrenar más la velocidad, aunque más que poner los pies en tierra los puso en arena, sin darse cuenta había llegado a una de las mejores playa de la aldea de Kirigakure, una bella vista acompañaba a su entrenamiento y eso le motivaba.

Sin más dilación se puso a calentar, un par de muchas sentadillas le ayudarían a fortalecer los músculos de sus piernas notaba como se fortalecían claro, pero eso era porque las estaba haciendo en el momento, ese fortalecimiento debía ser constante y no perderse en ningún momento. Para ello siguió haciendo sentadillas, en una de estas cogió una bolsa bastante grande que había allí tirada y la llenó de arena y la cogió con los hombros a modo de peso extra, era mejor que llevar sólo el peso en los pies porque con el peso en los hombros también se trabajaba el abdomen para lucir unos definidos y jugosos abdominales y además llegaba el verano y había que lucirlos ante las damas, pero sólo ante las bellas damas. Con el peso en sus hombros continuó haciendo sentadillas hasta que llegó un punto en el que las piernas se le estaban acostumbrando y a penas le costaba ya seguir levantadolo, había que cambiar el ejercicio para trabajar distintos músculos de la zona de las pierna para poder correr más rápido. Con esa idea y el saco de arena a los hombros se puso a caminar por la orilla del mar mientras el leve oleaje de aquella playa le acariciaba los pies refrescandoselos y mojandoselos, eso le hacía sentir vivo y además le daba ganas de currar hasta quedar rendido sin poder a penas moverse, bueno no hasta tan extremo, con estar bien cansado era suficiente pues le gustaba moverse.

Estuvo andando y se anduvo paso a paso, con un gran peso sobre todo su cuerpo, toda la playa entera entre una y tres veces, quizás la anduvo dos pero no estoy seguro, caminar era aburrido y se distraía pensando de nuevo en lo del arma propia, pero es algo que le absorbía, muchos tenían una y el no podía ser menos, una Shameada está un poco lejos de su alcance ahora mismo y hasta llegar a ella le quedaba mucho y quería algo de lo que disfrutar como verdadera arma, lo pensaría este sábado posiblemente. Empezó a dar unos sprints por toda la playa con el saco encima y puso unos obstáculos de agua manipulandolos con chakra y a la vez que corría iba saltándolos, no era nada complicado ya había hecho eso antes de manera parecida y sabía más o menos como moverse con peso extra, así que decidió quitarselo de encima y lo tiró al suelo"Esto ya no me sirve tanto como antes, necesito algo nuevo" y tras decir eso de la nada salió un niño y le retó a una carrera por la playa ida y luego al centro de la ciudad, obviamente aceptó el reto.

Cuando comenzaron parecía que el niño no se movía de la posición de salida pero cuando comenzó a correr era como una bala, debía alcanzarle, por la parte de la playa el crío llevaba ventaja pero por la ciudad era otra cosa, se sabía atajos por los techos, corriendo por las paredes y cundo llegó al punto acordado como meta el crío estaba llegando casi al mismo momento que él, pero un poco antes. Le ganó y Kuroda quedó atónito por como un niño podía alcanzar semejante velocidad, se acercó y antes de que pudiera decir nada Kuroda, el niño le dijo: "Has perdido contra mí jajaja, pero no te preocupes, seguro que has conseguido lo que en verdad buscabas" y tras eso el niño se marchó. Llevaba razón y no se había dado cuenta, pero su velocidad había aumentado con esa carrera y no sólo eso, había disfrutado compitiendo con el niño y gracias a eso se olvidó de entrenar sí, pero consiguió mejorar bastante, al parecer hay más formas de entrenar y no sólo sufriendo y sudando la gota gorda.

Caía el Sol, y Kuroda mirando al horizonte se acordaba de aquel niño, juventud divino tesoro, cada vez estos críos son mejores.

Palabras:

por **Sadoru kimura** Jue Jun 21, 2012 1:14 pm

+40 exp

por **Blank** Vie Jun 22, 2012 7:08 am

Revisado.

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