Violadora vs Violador en potencia (posible tema + 18)

Arena (de poronga):

He retado a una dama a luchar, parece que me estoy acostumbrando a ello. Va a ser verdad eso de que mis preferencias son las señoritas de compañía. Nunca he hecho mucho ademán en prepararme físicamente para el combate, pero hoy me voy a vestir y todo. Aunque quizás eso de vestir sea algo erróneo. Me despojo de mis ropas cuando estoy en el cambiador. Totalmente desnudo, puedo ver como un mirón intenta hacer de las suyas. Está bastante delgado, y tiene la piel morenita. Automáticamente, le mato de un balazo en la cabeza. A mí nadie me mira el pene (aún). Suponiendo que gane el combate, mi paquete seguirá donde estaba hacía unos segundos, en el tanga que me acabo de poner. Junto a mi camisa abierta totalmente de flores, es lo único que llevo, si no menciono mi "máscara" que solo consiste en un tabique nasal de acero, los tatuajes de quita y pon de dos estrellas, una en cada brazo, y unas gafas mazo de chulas que te tapan toda la vista, pero flipan que no veas. Me está afectando demasiado la personalidad del Kaiser. Me retoco el tupé, tras estar un rato preprándomelo. Es lo más dificil de este traje. Una vez mi tupé esta enhiesto, me siento preparado para salir a la arena a la lucha, pero aún queda un pequeño detalle. De una nevera, que está especialmente preparada para mí, saco tres botellas de refresco de cola, que devoro una a una. Literalmente, no me como el cristal, solo era una figura retórica, pero siento como los tres litros de cola fluyen por mis venas, y me vuelven más poderoso.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡SUUUUUPPPPEEEEEEEEEEEEEEEEEERRRRRRRRRRR!!!!!!!!!!!!!!! A priori, este grito debería oirse hasta en la arena, en la que aún no hay nadie, pues yo soy el primer combatiente. Pero los espectadores si lo oyen. Ya puedo reconocer a los parroquianos entre las filas de los que desean ver esta orgía de deshechos. El gran pato, que grazna pidiendo sexo y desnudos integrales, a mi hermano gemelo malvado de una dimensión alternativa Waldo, que viene con su cigarro y su botella de Whisky. Sabe que le tengo dicho que eso está mal, que tiene que venir con dos botellas, una para mí gane o pierda. Otra mucha gente está, pero no me apetece poner a describirlo y enumerarlos ahora. De todos modos, no estoy hablando con nadie, solo en voz alta, y si alguien está oyendo estos pensamientos, es que es un depravado, y un pervertido sexual como mínimo. La arena esta vez es de un tipo especial, no se puede llevar más de dos prendas a la vez puestas, una limitación un tanto extraña.

Cuando veo llegar a mi oponente, me doy cuenta de que el tanga me va a quedar pequeño el día de hoy.

info:

Últimamente no andaba muy acertada, entre una cosa y otra los combates se hacían demasiado fáciles o los combatientes no tenían el nivel necesario (refiriéndome a tamaño de pene, flexibilidad del clítoris, o talla de sujetador); y claro, una necesitaba su diversión. Una violación no era interesante si la persona que se convertirá en la próxima víctima no oponía resistencia y se hacía sencilla la situación. Eso sí, me ahorraban dinero en esparadrapo y cloroformo, sin olvidar que después podía tomarme un tranquilo té de vainilla y canela... O lo que cayera, pero definitivamente estaba mejor el de vainilla y canela. No me esforzaba en hacer mejunjes extraños para que finalmente me sentaran mal o los acabara repeliendo, a lo sencillo y todos los estómagos felices.
Claro que, por muchas decepciones, yo seguía yendo fiel al Coliseo. Ese centro de depravación era una escusa para que las chicas se vistieran como putas (tal como las fiestas de Halloween) y los hombres y yo nos deleitáramos con eso. Claro que me importaba bien poco la ropa que llevasen o no, si traían mucha me distraerían debido a mi querido Dojutsu, y en caso de ganar el combate yo misma les quitaría las prendas para poder deleitarme con las vistas. En caso de ser buenas, de lo contrario muerte y destrucción. Tsk, no entendía por qué los malditos señores del Coliseo tenían que arrastrarme de la sala de batalla tras conseguir la mejor parte y darme aquellas pastillas. Por mucho que las cubrieran con envoltorios de arco iris no me engañaban, era más lista de lo que pensaban, sabía que con ellas lo que pasaría sería que.... ¡OH, MI UNICORNIO! Casi se me olvidaba, tenía que recogerle de las listas de combates o no conseguiría venir a donde teníamos que ir. Como la arena era distinta, nos habían llevado a unos vestuarios que estaban más cerca, aunque en el fondo eran todos iguales. Debían tener poco presupuesto o algo, pues no es que fuera ningún lujo la estructura, eso sí, mientras nos mantuvieran entretenidos pensarían que no nos rebelaríamos. Esos sin que son listos, tengo que quemarlos.

El combate prometía, no en vano me había apresurado en aceptarlo, dejando atrás otros retos pendientes. Mis queridos fans, si es que tenía de esos, lo entenderían. Así podrían verme en uno de mis momentos más... ¿pornosos? En otras palabras: rabos y pezones como piedras. Y es que Kaiseer, que creo que así se llamaba, me había retado en arena limitada, sí... Y la limitación era no llevar más de dos prendas. Como era de esperar, me preparé para él con especial entusiasmo, después de recoger a mi unicornio, claro estaba. El pobrecillo andaba perdido entre botellas de whisky, apuestas, y peleas absurdas con ryos de por medio. En vez de mostrar algún miedo o andar asustado, les seguía el rollo a todos chillando wiii y dejando un rastro multicolor por detrás. Los demás pasaban de él, como si no existiera, qué estúpidos eran a veces.
Al llegar a los vestuarios me deshice de mi ropa habitual, el vestido que por fin había conseguido después de que me lo quemaran. En todo caso, no lo iba a necesitar. Escogí un conjunto negro, que no era más que ropa interior... Un poco provocativa, no íbamos a ser rancios. Llevo un tanga negro que deja ver mi precioso trasero, más le vale que le guste, que tanto tiempo haciendo sentadillas y caminatas por el bosque no deben haber sido en vano. Había pensado en ir con los pechos al aire, pero después corriendo y demás iban a molestarme, así que en vez de eso me puse una especie de top de redecilla negro también (al menos, la escasa tela era negra) que no dejaba demasiado a la imaginación. Me miré al espejo y pedí que mereciera la pena por ver un caballero bien dotado. Bueno, un caballero no hacía falta, que esos eran muy finos, con que no fuese un travestido o pendejadas varias me valdría. Para que no me reconociera, me puse la máscara negra que me tapaba hasta la nariz, y a pesar de los huecos para los ojos no dejaba ver el color perlado de ellos.

No le di mucho tiempo de espera, o quizás no me los di a mi misma, pues mentiría si dijera que no estaba deseando salir al campo de batalla y ver lo que me aguardaba. Tal vez unos segundos, que fueron suficientes para que el viciosillo se me adelantara y fuera el primero en llegar. Tampoco iba a hacerle esperar mucho más, así que salí del vestuario y fui hasta la puerta que me separaba de mi sorpresa. Los muy guarrindonguis no me dejaban hacer jutsus antes de salir, pero eso no me haría perder mi entrada triunfal. En cuanto di un paso adelante, exhalé una densa nube de humo que le impediría verme, mientras que yo, con un parpadeo de ojos, activaba mi Byakugan y le mantenía vigilado. Había tenido el tiempo suficiente para ver que había dos árboles, a 15 metros de cada puerta, lo que dejaba el más cercano a la mía engullido por la nube de 20 metros. También tuve tiempo para ver al contringante, y desde luego yo ni mi húmedo pussy nos arrepentimos de estar allí en esos momentos. Así valía la pena ir a los combates, y a la vez que mi mente se preparaba para la esperada violación, yo también tuve tiempo para preparar mi sorpresa.
En cuanto se hubiera ido la nube de humo, podría ver que había avanzado 10 metros de mi puerta, quedándome a otros 10 del árbol. Por supuesto, me encontraba en todo mi esplendor. Si aquel miembro no se agrandaba más aún al verme, estaba claro que había sacado un gay del armario.

Técnica aprendida:

Información:

Acciones:

Gastos y daños:

Había dejado de ver a mi fastuosa oponente, que había salido por escasos instantes, dejándome ver que iba a ser un combate de lo más brutal. Yo ya llevaba poca ropa, no más que mi tanga y mi camisa, pero ella... Aquello ya era exagerado. Podía ver practicamente casi todo en ella, y sin necesidad de que se quitara ropa. Ella lucía otro tanga, el suyo era negro, el mío... El mio esta ahora apretado, y punto. Nunca había probado a luchar a tres piernas, seguro que mi velocidad aumenta un montón. Claro que, puede ser que me frene, el combate me lo dirá.

Ahora una pantalla de humo me impedía verla en todo su esplendor, que se creía que podía hacerme, calentarme, y ahora huir cual zorra de escaparate barato holandés? Pues no sería el único en ir caliente aquí. Expelo de mi boca una ráfaga de fuego, que se dirige hacia donde ella se encontraba. Ocupa casi toda la totalidad de la pantalla de humo, por lo que no le servirá de mucho el estar oculta. Mientras tanto, decido hacer un par de clones de agua, nunca se sabe si podrán ser útiles. Tres son los que hago, y se colocan junto a mí, a un metro cada uno, más o menos. Tampoco me preocupa saber a que distancia se hallan exacta, la verdad. Seguro que mi oponente se deleitaría aún más de mi figura, ahora que éramos cuatro los Kaiser, todos enhiestos ante sus espléndidas curvas.

acciones:

gasto y daño:

Que hijo de perra, el grande rama ese. Al menos me había dejado claro que gay precisamente no era. Como para no excitarse viéndome con tan poca ropa, y es que la provocación era de las cosas que más me gustaban. Todos eran unos cerdos pervertidos, y bastaba con que les dieras a probar un poco de tu propia carne para que se pusiera a pedir más y más. Y eso que todavía no me había catado, pero, ¿quién decía que lo fuera a hacer? Que yo supiera, la que tenía el nombre de La violadora de tu barrio en el combate era yo. Eso sí, el que Kaiser me siguiera el rollo le daba un puntito que... Que me gustaba coño. Si su rama fuera pequeña, esos pensamientos serían distintos, pero no es que estuviera precisamente flácida y sin vida, todo lo contrario. Dura y calentita, así daba gusto.

Para caliente, la bola de fuego que me mandó, sin embargo debido a la temperatura que tenía mi cuerpo tampoco noté mucho el cambio de temperatura, en aquel campo me daba la sensación de que había cosas más calentitas. Menos mal que tenía el Byakugan activado y podía ver todas sus acciones, cosa que me confería bastante ventaja respecto a él, aunque tampoco es algo que le impidiera atacarme, pero sí le impedirá dar en el blanco que tenía previsto. Estaba tan lejos (por desgracia para mí, claro estaba, cerquita el uno del otro se estaba mejor) que a pesar de que su ofensiva fue bastante seguida a mi nube de humo, había tenido tiempo de preparar mis ataques.
A pesar de que la bola de fuego fue aumentando de tamaño, estaba dirigida a mi posición inicial, y yo había continuado corriendo. Al ver la bola de fuego, no solo avancé 10 metros, sino que me desvié hacia el lateral derecho, esquivando su ataque pero saliendo a su vez de la nube de humo, mi preciado escondite. Menos mal que por entonces era más veloz y la distancia entre ambos no era precisamente corta, de lo contrario ese jutsu me habría dado de lleno. El fuego se estaba poniendo en mi contra. La pantalla de humo tampoco tardaría mucho en esfumarse, así que tarde o temprano iba a tener que salir. Eso sí, habría preferido tarde. Gracias por preguntar, querido.

En cualquier caso no era la única que se había molestado en hacer cosas, al mismo tiempo que yo, pero él no podría saberlo. Al estar en la nube de humo, cuando aún me tapaba de mis acciones pude hacer un clon de fuego que se infiltró bajo tierra para no ser visto, con el Byakugan activado también para poder verle. Mientras todo eso ocurría, y él perdía el tiempo conmigo (bueno, perder tampoco, que con una belleza como la mía y un cuerpo tan exquisito era imposible malgastarlo) mi clon se había desplazado a grandes velocidades por debajo de la tierra. Por muy masoca que pareciera, se había colocado los tres sellos que tenía por todo el cuerpo, con cuidado de que no se desprendieran. Y si eso no era suficiente, había expandido mi chakra, y con un simple sello con ambas manos notaría como después de hacer sus clones no podía moverse. Justo en ese momento, mi clon ya estaba debajo suya, listo para la acción y su destrucción. En ese precioso momento, se clavó un shuriken, y tras ello todo pasó muy deprisa.
Al haber sido dañado, el clon se deshizo en una explosión de fuego que saldría de debajo de la tierra, y al haber recibido fuego los sellos explosivos que llevaba puestos explotaban a su vez, causando una gran explosión, que destruiría a los clones del provocativo caballero y él se llevaría un buen daño.
Como cabía esperar, en una explosión de tal calibre, además se formó un gran cráter en la arena de un diámetro de 20 metros y una profundidad de 4. Con un poco más de suerte, aquel impacto había hecho que las finas telas que sujetaban su tanga se rompieran y dejaran ver ese gran miembro sin necesidad de usar mis preciosos ojitos. Por mi parte, seguía a 10 metros de mi puerta y otros 10 del árbol, esperando su reacción.

Acciones:

Gastos y daños:

Off:

El chico no fue lo suficientemente fuerte ni tuvo la destreza necesaria para parar mi ataque, al contrario de eso le dio de lleno y deshizo los clones que en su momento se había esforzado por realizar, dejándonos de nuevo solos en el campo. En un principio me quedé alerta esperando que el humo desapareciera, mientras veía el gran cráter a causa de los sellos explosivos, pero lejos de eso mi disgusto no pudo ser mayor cuando distinguí que el chico en vez de defenderse o atacar, se hacía un ovillo en el suelo tapando su miembro con ambas manos. Efectivamente, la tela del tanga no había sobrevivido, y aunque intentó hacer que pasara desapercibido a mis ojos lo que ocultaba, podía verlo sin ningún esfuerzo mientras me iba acercando a él a un paso tan rápido que me permitía acortar metros en segundos fácilmente. Debajo de sus manos se podía ver una especie de asustada lombriz que se retorcía entre un matojo de color negro, desde luego daba la sensación de estar de lo más avergonzado ante tal decreción, y siendo claros, no era para menos... Los casi 90 metros que nos separaban no habían sido nada, en breves estaba junto a la pared del otro extremo y cogía un trozo de piedra arrancándolo de cuajo, para después pegarle un puñetazo en el aire que le hacía estallar en pedazos de piedra que arremeterían contra él. La misma acción se repetiría otra vez, y hasta el más minúsculo trozo impactaría, dejándole inconsciente en el suelo. ¿Cómo se atrevía a menospreciar mi poder y mi tiempo haciéndome perder violaciones que merecieran la pena con tan menospreciable artimaña? Solo quedaba esperar que hubiera surtido efecto o se levantara del suelo, si es que era capaz de hacerlo y no corría cuan putita. En esos momentos los metros que nos separaban eran de quince(15), estando yo fuera del cráter, a un par de metros del principio, y él dentro del mismo.

Técnica aprendida:

Acciones:

Gastos y daños:

El ataque de mi rival me había impactado, y no había tenido tiempo para esquivarlo, pues no fui consciente de ello. De repente, no era capaz de moverme, y mis clones fueron destruidos, junto a parte de mi ropa, por una gran explosión. Ello me dejó herido en el ánimo, y sin ganas de seguir luchando. Por unos instantes, la verguenza y la ignominia invadieron por completo mi ser, pero no podría permitirlo. Tendría que levantarme, y seguir luchando. Mientras elevaba mi cabeza, recordando el consejo de un buen amigo "Cabeza alta, siempre" ví como se acercaba a mí una ofensiva terrestre, en forma de varios pinchos que venían hacia mí. No tuve tiempo si no de esquivar este ataque por medio de intercambiarme por una masa de agua, que recibió los impactos en mi lugar. Ahora sería mi momento de atacar. Rápidamente, y estando a 8 metros de ella, pues el radio de mi kawarimi no tenía por que ser 10 metros exactamente, le disparé en la cabeza un ataque que tardaria menos de un segundo en llegar a ella, dejándola K.O, inmediatamente, pues aproveché el poco tiempo entre que lanzaba la primera oleada, y se agachaba para recoger la segunda piedra, jugando con esos segundos en que se agachaba a por ella. Si mi rival fuera capaz de esquivar algo así, aun sabiendo que podría verlo, pues tenía pinta de poder ver más alla de lo normal, algo que no entendía del todo como lo hacía. De todos modos, nada más lanzar ese ataque, me impulsé hacia atrás, usando las dos piernas, en un salto de 5 metros, y aprovechando ese tiempo para crear otros clones, y que ellos lanzaran un fuuma shuriken a ella, con el fin de atraveserla la cabeza por si acaso. Mientras ellos hacían eso, aproveché para crear una enorme ola de agua, que arrasaría todo el campo, y lo llenaría con su fuerza destructiva por todos lados, mientras mis clones y yo permanecíamos de pie sobre la gran ola. Era turno de ver que hacía ella.

Acciones:

Gastos y daños:

Parece que la situación se volvió más divertida de lo que en un principio había pensado, mi ataque lejos de darle acaba impactando contra una masa de agua acuática que ha usado para intercambiarse, típico de elemento Suiton, no es la primera vez que me toca de luchar contra uno de ellos y sé que debo estar atenta. Benditos ojos los míos, cuando veo que reaparece a 8 metros de distancia y hace unos sellos para lanzarme una bala de agua directa a mi cabeza. No seré menos, y antes de que me impacte, me intercambio por una masa de fuego en forma de ave fénix que explota, reapareciendo mientras él saltaba hacia atrás alejándose 5 metros de mí, mientras que yo usé mi kawarimi para ir 9 metros más hacia delante ligeramente desviada a la derecha, fuera de la erosión del cráter. Había 4 metros entre nosotros. Hacía dos clones que lanzaban un fuuma shuriken, al menos había visto como los realizaba y quién era el verdadero, así que no tendría que preocuparme por eso. Hice un sello con ambas manos y me desplacé hasta la espalda de mi enemigo, en una trayectoria desviada a mi inicial, en un movimiento tan rápido que no habría sido capaz de reconocer, ya que la diferencia de velocidades en realizar los movimientos había dejado claro quien de los dos era el más rápido. Cuando la danza de las sombras se hubo realizado, lancé un fuerte juuken con mi palma izquierda llena de chakra que impactaría tras su espalda. Hecho eso, sería la primera en resguardarme dando un salto de 7 metros hacia atrás, para estar atenta a sus siguientes ataques. La pared estaba a 4 metros a mi derecha. Veríamos como actuaba de nuevo.

Off:

Acciones:

Gastos y daños:

Los ataques en este combate se estaban haciendo eternos, por no mencionar mi desnudez, que volvía mucho más incómodo todo esto. Ahora, cuando acababa de lanzar mis fuuma Shurikens, ví como mi oponente se aparecía ante mí, justo antes de desaparecer de nuevo. Ni corto ni perezoso, empecé a realizar mis acciones en consecuencia a ello. Uno de mis clones, utilizando el hilo ninja que estaba atado al fuuma shuriken, y que iba soltando cuerda, poco a poco, mientras se alejaba de mí, tiró de éste. El shuriken se detuvo en seco, y quedó a nueve metros y medio de mí. Mientras, el otro, vio como la Violadora aparecía ante mí, dispuesta a darme un golpe. Pero él ya había actuado antes de ello. Ambos estaban detrás, y veían mis espaldas, y todo ello. Pudieron reconocer los sellos del Kage Buyou, y darles tiempo a darme un puñetazo, con el que intercambiarme por el Fuuma Shuriken, con un sello mío a dos manos. El clon tuvo que soltar el cable, para que pudiese realizarse el intercambio a tiempo. Casi no me da tiempo a esquivarlo, si no hubiera sido por los clones, esto habría sido mi ruina. Medio segundo después, cuando me hallaba en la posición relativa del Fuuma Shuriken, decidí hacer un sello, para activar el sello explosivo que se hallaba en el shuriken, y cuya inicial función era explotar cuando llegaran a ella. Pero esto también había sido extremadamente útil. Decidí desenvainar, tras anegar el campo con una técnica de agua tras un par de sellos, sin dejar, en ningún momento, de mirar a mi rival, que ahora estaría recuperándose de los efectos de la explosión. Llevaba este combate bastante mal, tendría que empezar a ponerme en serio ya de una vez por todas. También había perdido a mis clones en la explosión, pero había sido necesario. O, en principio, eso creía. El agua nos cubría los pies ya a los dos, mojándonoslos poco a poco.

Acciones:

Yukianesa:

Técnica aprendida:

Gastos y daños:

A mis preciosos ojitos no se les había pasado desapercibido que uno de los Fuuma Shurikens llevaba un sello explosivo, el otro parecía limpio. Tampoco debía esperar a ver qué hacía, y a mi querido clon subterráneo tampoco le había sido difícil verlo, más estando el arma en su trayectoria, claro que aquella iba por arriba, encima de la superficie, y mi creación se encontraba debajo de la tierra, a menos de un metro. La multiplicación de sombras la había realizado al principio del combate, cuando la cortina de humo había cubierto mis acciones, y yo había podido hacer tanto un clon de fuego como uno normal. Unos segundos antes de que se parara, el clon sacaba un dedo de debajo de la tierra apuntándolo, mientras realizaba un sello con la otra mano que quedaba oculta y el sello que llevaba explotaba. Había realizado el jutsu de incendio que tan bien conocía, uno de mis favoritos debido a que era del elemento Katon y la gran precisión que tenía al acertar. No me resultaba seguro dejar esa arma con uno de los sellos explosivos, y aunque mi clon había sido destruido debido al radio de explosión, seguramente sería un sacrificio que mereciera la pena. Las dos armas habían sido alcanzadas por la parte más fuerte de la explosión, levantándose una ligera humareda en esos primeros 4 metros donde era más fuerte, debido a la mezcla de fuego con el sello. Una combinación explosiva. Por suerte o por desgracia, ya que un poco de explosión nunca venía mal para que los clones estos se deshicieran, llegó a nuestra posición. Apenas había sido un poco, el último trozo del radio de explosión, y no causaría muchos daños. Los suficientes para que los dos clones desaparecieran, al igual que el mío, dejándonos solos en aquella preciosa superficie. No me importaba que me hubiera dado un poco, me resultaba un tanto indiferente, mis acciones se estaban realizando con éxito sin contar con ese imprevisto. Tal vez un segundo después, quizás unas décimas menos, de que se realizara la explosión mi mano llena de chakra impactaba contra su espalda en el Juuken que había tenido previsto en un principio, pillándole desprevenido seguramente al no haber sido avisado de mi ataque. Después daba un rápido salto de 7 metros hacia atrás y quedaba a 4 metros de la pared. Estábamos dejando el campo de batalla bastante destacable con nuestra presencia, sobre todo con los cráteres, los trozos de ropa y demás. Si el pez subterráneo dejara marca en el suelo, habría otro tanto de lo mismo. Desde luego, yo me estaba divirtiendo con el combate, y los espectadores que rugían ante el espectáculo y se impacientaban cuando las nubes de humo dejaban oculto por unos segundos lo que ocultaba también parecían satisfechos.

Aclaración:

Acciones:

Gastos y daños:

Posteando.

Las acciones que ocurrían en este combate, estaban siendo caóticas, y extrañas. Una detrás de otra, parecía que ninguno de nuestros planes iban a ocurrir tal y como nosotros lo esperábamos, siempre interrumpiéndonos, siempre haciendo que el otro recalibre sus planes. Pero eso era un combate, y habíamos venido aquí para ello. Ahora era momento para mí de realizar mis acciones, y se desvelaría el plan que tenía preparado. Mi fuuma Shuriken se convirtió en lo que era originalmente, un clon mio de agua, que, en medio del despiste del combate, tuvo la ocasión perfecta para transformarse en el, y dejar que otro de los que generé ocupara su lugar. Viendo una mano que salía del suelo, apuntó hacia ella, y, con un sello de mano, lanzó una ráfaga de agua, que destruiría ese clon que había bajo tierra. y mojaría parcialmente el terreno. Al mismo tiempo, apuntaba con la otra mano a la original, o que parecía serlo, y le lanzaba una gota de agua que atravesaría su pierna, hiriéndola ligeramente. MIentras tanto, mis acciones se seguían llevando a cabo tal y como se habían planeado, pues nada las impedía realizarse: Mi clon me llegó a pegar, y conseguí intercambiarme por mi fuuma Shuriken, y detonarlo más tarde, además del resto de acciones que llegué a realizar. El combate, seguía su curso.

Acciones:

Gastos y daños:

Off.

Me has dicho que haces lo del clon cuando haces los otros clones, así que voy a contar los dos casos.

En el primero, haces 3, y no tienes ningún jutsu ni acción oculta. Por entonces aún estábamos algo separados (fuera de mi radio de visión) , aunque mi clon seguía bajo tierra con el Byakugan por lo que podría haberte visto. Tras ello sucede la explosión y los 3 clones desaparecen.
Después de eso voy a ti y ya has entrado en mi radio de visión, así que te veo, sí o sí. Haces 2 clones de nuevo. Explícame ahora como que sin que te vea tu clon se transforma en un fuuma shuriken y no me doy cuenta de que hay un clon de más (tres en vez de dos). En ningún momento nos han separado 50 metros, lo máximo creo que han sido unos 20, y por si fuera poco un clon mío estaba bajo tierra.

Dicho esto, a no ser que encuentres una explicación sin metarolearme, mi ataque te da.

Off:

El combate se estaba alargando, pero no era algo que me molestara. Después de tantos desafíos que acababan tras un par de simples ataques, de los cuales muchos no eran esquivados y ni siquiera había amago de hacerlo, estaba teniendo por fin una batalla digna de presenciar donde los espectadores aclamaban a uno u otro. Cuando la nube de humo se disipó, se pudo ver una marca de una palma en la espalda de Kaisser, donde hace un segundo había impactado mi Juuken. Los estragos del fuerte ataque debían ser inmediatos, ya que había recibido más golpes que yo, y de por sí ya estaba cansada aunque me quedaba lejos de mostrarlo. No porque fuera una ninja, si no debido a que me gustaba aparentar ser fuerte y siempre superior a mis repentinas violaciones. Dar una buena imagen era importante, más aún sabiendo que combatías contra alguien que podría acabar contigo. A pesar de que solo relucían unos rasguños sobre mi piel, mis reservas de chakra comenzaban a agotarse.

Contrariando mis características, las suyas parecían ser al revés, pues no era por acciones o técnicas, de las que parecía estar dotado ampliamente; lo que daba la sensación fallarle era el rendimiento físico. En caso de haberme quedado con poco chakra, me habría abierto paso a puñetazos y golpes físicos, los que todavía podía usar como último caso. Parecía que no harían falta, pues el chico debía estar cayendo al suelo debido a que mi golpe debilitaba lentamente los órganos internos. En caso de haber aguantado la primera sacudida, vendrían los segundos efectos, que todavía durarían hasta que cayera inconsciente sin ser capaz de soportar el dolor. Me había separado siete metros de él, pero no parecía estar haciendo contraataques, por lo que a un paso lento y precavido fui acercándome. Quedaban una masa de agua que debían haber sido sus clones, los cuales habían acabado juntos unidos por un mismo charco. Mi enemigo había mostrado un gran dominio sobre el agua, así que ni corta ni perezosa, pensé en uno de los jutsus superiores de mi querido elemento Katon que servían para evaporar un charco. Hice un sello con una mano y me concentré en aumentar el calor, haciendo que el agua se fuera calentando hasta ir desapareciendo, primero en la superficie, seguidamente desapareció entero dejándolo seco.

Cuando llegué a mi oponente no había agua y había quedado inconsciente en el suelo sin poder moverse, el querido golpe suave de mi clan había terminado sus efectos. Le miré con una sonrisa inquietante en mi rostro y le cogí con total soltura, cargándole sobre mi hombro como un saco de patatas. Superaba perfectamente el tamaño de mi cuerpo pero mi fuerza era la necesaria como para transportarle sin dificultad. La mayoría del combate se había librado en el lado de su puerta, así que tuve que recorrer prácticamente el campo entero, sorteando los numerosos agujeros que había dejado, hasta llegar a la mía. Eché la vista atrás un momento, miré a mis espectadores y les sonreí mientras les saludaba con mi trofeo. Un paso hacia delante y el campo quedaba atrás, nos encontrábamos en los pasillos interiores del Coliseo.

Lo demás, no tengo intención de narrarlo. Digamos que tendría más que un saco de ryos como recompensa.

Técnica aprendida:

Acciones:

Gastos y daños:

No entendí que acabó de pasar, pero si bien era cierto, al final, todo ocurrió como ella lo tenía planeado. Algo debió fallar en mis planes, puesto que lo que yo tenía ideado, no pasó tal y como estaba esperado por mí. Había perdido aquel combate, y me dolía todo el cuerpo. Hacía tanto que no perdía... Era una sensación que daba algo de nostalgia, la verdad. Pero tampoco me hacía mucha gracia saber que había perdido. Mejor contra una violadora, que contra un luchador que quisiera hacerme algo malo después, como, no sé, violarm... Oh, mierda.

Me desmayo, mientras me doy cuenta de que he cometido fallos demasiado graves en este combate.

Horas después, me despierto con picores y dolores por todo el cuerpo, en lugares incluso que no sabía que tenía. Estaba más que claro, que el nombre que tenía, no era por mero capricho, y también estaba claro, que iba a tener mi venganza algún dia...

Revisado.
Sonzu: + 500 Ryos. + 45 Exp. + 2 Pr.
Suir: + 35 Exp. + 1 Pr.