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Ikki y su viaje
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Ikki y su viaje
Ikki tras tres dias llego al valle del fin pues no sabia donde encontrar a sonzu y acia poca humedad por eso se sito ahi pues era un sitio comodo y humedo ikki no sabia que hacer pues no la iba a encontrar estaba hambriento y arapiento pues sele habia olvidado todo menos las armas y la ropa que llevaba puesta y la capa.
Ikki para pasar el rato empezo a hacerse un sombrero de paja para que le cubriera del calor nunca le habia dado tanto el sol cualquiera que le viera creeria que estaba con un vampiro.
Ikki se puso a la sombra de un arbol se arropo con su capa de kiri como manta y se echo adormir.
No tardo mucho en empezar sus obscenos sueños y empezar otra vez con su sueño favorito -Besa al pequeño ikki-era un tio algo extraño pero siempre era fiel a sus pocos principios pero el de soñar guarradas no estaba entre los principios pues el era un poco obsceno en sueños ya que esa clase de obscenidad no hubiera sido muy apropiada en una misión.
Pero ikki se desperto de golpe pues le callo una ramita del arbol seguramente la habria tirado uno de los cuervos que residian en un nido cercano a la copa.
A ikki le encantaban los cuervos eran sus animales favoritos les tenia un repto especial pero tambien es que en el tejado de rakien habia un nido de cuervos y por eso les sentia un aprecio especial.
Ikki empezo a trepar el arbol como buena mente pudo una vez llegado al nido consiguio ver a los cuervos durante unos 10 segundos pues el peso de ikki hizo que la rama se ropiera pero ikki cosiguio salvar el nido, al haber tirado el nido los cuervos le empezaron a picotear a ikki, lo que hizo una reaccion encadena y ikki empezo a gritar, los cuervos se asustaron y picoteaban a ikki con mas fuerza cuanto mas fuerte le picoteaban ikki mas gritaba y eso se estaba convirtiendo en una sangria los gritos y todos los moratones que le saldrian a ikki mas adelante.
cuando las cosas parecian mas o menos aclaradas ikki dejo el nido en una rama alta y cuando dejo el nido digamos que perdio el equilibrio y se comio el suelo con la cara.
-Bufff he tenido dias peores pero nunca de canto calor-Se lamentaba el Gennin mientras se volvia a posicionar en el arbol para dormir pero esta vez con el dolor de cabeza ocasionado por los cuervos asi que con su kunay empezo a dibujar en el arbol lo que le le ocurria como el simbolo de kiri oescribie comosas que se le pasaban por la mente incluso llego a jugas al tres en ralla, teoricamente en sus partidas ikki ganaba pero como estaba pesimista con ese dia el sentia que perdia casi siempre.
Ikki lo unico que buscaba en esos instantes en los que se le iban pasando el dolor de cabeza era que le dieran una tableta de chocolate pues su hambre no cesaba en ningun momento.
Ikki para pasar el rato empezo a hacerse un sombrero de paja para que le cubriera del calor nunca le habia dado tanto el sol cualquiera que le viera creeria que estaba con un vampiro.
Ikki se puso a la sombra de un arbol se arropo con su capa de kiri como manta y se echo adormir.
No tardo mucho en empezar sus obscenos sueños y empezar otra vez con su sueño favorito -Besa al pequeño ikki-era un tio algo extraño pero siempre era fiel a sus pocos principios pero el de soñar guarradas no estaba entre los principios pues el era un poco obsceno en sueños ya que esa clase de obscenidad no hubiera sido muy apropiada en una misión.
Pero ikki se desperto de golpe pues le callo una ramita del arbol seguramente la habria tirado uno de los cuervos que residian en un nido cercano a la copa.
A ikki le encantaban los cuervos eran sus animales favoritos les tenia un repto especial pero tambien es que en el tejado de rakien habia un nido de cuervos y por eso les sentia un aprecio especial.
Ikki empezo a trepar el arbol como buena mente pudo una vez llegado al nido consiguio ver a los cuervos durante unos 10 segundos pues el peso de ikki hizo que la rama se ropiera pero ikki cosiguio salvar el nido, al haber tirado el nido los cuervos le empezaron a picotear a ikki, lo que hizo una reaccion encadena y ikki empezo a gritar, los cuervos se asustaron y picoteaban a ikki con mas fuerza cuanto mas fuerte le picoteaban ikki mas gritaba y eso se estaba convirtiendo en una sangria los gritos y todos los moratones que le saldrian a ikki mas adelante.
cuando las cosas parecian mas o menos aclaradas ikki dejo el nido en una rama alta y cuando dejo el nido digamos que perdio el equilibrio y se comio el suelo con la cara.
-Bufff he tenido dias peores pero nunca de canto calor-Se lamentaba el Gennin mientras se volvia a posicionar en el arbol para dormir pero esta vez con el dolor de cabeza ocasionado por los cuervos asi que con su kunay empezo a dibujar en el arbol lo que le le ocurria como el simbolo de kiri oescribie comosas que se le pasaban por la mente incluso llego a jugas al tres en ralla, teoricamente en sus partidas ikki ganaba pero como estaba pesimista con ese dia el sentia que perdia casi siempre.
Ikki lo unico que buscaba en esos instantes en los que se le iban pasando el dolor de cabeza era que le dieran una tableta de chocolate pues su hambre no cesaba en ningun momento.
Ikki- Genin Kiri
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Fecha de inscripción : 30/05/2012
Edad : 34
Localización : Detras tullo
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Re: Ikki y su viaje
¡Primavera! ¡Por fin había llegado la primavera! Ya dejábamos atrás el invierno, que a pesar de que había sido con un clima más suave ahí que en la villa de la niebla o Iwagakure, prefería esta estación. Es cierto que pasé mucho tiempo en las dos villas que mencioné las últimas, pero tengo mis excusas. En Kiri tuve que ir a hacer un gran entrenamiento, me dejó bastante cansada, aunque eso no quitaba que me hubiera ayudado a resolver ciertas dudas sobre mi propio pasado y formar otras nuevas que me hacían ser más madura y dar un nuevo paso. Ya no recordaba desde hace cuanto tiempo me fui de Iwa, a veces la echaba mucho de menos, debían haber pasado unos meses por lo menos.
En ambos lugares había vivido, marcando ellos un antes y un después en mi vida, estaba en una nueva etapa de la misma manera, y eso merecía un nuevo sitio. No me encontraba ahí porque lo hubiera elegido, jugaron con mi propio destino, si es que en verdad hay algo al que se le deba llamar así, y lo usaron como quisieron para llevarme al lugar que ellos deseaban. Pero no guardaba maldad o rencor hacia ninguno de ellos, al menos no todavía, en el caso de que pudiera pasar algo verdaderamente malo y me lo ocultaran o debido a que yo estaba en Konoha perdiera la posibilidad de ir sí llegaría a molestarme.
No parecía que nada de eso fuera a pasar, claro que yo muchas veces estaba ausente en la Mansión, ajena a muchas situaciones. Unos días antes había ido a dar una vuelta por las viviendas de la villa para informarme de los cotilleos pueblerinos, era divertido de vez en cuando. Por entonces tenía cosas que me gustaba más hacer, todo me parecía más bello en esta estación, era como si el mundo floreciera y se pusiera una capa de luz. Ciertas personas no sabían apreciarlo, incluso se quejaban, para mí ellos estaban ciegos; y el que yo tuviera una vista privilegiada no intervenía a la hora de poder verlo.
Esos pensamientos me recordaban a las Montañas de Iwagakure, por aquel tiempo era primavera también, y yo aún era una gennin a la que le faltaba mucho por aprender, ¡y tenía muchas ganas de entrenar y continuar con mi camino ninja! Fue cuando conocí al Chico de la Nube y a Cabellos de Ángel, como él la llamaba, y creo que fueron de las mejores cosas que pudieron pasarme. Con Él me sentí cómoda al instante, y aunque la situación con Shika me llevó más tiempo, mereció la pena y acabamos siendo buenas amigas. Claro que en esos momentos yo me veía fuertecilla, con muchas cosas que hacer, pero aún así tenía esperanzas puestas en mí misma. Si miraba atrás me veía blandengue, había entrenado mucho más, alcanzando así el rango de Jounnin, me complacía mucho cumplir con todas mis expectativas y lograr mejorar día a día. Algún día esperaba ser anbu, y quería lograrlo por mis propios medios. Tras la muerte de mi padre, el único miembro de mi familia que quedaba con vida, nadie me había enseñado cómo hacer las cosas, me las ingenié para aprender la enorme mayoría de mis técnicas solas, hacer entrenamientos de fuerza hasta que me sangraban los nudillos, correr para la velocidad por todo el bosque, escribir historias y rememorar palabras para que mi inteligencia aumentara, y dejar que la energía de mi cuerpo fluyera con la misma fluidez que un arroyo de Montaña y así controlar mi chakra.
Algunas veces no estuve sola, y aunque hubo otras que sí, me sentía bastante bien de todos modos. En mi interior no había desolación, ya no, el vacío oscuro que me nublaba desapareció. A veces temía que se cumpliera lo que creía, que aunque menos notable, estaba ahí, y despertara de nuevo con mayor fuerza hasta hacerme jadear por un dolor tan horrible en el pecho como dientes en el alma…
Cuando más lo pensaba más comprendía que eso no iba a pasar, al menos no mientras tuviera una razón por la que luchar. Algo por lo que despertarme cada mañana y hacerme sonreír bajo las finas sábanas, tras lo que quería reencontrarme y abrazar después de un día duro, con quien pasar el resto de los días. Y lo tenía. Y eso me hacía enormemente feliz.
Claro que, cuanto más quieres a alguien, el miedo de perderle aumenta… Igual que aquella vez donde le vi con otra mujer. Admitía que había actuado de forma vehemente, sin pensar en las consecuencias o esperar ningún tipo de explicación, pero la sola idea de que la prefiriera a ella me mataba. Hacía que me sintiera insignificante, como si verdaderamente no valiera la pena, como si no fuera suficiente y por ello le hubiera hecho pensar que necesitaba algo más. Eso ya quedó en el pasado, así que no merecía la pena darle más vueltas.
Me había despertado de buen humor, la noche anterior llovió un poco y el césped olía a hierba mojada, adoraba ese olor que se filtraba por la ventana, acompañado de algunas flores anticipadas que comenzaban a abrirse, con el ajetreo de los animales dando paso a una nueva estación. Juraría que los pájaros cantaban más dulcemente.
Viral ya había partido, pocas veces le pillaba a la misma hora que yo me despertaba, ya estaba acostumbrada. A veces cuando él estaba preparado y abría la puerta yo comenzaba a bajar las escaleras hacia la cocina en camisón y con los pelos revueltos.
Bajaba a la cocina lo primero, con las zapatillas de andar por casa puestas, cómodas y calentitas, para así que mis pies no pasaran frío. Allí lo primero que hice fue desayunar, ya teníamos algún fruto de primavera, me encantaba empezar la primera comida del día con comida fresca y jugosa. Como eso solo no era un gran alimento, también me preparaba alguna tostada.
Ya que sabía que Shika andaba por aquí, tendría que conseguir pillarla un día e ir a recoger fruta nosotras mismas para después hacer mermelada.
No me tomaba demasiadas prisas, pues me había despertado con los primeros rayos de Sol, y prefería tomar mi alimento tranquilamente. Mientras tanto preparaba algunos bollitos en el horno, por si a lo largo de la jornada me entraba hambre y deseaba tomar algo. Probaba una nueva receta de cupcakes, cansada de preparar tantas muffins, que deseaba que me saliera igual de rica.
Solía dejar eso haciéndose a la vez que preparaba algunas cosas más, quería salir de compras por la mañana, en cuanto abrieran las tiendas, así no tendría que coincidir con demasiada gente. No es que fuera una antisociable, pero tanto ajetreo me ponía de los nervios. Daba gracias de estar aquí, alejada del centro de la ciudad, me sentía cómoda, al igual que en mi casa de la villa de la roca. A su vez era una diferencia enorme... Al ser esto tan grande de vez en cuando me parecía vacía y fría, solía perderme por las habitaciones. Trazaba en mi mente el plano imaginario de los sitios más frecuentados, así la situación de no encontrarme dentro de "mi propia" vivienda sucedía lo menos posible.
Poco tiempo atrás, tal vez unos días, encontré una sala con maniquíes que servían para practicar, y esta vez buscaba desesperadamente la habitación de nuevo. Antes de salir quería entrenar un jutsu Katon que rondaba desde hacía varios días mi cabeza, y si no lo hacía antes de salir, después lo dejaría pendiente. Después de abrir y cerrar puertas, sintiéndome como una intrusa en ciertas situaciones, la encontré en la segunda planta. Esperaba que no se notase demasiado la desaparición de dos muñecos, ese seguramente también sería calcinado.
No quería causar ningún estropicio dentro, opté por la idea más inteligente y salí al patio.
Tras clavar mi conejillo de indias en una zona libre de aparentes cosas inflamables, hice un sello con ambas manos y acumulé chakra en mi interior, el cual fui moldeando hasta exhalar una llamarada, que de haber salido bien, hubiera sido más grande. Era el primer intento y no debía desanimarme, una y otra vez estuve intentando sin descanso hacer la ténica correctamente. Una y otra vez mis esfuerzos se vieron frustrados.
Pero el buen humor me otorgaba paciencia, por lo que a la que perfectamente podía ser la decimoquita vez, la llamarada se hizo mayor, y se moldeó hasta ser un gran ave de fuego que tomó mejor trayectoria de la que yo le había dado y impactó finalmente con el maniquí, dejándolo inutilizable.
"No está mal para ser una canija. Casi pensé que no lo conseguirías"
"Qué pocas esperanzas puestas en tu portadora, Son Goku."
"Lo importante es que has superado la línea que te tenía puesta."
"Y eso seguiré haciendo."
¿Era posible que el buen humor fuera general o es que en verdad habíamos mejorado un poco nuestra relación? En cualquier caso, me alegraba compartir unas palabras de ánimos por su parte.
Me aseé y vestí con una camiseta morada de manga corta, una mariposa de brillantes colores estaba estampada en el centro de esta, y parecía tan radiante como la sonrisa que lucía en aquel momento. Los pantalones eran largos y negros, a juego con las sandalias ninja.
El camino hacia el centro no era largo, pero como siempre pasaría un buen rato dando vueltas por el bosque de la muerte, lo que me solía retrasar. Las hormigas ya habían salido de sus hormigueros, esas maquiavélicas criaturas que se hacían las inocentes, debía observarlas bien para saber sus próximos planes, quien sabía cuando planeaban su atentado contra mi persona y me atacarían.
Los árboles seguían bellos, más aún de lo normal, con las tímidas florecillas comenzando a llevar sus vestidos de gala para que cualquiera que las mirara se muriera de envidia.
Cuando llegué a las tiendas, fui a las de alimentación y compré algunas cosas para mi repostería, además de alguna que otra camiseta. No todas eran para mí, pues una oferta en la tienda me había hecho llevar prendas de hombre a las que no pude resistirme. Podría dárselas a Viral si le gustaban, y de lo contrario, ya encontraría algún vagabundo que las necesitara.
Tras recoger todas las cosas, fue a despejarme al Valle del Fin. Era un sitio con mucha historia y además tenía una cascada... En mi estancia en Konoha no lo había visitado, pensé que iba siendo hora.
Antes de que pudiera disfrutar del todo de las vistas, algo llamó mi atención. No muy lejos de mi posición un chico gritaba con un nido en las manos mientras unos cuervos defendían furiosos lo que era suyo. Cuando recorté la distancia que nos separaba de 20 a 5 meros, el problema parecía haber mejorado, y tras dejar aquel nido en su lugar, el chaval algo decaído se había puesto a dibujar en el árbol. Una de las cosas que hizo fue dibujar el símbolo de Kiri, lo que hizo que una pequeña chispa de añoranza brotara en mi interior, pero no fue hasta entonces cuando me percaté de que había algo más... Sus ojos... ¡Eran blancos! Trasmitían la misma pureza que los míos, y mi rostro pasó de curiosidad a asombro, para dejar paso a la ternura... La misma ternura de un reencuentro familiar que no sucede desde hace siglos. Era el primer Hyuuga que veía desde mis 10 años... Qué decía, aún no debía hacerme ilusiones, quizás no fuera así, solo coincidencia... ¿Pero qué perdía por probar?
"¿Un Hyuuga...? ¡Habla con él! No te quedes ahí parada, tonta, venga."
Jamás había visto a Kinder tan entusiasmada con algo, o al menos curiosa, pero yo tampoco deseaba esperar a que esto diera comienzo. Me acerqué a él hasta quedar a dos metros, y le sonreí con dulzura, mientras que mis ojos brillaban con emoción contenida.
- ¡Buenos días! Perdón si molesto, es lo último que deseo, pero he visto que parece haber tenido un día difícil. Me llamo Sonzu Hyuuga, encantada.
No me había pasado desapercivido su desaliñado aspecto, ni el leve rugido que producían sus tripas ante lo que debía ser una falta de comida, así que sin más demora, y esperando parecer amable, igual que el tono de mis palabras había sonado amistoso, saqué algo de lo que había preparado esta mañana: dos cupcakes recubiertas de chocolate, y le ofrecí la comida.
- He pensado que podrías tener hambre.
Esperé su respuesta, mientras que mi rostro seguía iluminado por claros gestos de alegría. Hacía tiempo que no sentía nada así.
En ambos lugares había vivido, marcando ellos un antes y un después en mi vida, estaba en una nueva etapa de la misma manera, y eso merecía un nuevo sitio. No me encontraba ahí porque lo hubiera elegido, jugaron con mi propio destino, si es que en verdad hay algo al que se le deba llamar así, y lo usaron como quisieron para llevarme al lugar que ellos deseaban. Pero no guardaba maldad o rencor hacia ninguno de ellos, al menos no todavía, en el caso de que pudiera pasar algo verdaderamente malo y me lo ocultaran o debido a que yo estaba en Konoha perdiera la posibilidad de ir sí llegaría a molestarme.
No parecía que nada de eso fuera a pasar, claro que yo muchas veces estaba ausente en la Mansión, ajena a muchas situaciones. Unos días antes había ido a dar una vuelta por las viviendas de la villa para informarme de los cotilleos pueblerinos, era divertido de vez en cuando. Por entonces tenía cosas que me gustaba más hacer, todo me parecía más bello en esta estación, era como si el mundo floreciera y se pusiera una capa de luz. Ciertas personas no sabían apreciarlo, incluso se quejaban, para mí ellos estaban ciegos; y el que yo tuviera una vista privilegiada no intervenía a la hora de poder verlo.
Esos pensamientos me recordaban a las Montañas de Iwagakure, por aquel tiempo era primavera también, y yo aún era una gennin a la que le faltaba mucho por aprender, ¡y tenía muchas ganas de entrenar y continuar con mi camino ninja! Fue cuando conocí al Chico de la Nube y a Cabellos de Ángel, como él la llamaba, y creo que fueron de las mejores cosas que pudieron pasarme. Con Él me sentí cómoda al instante, y aunque la situación con Shika me llevó más tiempo, mereció la pena y acabamos siendo buenas amigas. Claro que en esos momentos yo me veía fuertecilla, con muchas cosas que hacer, pero aún así tenía esperanzas puestas en mí misma. Si miraba atrás me veía blandengue, había entrenado mucho más, alcanzando así el rango de Jounnin, me complacía mucho cumplir con todas mis expectativas y lograr mejorar día a día. Algún día esperaba ser anbu, y quería lograrlo por mis propios medios. Tras la muerte de mi padre, el único miembro de mi familia que quedaba con vida, nadie me había enseñado cómo hacer las cosas, me las ingenié para aprender la enorme mayoría de mis técnicas solas, hacer entrenamientos de fuerza hasta que me sangraban los nudillos, correr para la velocidad por todo el bosque, escribir historias y rememorar palabras para que mi inteligencia aumentara, y dejar que la energía de mi cuerpo fluyera con la misma fluidez que un arroyo de Montaña y así controlar mi chakra.
Algunas veces no estuve sola, y aunque hubo otras que sí, me sentía bastante bien de todos modos. En mi interior no había desolación, ya no, el vacío oscuro que me nublaba desapareció. A veces temía que se cumpliera lo que creía, que aunque menos notable, estaba ahí, y despertara de nuevo con mayor fuerza hasta hacerme jadear por un dolor tan horrible en el pecho como dientes en el alma…
Cuando más lo pensaba más comprendía que eso no iba a pasar, al menos no mientras tuviera una razón por la que luchar. Algo por lo que despertarme cada mañana y hacerme sonreír bajo las finas sábanas, tras lo que quería reencontrarme y abrazar después de un día duro, con quien pasar el resto de los días. Y lo tenía. Y eso me hacía enormemente feliz.
Claro que, cuanto más quieres a alguien, el miedo de perderle aumenta… Igual que aquella vez donde le vi con otra mujer. Admitía que había actuado de forma vehemente, sin pensar en las consecuencias o esperar ningún tipo de explicación, pero la sola idea de que la prefiriera a ella me mataba. Hacía que me sintiera insignificante, como si verdaderamente no valiera la pena, como si no fuera suficiente y por ello le hubiera hecho pensar que necesitaba algo más. Eso ya quedó en el pasado, así que no merecía la pena darle más vueltas.
Me había despertado de buen humor, la noche anterior llovió un poco y el césped olía a hierba mojada, adoraba ese olor que se filtraba por la ventana, acompañado de algunas flores anticipadas que comenzaban a abrirse, con el ajetreo de los animales dando paso a una nueva estación. Juraría que los pájaros cantaban más dulcemente.
Viral ya había partido, pocas veces le pillaba a la misma hora que yo me despertaba, ya estaba acostumbrada. A veces cuando él estaba preparado y abría la puerta yo comenzaba a bajar las escaleras hacia la cocina en camisón y con los pelos revueltos.
Bajaba a la cocina lo primero, con las zapatillas de andar por casa puestas, cómodas y calentitas, para así que mis pies no pasaran frío. Allí lo primero que hice fue desayunar, ya teníamos algún fruto de primavera, me encantaba empezar la primera comida del día con comida fresca y jugosa. Como eso solo no era un gran alimento, también me preparaba alguna tostada.
Ya que sabía que Shika andaba por aquí, tendría que conseguir pillarla un día e ir a recoger fruta nosotras mismas para después hacer mermelada.
No me tomaba demasiadas prisas, pues me había despertado con los primeros rayos de Sol, y prefería tomar mi alimento tranquilamente. Mientras tanto preparaba algunos bollitos en el horno, por si a lo largo de la jornada me entraba hambre y deseaba tomar algo. Probaba una nueva receta de cupcakes, cansada de preparar tantas muffins, que deseaba que me saliera igual de rica.
Solía dejar eso haciéndose a la vez que preparaba algunas cosas más, quería salir de compras por la mañana, en cuanto abrieran las tiendas, así no tendría que coincidir con demasiada gente. No es que fuera una antisociable, pero tanto ajetreo me ponía de los nervios. Daba gracias de estar aquí, alejada del centro de la ciudad, me sentía cómoda, al igual que en mi casa de la villa de la roca. A su vez era una diferencia enorme... Al ser esto tan grande de vez en cuando me parecía vacía y fría, solía perderme por las habitaciones. Trazaba en mi mente el plano imaginario de los sitios más frecuentados, así la situación de no encontrarme dentro de "mi propia" vivienda sucedía lo menos posible.
Poco tiempo atrás, tal vez unos días, encontré una sala con maniquíes que servían para practicar, y esta vez buscaba desesperadamente la habitación de nuevo. Antes de salir quería entrenar un jutsu Katon que rondaba desde hacía varios días mi cabeza, y si no lo hacía antes de salir, después lo dejaría pendiente. Después de abrir y cerrar puertas, sintiéndome como una intrusa en ciertas situaciones, la encontré en la segunda planta. Esperaba que no se notase demasiado la desaparición de dos muñecos, ese seguramente también sería calcinado.
No quería causar ningún estropicio dentro, opté por la idea más inteligente y salí al patio.
Tras clavar mi conejillo de indias en una zona libre de aparentes cosas inflamables, hice un sello con ambas manos y acumulé chakra en mi interior, el cual fui moldeando hasta exhalar una llamarada, que de haber salido bien, hubiera sido más grande. Era el primer intento y no debía desanimarme, una y otra vez estuve intentando sin descanso hacer la ténica correctamente. Una y otra vez mis esfuerzos se vieron frustrados.
Pero el buen humor me otorgaba paciencia, por lo que a la que perfectamente podía ser la decimoquita vez, la llamarada se hizo mayor, y se moldeó hasta ser un gran ave de fuego que tomó mejor trayectoria de la que yo le había dado y impactó finalmente con el maniquí, dejándolo inutilizable.
"No está mal para ser una canija. Casi pensé que no lo conseguirías"
"Qué pocas esperanzas puestas en tu portadora, Son Goku."
"Lo importante es que has superado la línea que te tenía puesta."
"Y eso seguiré haciendo."
¿Era posible que el buen humor fuera general o es que en verdad habíamos mejorado un poco nuestra relación? En cualquier caso, me alegraba compartir unas palabras de ánimos por su parte.
Me aseé y vestí con una camiseta morada de manga corta, una mariposa de brillantes colores estaba estampada en el centro de esta, y parecía tan radiante como la sonrisa que lucía en aquel momento. Los pantalones eran largos y negros, a juego con las sandalias ninja.
El camino hacia el centro no era largo, pero como siempre pasaría un buen rato dando vueltas por el bosque de la muerte, lo que me solía retrasar. Las hormigas ya habían salido de sus hormigueros, esas maquiavélicas criaturas que se hacían las inocentes, debía observarlas bien para saber sus próximos planes, quien sabía cuando planeaban su atentado contra mi persona y me atacarían.
Los árboles seguían bellos, más aún de lo normal, con las tímidas florecillas comenzando a llevar sus vestidos de gala para que cualquiera que las mirara se muriera de envidia.
Cuando llegué a las tiendas, fui a las de alimentación y compré algunas cosas para mi repostería, además de alguna que otra camiseta. No todas eran para mí, pues una oferta en la tienda me había hecho llevar prendas de hombre a las que no pude resistirme. Podría dárselas a Viral si le gustaban, y de lo contrario, ya encontraría algún vagabundo que las necesitara.
Tras recoger todas las cosas, fue a despejarme al Valle del Fin. Era un sitio con mucha historia y además tenía una cascada... En mi estancia en Konoha no lo había visitado, pensé que iba siendo hora.
Antes de que pudiera disfrutar del todo de las vistas, algo llamó mi atención. No muy lejos de mi posición un chico gritaba con un nido en las manos mientras unos cuervos defendían furiosos lo que era suyo. Cuando recorté la distancia que nos separaba de 20 a 5 meros, el problema parecía haber mejorado, y tras dejar aquel nido en su lugar, el chaval algo decaído se había puesto a dibujar en el árbol. Una de las cosas que hizo fue dibujar el símbolo de Kiri, lo que hizo que una pequeña chispa de añoranza brotara en mi interior, pero no fue hasta entonces cuando me percaté de que había algo más... Sus ojos... ¡Eran blancos! Trasmitían la misma pureza que los míos, y mi rostro pasó de curiosidad a asombro, para dejar paso a la ternura... La misma ternura de un reencuentro familiar que no sucede desde hace siglos. Era el primer Hyuuga que veía desde mis 10 años... Qué decía, aún no debía hacerme ilusiones, quizás no fuera así, solo coincidencia... ¿Pero qué perdía por probar?
"¿Un Hyuuga...? ¡Habla con él! No te quedes ahí parada, tonta, venga."
Jamás había visto a Kinder tan entusiasmada con algo, o al menos curiosa, pero yo tampoco deseaba esperar a que esto diera comienzo. Me acerqué a él hasta quedar a dos metros, y le sonreí con dulzura, mientras que mis ojos brillaban con emoción contenida.
- ¡Buenos días! Perdón si molesto, es lo último que deseo, pero he visto que parece haber tenido un día difícil. Me llamo Sonzu Hyuuga, encantada.
No me había pasado desapercivido su desaliñado aspecto, ni el leve rugido que producían sus tripas ante lo que debía ser una falta de comida, así que sin más demora, y esperando parecer amable, igual que el tono de mis palabras había sonado amistoso, saqué algo de lo que había preparado esta mañana: dos cupcakes recubiertas de chocolate, y le ofrecí la comida.
- He pensado que podrías tener hambre.
Esperé su respuesta, mientras que mi rostro seguía iluminado por claros gestos de alegría. Hacía tiempo que no sentía nada así.
- Técnica aprendida:
Katon: Dai Faiabādo
Elemento Fuego: Gran Ave de Fuego
Requisitos: un sello con ambas manos
Tipo: Ninjutsu
Condición: ofensiva
Rango: B
Daño: 70 PV
Chakra: 35 Chakra
Descripción: básicamente una versión más grande y potente del Katon: Endan, solo que en esta ocasión el ninja lanza una llamarada en forma de pájaro que puede perseguir levemente al enemigo, pudiendo maniobrar durante un tiempo(1 turno)
- Palabras y experiencia:
Palabras escritas: 2086
Palabras requeridas: 800
Al haber hecho el doble de palabras, la té nica me cuesta la mitad de experiencia (40 exp.)
Sonzu~- Imperatrix de Kiri
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Reputación : 9
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Re: Ikki y su viaje
*off: discupa me pondre en primera persona.
Me dolia el estomago, tenia un hambre atroz y cuando ella se acerco y me ofrecio comida era una oferta muy sencilla, pues claro.
-Muchas gracias-
No me habia fijado mucho en ella pues estaba en mis cosas pero parecia que dinero no la faltaba y entonces podria a lo mejor atraves de ella encontrar mi objetivo, pues por su edad crei que no iba a ser buscaba a alguien de mi edad o mas mallor para tener las fuerzas de las que habia oido hablar-Disculpa estoy buscando a una hyuga, katon de konoha, se llama sonzu como tu pero muy fuerte y poderosa ¿la conoces pequeña?- pronto me di cuenta que ella tambien era una hyuga mirandola a sus ojos blancos ojos que no vi mas que en otra ocasion que me acuerde... en la huida para salvar la vida.
Era fantastico pero yo no estaba presentable de ninguna de las formas apestaba y mi estomago gruñia
-Disculpa por mis pintas, es que el dinero no es mi fuerte-
lo unico que se me ocurrio era poner una sonrisa de chico bueno pues no se me ocurria nada mas.
-Mi nombre es Ikki un diminutivo de Itsuki, soy de kiriy estoy,como ya te dije buscando a sonzu,dicen que es muy fuerte y aver si me enseña algo, ¿la conoces?-
Poco despues cogii la comida que me ofrecia y me puse a comer el hambre me deboraba y asi no había quien se concentrase.
Poco despues lo unico que se me ocurrio fue contarle todo en mi vida desde cierto punto, Desde que de pequeño entre a Kiri y repetia sin pararar, cuando conoci a Raiken y me dejo vivir en su tejado por mis estrecheces economicas, mi examen aprobado por los pelos a los ventitantos, el incidente de la siesta, la fuente y el vagabundo volador que le lance a Raiken por haberme despertado, mi primera mision y mi problema con que me toquen el pelo, y como no el incidente de los pajaros.
-Mi unica duda es que aun siendo primavera hace mucho calor no crees, bueno vengo de un clima mas frio pero nunca pense que tanto-
yo intentaba mantener su constante sonrisa para no desanimar a la chica.
-Bueno... parece que no te he preguntado como te llamas desconocida asi que si puedes resolverme la duda te lo agradeceria mucho-
Sonreia de la forma mas alegre y acogedora que podia no puedo dejar de ser obtimista en ningun momento pues si no siento que defraudo a la gente que confia en mi y siempre tengo que mostrarles que podemos hacerlos todos juntos, era una cosa que no podria olvidar gracias a mis años de experiencia.
Si la vida me hubiera puesto las cosas mas sencillas... hubiera sido mas aburrido pues romper todas las barreras y adversidades eran una gran diversion que nunca deberia dejar marchar
Me dolia el estomago, tenia un hambre atroz y cuando ella se acerco y me ofrecio comida era una oferta muy sencilla, pues claro.
-Muchas gracias-
No me habia fijado mucho en ella pues estaba en mis cosas pero parecia que dinero no la faltaba y entonces podria a lo mejor atraves de ella encontrar mi objetivo, pues por su edad crei que no iba a ser buscaba a alguien de mi edad o mas mallor para tener las fuerzas de las que habia oido hablar-Disculpa estoy buscando a una hyuga, katon de konoha, se llama sonzu como tu pero muy fuerte y poderosa ¿la conoces pequeña?- pronto me di cuenta que ella tambien era una hyuga mirandola a sus ojos blancos ojos que no vi mas que en otra ocasion que me acuerde... en la huida para salvar la vida.
Era fantastico pero yo no estaba presentable de ninguna de las formas apestaba y mi estomago gruñia
-Disculpa por mis pintas, es que el dinero no es mi fuerte-
lo unico que se me ocurrio era poner una sonrisa de chico bueno pues no se me ocurria nada mas.
-Mi nombre es Ikki un diminutivo de Itsuki, soy de kiriy estoy,como ya te dije buscando a sonzu,dicen que es muy fuerte y aver si me enseña algo, ¿la conoces?-
Poco despues cogii la comida que me ofrecia y me puse a comer el hambre me deboraba y asi no había quien se concentrase.
Poco despues lo unico que se me ocurrio fue contarle todo en mi vida desde cierto punto, Desde que de pequeño entre a Kiri y repetia sin pararar, cuando conoci a Raiken y me dejo vivir en su tejado por mis estrecheces economicas, mi examen aprobado por los pelos a los ventitantos, el incidente de la siesta, la fuente y el vagabundo volador que le lance a Raiken por haberme despertado, mi primera mision y mi problema con que me toquen el pelo, y como no el incidente de los pajaros.
-Mi unica duda es que aun siendo primavera hace mucho calor no crees, bueno vengo de un clima mas frio pero nunca pense que tanto-
yo intentaba mantener su constante sonrisa para no desanimar a la chica.
-Bueno... parece que no te he preguntado como te llamas desconocida asi que si puedes resolverme la duda te lo agradeceria mucho-
Sonreia de la forma mas alegre y acogedora que podia no puedo dejar de ser obtimista en ningun momento pues si no siento que defraudo a la gente que confia en mi y siempre tengo que mostrarles que podemos hacerlos todos juntos, era una cosa que no podria olvidar gracias a mis años de experiencia.
Si la vida me hubiera puesto las cosas mas sencillas... hubiera sido mas aburrido pues romper todas las barreras y adversidades eran una gran diversion que nunca deberia dejar marchar
Ikki- Genin Kiri
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Re: Ikki y su viaje
El chico aceptó mi comida, y nada más tenerla entre sus manos empezó a devorarla, desde luego parecía tener hambre. Después de ello me contó un poco de las cosas que le habían ocurrido, además de decirme que buscaba a una tal Sonzu Hyuuga de elemento principal Katon... ¿Me estaba tomando el pelo o hablaba en serio? Tanto Kinder como Son Goku comenzaron a reírse a más no poder en mi mente, pero mi paciencia era mayor a todo eso y entendía que pudiera haber tenido un fallo de cálculos. Aunque mi fuerza era ya trabajada no se dejaba ver por mi simple aspecto físico, pues no tenía la musculatura propia de los hombres, algo que en parte era bueno ya que me suponía de un medio para sorprender a mis enemigos. No me hubiera gustado tampoco ser excesivamente grande, me parecía que esos eran rasgos feos en una mujer y a mí me gustaba como estaba. Si a él le parecía menos poderosa y fuerte por ello, se encontraba bastante equivocado. Era algo que tenía que demostrarle.
"Se está riendo de ti. Yo que tú le pegaba."
Me animaba la vocecita femenina, tan agradable como siempre ella. Pero mis métodos eran distintos, aunque igual de efectivos. Sin responder a ninguna de sus preguntas, le sonreí. No era amable, divertida ni burlona.... Simplemente una sonrisa enigmática, antes de que me diera media vuelta y me alejara unos metros. Debí de perder un minuto buscando un tronco, que yacía cerca de la cascada, seguramente debido a los estragos del invierno, pero ese tiempo perdido rápidamente se vio recompensado cuando lo cogí con ambas manos y lancé hacia el chico. Después corrí detrás de ese árbol seco, o lo que quedaba de él, y cuando dos metros separaban a ambos utilicé un jutsu, la danza de las sombras, que me dejó delante del tronco. Normalmente se usaba para desaparecer detrás del enemigo, esta vez sería distinto. Alcé mi puño por delante, con la mano cerrada, y en cuanto impactó el tronco contra ella se vio hecho trizas, sin llegar a dar a Ikki, que debía estar a menos de un metro de mí.
- Primera lección: nunca subestimes a tu enemigo.
Me di la vuelta, a la vez que limpiaba algunos trozos de madera de mis ropas, sacudiendo mi camiseta. Al terminar, le miré con un brillo entretenido en la mirada, y esta vez si le sonreí amablemente.
- Yo soy esa Sonzu de la que hablas. No hay ningún Hyuuga con mi nombre. Si lo que pensabas era encontrarte a alguien enorme, estabas equivocado, pero eso no hace menor mi poder. Si lo que quieres es que te enseñe, tendremos que mejorar unas cosas... ¿O ahora que me has visto ya no deseas que sea tu maestra?
Mi gesto no era de burla, simplemente mero conocimiento para que nos entendiéramos mejor. Con eso no había querido dejarle en ridículo, sino demostrarle que un enemigo puede ser fuerte aunque no lo parezca, y darle así una de mis primeras clases de forma fácil y gratuita. Ya sabía algunas cosas de él, conocía que era un gennin de Kirigakure que guardaba algunos problemas económicos, cuyo compañero era Raiken... El nombre me era muy familiar, y haciendo algunas cavilaciones averigüé que era uno de los integrantes de mi equipo en el examen Chunnin. No uno de los que vinieron sin más, entonces, porque días anteriores ya me había encontrado con uno de los que se presentaron al exámen, que no fueron pocos, y ahora me hablaba de mi propio compañero. Al menos sabía que seguía bien y compartía vivienda con él, o mejor dicho, Ikki compartía su tejado. Bueno, podría hacer de este chico un buen ninja si me lo proponía. Solo quedaba que él aceptara en que nuestros caminos se juntaran para enseñarle mis conocimientos y que pudiera aprender lo suficiente. Cuando era pequeña casi me mataron por mis ojos, y mi padre murió por mi causa, el que una persona de mi clan pudiera acabar sin vida por lo mismo no me agradaba en absoluto. La verdad es que me gustaría poder enseñarle y protegerle.
Así esperaba su respuesta, de pie a un escaso metro de su posición, con el suelo lleno de trozos de madera rotos. No parecía haber empezado mal.
"Se está riendo de ti. Yo que tú le pegaba."
Me animaba la vocecita femenina, tan agradable como siempre ella. Pero mis métodos eran distintos, aunque igual de efectivos. Sin responder a ninguna de sus preguntas, le sonreí. No era amable, divertida ni burlona.... Simplemente una sonrisa enigmática, antes de que me diera media vuelta y me alejara unos metros. Debí de perder un minuto buscando un tronco, que yacía cerca de la cascada, seguramente debido a los estragos del invierno, pero ese tiempo perdido rápidamente se vio recompensado cuando lo cogí con ambas manos y lancé hacia el chico. Después corrí detrás de ese árbol seco, o lo que quedaba de él, y cuando dos metros separaban a ambos utilicé un jutsu, la danza de las sombras, que me dejó delante del tronco. Normalmente se usaba para desaparecer detrás del enemigo, esta vez sería distinto. Alcé mi puño por delante, con la mano cerrada, y en cuanto impactó el tronco contra ella se vio hecho trizas, sin llegar a dar a Ikki, que debía estar a menos de un metro de mí.
- Primera lección: nunca subestimes a tu enemigo.
Me di la vuelta, a la vez que limpiaba algunos trozos de madera de mis ropas, sacudiendo mi camiseta. Al terminar, le miré con un brillo entretenido en la mirada, y esta vez si le sonreí amablemente.
- Yo soy esa Sonzu de la que hablas. No hay ningún Hyuuga con mi nombre. Si lo que pensabas era encontrarte a alguien enorme, estabas equivocado, pero eso no hace menor mi poder. Si lo que quieres es que te enseñe, tendremos que mejorar unas cosas... ¿O ahora que me has visto ya no deseas que sea tu maestra?
Mi gesto no era de burla, simplemente mero conocimiento para que nos entendiéramos mejor. Con eso no había querido dejarle en ridículo, sino demostrarle que un enemigo puede ser fuerte aunque no lo parezca, y darle así una de mis primeras clases de forma fácil y gratuita. Ya sabía algunas cosas de él, conocía que era un gennin de Kirigakure que guardaba algunos problemas económicos, cuyo compañero era Raiken... El nombre me era muy familiar, y haciendo algunas cavilaciones averigüé que era uno de los integrantes de mi equipo en el examen Chunnin. No uno de los que vinieron sin más, entonces, porque días anteriores ya me había encontrado con uno de los que se presentaron al exámen, que no fueron pocos, y ahora me hablaba de mi propio compañero. Al menos sabía que seguía bien y compartía vivienda con él, o mejor dicho, Ikki compartía su tejado. Bueno, podría hacer de este chico un buen ninja si me lo proponía. Solo quedaba que él aceptara en que nuestros caminos se juntaran para enseñarle mis conocimientos y que pudiera aprender lo suficiente. Cuando era pequeña casi me mataron por mis ojos, y mi padre murió por mi causa, el que una persona de mi clan pudiera acabar sin vida por lo mismo no me agradaba en absoluto. La verdad es que me gustaría poder enseñarle y protegerle.
Así esperaba su respuesta, de pie a un escaso metro de su posición, con el suelo lleno de trozos de madera rotos. No parecía haber empezado mal.
- Información:
ATRIBUTOS:
-Fuerza: 290 (+150 Yonbi) [+300] = 740 (Pueden partirse árboles al golpearlos)
-Inteligencia:100[+200]= 300
-Velocidad: 250 [+200] = 450 (velocidad máxima: 20 km/h altura de salto 5 m.)
-Control de Chakra: 200 (+20) [+200] = 420
-Resistencia: 40
STATS:
PV: 1230
PCK: 760
PODER DE JUTSUS:
Ninjutsu: 7 + (+20) = 27
Taijutsu: 26 + (+30) = 56
Genjutsu: 3 (+20) = 23
- Acciones:
6-Kage Buyou
Danza de las Sombras
Requisitos: Estar a 5 o menos metros del enemigo / Realizar sellos con ambas manos.
Tipo: Taijutsu
Condición: suplementaria
Rango: D
Efecto: Te mueves hasta la espalda del enemigo.
Chakra: 15 Chakra. Máximo 2 veces por combate.
Descripción: una técnica para atacar por sorpresa, permite al usuario moverse a tanta velocidad que parece que se ha teletransportado hasta la espalda del enemigo. Un oponente de mayor o igual VEL a la del usuario podrá notar el movimiento e incluso oír la aparición. No se puede utilizar ésta técnica en el aire, ya que es un movimiento rápido, no te teletransporta directamente.
- Gastos y daños:
Sonzu:
Pck: 760 - 15= 745
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Re: Ikki y su viaje
Por un segundo me puse serio el flequillo me tapo los ojos me puse caviz bajo y me levante lentamente.
La albrace en cuanto se pudieron obserbar mis blancos ojos estaban llorandeo de la emocion estaba tan emocionado que al soltarme de ella solo pude decir dos cosas.
-Muchas gracias por ofrecerte a ser mi maestra lo siento mucho y acepto encantado-
Mi emocion no llegaba limites entonces sonrei pero no como nunca habia sonreido falso o forzado solo habia sonreido asi cuando aprobe el examen...
Sonrei de verdad. Nunca habia estado tan agradecido por nadie era algo digno de recordar entonces dige otra cosa de la que me acorde y era importante.
-Y tu fuerza segun las leyendas son falsas... No llegan ni a la descripcion de la mitad de tu poder y yo algun dia te superare para eso sirve un alumno tenlo encuenta- Entonces hice una reverencia como muestra de respeto.
Mi vida ultimamente habia cambiado tanto despues del examen lo unico que me faltaba era ropa nueva y por las pintas de adinerada de mi maestra sabria que algo me ofreceria y no tardaria mucho en darse cuenta de mi jersey de perro muerto y mis zapatos de bolera robados incluso puede que me alimente de una forma mejor que en el tejado de un adolescente mi vida estaba dando un gran cambio y la verdad era un cambio que no me desagradaba tanto pues era agradable y juro por todo lo que sera puro y limpio que iba a devolverles el favor a todos mis compañeros que me han ayudado en estos momentos por que para mi merecian ser premiados.
Pero aun con todo es sorprende la capacidad de unca chica de su tamaño y edad pues tenia una fuerza cien veces o mas superior a la mia y no podia negarlo me fastinaba y a la vez me infundia un gran respeto que iba a conseguri aceptar como maestra a alguien tan poderosa pero in embargo lo de que fuera mas joven que yo aunque ella no quisiera me umillaba pero no queria que se notara pues deberia hacerlo lo mejor posible.
La albrace en cuanto se pudieron obserbar mis blancos ojos estaban llorandeo de la emocion estaba tan emocionado que al soltarme de ella solo pude decir dos cosas.
-Muchas gracias por ofrecerte a ser mi maestra lo siento mucho y acepto encantado-
Mi emocion no llegaba limites entonces sonrei pero no como nunca habia sonreido falso o forzado solo habia sonreido asi cuando aprobe el examen...
Sonrei de verdad. Nunca habia estado tan agradecido por nadie era algo digno de recordar entonces dige otra cosa de la que me acorde y era importante.
-Y tu fuerza segun las leyendas son falsas... No llegan ni a la descripcion de la mitad de tu poder y yo algun dia te superare para eso sirve un alumno tenlo encuenta- Entonces hice una reverencia como muestra de respeto.
Mi vida ultimamente habia cambiado tanto despues del examen lo unico que me faltaba era ropa nueva y por las pintas de adinerada de mi maestra sabria que algo me ofreceria y no tardaria mucho en darse cuenta de mi jersey de perro muerto y mis zapatos de bolera robados incluso puede que me alimente de una forma mejor que en el tejado de un adolescente mi vida estaba dando un gran cambio y la verdad era un cambio que no me desagradaba tanto pues era agradable y juro por todo lo que sera puro y limpio que iba a devolverles el favor a todos mis compañeros que me han ayudado en estos momentos por que para mi merecian ser premiados.
Pero aun con todo es sorprende la capacidad de unca chica de su tamaño y edad pues tenia una fuerza cien veces o mas superior a la mia y no podia negarlo me fastinaba y a la vez me infundia un gran respeto que iba a conseguri aceptar como maestra a alguien tan poderosa pero in embargo lo de que fuera mas joven que yo aunque ella no quisiera me umillaba pero no queria que se notara pues deberia hacerlo lo mejor posible.
Ikki- Genin Kiri
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Re: Ikki y su viaje
Parecía que la primera lección había llegado al pequeño Hyuuga que en momentos podía convertirse en mi alumno. Aunque este pudiera sacarme unos cuantos años, tendría que enseñarle muchas cosas, y la verdad es que traspasar mis propios conocimientos a otro ninja era algo que me agradaba. Igual que mis padres sonreían cuando yo me hacía más fuerte y aprendía las técnicas, demostrando que era una chica aplicada, quería que este chico fuera aprendiendo y cumpliendo toda expectativa que pusiera en él, incluso superándola. Igual que yo había superado la línea que Son Goku me puso, y esperaba hacerlo día a día, demostrando lo que valía y esforzándome hasta el máximo de mis fuerzas. Al principio su gesto serio me asustó por un instante, con el miedo de haber hecho algo que pudiera molestarle, ya que esa no era mi intención en absoluto, pero cuando me abrazó todo ello se convirtió en sorpresa... Que acabó formando una sonrisa tierna en mi rostro. Correspondí a su abrazo, cosa que en otra situación podía haber evitado, pero no pensé que fuera a hacerme ningún mal. Al contrario, era un gesto sincero por su parte que agradecí, ya que no deseaba que se pusiera una máscara conmigo, y pasé uno de mis brazos por su espalda, intentando olvidar el hedor de su ropa sucia. No diré que no fue en cierto modo protector, pues al ser de mi clan no deseaba que le hicieran daño. Cuando decidí que eso acabara, y él también dio el momento por finalizado, clavando sus ojos perlados en mí cubiertos por un acuoso manto de emoción, supe que la sonrisa que mostraba era algo que estaba dirigido hacia lo que iba a hacer por él. Me sentí feliz.
Tras ello me dio las gracias por aceptar ser su maestra y se disculpó por el comportamiento que había tenido. Era una persona amable, pero por ello no iba a tener mano blanda con él, aunque le trataría con cuidado. A veces podía ser algo bruta y no deseaba hacerle daño.
No sabía si las palabras que decía a continuación eran sinceras o contenían cierto peloteo, desde luego desconocía el hecho de que en otros lugares se hablara de mí. Quizás la visita por Kirigakure días antes no había pasado tan desapercibida como pensaba y en verdad alguien recordara la niña que un día fui y se escapó de esa villa de niebla, manchada en la sangre de mis antepasados, dejando todo lo que tuve y podría haber alcanzado allí. En el fondo no estaba descontenta con el sendero que había tomado, me estaba convirtiendo en alguien de quien mis padres estarían orgullosos. Eso era lo que más deseaba. No fallarles a ellos... Y mucho menos a mí misma.
- No dudo que algún día puedas superarme, de hecho sería un honor que superaras mis conocimientos gracias a tus entrenamientos. Pero para ello tendrás que esforzarte y cumplir con tus tareas ninja, no olvides que este camino puede ser complicado... Pero nunca te rindas. Merece la pena.
Aceptaba su reverencia, y con un gesto de mano le indiqué que me siguiera. La expresión de mi rostro estaba más seria, porque era algo que sentía que debía ser así, aunque mi mirada no había perdido el gesto amable y dulce tan propio que tenía. Con unos pasos rápidos me daba la vuelta, y caminaba más despacio de lo que era normal en mí, pues entendía que mi velocidad sería bastante mayor a la suya y no deseaba dejarle demasiado atrás. Le di unos momentos para que se habituara a mi propio ritmo, dirigiéndonos a la desembocadura de la cascada, que quedaba a menos de 20 metros de nuestra posición. Al llegar volvería a colocarme frente a él. El agua debía estar a una temperatura templada con estas temperaturas, como bien había dicho hacía calor para esta estación, pues Konoha solía tener un clima cálido, así que esperaba que no estuviera demasiado fría y le molestara. En cualquier caso no sería yo quien se daría un baño.
- El aspecto es importante, Ikki. Quiero que te quites esa ropa sucia y te bañes. Después te daré ropa limpia para que puedas cambiarte. Por si te molesta; no miraré. Iré a recoger lo necesario para nuestro comienzo.
Así fue como le indicaba que se bañara, y de mi mochila sacaba una ropa limpia, recién comprada. Había desde un par de camisetas hasta unos pantalones y unas sandalias ninja. Lo suficiente para que se vistiera y pudiera tener un aspecto más presentable, sin mal olor. En el caso de que estuviéramos en casa o un lugar más accesible, le habría propuesto una buena ducha, pero no sabía como aceptaría Viral eso de llevar hombres con pinta parecida a la de vagabundo a aquella pulcra Mansión, y quedaba demasiado lejos de aquí como para seguir con todos mis planes en el tiempo previsto. Cuando terminaba con eso, e Ikki debía seguir mis indicaciones y hacer lo que le decía, yo me daba la vuelta para no molestar y salía en una busca hacia las cosas que necesitaríamos para entrenar. Cuando yo empecé apenas podía partir ramas con la poca fuerza que tenía, así que el inventario consistía desde algunos troncos secos, hasta ramas caídas, algunas más débiles y otras más gruesas, que fui acumulando sobre mi hombro hasta que la montaña me complació lo suficiente.
Tardé lo necesario como para no encontrarme con ninguna sorpresa al volver, y que mi alumno estuviera ya preparado para recibirme y empezar con su entrenamiento.
Coloqué dos troncos a 5 metros de separación, y entre ellos una rama gruesa anclada en el suelo. Cuando consiguiera entrenar lo máximo hoy, podría romper esa rama del medio, cosa que en un principio no lograría hacer debido al poco tiempo que llevaba como ninja.
- Primero vamos a aumentar tu fuerza. Hace que tus golpes físicos sean más eficaces, eso es importante a la hora de efectuar los jutsus del clan, ya que se basan en eso. Quiero que empieces golpeando los troncos, pues son más gruesos. No podrás romperlos, pero te servirán de práctica. Cuando creas que es suficiente, golpearás la rama del medio. Entonces la partirás.
Después de eso podríamos entrenar algún jutsu de clan, elemental o común, ya que cualquiera le sería útil. Pero antes de nada debía aumentar su dominio sobre el control físico. Esperaría de pie, viendo sus intentos y progresos. En el caso de que le sangrasen los nudillos, como a mi me pasaba bastante a menudo siempre que hacía entrenamientos de este tipo, le vendaría las manos y continuaríamos con ello.
Tras ello me dio las gracias por aceptar ser su maestra y se disculpó por el comportamiento que había tenido. Era una persona amable, pero por ello no iba a tener mano blanda con él, aunque le trataría con cuidado. A veces podía ser algo bruta y no deseaba hacerle daño.
No sabía si las palabras que decía a continuación eran sinceras o contenían cierto peloteo, desde luego desconocía el hecho de que en otros lugares se hablara de mí. Quizás la visita por Kirigakure días antes no había pasado tan desapercibida como pensaba y en verdad alguien recordara la niña que un día fui y se escapó de esa villa de niebla, manchada en la sangre de mis antepasados, dejando todo lo que tuve y podría haber alcanzado allí. En el fondo no estaba descontenta con el sendero que había tomado, me estaba convirtiendo en alguien de quien mis padres estarían orgullosos. Eso era lo que más deseaba. No fallarles a ellos... Y mucho menos a mí misma.
- No dudo que algún día puedas superarme, de hecho sería un honor que superaras mis conocimientos gracias a tus entrenamientos. Pero para ello tendrás que esforzarte y cumplir con tus tareas ninja, no olvides que este camino puede ser complicado... Pero nunca te rindas. Merece la pena.
Aceptaba su reverencia, y con un gesto de mano le indiqué que me siguiera. La expresión de mi rostro estaba más seria, porque era algo que sentía que debía ser así, aunque mi mirada no había perdido el gesto amable y dulce tan propio que tenía. Con unos pasos rápidos me daba la vuelta, y caminaba más despacio de lo que era normal en mí, pues entendía que mi velocidad sería bastante mayor a la suya y no deseaba dejarle demasiado atrás. Le di unos momentos para que se habituara a mi propio ritmo, dirigiéndonos a la desembocadura de la cascada, que quedaba a menos de 20 metros de nuestra posición. Al llegar volvería a colocarme frente a él. El agua debía estar a una temperatura templada con estas temperaturas, como bien había dicho hacía calor para esta estación, pues Konoha solía tener un clima cálido, así que esperaba que no estuviera demasiado fría y le molestara. En cualquier caso no sería yo quien se daría un baño.
- El aspecto es importante, Ikki. Quiero que te quites esa ropa sucia y te bañes. Después te daré ropa limpia para que puedas cambiarte. Por si te molesta; no miraré. Iré a recoger lo necesario para nuestro comienzo.
Así fue como le indicaba que se bañara, y de mi mochila sacaba una ropa limpia, recién comprada. Había desde un par de camisetas hasta unos pantalones y unas sandalias ninja. Lo suficiente para que se vistiera y pudiera tener un aspecto más presentable, sin mal olor. En el caso de que estuviéramos en casa o un lugar más accesible, le habría propuesto una buena ducha, pero no sabía como aceptaría Viral eso de llevar hombres con pinta parecida a la de vagabundo a aquella pulcra Mansión, y quedaba demasiado lejos de aquí como para seguir con todos mis planes en el tiempo previsto. Cuando terminaba con eso, e Ikki debía seguir mis indicaciones y hacer lo que le decía, yo me daba la vuelta para no molestar y salía en una busca hacia las cosas que necesitaríamos para entrenar. Cuando yo empecé apenas podía partir ramas con la poca fuerza que tenía, así que el inventario consistía desde algunos troncos secos, hasta ramas caídas, algunas más débiles y otras más gruesas, que fui acumulando sobre mi hombro hasta que la montaña me complació lo suficiente.
Tardé lo necesario como para no encontrarme con ninguna sorpresa al volver, y que mi alumno estuviera ya preparado para recibirme y empezar con su entrenamiento.
Coloqué dos troncos a 5 metros de separación, y entre ellos una rama gruesa anclada en el suelo. Cuando consiguiera entrenar lo máximo hoy, podría romper esa rama del medio, cosa que en un principio no lograría hacer debido al poco tiempo que llevaba como ninja.
- Primero vamos a aumentar tu fuerza. Hace que tus golpes físicos sean más eficaces, eso es importante a la hora de efectuar los jutsus del clan, ya que se basan en eso. Quiero que empieces golpeando los troncos, pues son más gruesos. No podrás romperlos, pero te servirán de práctica. Cuando creas que es suficiente, golpearás la rama del medio. Entonces la partirás.
Después de eso podríamos entrenar algún jutsu de clan, elemental o común, ya que cualquiera le sería útil. Pero antes de nada debía aumentar su dominio sobre el control físico. Esperaría de pie, viendo sus intentos y progresos. En el caso de que le sangrasen los nudillos, como a mi me pasaba bastante a menudo siempre que hacía entrenamientos de este tipo, le vendaría las manos y continuaríamos con ello.
- OFF:
Te explico. Por cada nivel se puede hacer un entrenamiento de 1000 palabras que te sube [+100] puntos de atributos donde desees (fuerza, velocidad, cck, res, int...). Yo quiero que te subas eso a Fuerza, pues es lo que te recomiendo ya que te ayudará con el Taijustu.
Contando tus 3 post, llevas 1325 palabras, el siguiente comentario lo quiero de otras 500 como mínimo.
Por cierto, con 100 de fuerza ya se parten las ramas al golpearlas, por eso lo que digo. La guía de atributos es muy buena para esto:
http://www.narutomundo.com/t476-atributos
Sonzu~- Imperatrix de Kiri
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Re: Ikki y su viaje
Me quite la ropa para ducharme en ese momento se pudo observar una cicactiz en el pecho el tiempo me había dañado mucho.
Me duche sin rechistar y me puse aquella ropa no era mi estilo pero bueno que se le iba a hacer mi ropa daba asco y mi maestra me dijo que me cambiara por un momento no me termine de fiar pues tenia el ojo blanco pero ya era hora de que me fiara de alguien por una vez aunque sea para hacerla un favor a ella cuando me encontré con aquella rama pensé que me estaba vacilando una rama casi tres veces mas grande que yo nunca pensé en haberme metido en tal situación pero si eran las ordenes de mi maestra tendria que ser acatada.
Yo nunca había golpeado tanto con los puños siempre habría sido mas de taekowndo mas que de taijutsu de manos pero si tenia que hacerlo con las manos lo debería hacer mi pasión estaba a flor de piel e iba a conseguir romper aquella rama.
-A por todas-
Dige yo preparándome para romper la rama entonces sentí toda mi fuerza en los prazos y pude romper la rama de un golpe.
No me lo podía creer mi fuerza lo había echo y yo la había usado no sabia como lo había echo pero lo haría otra vez pude sentir el katon corriendo por mi venas el fuego de mi pecho a flor de piel.
Haria lo que fuera por volver a sentir ese poder una y otra vez corriendo por mis venas y pudiendo destruir ramas con esa facilidad podría luchar por lo que quiero como conseguir recuperar el honor perdido de clan hyuga que conseguiría sin problemas gracias a la ayuda de sonzu y conseguirá que ella y todos se sintieran orgullosos los mios pues solo tenia dos personas de confianza en este mundo y eran únicamente sonzu por ser mi maestra y raiken por ser mi mejor amigo por añor y en los mejores y peores momentos que había tenido mi vida y conseguiría que los dos se sintieran orgullosos de ser mis amigos.
-I…Increible no sabia que podía hacer eso mi fuerza nunca crei que hiba a hacer eso-
Era lo único que podía mascullar de la sorpesa, en esos momentos no paraba de saltar de la emoción haciendo que mi pelo soltara gotitas que empaparon a sonzu sin querer pero daba igual ya era un ninja echo y derecho como tenia que ser pues era algo que le había prometido a mi familia antes de perderles la pista pero ahora mi familia era sonzu en lo poco que la coniocia ya era como una hermana y a mi solo se me ocurrió una cosa que gritar.
-Esto se merece un tableta de chocolate como celebración-
Mi optimismo superaba cualquier cosa era una pasión que solo en esos momentos salía despedida a chorros por mi piel y se pudo observar que a sonzu también la hiba a agradar asi que saque dos tabletas de cocolate que llevaba en mi mochila semi rota que enterraría junto a mi ropa en ese momento y le di una a sonzu esto no podía ser mejor.
Me duche sin rechistar y me puse aquella ropa no era mi estilo pero bueno que se le iba a hacer mi ropa daba asco y mi maestra me dijo que me cambiara por un momento no me termine de fiar pues tenia el ojo blanco pero ya era hora de que me fiara de alguien por una vez aunque sea para hacerla un favor a ella cuando me encontré con aquella rama pensé que me estaba vacilando una rama casi tres veces mas grande que yo nunca pensé en haberme metido en tal situación pero si eran las ordenes de mi maestra tendria que ser acatada.
Yo nunca había golpeado tanto con los puños siempre habría sido mas de taekowndo mas que de taijutsu de manos pero si tenia que hacerlo con las manos lo debería hacer mi pasión estaba a flor de piel e iba a conseguir romper aquella rama.
-A por todas-
Dige yo preparándome para romper la rama entonces sentí toda mi fuerza en los prazos y pude romper la rama de un golpe.
No me lo podía creer mi fuerza lo había echo y yo la había usado no sabia como lo había echo pero lo haría otra vez pude sentir el katon corriendo por mi venas el fuego de mi pecho a flor de piel.
Haria lo que fuera por volver a sentir ese poder una y otra vez corriendo por mis venas y pudiendo destruir ramas con esa facilidad podría luchar por lo que quiero como conseguir recuperar el honor perdido de clan hyuga que conseguiría sin problemas gracias a la ayuda de sonzu y conseguirá que ella y todos se sintieran orgullosos los mios pues solo tenia dos personas de confianza en este mundo y eran únicamente sonzu por ser mi maestra y raiken por ser mi mejor amigo por añor y en los mejores y peores momentos que había tenido mi vida y conseguiría que los dos se sintieran orgullosos de ser mis amigos.
-I…Increible no sabia que podía hacer eso mi fuerza nunca crei que hiba a hacer eso-
Era lo único que podía mascullar de la sorpesa, en esos momentos no paraba de saltar de la emoción haciendo que mi pelo soltara gotitas que empaparon a sonzu sin querer pero daba igual ya era un ninja echo y derecho como tenia que ser pues era algo que le había prometido a mi familia antes de perderles la pista pero ahora mi familia era sonzu en lo poco que la coniocia ya era como una hermana y a mi solo se me ocurrió una cosa que gritar.
-Esto se merece un tableta de chocolate como celebración-
Mi optimismo superaba cualquier cosa era una pasión que solo en esos momentos salía despedida a chorros por mi piel y se pudo observar que a sonzu también la hiba a agradar asi que saque dos tabletas de cocolate que llevaba en mi mochila semi rota que enterraría junto a mi ropa en ese momento y le di una a sonzu esto no podía ser mejor.
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Re: Ikki y su viaje
El aspecto de mi alumno pareció otro, mucho más cuidado, completamente distinto al que antes traía, con esas pintas harapientas. Aunque la ropa que le di era distinta a la que parecía llevar, le quedaba bien, algo sencilla pero eso no quitaba que se notara que era de buena calidad. Mucho mejor que el jersey con olor a rayos y esos zapatos de bolera que no le servirían para realizar bien sus misiones. Las sandalias ninja eran bien cómodas y útiles en todos los aspectos, y se adaptaban bien a cualquier superficie.
Resultó que se sorprendió un poco al ver la rama que había traído para que golpeara, mis sospechas resultaron ser ciertas y él no había hecho ningún entrenamiento como el que yo le planteaba, pero había que probar cosas nuevas, y eso sería esencial para que se fortaleciera y pudiera dar el primer paso a ser un buen Taijutser y mejorar su condición física. Seguramente lo primero que necesitaba era algo de confianza en sí mismo, pues le veía capaz de hacer eso, y si se esforzaba y seguía entrenando también mucho más. Aunque aquellos pensamientos no los compartiría con él, al menos no todavía, primero debía demostrarme de lo que era capaz. Y aunque necesitara ánimos puede que si le decía eso acabara creyéndoselo demasiado y no sería nada bueno.
Escuché como se decía unas palabras, "A por todas". Así tenía que ser, debía ir a por todas y luchar por lo que quería, entrenar hasta que no pudiera más, fortalecerse. Yo le ayudaría a que eso sucediera, y con suerte lograría hacer todo ello. Tenía que entrenarle bien y enseñarle todas las cosas que necesitara. Era un gennin, y quizás dentro de no demasiado se convocaran en algún país los exámenes a Chunnin para subir de rango. Deberíamos tener las cosas preparadas y controladas por entonces si ese era el caso. Habíamos comenzado a entrenar a tiempo.
Noto como se dispone a atestar un solo golpe, lo que me sorprende e interesa, por lo que cruzo ambos brazos a la altura de mi pecho. Pensé que quizás iría a practicar unos puñetazos antes, o incluso unas patadas, pero pareció que se hubiera propuesto hacerlo a la primera. Me pregunté si lo conseguiría.
Pero nada hay que pueda con una voluntad de fuego, y tal como se lo propuso le salió, rompiendo la rama de un puñetazo. Sonreí complacida y deshice el nudo de mis brazos sobre el costado para dirigirle un par de aplausos. A todos nos gustaba que nuestro esfuerzo fuera recompensado.
- Bien hecho, Ikki. Como debes haber podido notar, ahora tu fuerza es mayor y logras hacer cosas que antes no eran posibles. Esto es solo el comienzo, haremos más entrenamientos parecidos. Sobre todo nos centraremos en la fuerza y la velocidad, que son esenciales a la hora de realizar con precisión nuestros jutsus. Por hoy está bien de fuerza, pero podrás acabar logrando grandes cosas.
Como demostración de lo que acababa de decirle, me puse al lado del árbol. Ese era más grande y cuidado que el anterior que le lancé de primera lección. Le propiné una patada, calculadora y firme, que lo partió e hizo caer contra el suelo.
- ¿Ves? Yo puedo romper árboles. Tanto con puñetazos como con patadas, mientras tengas un buen control físico dará igual con qué des el golpe. Dentro de poco, también destrozaré rocas. Si lo haces bien y te comprometes a entrenar, conseguirás todo esto.
El chico estaba realmente emocionado, incluso saltaba feliz para celebrar sus progresos. Me gustaba esa actitud, contento consigo mismo y con las cosas que iba aprendiendo. Me mojó un poco con el agua que aún quedaba en su pelo, pero tampoco me importó. Limpié las gotas de mi rostro y le paré cuando fue a coger chocolate. Era más que normal que quisiera celebrarlo, pero lo dejaríamos para después.
- No se debe entrenar con el estómago vacío y es una de las razones por las que anteriormente te ofrecí comida, pero tampoco tomes alimentos entre medias o te sentará mal, lo dejaremos para el final. Ahora continuaremos con tu entrenamiento. La paciencia se ve recompensada.
Realicé una pequeña pausa, no quería ser aguafiestas pero Ikki debía respetar mis decisiones y ver que lo que hacía era por su bien. Al fin y al cabo, en cuanto accedía a que fuera su maestra, se sometía a mi propio criterio. Realicé un sello con ambas manos, y un clon se creó a mi lado. Me miró un momento, a mí, su creadora, y después pasó a reconocer el entorno. Se notaba que pensaba por su cuenta, aunque era igual a mí. Hice un gesto con la mano derecha abierta, mostrándole la nueva herramienta de trabajo, y procedí a explicarle lo que realizaríamos a continuación.
- Este es un clon mío que nos servirá para el siguiente entrenamiento. Voy a enseñarte una técnica Katon y después tendrás que realizarla hasta que te salga. Cuando la tengas controlara atacarás al clon, que esperará tu ataque. Se desvanecerá al menor golpe, pero no te preocupes por eso. Atento.
Me separé un par de metros del clon, dos siendo exactos, mientras que estaba a 5 de mi alumno. En el caso de que hubiera querido acortarlos, no me habría moelstado, lo que a él fuera a resultarle más cómodo. Me concentré en aplicar algo de chakra a mi mano, para subir la temperatura de esta, lo que a simple vista no quedaba demasiado claro. Por si quedaba alguna duda, toqué el trozo de tronco que antes había dañado, y en este se vieron visibles quemaduras. Después volví a mi posición anterior.
- Esta es una técnica Katon bastante básica que te puede ser útil para combinar el elemento con jutsus de clan, al causar daños tanto en quemaduras como golpes físicos. Se llama Golpe Ardiente. Tienes que concentrarte en el propio fluyo de tu chakra y aplicarlo en una extremidad, la que desees, aunque lo más probable es que primero las manos sean más fáciles. Aumentarás el calor y harás daño. Bien, cuando lo tengas listo, ataca a mi clon.
Esperé a ver como lo hacía, mientras que mi clon le miraba con gesto decidido, decidido a aceptar su golpe y que aprendiera este jutsu.
Resultó que se sorprendió un poco al ver la rama que había traído para que golpeara, mis sospechas resultaron ser ciertas y él no había hecho ningún entrenamiento como el que yo le planteaba, pero había que probar cosas nuevas, y eso sería esencial para que se fortaleciera y pudiera dar el primer paso a ser un buen Taijutser y mejorar su condición física. Seguramente lo primero que necesitaba era algo de confianza en sí mismo, pues le veía capaz de hacer eso, y si se esforzaba y seguía entrenando también mucho más. Aunque aquellos pensamientos no los compartiría con él, al menos no todavía, primero debía demostrarme de lo que era capaz. Y aunque necesitara ánimos puede que si le decía eso acabara creyéndoselo demasiado y no sería nada bueno.
Escuché como se decía unas palabras, "A por todas". Así tenía que ser, debía ir a por todas y luchar por lo que quería, entrenar hasta que no pudiera más, fortalecerse. Yo le ayudaría a que eso sucediera, y con suerte lograría hacer todo ello. Tenía que entrenarle bien y enseñarle todas las cosas que necesitara. Era un gennin, y quizás dentro de no demasiado se convocaran en algún país los exámenes a Chunnin para subir de rango. Deberíamos tener las cosas preparadas y controladas por entonces si ese era el caso. Habíamos comenzado a entrenar a tiempo.
Noto como se dispone a atestar un solo golpe, lo que me sorprende e interesa, por lo que cruzo ambos brazos a la altura de mi pecho. Pensé que quizás iría a practicar unos puñetazos antes, o incluso unas patadas, pero pareció que se hubiera propuesto hacerlo a la primera. Me pregunté si lo conseguiría.
Pero nada hay que pueda con una voluntad de fuego, y tal como se lo propuso le salió, rompiendo la rama de un puñetazo. Sonreí complacida y deshice el nudo de mis brazos sobre el costado para dirigirle un par de aplausos. A todos nos gustaba que nuestro esfuerzo fuera recompensado.
- Bien hecho, Ikki. Como debes haber podido notar, ahora tu fuerza es mayor y logras hacer cosas que antes no eran posibles. Esto es solo el comienzo, haremos más entrenamientos parecidos. Sobre todo nos centraremos en la fuerza y la velocidad, que son esenciales a la hora de realizar con precisión nuestros jutsus. Por hoy está bien de fuerza, pero podrás acabar logrando grandes cosas.
Como demostración de lo que acababa de decirle, me puse al lado del árbol. Ese era más grande y cuidado que el anterior que le lancé de primera lección. Le propiné una patada, calculadora y firme, que lo partió e hizo caer contra el suelo.
- ¿Ves? Yo puedo romper árboles. Tanto con puñetazos como con patadas, mientras tengas un buen control físico dará igual con qué des el golpe. Dentro de poco, también destrozaré rocas. Si lo haces bien y te comprometes a entrenar, conseguirás todo esto.
El chico estaba realmente emocionado, incluso saltaba feliz para celebrar sus progresos. Me gustaba esa actitud, contento consigo mismo y con las cosas que iba aprendiendo. Me mojó un poco con el agua que aún quedaba en su pelo, pero tampoco me importó. Limpié las gotas de mi rostro y le paré cuando fue a coger chocolate. Era más que normal que quisiera celebrarlo, pero lo dejaríamos para después.
- No se debe entrenar con el estómago vacío y es una de las razones por las que anteriormente te ofrecí comida, pero tampoco tomes alimentos entre medias o te sentará mal, lo dejaremos para el final. Ahora continuaremos con tu entrenamiento. La paciencia se ve recompensada.
Realicé una pequeña pausa, no quería ser aguafiestas pero Ikki debía respetar mis decisiones y ver que lo que hacía era por su bien. Al fin y al cabo, en cuanto accedía a que fuera su maestra, se sometía a mi propio criterio. Realicé un sello con ambas manos, y un clon se creó a mi lado. Me miró un momento, a mí, su creadora, y después pasó a reconocer el entorno. Se notaba que pensaba por su cuenta, aunque era igual a mí. Hice un gesto con la mano derecha abierta, mostrándole la nueva herramienta de trabajo, y procedí a explicarle lo que realizaríamos a continuación.
- Este es un clon mío que nos servirá para el siguiente entrenamiento. Voy a enseñarte una técnica Katon y después tendrás que realizarla hasta que te salga. Cuando la tengas controlara atacarás al clon, que esperará tu ataque. Se desvanecerá al menor golpe, pero no te preocupes por eso. Atento.
Me separé un par de metros del clon, dos siendo exactos, mientras que estaba a 5 de mi alumno. En el caso de que hubiera querido acortarlos, no me habría moelstado, lo que a él fuera a resultarle más cómodo. Me concentré en aplicar algo de chakra a mi mano, para subir la temperatura de esta, lo que a simple vista no quedaba demasiado claro. Por si quedaba alguna duda, toqué el trozo de tronco que antes había dañado, y en este se vieron visibles quemaduras. Después volví a mi posición anterior.
- Esta es una técnica Katon bastante básica que te puede ser útil para combinar el elemento con jutsus de clan, al causar daños tanto en quemaduras como golpes físicos. Se llama Golpe Ardiente. Tienes que concentrarte en el propio fluyo de tu chakra y aplicarlo en una extremidad, la que desees, aunque lo más probable es que primero las manos sean más fáciles. Aumentarás el calor y harás daño. Bien, cuando lo tengas listo, ataca a mi clon.
Esperé a ver como lo hacía, mientras que mi clon le miraba con gesto decidido, decidido a aceptar su golpe y que aprendiera este jutsu.
- Técnica enseñada:
Katon: Hiken
Elemento Fuego: Golpe Ardiente
Requisitos: ninguno
Tipo: Taijutsu
Condición: ofensiva
Rango: D
Daño: 18 PV
Chakra: 9 Chakra
Descripción: el Ninja acumula Chakra de fuego en cualquiera de sus extremidades, aumentando de ese modo la temperatura de dicha extremidad y causando quemaduras al enemigo al golpearle.
- Acciones:
17-Kage Bunshin no Jutsu
Técnica de Multiplicación de Sombras
Requisitos: un sello con ambas manos
Tipo: Ninjutsu
Condición: suplementaria
Rango: B
Daño: los ataques de los clones quitan un cuarto de los del usuario
Chakra: 12 Chakra por clon (máximo 15 clones)
Descripción: ésta técnica crea clones del Ninja usuario, pero no se trata de ilusiones. Son imágenes sólidas que piensas, actúan y son capaces de interactuar con el medio, aunque se desvanecer al menor golpe.
Katon: Hiken
Elemento Fuego: Golpe Ardiente
Requisitos: ninguno
Tipo: Taijutsu
Condición: ofensiva
Rango: D
Daño: 18 PV
Chakra: 9 Chakra
Descripción: el Ninja acumula Chakra de fuego en cualquiera de sus extremidades, aumentando de ese modo la temperatura de dicha extremidad y causando quemaduras al enemigo al golpearle.
- Gastos y daño:
Sonzu:
Pck: 745 - 30 - 9= 706
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Re: Ikki y su viaje
Me di cuenta algo mas alla del clan, de sonzu de mi veia el taijutsu en general estaba incomprendido y yo iba a conseguir que fuera mas valorado estaba oculto tras el ninjutus y el genjutsu y no me parecía nada justo somos lo mejor e iba a conseguir demostrarlo, sentía a cada segundo el fuego de mis venas que se expandía hasta mis puños desde el fondo del corazón, cada segundo mi pasión aumentaba y esto hacia que el calor de mis venas aumentara lentamente hasta que poco a poco en mis brazos empezaron a arder cosa que me extraño pero no me termino de confundir le di varios golpes al aire para ir estirando y calentándome preparándome para dar el golpe de orgullo y fuego fui rápidamente a golpear el objetivo.
El tiempo pasaba lentamente podía recordar a cada instante las sonrisas de aprobación que había tenido a lo largo de la vida y solo vi dos la de mi examinador siryumaru hozuki un espadachín de la niebla, me sorprendió mucho durante el examen pues tuvo una gran piedad conmigo aprobandome y también reconrde a sonzu mi maestra que estaba siendo extremadamente benevolente conmigo cada vez que metia la pataera buena persona y yo siempre lo recompensaría conando porfin estuve al lado del objetivo para golpearle me quede paralizado no sabia que hacer el tiempo se detuve entonces dos voces en mi interior surgieron.
-Vamos golpea usa ese poder para conseguir lo que quieras-
Eso me dejo perplejo pero era yo mi voz era un gran problema pues no sabia que hacer pero iba a golpear por el poder pero entonces surgió otra voz.
-No te escuches asi tu tienes que conseguir poder pero no para conseguir lo que quieras si no que para reconstruir el clan-
Eran dos cosas que me parecían increíbles los dos era yo pero uno era egoísta y el otro no se iba muy lejos solo pensaba en el clan perdido.
Solo por los ojos era una frase que había oído demasiadas veces como para no olvidarlo era una frase que detestaba pues esa simpre frase había avabado con casi toda mi familia que ahora con las gentes que conozco se reducia a sonzu pues no conocía a nadie mas del clan y entonces a nadie mas que pudiera llamar familia lo único que sabia era la tumba de mi madre en la isla de la diosa me gustaba ir a verla pero no podría mirarla a los ojos en la vida pues se los arrancaron solo por los ojos.
Al recordar esa frase el fuego que tenia en los frazos se avivo y golpee a la copia todo lo fuerte que pude y mas y no me arrepiento de ese golpe en ningún momento me descontrole en onos breves segundos mi sonrisa se marchito y despus de golpear cai al suelo de rodillas y repeti la frase que me había vuelto loco.
-Solo por sus ojos, por eso la mataron por eso soy quien soy-
Mi alma no podía mas a cada palabra a cada segundo solo recordaba como le sacaban los ojos a mi madre…
Yo lo vi y cada dia amanezco en ese punto es mas el pequeño ikki no era otro que mi cuervo en la infancia que se escapo se lo daba a mi madre para que lo besara pero entonces llegaron los desgraciados asesinos y mataron a mi madre y mi padre hullo como un cobarde abandonándome a mi suerte corri y corri hacia kiri y una vez allí rece y rece poco mas tardes esos asesinos pasaron por las puertas con los ojos de mi madre puestos conseguiría la fuerza para vengarme y recuperar los ojos de mi madre.
El tiempo pasaba lentamente podía recordar a cada instante las sonrisas de aprobación que había tenido a lo largo de la vida y solo vi dos la de mi examinador siryumaru hozuki un espadachín de la niebla, me sorprendió mucho durante el examen pues tuvo una gran piedad conmigo aprobandome y también reconrde a sonzu mi maestra que estaba siendo extremadamente benevolente conmigo cada vez que metia la pataera buena persona y yo siempre lo recompensaría conando porfin estuve al lado del objetivo para golpearle me quede paralizado no sabia que hacer el tiempo se detuve entonces dos voces en mi interior surgieron.
-Vamos golpea usa ese poder para conseguir lo que quieras-
Eso me dejo perplejo pero era yo mi voz era un gran problema pues no sabia que hacer pero iba a golpear por el poder pero entonces surgió otra voz.
-No te escuches asi tu tienes que conseguir poder pero no para conseguir lo que quieras si no que para reconstruir el clan-
Eran dos cosas que me parecían increíbles los dos era yo pero uno era egoísta y el otro no se iba muy lejos solo pensaba en el clan perdido.
Solo por los ojos era una frase que había oído demasiadas veces como para no olvidarlo era una frase que detestaba pues esa simpre frase había avabado con casi toda mi familia que ahora con las gentes que conozco se reducia a sonzu pues no conocía a nadie mas del clan y entonces a nadie mas que pudiera llamar familia lo único que sabia era la tumba de mi madre en la isla de la diosa me gustaba ir a verla pero no podría mirarla a los ojos en la vida pues se los arrancaron solo por los ojos.
Al recordar esa frase el fuego que tenia en los frazos se avivo y golpee a la copia todo lo fuerte que pude y mas y no me arrepiento de ese golpe en ningún momento me descontrole en onos breves segundos mi sonrisa se marchito y despus de golpear cai al suelo de rodillas y repeti la frase que me había vuelto loco.
-Solo por sus ojos, por eso la mataron por eso soy quien soy-
Mi alma no podía mas a cada palabra a cada segundo solo recordaba como le sacaban los ojos a mi madre…
Yo lo vi y cada dia amanezco en ese punto es mas el pequeño ikki no era otro que mi cuervo en la infancia que se escapo se lo daba a mi madre para que lo besara pero entonces llegaron los desgraciados asesinos y mataron a mi madre y mi padre hullo como un cobarde abandonándome a mi suerte corri y corri hacia kiri y una vez allí rece y rece poco mas tardes esos asesinos pasaron por las puertas con los ojos de mi madre puestos conseguiría la fuerza para vengarme y recuperar los ojos de mi madre.
- Spoiler:
- Katon: Hiken
Elemento Fuego: Golpe Ardiente
Requisitos: ninguno
Tipo: Taijutsu
Condición: ofensiva
Rango: D
Daño: 18 PV
Chakra: 9 Chakra
Descripción: el Ninja acumula Chakra de fuego en cualquiera de sus extremidades, aumentando de ese modo la temperatura de dicha extremidad y causando quemaduras al enemigo al golpearle
- Spoiler:
- PV (Puntos de vida) : 65
- PC (Puntos de Chakra) : 55-9=46
- Atributos:
- ATRIBUTOS:
- Fuerza (FUE) : 25
- Inteligencia (INT) : 15
- Velocidad (VEL) : 20
- Control del Chackra (CCK) : 20
- Resistencia (RES) : 20
STATS:
- PV (Puntos de vida) : 65
- PC (Puntos de Chakra) : 55
PODER DE JUTSUS:
- Ninjutsu:6
- Taijutsu:3
- Genjutsu:1
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Re: Ikki y su viaje
El chico comenzó a concentrarse, me era fácil notar la temperatura de su cuerpo, aunque no fuera un cambio muy brusco el calor que desprendía su puño aumentaba. Estaba acostumbrada a ver los propios cambios en mí y por ello si me fijaba bastante podía apreciarlo, en otro momento donde mis sentidos fueran más precisados quizás me pasaría desapercibido, pero no era el caso. Comenzó lanzando puñetazos al aire, como primera prueba, que recibí con un gesto de aprobación por mi parte. Seguidamente fue hacia mi clon, que se encontraba con los brazos sueltos en ambos lados del tronco y la pierna derecha ligeramente adelantada, su rostro también mostraba aprobación, y me sorprendía cuanto se parecía a mí... Desde luego la técnica funcionaba bien. Se paró unos instantes delante suya, lo que no tomé mal ni me desesperé, quería que lo hiciera lo mejor posible y se tomara su tiempo para hacer las cosas. Hacerlo deprisa y corriendo no serviría de nada, lo mejor era concentrarse bien para realizarlo correctamente. Ya que había accedido a ser su maestra, lo mínimo que esperaba de él es que pudiera estar a la altura de los entrenamientos.
Cuando tuve que ir de Kirigakure a Iwagakure, nadie me ayudó. Tuve que sobrevivir sola, se lo tendría que enseñar a Ikki en algún momento, pero si había permanecido en condiciones pobres durante tanto tiempo no creía que fuera el mejor momento para hacerle enfrentarse a situaciones duras de nuevo. Para afrontar nuevas situaciones es preferible enterrar los fantasmas del pasado antes. Siempre intentaba actuar de manera que no me arrepintiera de mis acciones, así podía dormir por las noches y no venían a mí los remordimientos. Y si hacía algo mal, procuraba arreglarlo de la mejor manera posible. A veces era complicado, pues no era yo la única que habitaba en ese cuerpo, y a pesar de que controlaba bastante bien a los otros dos seres, pues había invertido mi tiempo y paciencia en ello, temía que alguna vez Kinder hubiera salido para hacer cosas indebidas...
Me vi reflejada en aquella copia y me pregunté si no temía a la muerte... Aunque fuera una tontería, podía pensar y actuar. Pero por mis explicaciones se quedó quieta a asumir su destino, hasta que Ikki le propinó un golpe y se desvaneció en nada. Dirigí una mirada de aprobación al chico, dudé que la viera, pues después de dar el golpe se derrumbó con una expresión totalmente distinta a la que había tenido anteriormente. Me acerqué lentamente a él, estaba bastante cerca, a tan solo unos metros, y podría haber corrido para estar instantáneamente... Aparecer de forma brusca no me pareció buena acción, así que cuando estuve a su lado tras unos pasitos, le coloqué una mano en el hombro y le hablé como si sus palabras hubieran llegado a mi corazón... En verdad era así. A mi padre también le mataron por sus ojos, y por ello era así.
- Todo camino tiene sus cambios, aunque algunos sean bruscos y nos duelan. Poco a poco se va formando la persona que seremos en un futuro, y que cierta gente se comporten de forma inadecuada pensando solo en sus intereses y haciendo daño no significa que por ello tengas que albergar tanto rencor y odio en tu corazón.
Le hablé de forma suave pero directa, no pude evitar que se me hiciera un nudo en la gargante, que aproveché en hacer una leve pausa. Cuando segundos después me encontré mejor, apreté ligeramente su hombro, intentandole transmitir fuerzas, y le hablé de forma más animada.
- Así que levántate, muchacho. No he acabado con tu entrenamiento. Tienes que entrenar para ser fuerte y no decepcionar a las personas que pongan fe en ti. Y sobre todo... Para no decepcionarte a ti mismo.
Tras ello le tendería la mano, y si él la cogiera, le ayudaría a levantarse, a la vez que una sonrisa enmarcaba mi rostro. Me colocaría a unos dos metros de él y procedería a enseñarle la siguiente técnica, la danza de las sombras.
- La técnica que te voy a enseñar va a ser la segunda y la última. Puedes usarla hasta a 5 metros de distancia con el enemigo, pero ten cuidado, porque si es más veloz que tú, te verá. Aún así es muy útil para pillar por sorpresa, espero que la uses bien. Presta atención a los sellos que realizo.
Cuando dije eso, hice un sello con ambas manos, no muy rápido para que Ikki pudiera apreciarlo, y aparecí al instante detrás de su espalda. Le dí un toque suave con el dedo para que se girara y salté hacia atrás hasta separarme tres metros de él.
- Bien, ahora quiero que la realices tú y a la vez intentes golpearme. No te preocupes si no lo consigues, quiero ver como reacciones. Te espero.
Cuando terminé de decírselo, pestañeé un momento y se pudo ver como las venas de mis ojos se hacían más notables. Una de las ventajas de ser Jounnin era que podía activar mi Byakugan sin hacer ningún tipo de sellos, así era más sencillo. Adelanté una de mis piernas, y adopté una posición defensiva. Ya solo quedaba que él me demostrara que podía hacer.
Cuando tuve que ir de Kirigakure a Iwagakure, nadie me ayudó. Tuve que sobrevivir sola, se lo tendría que enseñar a Ikki en algún momento, pero si había permanecido en condiciones pobres durante tanto tiempo no creía que fuera el mejor momento para hacerle enfrentarse a situaciones duras de nuevo. Para afrontar nuevas situaciones es preferible enterrar los fantasmas del pasado antes. Siempre intentaba actuar de manera que no me arrepintiera de mis acciones, así podía dormir por las noches y no venían a mí los remordimientos. Y si hacía algo mal, procuraba arreglarlo de la mejor manera posible. A veces era complicado, pues no era yo la única que habitaba en ese cuerpo, y a pesar de que controlaba bastante bien a los otros dos seres, pues había invertido mi tiempo y paciencia en ello, temía que alguna vez Kinder hubiera salido para hacer cosas indebidas...
Me vi reflejada en aquella copia y me pregunté si no temía a la muerte... Aunque fuera una tontería, podía pensar y actuar. Pero por mis explicaciones se quedó quieta a asumir su destino, hasta que Ikki le propinó un golpe y se desvaneció en nada. Dirigí una mirada de aprobación al chico, dudé que la viera, pues después de dar el golpe se derrumbó con una expresión totalmente distinta a la que había tenido anteriormente. Me acerqué lentamente a él, estaba bastante cerca, a tan solo unos metros, y podría haber corrido para estar instantáneamente... Aparecer de forma brusca no me pareció buena acción, así que cuando estuve a su lado tras unos pasitos, le coloqué una mano en el hombro y le hablé como si sus palabras hubieran llegado a mi corazón... En verdad era así. A mi padre también le mataron por sus ojos, y por ello era así.
- Todo camino tiene sus cambios, aunque algunos sean bruscos y nos duelan. Poco a poco se va formando la persona que seremos en un futuro, y que cierta gente se comporten de forma inadecuada pensando solo en sus intereses y haciendo daño no significa que por ello tengas que albergar tanto rencor y odio en tu corazón.
Le hablé de forma suave pero directa, no pude evitar que se me hiciera un nudo en la gargante, que aproveché en hacer una leve pausa. Cuando segundos después me encontré mejor, apreté ligeramente su hombro, intentandole transmitir fuerzas, y le hablé de forma más animada.
- Así que levántate, muchacho. No he acabado con tu entrenamiento. Tienes que entrenar para ser fuerte y no decepcionar a las personas que pongan fe en ti. Y sobre todo... Para no decepcionarte a ti mismo.
Tras ello le tendería la mano, y si él la cogiera, le ayudaría a levantarse, a la vez que una sonrisa enmarcaba mi rostro. Me colocaría a unos dos metros de él y procedería a enseñarle la siguiente técnica, la danza de las sombras.
- La técnica que te voy a enseñar va a ser la segunda y la última. Puedes usarla hasta a 5 metros de distancia con el enemigo, pero ten cuidado, porque si es más veloz que tú, te verá. Aún así es muy útil para pillar por sorpresa, espero que la uses bien. Presta atención a los sellos que realizo.
Cuando dije eso, hice un sello con ambas manos, no muy rápido para que Ikki pudiera apreciarlo, y aparecí al instante detrás de su espalda. Le dí un toque suave con el dedo para que se girara y salté hacia atrás hasta separarme tres metros de él.
- Bien, ahora quiero que la realices tú y a la vez intentes golpearme. No te preocupes si no lo consigues, quiero ver como reacciones. Te espero.
Cuando terminé de decírselo, pestañeé un momento y se pudo ver como las venas de mis ojos se hacían más notables. Una de las ventajas de ser Jounnin era que podía activar mi Byakugan sin hacer ningún tipo de sellos, así era más sencillo. Adelanté una de mis piernas, y adopté una posición defensiva. Ya solo quedaba que él me demostrara que podía hacer.
- Técnica enseñada:
6-Kage Buyou
Danza de las Sombras
Requisitos: Estar a 5 o menos metros del enemigo / Realizar sellos con ambas manos.
Tipo: Taijutsu
Condición: suplementaria
Rango: D
Efecto: Te mueves hasta la espalda del enemigo.
Chakra: 15 Chakra. Máximo 2 veces por combate.
Descripción: una técnica para atacar por sorpresa, permite al usuario moverse a tanta velocidad que parece que se ha teletransportado hasta la espalda del enemigo. Un oponente de mayor o igual VEL a la del usuario podrá notar el movimiento e incluso oír la aparición. No se puede utilizar ésta técnica en el aire, ya que es un movimiento rápido, no te teletransporta directamente.
- Acciones:
6-Kage Buyou
Danza de las Sombras
Requisitos: Estar a 5 o menos metros del enemigo / Realizar sellos con ambas manos.
Tipo: Taijutsu
Condición: suplementaria
Rango: D
Efecto: Te mueves hasta la espalda del enemigo.
Chakra: 15 Chakra. Máximo 2 veces por combate.
Descripción: una técnica para atacar por sorpresa, permite al usuario moverse a tanta velocidad que parece que se ha teletransportado hasta la espalda del enemigo. Un oponente de mayor o igual VEL a la del usuario podrá notar el movimiento e incluso oír la aparición. No se puede utilizar ésta técnica en el aire, ya que es un movimiento rápido, no te teletransporta directamente.
Byakugan
Ojo Blanco
Requisitos: sellos con ambas manos (Genin), un sello (Chunnin), nada (de Jounin en adelante)
Tipo: Doujutsu
Condición: suplementaria
Rango: D
Efecto:
-defiende un 15% del Ninjutsu y Taijutsu
- otorga un campo de visión de 360º hasta 50 metros.
-visión telescópica (enfoque)
-a través de los objetos
-Puede ver con precisicion el flujo de chacra
Chakra: 8 Chakra + 2 Chakra por turno
Descripción: la característica técnica ocular del clan Hyuga, desactivada muestra un iris totalmente blanco, sin ni siquiera pupila. Al activarse todas las venas del iris y de alrededor del ojo quedan totalmente marcadas. Otorga un campo de visión de 360o, visión telescópica y a través de los objetos y la capacidad de ver el Chakra.
- Gastos y daños:
Sonzu:
706 - (8+15) = 683
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Re: Ikki y su viaje
- Off:
Tras más de un mes sin postear, salto a Ikki, y uso sus acciones.
Aunque no sé si volverá a pasarse por aquí, dejo los entrenamientos que tenía hechos él para que se le pongan, los míos me los edito en mi ficha.
- Entrenamientos de Ikki:
[+100] a fuerza.
Katon: Hiken
Elemento Fuego: Golpe Ardiente
Requisitos: ninguno
Tipo: Taijutsu
Condición: ofensiva
Rango: D
Daño: 18 PV
Chakra: 9 Chakra
Descripción: el Ninja acumula Chakra de fuego en cualquiera de sus extremidades, aumentando de ese modo la temperatura de dicha extremidad y causando quemaduras al enemigo al golpearle.
Palabras requeridas: 1000 + 600 (entrenamiento con sensei) = 1600
Palabras que escribió: 2466
Experiencia gastada: 20 exp.
- Aprendizajes míos:
Katon: Dai Faiabādo
Elemento Fuego: Gran Ave de Fuego
Requisitos: un sello con ambas manos
Tipo: Ninjutsu
Condición: ofensiva
Rango: B
Daño: 70 PV
Chakra: 35 Chakra
Descripción: básicamente una versión más grande y potente del Katon: Endan, solo que en esta ocasión el ninja lanza una llamarada en forma de pájaro que puede perseguir levemente al enemigo, pudiendo maniobrar durante un tiempo(1 turno)
Chakra Uranau Inaka
Campo de Adivinación de Chakra
Requisitos: Byakugan
Tipo: Ninjutsu
Condición: suplementaria
Rango: B
Efecto: detectas cualquier interrupción del campo de Chakra (3 turnos, 2 usos)
Chakra: 35 Chakra
Descripción: el Hyuga expulsa a su alrededor una gran cantidad de Chakra para formar un globo de unos 20 metros de extensión. Si bien éste campo de Chakra no le defiende realmente, el Hyuga es capaz de, combinándolo con su Byakugan, detectar cualquier interrupción del campo de Chakra, ya sea el propio enemigo o proyectiles, detectando su dirección, fuerza y velocidad. Mientras use ésta técnica, es bastante complicado alcanzar al Hyuga con un ataque.
Sanjuu Tenketsu
Treinta Puntos de Chakra
Requisitos: Byakugan
Tipo: Taijutsu
Condición: ofensiva/suplementaria
Rango: B
Daño: 60 Chakra
Chakra: 30 Chakra
Descripción: usando su Byakugan para ver el sistema de Chakra del cuerpo del enemigo, el Hyuga golpea treinta puntos de Chakra o Tenketsus del cuerpo del enemigo, reduciendo la cantidad de Chakra que posee.
Doton: Iwa Nadare
Elemento Tierra: Avalancha de Rocas
Requisitos: un sello con ambas manos
Tipo: Ninjutsu
Condición: ofensiva
Rango: B
Daño: 80 PV
Chakra: 40 Chakra
Descripción: mediante esta técnica el Ninja envía una onda sísmica desde sus manos, en un radio de 30 metros, que provoca que grandes rocas se desprendan de las paredes y el techo de la zona en la que está luchando y caigan sobre el enemigo.
Palabras escritas: 6450
Palabras requeridas: 3200
Al haber hecho el doble de palabras en las cuatro técnicas, me cuestan la mitad de exp.
Exp requerida: 40 x 3 = 120
(la del ave de fuego ya estaba descontada)
Al parecer no iba a poder enseñarle a mi alumno la segunda técnica que tenía pensada, con palabras rápidas Ikki me comunicó que tenía que irse de nuevo pues se le había hecho más tarde de lo que esperaba. La situación me disgusta un tanto, ya que me hubiera gustado seguir entrenando con él para preparle mejor ante los posibles peligros que le acecharan por el mundo. Pocas veces me había logrado encontrar con alguien de mi clan, en cierto modo tenía que ser divertido entrenar con un maestro, como mi padre hacía conmigo cuando era una niña; y quería darle aquello que yo no había tenido.
Tampoco era hora de ponerse melancólica, yo no podía quedarme atrás con mis tareas y debía entrenar jutsus también para permanecer al día. Ya había conseguido dominar el ave de fuego, cuyas llamas habían abrasado mi piel de las primeras veces en intentar usar el jutsu.
Dejé posar mis ojos un momento buscando el Sol, que ya comenzaba a ocultarse tras un duro día alumbrándonos a todos. Algunos puntos de luz ya brillaban en el cielo, dejándose ver con su precioso traje de gala nocturna. Antes de que volviera a bajar la vista para seguir concentrada, había cambiado, y esta vez mis ojos volvían a mostrarme los alrededores y las venas de los mismos quedaban visiblemente más marcadas.
No tenía ganas de que nada ni nadie me molestara, así que con simpleza decidí mejorar eso y hacerlo realidad con una técnica de mi clan. Si había activado el Byakugan, no era por presumir, y aunque me gustara permanecer alerta era más útil si aprendía alguna cosa mientras. Comencé a expulsar una gran cantidad de chakra a mi alrededor, cerrando los ojos como mera costumbre, adoptando una meditación más fuerte de la que solía tener. De forma lenta pero progresiva, pude notar el globo de chakra que se iba extendiendo en un círculo donde yo era el medio. Fue avanzando metros hasta tener un radio de diez, con un diámetro de veinte. Suspiré debido al esfuerzo y volví a abrir los ojos, mirando con ojos cansados mi creación. Pronto se formó una sonrisa satisfactoria en mi rostro y me dirigí hacia uno de los árboles secos que había por el camino, dentro de mi cúpula de chakra.
Ya tenía una de las pendientes, estaba un escalón más adelantada para lograr mi objetivo. Cercana a mi posición, había una pared de piedra que iba desde la cascada hasta esconderse por el espeso bosque. Seguramente era uno de los mejores lugares donde podría entrenar, pues estar en contacto con mi elemento tierra me serviría para manejarlo de forma más satisfactoria.
Hice un sello con ambas manos y las posé en un fuerte impacto contra el suelo, haciendo que enviaran una onda sísimica por el terreno a una distancia no mayor de 30 metros. El resultado fue ideal, poniendo a prueba tanto el campo de chakra como la avalancha que había creado. Empecé a notar los trozos de piedra que caían en el globo, y mientras entraban podía saber su trayectoria, velocidad y fuerza. Perfecto.
Una de ellas empezó a caer por encima de mi cabeza, y la golpeé numerosas veces, pude contar treinta. Sabía que la técnica que había utilizado consistía en reducir la cantidad de chakra, pero fue la primera que cruzó mi mente y tuve el tiempo justo para reaccionar. Aunque no he hecho la roca añicos como con otras cosas habría sucedido, me he librado de la mayoría del golpe, y parece que van a dejar de caer piedras.
La cúpula se fue debilitando lentamente hasta dejar de ser servible, solo entonces desactivé el Byakugan. Después de todo estaba cansada, tenía unas ganas locas de volver y darme un baño calentito en casa. Que descanso para el cuerpo...
Sonzu~- Imperatrix de Kiri
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Re: Ikki y su viaje
Revisado. Que cierre Shika. Ikki gasta mitad de xp, por doble palabras.
Suiryumaru Hozuki- Ex Kage Kiri
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Re: Ikki y su viaje
Lo cierro.
Shika- Kage Konoha
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