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Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Estoy a punto de volver a hacer que entre en mi cuando tras decir que me devolverá lo que le he dado cambia de postura y se pone encima mía. Hace lo que más deseo en estos momentos, besarme, y yo le respondo introduciendo la lengua dentro de su boca. Tengo ganas de volver a sentirle como ayer, de hacerle completamente mío, de sentirle completamente dentro de mí, de fundirnos en un solo ser mientras practicamos aquel ejercicio que me lleva al paraíso y hace que me sienta por encima del cielo. Me abro de piernas invitándole a entrar en mi y, aunque todavía no hemos hecho nada, estoy completamente mojada y lista para recibirle.
Comienza lento, sus movimientos están cargados de pasión y lujuria pero en él esta vez predomina la dulzura, esta vez lo hacemos no como dos amantes escondidos sino como dos enamorados que no les da miedo las consecuencias de demostrar su cariño. Me abro más para que entre y arqueo la espalda para que entre mejor mientras me muevo al compás de sus movimientos. No puedo evitarlo, comienzo a gemir mientras mis manos se pasean lentas pos su espalda masajeando todos sus músculos tensos por el esfuerzo de nuestra unión.
- Ojala pudiéramos estar así para toda la vida - Le digo al oído mientras comienzo a morderle el cuello, paseo mi lengua por el lentamente, con dulzura y cariño, como esta siendo nuestro acto sexual en este momento. Acto seguido le beso utilizando la lengua como método para sentir el interior de su boca un poco mejor, paso la lengua por sus colmillos. Me encantaría sentirlos en mi cuello, así que saco la lengua de dentro de el y estiro la cabeza ladeandola para que quede una imagen completa de mi cuello como primer plano de su mirada - Muérdeme, quiero sentir tus colmillos en mi
Comienza lento, sus movimientos están cargados de pasión y lujuria pero en él esta vez predomina la dulzura, esta vez lo hacemos no como dos amantes escondidos sino como dos enamorados que no les da miedo las consecuencias de demostrar su cariño. Me abro más para que entre y arqueo la espalda para que entre mejor mientras me muevo al compás de sus movimientos. No puedo evitarlo, comienzo a gemir mientras mis manos se pasean lentas pos su espalda masajeando todos sus músculos tensos por el esfuerzo de nuestra unión.
- Ojala pudiéramos estar así para toda la vida - Le digo al oído mientras comienzo a morderle el cuello, paseo mi lengua por el lentamente, con dulzura y cariño, como esta siendo nuestro acto sexual en este momento. Acto seguido le beso utilizando la lengua como método para sentir el interior de su boca un poco mejor, paso la lengua por sus colmillos. Me encantaría sentirlos en mi cuello, así que saco la lengua de dentro de el y estiro la cabeza ladeandola para que quede una imagen completa de mi cuello como primer plano de su mirada - Muérdeme, quiero sentir tus colmillos en mi
katnisseverdeen- Chunin Suna
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Mis movimientos son mucho más lentos que la última vez, y no por cansancio, pues he dormido de una forma que me dejaría correr cien mil leguas, si no purque quiero demorar el momento del final hasta el mayor tiempo posible, no sin ello reducir el placer que sienta mi amada, mi amante, mi amor. Solo los que se aman tanto pueden sentir así, con el enorme calor que sobrepasa mi pecho, y es que no es solo un calor producido por la excitación del momento, también tengo taquicardias, se me comprime y aplasta a la vez el corazón, está claro que es un amor del que jamás me podré librar.
Del que me podré librar, como si quisiera librarme de ello, esto es lo mejor que me ha pasado jamás, nunca creí que pudiera bendecir tanto un país, desear tanto que la lluvia me haya hecho tan feliz como lo ha hecho. Primero Choumei, cuna y fuente del poder, ahora ella. Amor y fuerza unidos en un solo sitio, un santuario y templo de mi devoción. Tendré que visitarlo más frecuentemente, eso está claro.
Los movimientos de mis caderas se ven acompasados a los suyos, sabemos como debemos hacerlo para sentirnos en el cielo, a pesar de que somos completos novatos en este arte amatorio. Somos el uno para el otro, y no hay más que decir. Si tantas cosas no lo demuestran, que no lo hará. Me besa de mil formas, en mil lugares. Su lengua, ese pequeño músculo que he provoca sensaciones extasiantes, visita cada lugar de mi anatomía, provocándome ya varias ganas de explotar por dentro, en orgasmos gigantescos.
Ahora, se pasa por mis colmillos de nuevo. Parece que ella nunca ha visto a un kiriano, o no muchos en su vida. Le sorprenden, los acaricia cada poco tiempo, usando esa preciada lengua de antes para ello. Acto seguido, me deja ver su cuello. Es una visión preciosa de ella. Me introduzco totalmente en ella, una y otra vez. Saliendo y entrando, jadeo con cada movimiento. Oigo sus gemidos, quiero hacer que se sienta como nunca, mejorar cada vez, que llegue al climax una y otra vez. Que las siete trompetas de los arcángeles del apocalipsis suenen, que las trombas del infierno se desaten, que toda ella llegue a un brutal orgasmo, junto a mí, y ser uno por toda la eternidad.
Ahora mismo, mi amor.
Espera un momento, yo no he dicho eso. Mis grisáceos ojos se clavan en su pecho, y lo acarician suavemente, pero yo no soy quien lo comanda. Abro la boca, y me acerco cada vez más a ella, segundo a segundo, golpe a golpe de cadera.
Justo antes de morderla, consigo recuperar el control de la situación, haciendo que mis ojos vuelvan al color violeta original.
Se puede saber que estás haciendo?
Casi lo consigo, rey de los mariquitas. Ya veo que puedo controlarte por segundos, pero no sacar chakra. Solo es cuestión de tiempo, el sello se seguirá debilitando poco a poco, y entonces, yo saldré. Hasta entonces, disfruta de tu puta, disfruta. Que ya volveré.
Choumei se da la vuelta, y desaparece en la oscuridad de su celda, para no hablar más. No me importa, ahora es momento de morderla como me ha pedido. La muerdo, ligeramente, sin hacerla daño, teniendo mucho cuidado de que no se le claven los colmillos mucho, con mucho miedo. Tengo miedo de que Katniss sufra, da igual de que forma, solo quiero que no tenga miedo, que sea feliz entre mis brazos, que sea mia para siempre.
Y quien nos impide estar asi por siempre? Yo no tengo pensado moverme de aquí en una temporadita.
Tras darle ese pequeño mordisco, la vuelvo a besar, introduciendo su lengua en ella otra vez. Quiero que su tacto me de ese placer de nuevo, sabiendo que no será mucho el tiempo hasta que volvamos a acabar tumbados, sin aire, y descansando de la paliza física a la nos sometemos amándonos.
Del que me podré librar, como si quisiera librarme de ello, esto es lo mejor que me ha pasado jamás, nunca creí que pudiera bendecir tanto un país, desear tanto que la lluvia me haya hecho tan feliz como lo ha hecho. Primero Choumei, cuna y fuente del poder, ahora ella. Amor y fuerza unidos en un solo sitio, un santuario y templo de mi devoción. Tendré que visitarlo más frecuentemente, eso está claro.
Los movimientos de mis caderas se ven acompasados a los suyos, sabemos como debemos hacerlo para sentirnos en el cielo, a pesar de que somos completos novatos en este arte amatorio. Somos el uno para el otro, y no hay más que decir. Si tantas cosas no lo demuestran, que no lo hará. Me besa de mil formas, en mil lugares. Su lengua, ese pequeño músculo que he provoca sensaciones extasiantes, visita cada lugar de mi anatomía, provocándome ya varias ganas de explotar por dentro, en orgasmos gigantescos.
Ahora, se pasa por mis colmillos de nuevo. Parece que ella nunca ha visto a un kiriano, o no muchos en su vida. Le sorprenden, los acaricia cada poco tiempo, usando esa preciada lengua de antes para ello. Acto seguido, me deja ver su cuello. Es una visión preciosa de ella. Me introduzco totalmente en ella, una y otra vez. Saliendo y entrando, jadeo con cada movimiento. Oigo sus gemidos, quiero hacer que se sienta como nunca, mejorar cada vez, que llegue al climax una y otra vez. Que las siete trompetas de los arcángeles del apocalipsis suenen, que las trombas del infierno se desaten, que toda ella llegue a un brutal orgasmo, junto a mí, y ser uno por toda la eternidad.
Ahora mismo, mi amor.
Espera un momento, yo no he dicho eso. Mis grisáceos ojos se clavan en su pecho, y lo acarician suavemente, pero yo no soy quien lo comanda. Abro la boca, y me acerco cada vez más a ella, segundo a segundo, golpe a golpe de cadera.
Justo antes de morderla, consigo recuperar el control de la situación, haciendo que mis ojos vuelvan al color violeta original.
Se puede saber que estás haciendo?
Casi lo consigo, rey de los mariquitas. Ya veo que puedo controlarte por segundos, pero no sacar chakra. Solo es cuestión de tiempo, el sello se seguirá debilitando poco a poco, y entonces, yo saldré. Hasta entonces, disfruta de tu puta, disfruta. Que ya volveré.
Choumei se da la vuelta, y desaparece en la oscuridad de su celda, para no hablar más. No me importa, ahora es momento de morderla como me ha pedido. La muerdo, ligeramente, sin hacerla daño, teniendo mucho cuidado de que no se le claven los colmillos mucho, con mucho miedo. Tengo miedo de que Katniss sufra, da igual de que forma, solo quiero que no tenga miedo, que sea feliz entre mis brazos, que sea mia para siempre.
Y quien nos impide estar asi por siempre? Yo no tengo pensado moverme de aquí en una temporadita.
Tras darle ese pequeño mordisco, la vuelvo a besar, introduciendo su lengua en ella otra vez. Quiero que su tacto me de ese placer de nuevo, sabiendo que no será mucho el tiempo hasta que volvamos a acabar tumbados, sin aire, y descansando de la paliza física a la nos sometemos amándonos.
Suiryumaru Hozuki- Ex Kage Kiri
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Estoy completamente cautivada por su mirada, no puedo dejar de mirarle a los ojos mientras se acerca a mi cuello para morderme, pero no es la mirada de siempre, en la que yo me fijaba ayer por la noche... Esta vez los ojos tienen un color grisáceo y, justo antes de morderme vuelven a ser morados y se para. No entiendo nada, estoy a punto de preguntarle pero cuando siento por fin sus colmillos en mi piel todo el proceso se acelera y los espasmos dominan mi cuerpo, todo en mi se contrae y se expande mientras grito entre oleadas de placer que recubren mi alma y la dejan extasiada. Me abro más de piernas para que entre mejor dentro de mi mientras le aprieto la espalda. Siento como el también llega al clímax conmigo, es la mejor de las sensaciones, saber que le hago sentir lo mismo que me hace él sentir a mi es lo mejor de todo esto. Después de unos de los minutos más intensos de mi vida quedo tirada sobre la cama con él aún encima mía y dentro de mi, otra sensación que no olvidaré nunca, agotada.
Me quedo un rato besándole dulcemente el cuello hasta que recuerdo ese momento durante el acto en el que sus ojos parecieron distintos, me recorre un escalofrío y le pregunto cual es la causa, pues ya no tengo tanta vergüenza con el:
- Justo antes de morderte, tus ojos cambiaron de color y, además, te paraste justo antes durante un momento como si estuvieras dudando. ¿Qué te pasaba? - La verdad es que no espero que responda, su privacidad la respeto por encima de todo pero por lo menos, cuando en el futuro recuerde este momento no me arrepentiré de no haber preguntado - No hace falta que respondas si no quieres
Me quedo un rato besándole dulcemente el cuello hasta que recuerdo ese momento durante el acto en el que sus ojos parecieron distintos, me recorre un escalofrío y le pregunto cual es la causa, pues ya no tengo tanta vergüenza con el:
- Justo antes de morderte, tus ojos cambiaron de color y, además, te paraste justo antes durante un momento como si estuvieras dudando. ¿Qué te pasaba? - La verdad es que no espero que responda, su privacidad la respeto por encima de todo pero por lo menos, cuando en el futuro recuerde este momento no me arrepentiré de no haber preguntado - No hace falta que respondas si no quieres
katnisseverdeen- Chunin Suna
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Siento como mis colmillos se clavan en su cuello, mordiéndolo ligeramente. El sabor de éste es impresionante, su olor, su textura. Se ha dado cuenta del pequeño percance de antes, voy a tener problemas. Quería reflexionar más sobre esto, pero no tengo tiempo. Justo en el momento en que clavo mis colmillos, noto como en su interior algo explota, se revoluciona toda ella. Me siento apresado por sus interiores, se contrae y se expande, tanto que me lleva a mí hasta la locura, al séptimo cielo, al último de los circulos del infierno. Viajo por todos esos en menos de lo que dura una fracción de segundo, en cientos de horas recorro, al mismo tiempo, una distancia inferior a la cabeza de una aguja. Hemos perdido toda la noción del tiempo, ya es más de mediodia, a pesar de que nos despertamos a casi media mañana. Me desbordo sobre ella, dentro de ella, una vez más. Nadie parece que nos vaya a impedir jamás que continuemos gozando de nuestros cuerpos jamás, y espero que así sea, porque no quiero irme jamás de este lecho, de los brazos de esta diosa, de este ser de placer que me complace, multiplicando el placer que le doy por cien. Caigo rendido sobre ella, su cuerpo sostiene al mío. Espero no ser muy pesado para ella, pero decido hacer un acto un tanto egoista. Me reclino un poco, aun dentro de ella, y me recuesto sobre su pecho, notando su calidez y suavidad. Me encantan esos pechos, debo ser un vicioso por ello, pero no lo puedo evitar.
Descanso sobre ella. Es un sentimiento bonito. Ahora que estamos relajándonos, me hace la inevitable pregunta, acerca de Choumei.
¿Sí? Te lo habrá parecido, mujer. Que cosas más raras dices. Río un poco, intentando disimular mi preocupación. Ahora que estoy reclinado de esta forma, si mira mi espalda, podrá ver la rosa tatuada en ella, con varios círculos y tribales sobre ella. Es el sello de Choumei, que a veces, se abre o cierra un poco, liberando a la inmunda bestia. Por ahora, la rosa está cerrada entera, en su capullo. Señal de que Choumei no dará más la lata, por ahora.
Intento que no se preocupe más por ello, e intento que disfrute del momento.
No te estreses por cosas así, ahora descansa junto a mí, mi amor.
Estarás contento, no? Ya has conseguido lo que querías, arruinarme aunque sea un poco el momento.
No responde, y me preocupa un poco, la verdad. Suele responder al momento, pero no dice nada. ¿Qué pasará por la mente de este ser? No quiero pensarlo más, disfruto del cálido tacto de sus pechos, mientras espero a que me siga diciendo cosas bonitas, que es lo que deseo ahora.
Descanso sobre ella. Es un sentimiento bonito. Ahora que estamos relajándonos, me hace la inevitable pregunta, acerca de Choumei.
¿Sí? Te lo habrá parecido, mujer. Que cosas más raras dices. Río un poco, intentando disimular mi preocupación. Ahora que estoy reclinado de esta forma, si mira mi espalda, podrá ver la rosa tatuada en ella, con varios círculos y tribales sobre ella. Es el sello de Choumei, que a veces, se abre o cierra un poco, liberando a la inmunda bestia. Por ahora, la rosa está cerrada entera, en su capullo. Señal de que Choumei no dará más la lata, por ahora.
Intento que no se preocupe más por ello, e intento que disfrute del momento.
No te estreses por cosas así, ahora descansa junto a mí, mi amor.
Estarás contento, no? Ya has conseguido lo que querías, arruinarme aunque sea un poco el momento.
No responde, y me preocupa un poco, la verdad. Suele responder al momento, pero no dice nada. ¿Qué pasará por la mente de este ser? No quiero pensarlo más, disfruto del cálido tacto de sus pechos, mientras espero a que me siga diciendo cosas bonitas, que es lo que deseo ahora.
Suiryumaru Hozuki- Ex Kage Kiri
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Esa no es la respuesta que esperaba, y lo único que consigue así es alimentar mi curiosidad. Me quito de debajo de el y me pongo en uno de sus costados, tumbada de lado para verle mejor. Me acerco a él y le beso con cariño, comienzo por la boca y prosigo por el cuello acabando en el hombro derecho
- Voy a investigar tu cuerpo... Por delante ya lo he visto mucho, te pondré boca abajo - Me siento encima de la parte inferior de la columna vertebral y paso los dedos por brazo del tatuaje, una hoja completamente negra con tres puntas y cada punta con tras puntas más, esta está rodeada con llamas como si se estuviera quemando. Sigo moviendo mis dedos dulcemente por el otro brazo y prosigo por la espalda, que tiene una rosa rodeada por una especia de semicírculo raro, no sé como explicarlo pero me llama mucho la atención y acabo recorriendo mi dedo por cada línea del tatuaje - Estos tatuajes te hacen muy sexi, mucho más sexi de lo que ya por si solo eres,¿ te lo habían dicho alguna vez? - Dejo que responda mientras le beso en la nuca intentando causarle un escalofrío, acto seguido me bajo de encima suya y nos arropo a los dos con la sabana para resguardarme del frío, me pongo de espaldas a el buscando que me rodee con su brazo y me de cariño, me encantaría sentir como mi espalda roza con su pecho y su aliento roza mi cuello mientras me habla - Quiero que me des mimos - le digo mientras pongo cara de corderito degollado. Mientras comienza a hacerlos hablo para que no se aburra - ¿Sabes? El tatuaje de la rosa me encanta, es precioso. Nunca había visto una obra de arte tan bonita como esa, sobre todo en esa espalda que dejaría seca a cualquier mujer - Tras decir eso me pongo colorada y me giro sobre mi misma para que quedemos abrazados frente a frente, paso una pierna por su costado y le rodeo con el brazo que queda libre, ahora que está de esa manera concentrado en mi decido sacarle lo que he preguntado antes, ya que no me gusta quedarme con dudas acerca de nada
- Así que me he imaginado lo de los ojos y que te has parado, ¿eh? - le digo con voz juguetona - Bueno, no pasa nada si no quieres decírmelo pero nunca imagino nada de lo que veo, para ser una gran cazadora hay que estar siempre atenta de todo y no existe ninguna equivocación a la hora de fijarte en el entorno, eso es algo que he aprendido gracias a acabar herida por mis "imaginaciones". Es una de las pocas cosas útiles que aprendí en mi infancia.. - Aparta esos pensamientos de ti, no vas a llorar delante de un desconocido. Para que no se fije en la cara de tristeza que se me pone escondo la cara en su pecho haciendo como que voy a darle un beso - Te amo, siento que eres la única persona que realmente me importa en mi vida, la única que queda. No quiero perderte nunca
- Voy a investigar tu cuerpo... Por delante ya lo he visto mucho, te pondré boca abajo - Me siento encima de la parte inferior de la columna vertebral y paso los dedos por brazo del tatuaje, una hoja completamente negra con tres puntas y cada punta con tras puntas más, esta está rodeada con llamas como si se estuviera quemando. Sigo moviendo mis dedos dulcemente por el otro brazo y prosigo por la espalda, que tiene una rosa rodeada por una especia de semicírculo raro, no sé como explicarlo pero me llama mucho la atención y acabo recorriendo mi dedo por cada línea del tatuaje - Estos tatuajes te hacen muy sexi, mucho más sexi de lo que ya por si solo eres,¿ te lo habían dicho alguna vez? - Dejo que responda mientras le beso en la nuca intentando causarle un escalofrío, acto seguido me bajo de encima suya y nos arropo a los dos con la sabana para resguardarme del frío, me pongo de espaldas a el buscando que me rodee con su brazo y me de cariño, me encantaría sentir como mi espalda roza con su pecho y su aliento roza mi cuello mientras me habla - Quiero que me des mimos - le digo mientras pongo cara de corderito degollado. Mientras comienza a hacerlos hablo para que no se aburra - ¿Sabes? El tatuaje de la rosa me encanta, es precioso. Nunca había visto una obra de arte tan bonita como esa, sobre todo en esa espalda que dejaría seca a cualquier mujer - Tras decir eso me pongo colorada y me giro sobre mi misma para que quedemos abrazados frente a frente, paso una pierna por su costado y le rodeo con el brazo que queda libre, ahora que está de esa manera concentrado en mi decido sacarle lo que he preguntado antes, ya que no me gusta quedarme con dudas acerca de nada
- Así que me he imaginado lo de los ojos y que te has parado, ¿eh? - le digo con voz juguetona - Bueno, no pasa nada si no quieres decírmelo pero nunca imagino nada de lo que veo, para ser una gran cazadora hay que estar siempre atenta de todo y no existe ninguna equivocación a la hora de fijarte en el entorno, eso es algo que he aprendido gracias a acabar herida por mis "imaginaciones". Es una de las pocas cosas útiles que aprendí en mi infancia.. - Aparta esos pensamientos de ti, no vas a llorar delante de un desconocido. Para que no se fije en la cara de tristeza que se me pone escondo la cara en su pecho haciendo como que voy a darle un beso - Te amo, siento que eres la única persona que realmente me importa en mi vida, la única que queda. No quiero perderte nunca
katnisseverdeen- Chunin Suna
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Parece que se siente con ganas de mimos, y cariñitos. Se baja de encima de mí, quedando yo en una postura un tanto rara, la corrijo colocando mi cabeza de nuevo contra al almohada.
Explora lo que quieras, cariño. Yo te dejo hacer lo que gustes, mi cuerpo, mi alma. Todo ello es tuyo, para que lo ames, lo quieras, y lo disfrutes de por vida. Nunca nos separaremos, ten esto por seguro.
Se sube sobre mí, y roza con su cuerpo mi espalda. Me siento tan dichoso, es una experiencia genial, tanto o casi mejor que sentirme entre sus piernas. El amor, o el sexo, me pregunto que es mejor. No tengo mucho tiempo para elegir, y, al fin y al cabo, ahora mismo, tengo de las dos cosas. Las iré disfrutando una a una.
No sabes lo feliz que me hace que estés aquí, conmigo. Nunca pensé que encontraría alguien con quien sentirme tan complementado. Te amo, y mucho. Jamás pense que estas palabras saldrian de mi boca. Me pongo un poco colorado, pero ella no lo puede ver, está explorando el sello de Choumei, acariciandolo poco a poco, pasando su dedo por cada línea que tiene. Ahora mismo, la rosa está cerrada, ojalá nunca la tenga que ver abierta. No de momento, pues no domino a esa bestia sin corazón.
La rosa? Sí, es un bonito tatuaje. La palabra "tatuaje" queda algo rara al decirlo, pero espero que no se de cuenta. No quiero que Choumei la haga daño, sería lo peor que me podría ocurrir.
Pasa sus manos, sus suaves manos por el Raaru kasaru, la hoja en llamas que representa mi fidelidad hacia la Hoja, a ella, y a mi emperador. Es mi otro amor, pero no puede ni compararse en intensidad. Le debo fidelidad a la villa en la que me crié. Todos los "tatuajes" que ella ve, no son más que mis Fuuinjutsus, las técnicas de sellado que amplifican mi poder. Ahora que lo pienso, nunca he abierto uno en combate, no se que se sentirá.
Siento un escalofrío mientras hago mi última intervención, al sentir los labios de mi amada sobre mi nuca. Parece que quiere que la ame un poco, que haga que sea un poco más dichosa entre mis brazos. Pero no podré si sigue encima mía, en esta postura que no me deja ver la cosa más hermosa jamás creada.
Seguimos diciéndonos cosas bonitas, mientras ella nos tapa con la manta, y se coloca ante mí, solo pudiendo ver su nuca, como antes ella conmigo. Aprovecho para besarla por el cuello, mientras le susurro al oido palabras de amor, y demás.
Y siempre te querré, me has oido? Per secula et seculorum, hasta que el mundo acabe, hasta que sea el fin de los tiempos, por siempre jamás.
Me habla otra vez del sello de Choumei, parece que le ha fascinado, que quiere verlo una y mil veces. Pero ahora se ha dado la vuelta, quedando nuestras caras tan cerca como hace un escaso día, la primera vez que nos besamos, en la que me acerqué brevemente, momento a momento, saboreando la ocasión, hasta que nuestros labios se juntaron por primera vez. Decido repetir esa experiencia, acercándome de una forma tan lenta que ni se podría percibir. La beso, incontables veces. Por todos lados, unas veces nuestras lenguas se unen, otras no. No puedo ni describir el tiempo que pasamos así, casi es ya por la tarde, el tiempo es eterno junto a ella, ojalá no transcurriese. Siento todo su cuerpo junto a mí, y quiero que no se separe jamás, que sea mia para siempre, que sea mia, que sea mia, y nunca dejarla ir.
Amor mio, sigue siendo tan genial, tan buena conmigo, tan cariñosa, y quizás te cuente el secreto que guardan esos tatuajes. Por ahora, te tendrás que conformar con ésto. Prácticamente, mientras digo eso, vuelvo a besarla, haciendo que nuestras lenguas se junten, en un largo y profundo beso. Muerdo ligeramente su labio inferior, una y otra vez, con cuidado de no hacerla daño. Ha quedado claro que le encantan estos colmillos, que sean ellos quien le den placer.
Tú también eres lo mejor que me ha pasado jamás. No nos separaremos nunca, me oyes? Aunque no estemos juntos, nuestros corazones siempre estarán en este lugar, y latirán al unísono. Algún día, estaremos juntos de por vida, lo prometo. Siento su cara triste, y dejo que se apoye en mi pecho, mientras la rodeo con mi brazo, infundiendola una sensación de cuidado, de tranquilidad. Quiero que mi cuerpo sea su refugio, el suyo mi santuario, mi templo del amor. Procuraré cuidar de ella por siempre jamás.
Explora lo que quieras, cariño. Yo te dejo hacer lo que gustes, mi cuerpo, mi alma. Todo ello es tuyo, para que lo ames, lo quieras, y lo disfrutes de por vida. Nunca nos separaremos, ten esto por seguro.
Se sube sobre mí, y roza con su cuerpo mi espalda. Me siento tan dichoso, es una experiencia genial, tanto o casi mejor que sentirme entre sus piernas. El amor, o el sexo, me pregunto que es mejor. No tengo mucho tiempo para elegir, y, al fin y al cabo, ahora mismo, tengo de las dos cosas. Las iré disfrutando una a una.
No sabes lo feliz que me hace que estés aquí, conmigo. Nunca pensé que encontraría alguien con quien sentirme tan complementado. Te amo, y mucho. Jamás pense que estas palabras saldrian de mi boca. Me pongo un poco colorado, pero ella no lo puede ver, está explorando el sello de Choumei, acariciandolo poco a poco, pasando su dedo por cada línea que tiene. Ahora mismo, la rosa está cerrada, ojalá nunca la tenga que ver abierta. No de momento, pues no domino a esa bestia sin corazón.
La rosa? Sí, es un bonito tatuaje. La palabra "tatuaje" queda algo rara al decirlo, pero espero que no se de cuenta. No quiero que Choumei la haga daño, sería lo peor que me podría ocurrir.
Pasa sus manos, sus suaves manos por el Raaru kasaru, la hoja en llamas que representa mi fidelidad hacia la Hoja, a ella, y a mi emperador. Es mi otro amor, pero no puede ni compararse en intensidad. Le debo fidelidad a la villa en la que me crié. Todos los "tatuajes" que ella ve, no son más que mis Fuuinjutsus, las técnicas de sellado que amplifican mi poder. Ahora que lo pienso, nunca he abierto uno en combate, no se que se sentirá.
Siento un escalofrío mientras hago mi última intervención, al sentir los labios de mi amada sobre mi nuca. Parece que quiere que la ame un poco, que haga que sea un poco más dichosa entre mis brazos. Pero no podré si sigue encima mía, en esta postura que no me deja ver la cosa más hermosa jamás creada.
Seguimos diciéndonos cosas bonitas, mientras ella nos tapa con la manta, y se coloca ante mí, solo pudiendo ver su nuca, como antes ella conmigo. Aprovecho para besarla por el cuello, mientras le susurro al oido palabras de amor, y demás.
Y siempre te querré, me has oido? Per secula et seculorum, hasta que el mundo acabe, hasta que sea el fin de los tiempos, por siempre jamás.
Me habla otra vez del sello de Choumei, parece que le ha fascinado, que quiere verlo una y mil veces. Pero ahora se ha dado la vuelta, quedando nuestras caras tan cerca como hace un escaso día, la primera vez que nos besamos, en la que me acerqué brevemente, momento a momento, saboreando la ocasión, hasta que nuestros labios se juntaron por primera vez. Decido repetir esa experiencia, acercándome de una forma tan lenta que ni se podría percibir. La beso, incontables veces. Por todos lados, unas veces nuestras lenguas se unen, otras no. No puedo ni describir el tiempo que pasamos así, casi es ya por la tarde, el tiempo es eterno junto a ella, ojalá no transcurriese. Siento todo su cuerpo junto a mí, y quiero que no se separe jamás, que sea mia para siempre, que sea mia, que sea mia, y nunca dejarla ir.
Amor mio, sigue siendo tan genial, tan buena conmigo, tan cariñosa, y quizás te cuente el secreto que guardan esos tatuajes. Por ahora, te tendrás que conformar con ésto. Prácticamente, mientras digo eso, vuelvo a besarla, haciendo que nuestras lenguas se junten, en un largo y profundo beso. Muerdo ligeramente su labio inferior, una y otra vez, con cuidado de no hacerla daño. Ha quedado claro que le encantan estos colmillos, que sean ellos quien le den placer.
Tú también eres lo mejor que me ha pasado jamás. No nos separaremos nunca, me oyes? Aunque no estemos juntos, nuestros corazones siempre estarán en este lugar, y latirán al unísono. Algún día, estaremos juntos de por vida, lo prometo. Siento su cara triste, y dejo que se apoye en mi pecho, mientras la rodeo con mi brazo, infundiendola una sensación de cuidado, de tranquilidad. Quiero que mi cuerpo sea su refugio, el suyo mi santuario, mi templo del amor. Procuraré cuidar de ella por siempre jamás.
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Me dice que es feliz conmigo y que me ama. Yo no soy feliz con él , soy feliz con solo pensar en él, con solamente sentirle a mi lado o saber que en algún momento ha pensado en mi. Y le amo, claro que le amo, es tan importante para mi que siento pavor cuando pienso en el momento que nos tengamos que separar porque, aunque cumpla la promesa de que volverá a buscarme, sé que antes o después nuestras vidas se separarían por caminos distintos hasta que volvieran a juntarse.
-Claro que te oigo, quiero que me prometas que pase lo que pase algún día vendrás a buscarme a mi villa y me llevarás contigo para pasar toda una vida juntos. - le apreté más a mi, tenía miedo de que en algún momento despertara y esto no hubiera sido más que el mejor de mis sueños.
Subí hacia su boca lentamente para darle un beso, uno lento con cariño y amor, pero también con pasión y ternura. Sentí un poco de dolor en el estómago y le miré con una sonrisa :
- ¿No tienes hambre de comida? Yo me muero, vamos a ver si esta casa hay algo comestible - Me levanto de la cama antes de que pueda contestar y me pongo mi tanga y mi sujetador con movimientos provocativos mientras le miro con una mirada picarona. Vestida con solamente mi ropa interior salgo de la habítación moviendo el culo más de lo necesario mientras le digo - Quien sabe, quizás después de comer me apetezca darme una ducha, ¿Me acompañarás?
Voy corriendo a la sala de abajo y antes de que llegue me siento en la mesa abierta de piernas y con los brazos hacia atrás para cuando llegue darle una sorpresita, es increíble pero vuelvo a tener ganas de él.
-Claro que te oigo, quiero que me prometas que pase lo que pase algún día vendrás a buscarme a mi villa y me llevarás contigo para pasar toda una vida juntos. - le apreté más a mi, tenía miedo de que en algún momento despertara y esto no hubiera sido más que el mejor de mis sueños.
Subí hacia su boca lentamente para darle un beso, uno lento con cariño y amor, pero también con pasión y ternura. Sentí un poco de dolor en el estómago y le miré con una sonrisa :
- ¿No tienes hambre de comida? Yo me muero, vamos a ver si esta casa hay algo comestible - Me levanto de la cama antes de que pueda contestar y me pongo mi tanga y mi sujetador con movimientos provocativos mientras le miro con una mirada picarona. Vestida con solamente mi ropa interior salgo de la habítación moviendo el culo más de lo necesario mientras le digo - Quien sabe, quizás después de comer me apetezca darme una ducha, ¿Me acompañarás?
Voy corriendo a la sala de abajo y antes de que llegue me siento en la mesa abierta de piernas y con los brazos hacia atrás para cuando llegue darle una sorpresita, es increíble pero vuelvo a tener ganas de él.
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
La vida es lo mejor junto a ella, a sus brazos, y a todo su ser. Quiero yacer hasta que acaben mís días aquí, en el mejor de los lechos jamás imaginados. Y pensar que toda mi vida junto a ella ha pasado, sin pena ni gloria... Ya no volverá a ser así, siempre podré volver a ser feliz con el recuerdo de sus labios, de la suavidad de su pelo, de lo precioso de su rostro, y del increíble ardor que me llena el pecho a cada segundo, provocado por su presencia... Todo es algo sublime, quiero vivir así de por vida.
Lo prometo. Te dije que eras mi princesa, y, como príncipe tuyo que soy, llegaré a rescatarte, y traerte junto a mí, para ser felices para siempre. Nunca me olvidaré de tí.
Siento como, al decir eso, me aprieta más contra ella, y puedo sentir aún más su calor, la efusividad que me transmite. Todo nuestro cuerpo entra en contacto, se transmite calor, y puede sentir el suave tacto del otro.
Se elevó hasta que pudimos sentir nuestras caras juntas de nuevo, y la achucho un poco. Me besa, en respuesta a ello. Nuestros labios se unen, una y otra vez. Siento todo el tacto de ellos, y el sublime sabor que tienen. Me deleito en esto, como no me había parado antes nunca a saborear algo. Es un gusto increíble. De repente, se levanta, con un comentario de hambre. A decir verdad, no siento hambre alguna, pero yo respetaré hasta el último de sus deseos. Ella ya es bastante mi sustento, la fragancia de su pelo mi bebida, y el color de sus ojos el mejor manjar que podré probar jamás. Me levanto junto a ella, cogiéndola de la mano, impidiendo que escape de mí. La doy un abrazo fuerte, por la espalda, antes de que haga nada. La beso en el cuello y la doy un pequeño mordisquito, y después me siento en la cama. Observo, con lascivia, como se pone su ropa interior de nuevo, una ropa preciosa, que, sintiendolo mucho por ella, desgarraría como desgarré su camiseta. Yo opto por permanecer desnudo, me siento mejor así. Su camiseta... Ha sido de más utilidad de lo que yo había podido llegar a creer. Quizás aún valiese para algo... Contoneando su figura, y haciendo que me eleve ligeramente de temperatura, quiere bajar hacia abajo, y menciona una ducha que sabe que llegará dentro de poco tiempo, y en la que saciaremos nuestra otra hambre. La palmeo suavemente en el trasero, mientras ella se baja, entre risitas, las escaleras, y corriendo. Yo me paro un par de segundos, pues acabo de tener una idea...
________________________________________________________________________________________________________________________
Bajo, al par de instantes, y puedo observar una escena que me hace perder un poco el juicio, en la misma sala en que nos besamos por primera vez. Puedo ver mi chaleco, tirado por ahí, y me da un poco de pena, la verdad. Pena que se evapora a las micras de segundo, cuando veo a una diosa sobre una mesa. Una imagen tan perfecta, que hace que mi mente se eleve a otro nivel, y mi conciencia se vaya a otro universo. Mi virilidad recupera su vigor de nuevo, y voy andando rápidamente hacia ella. La beso, en el cuello, y la muerdo un poco. Puedo notar su cara de satisfacción cuando mis colmillos se clavan ligeramente en su ser, y creo darme cuenta de que los va a disfrutar todo el tiempo del mundo. Me clavo una y mil veces en ese maldito tanga, que tuvo la horrible idea de ponerse. Mi cuerpo, embriagado por el momento, no es capaz de entender por que no es capaz de entrar en ella, de sentir lo que antes sentía. Pero yo si, y tengo que notar impotente como no puedo hacer nada. Pero aún tengo un comodín, un as en la manga, como mi pequeño compañero del cuadro del piso de arriba.
Esta vez, yo llevo las riendas del momento. Y mira que riendas... Mientras digo eso, saco lo que tenía escondido, uno de los pedazos de su camiseta. No es, ni el más largo, ni el más corto. Es, simplemente, uno normal. Con él, la vendo los ojos, y dejo que disfrute de todo el momento que voy a crear ahora, con una mayor percepción. Ahora que no tiene la vista, sus sentidos restantes se aguzarán más. Lo primero que hago, es quitarle ese maldito sujetador, que no necesita para nada. Sus pechos deben ser míos, y ser libres para ello. Lo lanzo, y cae cerca de mi chaleco, que bendita casualidad. Quizás todas nuestras ropas acaben ahí. Dejo de intentar clavarme, pues mi boca baja hasta sus pechos, y lame allí sus erectos pezones, dejándome disfrutar de un tacto y un sabor tan increíbles. Noto como empieza a gemir por ello, y la zona que se le está clavando se torna algo húmeda, y no es mi culpa...
Más tarde, me hallo besándola, mientras ella no puede ver nada, y me deleito con el momento. Es un juego bastante divertido, ahora entiendo como debió disfrutar ella cuando me ató. Espera... Cuando ella me ató, me demostró que había algo que se podía hacer, y que era genial. Esta vez, si que le quito lo restante de su ropa interior, y bajo, lamiendo cada parte de su cuerpo, hasta llegar al punto culmen. Hago que se ponga un poco más alejada de la mesa, quedando casi en suspensión. Y me arrodillo, y, antes de hacer lo que ella quizás se espere, decido soltar una pequeña frase, que caldee un poco más los ánimos:
Bon appetit.
Me acerco, lentamente, hasta su parte más increíble, y me paro un segundo a descubrir cada parte. Nunca había tenido a una mujer de una forma así, asi que aprovecho para aprender un poco sobre ellas, aunque ya tengo más que decidido que ella será la única mujer de mi vida. En algunas partes en las que rozo, acaricio, o beso, noto algunos gemidos mayores, excepto en un sitio, en el que el más minimo roce le hizo soltar un gran gemido, más tarde descubriría las grandes utilidades eróticas de ese pequeño punto. Pero vuelvo a lo que me importaba, la aviso de que allá voy, y noto como sus piernas se ciernen sobre mi nuca, antes de empezar a introducir mi lengua dentro de ella. Es un sabor curioso, pero que me excita increíblemente. Muevo la lengua caóticamente allí, describiendo formas imposibles que jamás pensé que mi lengua alcanzara a realizar, y con una velocidad que, incluso a mi mismo me asombra. Cada movimiento que hago, hace que sus piernas se retuerzan más y más, y gime como una descosida, lo estoy oyendo totalmente. Con las vendas, tiene que estar gozando esto incluso el doble. Mi mano izquierda empieza a recorrer su cuerpo, por la parte de arriba, llegando incluso a meter un dedo en su boca, solo por puro vicio. La derecha, que tengo totalmente libre, se deleita más con el tacto de sus piernas, de ese firme trasero que antes palmeé, e, incluso, decide, para darla más placer aún, a masajear y estimular lentamente el punto que la hizo gemir tanto. Tengo que averiguar más sobre él, viendo el efecto que tiene sobre ella. Todo esto, acaba de empezar. Quiero que sienta lo que yo sentí en aquel momento, y multiplicarlo por diez. Que su orgasmo sea mil veces mayor que el mío, y que note toda mi cara empapada por su ser. Adelante, Katniss. Disfruta. Esto va para tí.
Lo prometo. Te dije que eras mi princesa, y, como príncipe tuyo que soy, llegaré a rescatarte, y traerte junto a mí, para ser felices para siempre. Nunca me olvidaré de tí.
Siento como, al decir eso, me aprieta más contra ella, y puedo sentir aún más su calor, la efusividad que me transmite. Todo nuestro cuerpo entra en contacto, se transmite calor, y puede sentir el suave tacto del otro.
Se elevó hasta que pudimos sentir nuestras caras juntas de nuevo, y la achucho un poco. Me besa, en respuesta a ello. Nuestros labios se unen, una y otra vez. Siento todo el tacto de ellos, y el sublime sabor que tienen. Me deleito en esto, como no me había parado antes nunca a saborear algo. Es un gusto increíble. De repente, se levanta, con un comentario de hambre. A decir verdad, no siento hambre alguna, pero yo respetaré hasta el último de sus deseos. Ella ya es bastante mi sustento, la fragancia de su pelo mi bebida, y el color de sus ojos el mejor manjar que podré probar jamás. Me levanto junto a ella, cogiéndola de la mano, impidiendo que escape de mí. La doy un abrazo fuerte, por la espalda, antes de que haga nada. La beso en el cuello y la doy un pequeño mordisquito, y después me siento en la cama. Observo, con lascivia, como se pone su ropa interior de nuevo, una ropa preciosa, que, sintiendolo mucho por ella, desgarraría como desgarré su camiseta. Yo opto por permanecer desnudo, me siento mejor así. Su camiseta... Ha sido de más utilidad de lo que yo había podido llegar a creer. Quizás aún valiese para algo... Contoneando su figura, y haciendo que me eleve ligeramente de temperatura, quiere bajar hacia abajo, y menciona una ducha que sabe que llegará dentro de poco tiempo, y en la que saciaremos nuestra otra hambre. La palmeo suavemente en el trasero, mientras ella se baja, entre risitas, las escaleras, y corriendo. Yo me paro un par de segundos, pues acabo de tener una idea...
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Bajo, al par de instantes, y puedo observar una escena que me hace perder un poco el juicio, en la misma sala en que nos besamos por primera vez. Puedo ver mi chaleco, tirado por ahí, y me da un poco de pena, la verdad. Pena que se evapora a las micras de segundo, cuando veo a una diosa sobre una mesa. Una imagen tan perfecta, que hace que mi mente se eleve a otro nivel, y mi conciencia se vaya a otro universo. Mi virilidad recupera su vigor de nuevo, y voy andando rápidamente hacia ella. La beso, en el cuello, y la muerdo un poco. Puedo notar su cara de satisfacción cuando mis colmillos se clavan ligeramente en su ser, y creo darme cuenta de que los va a disfrutar todo el tiempo del mundo. Me clavo una y mil veces en ese maldito tanga, que tuvo la horrible idea de ponerse. Mi cuerpo, embriagado por el momento, no es capaz de entender por que no es capaz de entrar en ella, de sentir lo que antes sentía. Pero yo si, y tengo que notar impotente como no puedo hacer nada. Pero aún tengo un comodín, un as en la manga, como mi pequeño compañero del cuadro del piso de arriba.
Esta vez, yo llevo las riendas del momento. Y mira que riendas... Mientras digo eso, saco lo que tenía escondido, uno de los pedazos de su camiseta. No es, ni el más largo, ni el más corto. Es, simplemente, uno normal. Con él, la vendo los ojos, y dejo que disfrute de todo el momento que voy a crear ahora, con una mayor percepción. Ahora que no tiene la vista, sus sentidos restantes se aguzarán más. Lo primero que hago, es quitarle ese maldito sujetador, que no necesita para nada. Sus pechos deben ser míos, y ser libres para ello. Lo lanzo, y cae cerca de mi chaleco, que bendita casualidad. Quizás todas nuestras ropas acaben ahí. Dejo de intentar clavarme, pues mi boca baja hasta sus pechos, y lame allí sus erectos pezones, dejándome disfrutar de un tacto y un sabor tan increíbles. Noto como empieza a gemir por ello, y la zona que se le está clavando se torna algo húmeda, y no es mi culpa...
Más tarde, me hallo besándola, mientras ella no puede ver nada, y me deleito con el momento. Es un juego bastante divertido, ahora entiendo como debió disfrutar ella cuando me ató. Espera... Cuando ella me ató, me demostró que había algo que se podía hacer, y que era genial. Esta vez, si que le quito lo restante de su ropa interior, y bajo, lamiendo cada parte de su cuerpo, hasta llegar al punto culmen. Hago que se ponga un poco más alejada de la mesa, quedando casi en suspensión. Y me arrodillo, y, antes de hacer lo que ella quizás se espere, decido soltar una pequeña frase, que caldee un poco más los ánimos:
Bon appetit.
Me acerco, lentamente, hasta su parte más increíble, y me paro un segundo a descubrir cada parte. Nunca había tenido a una mujer de una forma así, asi que aprovecho para aprender un poco sobre ellas, aunque ya tengo más que decidido que ella será la única mujer de mi vida. En algunas partes en las que rozo, acaricio, o beso, noto algunos gemidos mayores, excepto en un sitio, en el que el más minimo roce le hizo soltar un gran gemido, más tarde descubriría las grandes utilidades eróticas de ese pequeño punto. Pero vuelvo a lo que me importaba, la aviso de que allá voy, y noto como sus piernas se ciernen sobre mi nuca, antes de empezar a introducir mi lengua dentro de ella. Es un sabor curioso, pero que me excita increíblemente. Muevo la lengua caóticamente allí, describiendo formas imposibles que jamás pensé que mi lengua alcanzara a realizar, y con una velocidad que, incluso a mi mismo me asombra. Cada movimiento que hago, hace que sus piernas se retuerzan más y más, y gime como una descosida, lo estoy oyendo totalmente. Con las vendas, tiene que estar gozando esto incluso el doble. Mi mano izquierda empieza a recorrer su cuerpo, por la parte de arriba, llegando incluso a meter un dedo en su boca, solo por puro vicio. La derecha, que tengo totalmente libre, se deleita más con el tacto de sus piernas, de ese firme trasero que antes palmeé, e, incluso, decide, para darla más placer aún, a masajear y estimular lentamente el punto que la hizo gemir tanto. Tengo que averiguar más sobre él, viendo el efecto que tiene sobre ella. Todo esto, acaba de empezar. Quiero que sienta lo que yo sentí en aquel momento, y multiplicarlo por diez. Que su orgasmo sea mil veces mayor que el mío, y que note toda mi cara empapada por su ser. Adelante, Katniss. Disfruta. Esto va para tí.
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Espero, con las piernas abiertas en la mesa mientras veo como se acerca tranquilamente hacia mi. Tenerle en esa casa, completamente para mi me eleva hasta límites insospechados de felicidad. Saber que mi sentimiento por él es correspondido, que algún día mee vendrá a buscar y seré feliz a su lado, que nada ni nadie puede separarnos y mucho más es lo que ahora mismo crea el sentimiento que seguridad que duerme dentro de mi. Me besa mientras intenta, de manera inútil, entrar dentro de mi. Parece como si no entendiera que es lo que le impide sentirme al rededor de él en estos momentos, una situación un tanto graciosa. Echo la cabeza hacia atrás mientras me muerde el cuello y una carcajada sale de mi interior, no recuerdo nunca haber reído con tanta felicidad y libertad, sin miedo a que nadie me recrimine.
¿Así que esta vez es él quien piensa llevar la situación? Muy bien, espero que consiga hacerlo tan bien como lo he hecho yo antes... Aunque claro, solo con sentir sus colmillos en mi cuello ya me derrito de placer. Saca un trozo de mi camiseta que tenía escondido y me venda los ojos.
- ¿Así que te apetece jugar eh? Muy bien, juguemos pues. - Le dejo vendarme los ojos y siento como me quita el sujetador, sonrío para dentro, tardaba demasiado en quitármelo, a ver cuanto tarda en quitarle tanga... - Ohh! - Exclamo sorprendida cuando siento su boca en mi piel, es tan bueno con ella... poco a poco va bajando, hasta llegar al punto que separa mi cuerpo de la mesa. Me quita la prenda de ropa que llevo puesta y que, a mi parecer, no le agrada nada que le lleve y comienza a mover la lengua en mi, después de decir "Bon Appetite".
Antes había mentido, si pensaba que era bueno, ahora no sé lo que es. Me dejo llevar mientras me siento en el séptimo cielo, con movimientos desiguales y veloces, cada vez siento más placer. No entiendo como lo consigue, pero cada vez que me toca acabo sintiendo un placer inexplicable. A pesar de que es la primera vez que lo hace, sé lo que viene a continuación y me preparo para ello, me hecho un poco hacia atrás para sujetarme con fuerza a los bordes de la mesa y muerdo su dedo. Si no hago fuerza no sé como podré soportar todo el placer que amenaza con estallar dentro de mí. Grito, abro la boca para gritar, pero solo salen gemidos, el pecho me sube y baja cada vez más rápido debido a mi agitada respiración y todo a mi al rededor me da vueltas. No siento nada, he perdido todos los sentidos en todas las partes del cuerpo, no oigo ni veo, solo siento el punto de contacto entre mi cuerpo y la boca del que me está matando de satisfacción.
Una vez los espasmos de mi cuerpo han cesado me dejo caer en la mesa agotada, tumbada boca arriba y con las piernas en la misma posición que cuando empezamos, intentando recuperar la respiración e intentando que los latidos de mi corazón bajen el nivel, pues siento que me va a estallar el pecho. Gasto las pocas fuerzas para hablar y logro pronunciar:
- Si antes tenía hambre, ahora estoy famélica - No comento lo que ha estado haciendo allá abajo porque no hay palabras para describirlo y no quiero hacer un comentario que no esté a la altura, pues solamente conseguiría reducir la importancia de lo que acaba de pasar. Me levanto y me bajo de la mesa para abrazarle, quiero sentir sus brazos al rededor de mi espalda, apoyo la cabeza en su pecho para oír los latidos de su corazón, el amor que sentía por él me hacía sentir lo mejor del mundo, segura. Me hacía olvidarlo todo y pensar que podía empezar de nuevo. - ¿Por qué no me haces de comer mientras descanso en la silla? - le digo con cara picarona mientras me muerdo la parte inferior del labio.
¿Así que esta vez es él quien piensa llevar la situación? Muy bien, espero que consiga hacerlo tan bien como lo he hecho yo antes... Aunque claro, solo con sentir sus colmillos en mi cuello ya me derrito de placer. Saca un trozo de mi camiseta que tenía escondido y me venda los ojos.
- ¿Así que te apetece jugar eh? Muy bien, juguemos pues. - Le dejo vendarme los ojos y siento como me quita el sujetador, sonrío para dentro, tardaba demasiado en quitármelo, a ver cuanto tarda en quitarle tanga... - Ohh! - Exclamo sorprendida cuando siento su boca en mi piel, es tan bueno con ella... poco a poco va bajando, hasta llegar al punto que separa mi cuerpo de la mesa. Me quita la prenda de ropa que llevo puesta y que, a mi parecer, no le agrada nada que le lleve y comienza a mover la lengua en mi, después de decir "Bon Appetite".
Antes había mentido, si pensaba que era bueno, ahora no sé lo que es. Me dejo llevar mientras me siento en el séptimo cielo, con movimientos desiguales y veloces, cada vez siento más placer. No entiendo como lo consigue, pero cada vez que me toca acabo sintiendo un placer inexplicable. A pesar de que es la primera vez que lo hace, sé lo que viene a continuación y me preparo para ello, me hecho un poco hacia atrás para sujetarme con fuerza a los bordes de la mesa y muerdo su dedo. Si no hago fuerza no sé como podré soportar todo el placer que amenaza con estallar dentro de mí. Grito, abro la boca para gritar, pero solo salen gemidos, el pecho me sube y baja cada vez más rápido debido a mi agitada respiración y todo a mi al rededor me da vueltas. No siento nada, he perdido todos los sentidos en todas las partes del cuerpo, no oigo ni veo, solo siento el punto de contacto entre mi cuerpo y la boca del que me está matando de satisfacción.
Una vez los espasmos de mi cuerpo han cesado me dejo caer en la mesa agotada, tumbada boca arriba y con las piernas en la misma posición que cuando empezamos, intentando recuperar la respiración e intentando que los latidos de mi corazón bajen el nivel, pues siento que me va a estallar el pecho. Gasto las pocas fuerzas para hablar y logro pronunciar:
- Si antes tenía hambre, ahora estoy famélica - No comento lo que ha estado haciendo allá abajo porque no hay palabras para describirlo y no quiero hacer un comentario que no esté a la altura, pues solamente conseguiría reducir la importancia de lo que acaba de pasar. Me levanto y me bajo de la mesa para abrazarle, quiero sentir sus brazos al rededor de mi espalda, apoyo la cabeza en su pecho para oír los latidos de su corazón, el amor que sentía por él me hacía sentir lo mejor del mundo, segura. Me hacía olvidarlo todo y pensar que podía empezar de nuevo. - ¿Por qué no me haces de comer mientras descanso en la silla? - le digo con cara picarona mientras me muerdo la parte inferior del labio.
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
El mejor sabor del mundo, la mejor compañía jamás imaginada. Todo eso tenía yo delante ahora mismo, mientras, estando de rodillas, satisfacía cada vez más al ser que más quiero en esta vida. Era increible como, en menos de dos días, había encontrado al ser que podía hacerme feliz. No me lo acababa de creer, tan solo era una desconocida para mí que vi por primera vez en una llanura, pero... Habíamos nacido el uno para el otro. No he tenido nada más seguro en mi vida. Ella es mi complementaria perfecta, estaré con ella para toda la vida, aunque, se que habrá un momento en que nos separemos. Y pasará una larga temporada hasta que nos volvamos a ver, me pregunto que puedo hacer, para que ella no se olvide de mí jamás...
Mientras pienso algo, decido hacer que este sea el mejor rato de su vida. Aumento la cadencia con la que muevo mi lengua, hasta un punto, en que, simplemente, ésta deja de pertenecerme. Ya no soy dueño de esa lengua que sale de mi boca, y que la hace gemir, sino que se ha vuelto un organismo propio, que tambien la ama, y que la hará llegar hasta el paraíso con su furioso y amatorio movimiento. Ya no lo controlo, pero está claro que, a pesar de ello, mi amor lo nota tanto, que se expande y se contrae muchísimo, tan excitada por ello...
Me estoy muriendo de placer, y es solo por dárselo, a pesar de que no me está proporcionando nada. Es increíble, como, el solo hecho de hacer que ella se sienta bien me haga a mi experimentar tantas cosas, placer a un nivel tan alto.
Me quejo un poco por el dolor que siento en mi mano, pues me está mordiendo fuertemente el dedo, pero, a decir verdad, es un dolor que me está volviendo loco, es parte de mi placer.
¡Muérdeme así de fuerte, Katniss, haz todo lo que te plazca!
Mi otra mano recubre su cuerpo a caricias, dándome cuenta de lo suave que es su piel, de lo increíble de su tacto, superior al de las diosas, maravilloso como el de la seda más fina y perfecta jamás imaginada. Sus rodillas me aprietan la nuca, quiero estar aplastado contra ella así por siempre, y que ninguna fuerza del mundo me separe de este lugar, de esta postura de rodillas, mientras ella está sobre la mesa de la mejor casa jamás construida.
De repente, empieza a perder el sentido, con espasmos por todas partes, y moviendo su cuerpo como si no hubiera mañana. Intento recuperar el control de mi organo parlante para, así, poder moverlo aún con más fuerza en las paredes de su interior, dándole todo lo que puedo hacer, a pesar de que, realmente, es la primera vez que estoy haciendo esto. Se que no puedo compararme a ella, que ha sabido darme una cantidad de sensaciones increíble, pues es un ángel caído del cielo, pero lo intento, de todos modos.
Una vez ha acabado todo, creo que la he sabido complacer, al menos, un poco, una mínima parte de lo que ella me ha dado, pues su sola presencia para mí, ya es mayor que veinte orgasmos juntos. Sabrá perdonarme por no ser tanto como ella es para mí.
Me vuelve a comentar que tiene hambre, está bien, yo apañaré algo, para mi cielo.
Pues fíjate, que yo ya he almorzado y todo...
Me abraza, y yo, mientras, aprovecho para devolverle toda la presión que pueda ejercer con mis brazos, para estrecharla fuerte en el abrazo más amoroso que pueda dar. Aprovecho para quitarle ya la venda que la tapa los ojos, quiero observar de nuevo esos preciosos ojos verdes que se han llevado mi corazón. Cuando se la quito, su pelo queda libre de nuevo, y así puedo observar esa cosa tan preciosa, esos sedosos cabellos de color castaño que son más preciosos que el más puro de los hilos de oro.
Tan deslumbrado quedo por su belleza, que, en un descuido, tropiezo, y caemos al suelo, abrazándonos fuertemente. Procuro recibir yo todo el impacto, de modo que ella no siente más que la caida, y poco más.
Auch... Estás bien?
En ese momento, ella pone su cabeza sobre mi pecho, y siente los latidos de mi corazón. Un corazón que tiene dueña, y que es ella misma, de modo, que está oyendo algo que le pertenece, que es suyo para siempre.
¿Los oyes? Cada uno de esos latidos, es de un corazón que late por tí. De un amor que el tiempo nunca sabrá diluir. Será tuyo para siempre.
Me comenta que tiene hambre, y realmente parecer se cierto. Pero, yo no quiero separarme de ella, asi que tengo que pensar algo rápido. Decido juntar mis manos, que están en su espalda, y realizar un sello. Un clon sale de esto, formado por agua, sin ninguna intención ofensiva, ni de realizar daño a nadie. Lo único que quiero, es que alguien prepare comida, mientras yo sigo disfrutando del rato con ella. Ni por todos los manjares del mundo me separaría un ápice de esta postura.
Esperemos un ratito, ¿vale? Mientras tanto, sáciate con otra cosa. Tras decir eso, la doy un beso largo y dulce, una y otra vez, sin abrir la boca, solo sintiendo sus labios.
Cuando mi clon acaba de hacer la comida, desaparece, en un charquito de agua, sin molestar a nadie.
Pues ya está. Come cuanto gustes.
Mientras ella se sienta a comer, yo me siento junto a ella, a mirarla solamente a los ojos; que para mí, ya es lo mejor que podría pasarme, y el alimento que más me llena.
Mientras pienso algo, decido hacer que este sea el mejor rato de su vida. Aumento la cadencia con la que muevo mi lengua, hasta un punto, en que, simplemente, ésta deja de pertenecerme. Ya no soy dueño de esa lengua que sale de mi boca, y que la hace gemir, sino que se ha vuelto un organismo propio, que tambien la ama, y que la hará llegar hasta el paraíso con su furioso y amatorio movimiento. Ya no lo controlo, pero está claro que, a pesar de ello, mi amor lo nota tanto, que se expande y se contrae muchísimo, tan excitada por ello...
Me estoy muriendo de placer, y es solo por dárselo, a pesar de que no me está proporcionando nada. Es increíble, como, el solo hecho de hacer que ella se sienta bien me haga a mi experimentar tantas cosas, placer a un nivel tan alto.
Me quejo un poco por el dolor que siento en mi mano, pues me está mordiendo fuertemente el dedo, pero, a decir verdad, es un dolor que me está volviendo loco, es parte de mi placer.
¡Muérdeme así de fuerte, Katniss, haz todo lo que te plazca!
Mi otra mano recubre su cuerpo a caricias, dándome cuenta de lo suave que es su piel, de lo increíble de su tacto, superior al de las diosas, maravilloso como el de la seda más fina y perfecta jamás imaginada. Sus rodillas me aprietan la nuca, quiero estar aplastado contra ella así por siempre, y que ninguna fuerza del mundo me separe de este lugar, de esta postura de rodillas, mientras ella está sobre la mesa de la mejor casa jamás construida.
De repente, empieza a perder el sentido, con espasmos por todas partes, y moviendo su cuerpo como si no hubiera mañana. Intento recuperar el control de mi organo parlante para, así, poder moverlo aún con más fuerza en las paredes de su interior, dándole todo lo que puedo hacer, a pesar de que, realmente, es la primera vez que estoy haciendo esto. Se que no puedo compararme a ella, que ha sabido darme una cantidad de sensaciones increíble, pues es un ángel caído del cielo, pero lo intento, de todos modos.
Una vez ha acabado todo, creo que la he sabido complacer, al menos, un poco, una mínima parte de lo que ella me ha dado, pues su sola presencia para mí, ya es mayor que veinte orgasmos juntos. Sabrá perdonarme por no ser tanto como ella es para mí.
Me vuelve a comentar que tiene hambre, está bien, yo apañaré algo, para mi cielo.
Pues fíjate, que yo ya he almorzado y todo...
Me abraza, y yo, mientras, aprovecho para devolverle toda la presión que pueda ejercer con mis brazos, para estrecharla fuerte en el abrazo más amoroso que pueda dar. Aprovecho para quitarle ya la venda que la tapa los ojos, quiero observar de nuevo esos preciosos ojos verdes que se han llevado mi corazón. Cuando se la quito, su pelo queda libre de nuevo, y así puedo observar esa cosa tan preciosa, esos sedosos cabellos de color castaño que son más preciosos que el más puro de los hilos de oro.
Tan deslumbrado quedo por su belleza, que, en un descuido, tropiezo, y caemos al suelo, abrazándonos fuertemente. Procuro recibir yo todo el impacto, de modo que ella no siente más que la caida, y poco más.
Auch... Estás bien?
En ese momento, ella pone su cabeza sobre mi pecho, y siente los latidos de mi corazón. Un corazón que tiene dueña, y que es ella misma, de modo, que está oyendo algo que le pertenece, que es suyo para siempre.
¿Los oyes? Cada uno de esos latidos, es de un corazón que late por tí. De un amor que el tiempo nunca sabrá diluir. Será tuyo para siempre.
Me comenta que tiene hambre, y realmente parecer se cierto. Pero, yo no quiero separarme de ella, asi que tengo que pensar algo rápido. Decido juntar mis manos, que están en su espalda, y realizar un sello. Un clon sale de esto, formado por agua, sin ninguna intención ofensiva, ni de realizar daño a nadie. Lo único que quiero, es que alguien prepare comida, mientras yo sigo disfrutando del rato con ella. Ni por todos los manjares del mundo me separaría un ápice de esta postura.
Esperemos un ratito, ¿vale? Mientras tanto, sáciate con otra cosa. Tras decir eso, la doy un beso largo y dulce, una y otra vez, sin abrir la boca, solo sintiendo sus labios.
Cuando mi clon acaba de hacer la comida, desaparece, en un charquito de agua, sin molestar a nadie.
Pues ya está. Come cuanto gustes.
Mientras ella se sienta a comer, yo me siento junto a ella, a mirarla solamente a los ojos; que para mí, ya es lo mejor que podría pasarme, y el alimento que más me llena.
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Me tenia abrazada fuertemente agarrada hacia él, sus brazos eran como mi hogar, firmes y protectores me sentía completamente feliz entre ellos. Cada vez que pensaba en él mi corazón se aceleraba y perdía completamente la noción del tiempo, por lo que ya podrían pasar horas y días que nunca me cansaría de estar así, quieta, a su lado. De repente noté como empezaba a hacer un sello con las manos en mi espalda, me puse en tensión a pesar de que estaba completamente segura de que nunca sería capaz de hacerme daño y mientras esperaba hizo aparecer un clon que me se fue a hacer la comida mientras él seguía abrazándome.
- Menos mal que se te ha ocurrido esa idea, no me hacía nada de gracia tener que separarme de ti ni por un segundo. Bueno, para comer si, y solo porque de esa forma podré coger más fuerzas para abrazarte un poquito más... - mientras el Suir falso hace la comida yo aumento la fuerza de mis brazos al rededor de su cintura y apoyo mi cabeza en su hombro. Parece una postura bastante sencilla entre dos personas pero para mi lo significa todo, y no solo porque me deja estar al lado de la persona que más amo sino porque me aporta seguridad, cercanía y, lo más importante de todo, su olor. Le respiré en el cuello y solté el aire por la boca al rededor para causarle un escalofrió, después lentamente me acerqué a su cuello y él me devuelve un largo beso en los labios que me pone la piel de gallina, nunca conseguiré acostumbrarme a tanta perfección.
Quiero devolverle el beso y seguir besándolo, como poco, unos cuantos años más pero nos interrumpe el sonido de su clon deshaciéndose en agua y dejando un charquito. La comida estaba lista, así que me senté en la mesa y pedí que me lo trajera ya que casi no podía andar de lo que me temblaban las piernas por aquel último beso.
Me lo comí todo lo más rápido posible bajo la atenta mirada del chico, aunque era normal, yo tampoco dejaba de mirarle. En parte porque era la persona mas bella que había conocido nunca y en parte porque no solía estar acostumbrada a que me miraran tanto mientras cmía, llevaba años comiendo sola en mi casa, y me daba un poco de vergüenza. No creía que lo notara pero la verdad es que me estaba poniendo bastante roja.
- Me gusta que me mires, aunque me de vergüenza, podría perderme en tus ojos durante horas y nunca tendría suficiente. Ese violeta tuyo me cautiva hasta niveles insospechables. La verdad es que nunca había sentido esto - agacho la mirada fija a mi plato mientras como, ya que podría confundirme con un tomate de lo roja que me he puesto.
- Menos mal que se te ha ocurrido esa idea, no me hacía nada de gracia tener que separarme de ti ni por un segundo. Bueno, para comer si, y solo porque de esa forma podré coger más fuerzas para abrazarte un poquito más... - mientras el Suir falso hace la comida yo aumento la fuerza de mis brazos al rededor de su cintura y apoyo mi cabeza en su hombro. Parece una postura bastante sencilla entre dos personas pero para mi lo significa todo, y no solo porque me deja estar al lado de la persona que más amo sino porque me aporta seguridad, cercanía y, lo más importante de todo, su olor. Le respiré en el cuello y solté el aire por la boca al rededor para causarle un escalofrió, después lentamente me acerqué a su cuello y él me devuelve un largo beso en los labios que me pone la piel de gallina, nunca conseguiré acostumbrarme a tanta perfección.
Quiero devolverle el beso y seguir besándolo, como poco, unos cuantos años más pero nos interrumpe el sonido de su clon deshaciéndose en agua y dejando un charquito. La comida estaba lista, así que me senté en la mesa y pedí que me lo trajera ya que casi no podía andar de lo que me temblaban las piernas por aquel último beso.
Me lo comí todo lo más rápido posible bajo la atenta mirada del chico, aunque era normal, yo tampoco dejaba de mirarle. En parte porque era la persona mas bella que había conocido nunca y en parte porque no solía estar acostumbrada a que me miraran tanto mientras cmía, llevaba años comiendo sola en mi casa, y me daba un poco de vergüenza. No creía que lo notara pero la verdad es que me estaba poniendo bastante roja.
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Cada segundo que paso con ella, se convierte en el más preciado de mis recuerdos, que atesoro con fuerza en lo más profundo de mi corazón. Nadie puede saber cuanto la amo, porque nadie es capaz de enamorarse con tanta fuerza como yo mismo lo he hecho. Quizás tan solo ella pueda rivalizar con mi amor, pero eso es algo que técnicamente no importa, pues ayer mismo nos volvimos un mismo ser cuando nos unimos. Así que nos amamos en la misma fuerza, y nuestros corazones laten con la misma fuerza, al mismo ritmo. Estoy seguro de que ella ha podido sentir algo así cuando se ha apoyado en mi pecho. Siento su respiración en el cuello, dándome una sensación de que la piel me está sobrando, que no la necesito, que tengo que estar aún más unido a ella. Me da un beso largo, tan largo que pierdo la consciencia de cuanto ha pasado desde que empezó a hacerlo hasta que terminó. Nos levantamos, mejor dicho, me levanto, cuando el clon avisa que ya está listo. A ella la dejo en el suelo, delicadamente, y la cargo en brazos, para sentarla en la silla. Mi pobre pequeña está agotada, a causa de los esfuerzos a los que la he sometido amándola una y otra vez. Me siento dichoso, en esta postura en que la tengo por unos momentos. Me hace pensar en un venidero futuro en que la pueda llevar a mi cama todas las noches en mi villa. La cocina que mi clon ha creado no es demasiado exquisita, pues ni yo mismo se cocinar demasiado. No más lo que un ninja sabe hacer, para vivir tranquilamente. Cociné un poco de todo, gastando las reservas que tenía la casa guardadas. Espero sinceramente que no estuvieran caducadas, la verdad. Cuando mi clon se deshace, me pasa toda la información que ha obtenido en este tiempo. Gracias a todo lo sagrado, no vio nada que estuviera en mala pinta. Y eso hace mi chica, se lo come todo sin rechistar nada, pareciendo gustarle. Lo estará comiendo por gusto, o solo para agradarme? Confío en ella, por lo que creo que sí que estará bueno. Aún así, y por juguetear un poco, le quito el cubierto cuando está comiendo y me lo meto yo a la boca, para probar un bocado. No está malo, la verdad. Podría haberme salido mejor, pero desde luego, no está malo. Y vuelvo a mi postura, en una silla a la izquierda de mi cielo, apoyando los codos sobre la mesa, y la cabeza sobre las dos manos, para poder mirarla con una infinita ternura. Mis mejillas se elevan, con la sonrisa que profiero sabiendo que este es un momento más a recordar, uno de los cientos que tendré en mi cabeza el resto de mi vida. Pero no quiero pensar en que este será un mero recuerdo. No. Ella algún día será Kiriana, cuando la traiga aquí para hacerla mía eternamente.
Mis ojos violetas se clavan en ella, en cada facción de su cuerpo. Pero sobre todo se clavan en esos dos espejos, en los que me puedo reflejar, y ver mi enamorado rostro. Pero otro detalle que miré con encanto fueron sus mejillas, aquellas dos fulgurantes mejillas del carmesí tono del fuego, encendidas por mi causa. Saber que se pone algo avergonzada porque la esté mirando me hace sentir el hombre más afortunado del mundo.
Le dedico un par de palabras melosas mientras come, para demostrarle todo mi amor, acariciando su mejilla cuando no está comiendo:
Te amo, pequeña. Verte así de preciosa comiendo me hace pensar en que no quiero separarme de tí jamás. Llegado el momento, daría mi vida por tí, y eso quiero que lo recuerdes.
Pequeña, preciosa, mi chica... Todo son palabras que empleo con ella, y todas me encantan. Pero siguen quedándose cortas para lo perfecta que ella es.
Cuando ha acabado de comer, la vuelvo a coger en brazos, y la llevo a un sofá que hay cercano a este cuarto, y que ví en su momento, pero que no quise usar. La vuelvo a poner sobre mí, y la doy miles de besos. Pasan las horas, mientras la rodeo con mis brazos, acariciando cada parte de su cuerpo, sintiendome como la cosa más perfecta de la creación me pertenece, y me da amor, el mismo que el que yo le transmito a ella. Cuando nos queremos dar cuenta, ya ha anochecido. Pero no me importa, realmente, no importa nada de lo que ocurra, pues los días y las noches podrían pasar, que la seguiré queriendo aunque me arrancaran el corazón.
La miro con una sonrisa desde abajo, sabiendo que ya tiene que estar todo lo que planeé acabado.
Vamos a la cama, amor?
Me muestro algo enigmático, pero así es como quiero que sea todo. No todo deben ser mimos, también quiero darle alguna sorpresita, para que me recuerde no solo como un mimoso, si no como alguien que la supo sorprender en cada momento, y también que supiera tener detalles. Mi inofensiva treta ha empezado.
Mis ojos violetas se clavan en ella, en cada facción de su cuerpo. Pero sobre todo se clavan en esos dos espejos, en los que me puedo reflejar, y ver mi enamorado rostro. Pero otro detalle que miré con encanto fueron sus mejillas, aquellas dos fulgurantes mejillas del carmesí tono del fuego, encendidas por mi causa. Saber que se pone algo avergonzada porque la esté mirando me hace sentir el hombre más afortunado del mundo.
Le dedico un par de palabras melosas mientras come, para demostrarle todo mi amor, acariciando su mejilla cuando no está comiendo:
Te amo, pequeña. Verte así de preciosa comiendo me hace pensar en que no quiero separarme de tí jamás. Llegado el momento, daría mi vida por tí, y eso quiero que lo recuerdes.
Pequeña, preciosa, mi chica... Todo son palabras que empleo con ella, y todas me encantan. Pero siguen quedándose cortas para lo perfecta que ella es.
Cuando ha acabado de comer, la vuelvo a coger en brazos, y la llevo a un sofá que hay cercano a este cuarto, y que ví en su momento, pero que no quise usar. La vuelvo a poner sobre mí, y la doy miles de besos. Pasan las horas, mientras la rodeo con mis brazos, acariciando cada parte de su cuerpo, sintiendome como la cosa más perfecta de la creación me pertenece, y me da amor, el mismo que el que yo le transmito a ella. Cuando nos queremos dar cuenta, ya ha anochecido. Pero no me importa, realmente, no importa nada de lo que ocurra, pues los días y las noches podrían pasar, que la seguiré queriendo aunque me arrancaran el corazón.
La miro con una sonrisa desde abajo, sabiendo que ya tiene que estar todo lo que planeé acabado.
Vamos a la cama, amor?
Me muestro algo enigmático, pero así es como quiero que sea todo. No todo deben ser mimos, también quiero darle alguna sorpresita, para que me recuerde no solo como un mimoso, si no como alguien que la supo sorprender en cada momento, y también que supiera tener detalles. Mi inofensiva treta ha empezado.
Suiryumaru Hozuki- Ex Kage Kiri
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Nunca había imaginado que se pudiera llegar a querer tanto a alguien, los límites no existían cuando le tenía cerca o simplemente sentía su presencia aunque estuviera en el piso de arriba y yo en el de abajo. Y ver como me mira, con esos ojos tan grandes y hermosos que tenía, mirarlos era como contemplar el paraíso encerrado en dos cuencas que desprendían amor y sinceridad. Estaba claro que me amaba, aunque creía que nunca llegara a quererme tanto como yo lo quería a él. A pesar de ser un completo desconocido para mi, pues aún no conocía nada de él salvo los tatuajes que llevaba y que seguramente significarían algo, puesto que no me había querido hablar de ellos, daría la vida por él sin pensármelo dos veces.
Muchas personas pensarían que estoy loca, que así solo me estoy arruinando la vida, que no sé ni siquiera de donde es... pero eso era porque no habían sentido lo mismo que yo. Cuando encuentras alguien que de verdad es importante para ti, alguien con quien querrías compartir la vida y que fuese capaz de devolverte las esperanzas cuando lo ves todo perdido, cuando de verdad esa persona ha conseguido hacerte soñar y sonreír, entonces nada más importaba en este mundo que no fuera su bienestar y su felicidad, pues cuando alguna de las dos cosas faltan todo deja de tener sentido y el mundo se te cae encima mientras buscas las posibilidades, todas, por muy arriesgadas que fueran, para conseguir que todo volviera a la normalidad. Y yo, que había encontrado todo eso y más, iría al mismísimo infierno para conseguirlo, aunque me costara la vida.
Me siento tan diminuta ante todo esto, pero ¿Soy yo demasiado insignificante para este sentimiento o es el sentimiento demasiado grande para mi? De cualquier modo es un sentimiento tan profundo que cada vez que le veo siento esa felicidad, esa alegría. esa energía que me dice que es lo que siempre soñé, que me hace sentir lo hermosa que puede llegar a ser la vida solamente estando a su lado..
Acabo de comer y me dice algo precioso, que llega a mi pecho y me calienta el corazón haciéndolo latir tan fuerte que pienso que se me va a salir del pecho, y es que él, solamente él, puede conseguir eso simplemente con una mirada llena de cariño o diciéndome que me ama. Pero no hace falta que me lo diga, sus gestos, su mirada, sus brazos al abrazarme, su cariño, sus manos mientras me acaricia la mejilla, sus labios al besarme o al sonreír cuando me mira, todos sus más pequeños movimientos me demuestran que me ama y que también lo daría por mi.
Me entra la risa cuando me dice que si voy a la cama con él, pero creo que le he ofendido y le contesto con el motivo de que me haga gracia su proposición: "¿Solamente a la cama? Contigo iría a donde me lo pidieras, amor, como si es al fin del mundo". Dicho esto me levanto y voy hacia él, rodeo su cuello con mis brazos y apoyo mi cabeza en su hombro mientras comiendo a morderle el cuello. Me dejo llevar hacia donde él quiera guiarme, pues me da igual donde me lleve, como ya he dicho iré con él a donde sea.
Muchas personas pensarían que estoy loca, que así solo me estoy arruinando la vida, que no sé ni siquiera de donde es... pero eso era porque no habían sentido lo mismo que yo. Cuando encuentras alguien que de verdad es importante para ti, alguien con quien querrías compartir la vida y que fuese capaz de devolverte las esperanzas cuando lo ves todo perdido, cuando de verdad esa persona ha conseguido hacerte soñar y sonreír, entonces nada más importaba en este mundo que no fuera su bienestar y su felicidad, pues cuando alguna de las dos cosas faltan todo deja de tener sentido y el mundo se te cae encima mientras buscas las posibilidades, todas, por muy arriesgadas que fueran, para conseguir que todo volviera a la normalidad. Y yo, que había encontrado todo eso y más, iría al mismísimo infierno para conseguirlo, aunque me costara la vida.
Me siento tan diminuta ante todo esto, pero ¿Soy yo demasiado insignificante para este sentimiento o es el sentimiento demasiado grande para mi? De cualquier modo es un sentimiento tan profundo que cada vez que le veo siento esa felicidad, esa alegría. esa energía que me dice que es lo que siempre soñé, que me hace sentir lo hermosa que puede llegar a ser la vida solamente estando a su lado..
Acabo de comer y me dice algo precioso, que llega a mi pecho y me calienta el corazón haciéndolo latir tan fuerte que pienso que se me va a salir del pecho, y es que él, solamente él, puede conseguir eso simplemente con una mirada llena de cariño o diciéndome que me ama. Pero no hace falta que me lo diga, sus gestos, su mirada, sus brazos al abrazarme, su cariño, sus manos mientras me acaricia la mejilla, sus labios al besarme o al sonreír cuando me mira, todos sus más pequeños movimientos me demuestran que me ama y que también lo daría por mi.
Me entra la risa cuando me dice que si voy a la cama con él, pero creo que le he ofendido y le contesto con el motivo de que me haga gracia su proposición: "¿Solamente a la cama? Contigo iría a donde me lo pidieras, amor, como si es al fin del mundo". Dicho esto me levanto y voy hacia él, rodeo su cuello con mis brazos y apoyo mi cabeza en su hombro mientras comiendo a morderle el cuello. Me dejo llevar hacia donde él quiera guiarme, pues me da igual donde me lleve, como ya he dicho iré con él a donde sea.
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Las horas pasan, y no veo que algo que no sea felicidad recubra mi mundo. Podríamos pasar aquí la eternidad, llegar el fin del mundo, todas las plagas del universo atacarnos, que no nos enteraríamos. Y es que, seguramente, esto ha sido un sueño, o el mejor de los genjutsus jamás creados, porque lo que siento no es normal, no puede expresarse con palabras, pero sí con hechos. Y llegado el momento, se que podré demostrarselo, si se presenta la ocasión. Pero ahora voy a disfrutar de lo que me espera ahora. Mi plan ya está culminado, y ya es la hora de llevarlo a cabo. Desde que bajé de las escaleras que empezó a llevarse a cabo, y todas estas horas que he pasado en el sofá con ella han sido las que han permitido que se fuera madurando, incubándose lentamente.
La cojo en brazos, mientras ella me va mordiendo el cuello, dándome placer segundo a segundo. Pero lo que ella no sabe, es que a quien le espera el placer ahora, es a ella. Si consigo sobrevivir a esta noche, haré que mi amor sepa lo que es la auténtica vida. Voy a hacer que cada segundo de esta noche sea tan placentero que estalle por dentro.
Me siento como si fuera un recién casado, llevando a su nueva esposa a la cama, para tomarla por primera vez. Pero, para suerte o para desgracia, ya la he tomado un par de veces. Y pienso seguir haciéndolo, hasta que mi cuerpo lo permita, hasta que el fin de los días llegue. Subo los escalones uno a uno, fijándome en el detalle de sus pantalones, que me encuentro a mitad de camino. Con que ahí estaban... Cuando los tiré, en mi furor ardiente, ni recordé que hice con ellos. Mi vida era ella, y lo sigue siendo, por lo que todo lo demás era contingente. Solo su amor y su ser es necesario.
Cuando por fin he acabado, entro en el cuarto más hermoso del mundo, que aún huele a ella. Pero ahora está cambiado. Hay un clon, que se ha encargado de arreglarlo, cambiar las sábanas, hacer la cama, llenarlo todo de velas, y la cama de pétalos de rosa. Rosas que crecen en el jardín de abajo, rosas silvestres. Rosas de amor, rosas de pasión. Rosas de cariño, de entrega, y de dedicación eterna. Ahora que ya es de noche entrada, y las velas están encendidas, junto al color que toman los pétalos, con el reflejo de la luna, que hoy está llena, es algo precioso. Creo que se ha quedado sin palabras ante este pequeño regalo que le he hecho.
Y bien? Te gusta?
Prácticamente, ignoro su respuesta, mientras le pido que haga ciertas cosas.
Cielo mío, confías en mi? Si lo haces, te procuraré la mayor noche de placer que jamás hayas vivido.
Ante su afirmativa, la pido que se tumbe en la cama llena de pétalos de rosa, y saco del cajón de la mesa un cierto objeto que se ha convertido en el artificio número uno de nuestros juegos eróticos: Los restos de los jirones de su camiseta. Con ellos, me encargaré de crear el juego definitivo, donde ella pueda gozar toda la noche.
Lentamente, y deleitándome con el proceso, cojo cada uno de los pequeños trozos que quedan, y empiezo mi plan. La primera se convierte en una venda, que cubre sus ojos, para que no pueda ver nada, y su cuerpo prescinda de un sentido innecesario. La existencia de mi clon ahora se vuelve algo inútil, por lo que, nada más hacer que se tumbara en la cama, choqué la mano con él, mientras dábamos un paso, y la chocábamos por ahora abajo, un pequeño saludo que ideé en mis ratos libres de entrenamiento. Acto seguido, se deshacía en agua, y yo procedía a acabar lo empezado. Lo siguiente era una mordaza en los labios, para que tampoco pudiera hablar. No sin antes colmarla de besos y abrazos, mezclando nuestras salivas, dejando que mi lengua se hiciera una con la suya. Y ahora mis manos serían las que acabarían de sellar el pacto de amor y placer, atándole con los últimos cuatro trozos que sobraban sus muñecas y tobillos a los patas de la cama, en una postura en que sus piernas quedaban abiertas a todo lo que le iba a ofrecer ahora. Era genial el hecho de que siempre fueramos desnudos, nos quitaba el tedioso aunque excitante proceso de tener que quitárselo cada vez que quisiera amarla.
Y así, fui bajando cubriéndola de besos, con unas terribles ganas de hacerla mía. Y ahora su cuerpo entero era mío. Ni podía mover sus brazos, ni sus piernas, ni hablar ni ver. Realmente ahora si que era mía. De modo que procedí a recompensarle por hacerme tan dichoso.
Llegué hasta la zona que encontré hacía un par de horas, y volví a unir mis labios y mi lengua a ella, para darle placer. Y noté como retorcía las piernas, señal de que no lo estaba precisamente pasando mal. Quizás no le gustara el hecho de que hubiese preparado todo aquel plan, pero era imperativo. Tenía que darle esta pequeña sorpresa, demostrarle que no era un simple soso, que podía innovar.
Puedo notar su corazón latiendo con fuerza, junto a los pechos que acaricié y toqué un par de segundos antes, mientras estaba disfrutando al cien por cien de cada acción que hacía. Y, al cabo del tiempo, pude ver como llegaba al clímax mientras yo le daba todos aquellos sentimientos placenteros con mi boca, pero noté que no era suficiente. Que todo aquel plan no era suficiente para demostrarle mi amor, y que fuese recompensada por todo lo que me había dado, por todo el amor que me había demostrado, por hacer que mi vida ahora tuviese sentido. Y es que Katniss Everdeen era la mujer de mi vida, y llegado el momento, sería más que obvio que haría que fuese mi esposa para siempre. El destino lo había querido así.
No tenía otra que continuar lo que había empezado. Y así lo hice, hasta perder la cuenta de las veces que hice que se retorciera de piernas y gimiera; a pesar de tener la boca tapada, era capaz de oir esos gemidos. Y perdía la cabeza cada vez que los oía, sintiendome un poquito más dichoso, y con aún más ganas de seguir.
Toda la noche me ocupó este acto, pero, cuando más o menos pude notar que ya no podría aguantar mucho más haciendo esto, decidí que sería hora de culminar por hoy el acto amatorio, y la liberé de las cadenas que aprisionaban sus ojos y boca. Y, besándola, me introduje en ella, notando que ahora su interior era mil veces más fácil de acceder. Moverse era una auténtica delicia por aquella diosa del placer, y me sentía como que el mundo llegaría a su fin cuando culminase aquella vez. Pero el mundo no acabó. Conseguimos llegar al mismo tiempo hasta el infinito de los placeres, y no pude evitar si no quedarme dormido como la primera vez, solo que esta vez con el detalle de que ella estaba atada, un pequeño problema. Pero las horas pasaron, y yo seguía dormido encima de ella. Me disculparía con ella cuando fuese el momento, pero ahora estaba agotado por el esfuerzo, y estaba más que seguro que ella había disfrutado el proceso, por lo que dejé que las garras de Morfeo me llevasen rápidamente, hasta que fuese, como poco el mediodia. Podía confiar en que ella tambien dormiria, o eso quise pensar. Le había dado una noche entera de placer, Y ahora tocaba una mañana de descanso, quizás para hacerle algo de comer a eso del mediodía.
La cojo en brazos, mientras ella me va mordiendo el cuello, dándome placer segundo a segundo. Pero lo que ella no sabe, es que a quien le espera el placer ahora, es a ella. Si consigo sobrevivir a esta noche, haré que mi amor sepa lo que es la auténtica vida. Voy a hacer que cada segundo de esta noche sea tan placentero que estalle por dentro.
Me siento como si fuera un recién casado, llevando a su nueva esposa a la cama, para tomarla por primera vez. Pero, para suerte o para desgracia, ya la he tomado un par de veces. Y pienso seguir haciéndolo, hasta que mi cuerpo lo permita, hasta que el fin de los días llegue. Subo los escalones uno a uno, fijándome en el detalle de sus pantalones, que me encuentro a mitad de camino. Con que ahí estaban... Cuando los tiré, en mi furor ardiente, ni recordé que hice con ellos. Mi vida era ella, y lo sigue siendo, por lo que todo lo demás era contingente. Solo su amor y su ser es necesario.
Cuando por fin he acabado, entro en el cuarto más hermoso del mundo, que aún huele a ella. Pero ahora está cambiado. Hay un clon, que se ha encargado de arreglarlo, cambiar las sábanas, hacer la cama, llenarlo todo de velas, y la cama de pétalos de rosa. Rosas que crecen en el jardín de abajo, rosas silvestres. Rosas de amor, rosas de pasión. Rosas de cariño, de entrega, y de dedicación eterna. Ahora que ya es de noche entrada, y las velas están encendidas, junto al color que toman los pétalos, con el reflejo de la luna, que hoy está llena, es algo precioso. Creo que se ha quedado sin palabras ante este pequeño regalo que le he hecho.
Y bien? Te gusta?
Prácticamente, ignoro su respuesta, mientras le pido que haga ciertas cosas.
Cielo mío, confías en mi? Si lo haces, te procuraré la mayor noche de placer que jamás hayas vivido.
Ante su afirmativa, la pido que se tumbe en la cama llena de pétalos de rosa, y saco del cajón de la mesa un cierto objeto que se ha convertido en el artificio número uno de nuestros juegos eróticos: Los restos de los jirones de su camiseta. Con ellos, me encargaré de crear el juego definitivo, donde ella pueda gozar toda la noche.
Lentamente, y deleitándome con el proceso, cojo cada uno de los pequeños trozos que quedan, y empiezo mi plan. La primera se convierte en una venda, que cubre sus ojos, para que no pueda ver nada, y su cuerpo prescinda de un sentido innecesario. La existencia de mi clon ahora se vuelve algo inútil, por lo que, nada más hacer que se tumbara en la cama, choqué la mano con él, mientras dábamos un paso, y la chocábamos por ahora abajo, un pequeño saludo que ideé en mis ratos libres de entrenamiento. Acto seguido, se deshacía en agua, y yo procedía a acabar lo empezado. Lo siguiente era una mordaza en los labios, para que tampoco pudiera hablar. No sin antes colmarla de besos y abrazos, mezclando nuestras salivas, dejando que mi lengua se hiciera una con la suya. Y ahora mis manos serían las que acabarían de sellar el pacto de amor y placer, atándole con los últimos cuatro trozos que sobraban sus muñecas y tobillos a los patas de la cama, en una postura en que sus piernas quedaban abiertas a todo lo que le iba a ofrecer ahora. Era genial el hecho de que siempre fueramos desnudos, nos quitaba el tedioso aunque excitante proceso de tener que quitárselo cada vez que quisiera amarla.
Y así, fui bajando cubriéndola de besos, con unas terribles ganas de hacerla mía. Y ahora su cuerpo entero era mío. Ni podía mover sus brazos, ni sus piernas, ni hablar ni ver. Realmente ahora si que era mía. De modo que procedí a recompensarle por hacerme tan dichoso.
Llegué hasta la zona que encontré hacía un par de horas, y volví a unir mis labios y mi lengua a ella, para darle placer. Y noté como retorcía las piernas, señal de que no lo estaba precisamente pasando mal. Quizás no le gustara el hecho de que hubiese preparado todo aquel plan, pero era imperativo. Tenía que darle esta pequeña sorpresa, demostrarle que no era un simple soso, que podía innovar.
Puedo notar su corazón latiendo con fuerza, junto a los pechos que acaricié y toqué un par de segundos antes, mientras estaba disfrutando al cien por cien de cada acción que hacía. Y, al cabo del tiempo, pude ver como llegaba al clímax mientras yo le daba todos aquellos sentimientos placenteros con mi boca, pero noté que no era suficiente. Que todo aquel plan no era suficiente para demostrarle mi amor, y que fuese recompensada por todo lo que me había dado, por todo el amor que me había demostrado, por hacer que mi vida ahora tuviese sentido. Y es que Katniss Everdeen era la mujer de mi vida, y llegado el momento, sería más que obvio que haría que fuese mi esposa para siempre. El destino lo había querido así.
No tenía otra que continuar lo que había empezado. Y así lo hice, hasta perder la cuenta de las veces que hice que se retorciera de piernas y gimiera; a pesar de tener la boca tapada, era capaz de oir esos gemidos. Y perdía la cabeza cada vez que los oía, sintiendome un poquito más dichoso, y con aún más ganas de seguir.
Toda la noche me ocupó este acto, pero, cuando más o menos pude notar que ya no podría aguantar mucho más haciendo esto, decidí que sería hora de culminar por hoy el acto amatorio, y la liberé de las cadenas que aprisionaban sus ojos y boca. Y, besándola, me introduje en ella, notando que ahora su interior era mil veces más fácil de acceder. Moverse era una auténtica delicia por aquella diosa del placer, y me sentía como que el mundo llegaría a su fin cuando culminase aquella vez. Pero el mundo no acabó. Conseguimos llegar al mismo tiempo hasta el infinito de los placeres, y no pude evitar si no quedarme dormido como la primera vez, solo que esta vez con el detalle de que ella estaba atada, un pequeño problema. Pero las horas pasaron, y yo seguía dormido encima de ella. Me disculparía con ella cuando fuese el momento, pero ahora estaba agotado por el esfuerzo, y estaba más que seguro que ella había disfrutado el proceso, por lo que dejé que las garras de Morfeo me llevasen rápidamente, hasta que fuese, como poco el mediodia. Podía confiar en que ella tambien dormiria, o eso quise pensar. Le había dado una noche entera de placer, Y ahora tocaba una mañana de descanso, quizás para hacerle algo de comer a eso del mediodía.
Suiryumaru Hozuki- Ex Kage Kiri
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Me dejo llevar por él, a pesar de que lo que me está haciendo uno o dos días antes me habría escandalizado, pero si es él quien me ataba de pies y manos lo único que puedo hacer es cerrar los ojos y esperar a que comience su juego. Ni siquiera deja la boca libre para poder darle placer aunque sea con ella. No, ahora es el quien quiere llevar las riendas y le dejo hacer completamente.
Su lengua se mueve por mi cuerpo y espasmos de placer hacen que mi cuerpo se mueva involuntariamente mientras comienzo a gemir silenciosamente y con la boca cerrada, hasta que llega y su objetivo y la respiración se hace más pesada, sobra todo el espacio entre nosotros. Cuando estoy con él necesito sentirle tan cerca que hasta los cuerpos sobran, se hacen molestos y me acaban agobiando. Quiero tenerle dentro de mi, en todos los sentidos, que me clave los colmillos en el cuello a la vez que sus uñas en mi espalda y distintas partes del cuerpo en su interior.
Sabe exactamente lo que tiene que hacer para que sienta la necesidad de querer más, pero algo punzante se clava en mi corazón, y es que sé que o es la ultima noche o una de ellas, pues nuestro tiempo se agota. Aparto todos esos pensamientos de mi mente, o más bien los hace desaparecer él con su boca, en mi mente solo puedo ver la imagen de nosotros vista desde fuera, a pesar de que el único sentido que queda en mi es el del tacto, ya que ha neutralizado todos los demás con las vendas. Por lo que me concentro en él y en el punto donde más siento y me dejo llevar toda la noche.
Que si confiaba en él me había preguntado momentos antes, como muestra de ello allí me tenia, sin movimiento, vista y habla. Debo reconocer que al principio estaba un poco tensa pues nunca me había sentido tan encarcelada como ahora, me recordaba a las criaturas que cazaba, se debían de sentir mucho peor que yo, puesto que a mi me estaba cazando la persona que amaba y no precisamente para matarme, si acaso matarme de placer...
Y así pasamos la noche entera, entre placeres y orgasmos, a cada cual mejor y más satisfactorio, con la respiración agitada y completamente sin sentido de la orientación, no recordaba ni siquiera donde estaba ni en que posición, solamente que tenia a ese muchacho entre mis piernas haciéndome llegar al cielo, cada vez un poquito más alto. Esa noche, durante ese momento, perdí un poco más la cordura sobre mi misma y me deje llevar al placer que me daba mi amor.
Los rayos del sol se asoman por la ventana cuando decide que ya ha hecho suficiente por esa noche y me desata, le abrazo y le tumbo al lado mía. Estoy demasiado cansada para pronunciar a penas una palabra, por lo que solo consigo decirle un te amo entre susurros antes de caer completamente rendida entre sus brazos.
Su lengua se mueve por mi cuerpo y espasmos de placer hacen que mi cuerpo se mueva involuntariamente mientras comienzo a gemir silenciosamente y con la boca cerrada, hasta que llega y su objetivo y la respiración se hace más pesada, sobra todo el espacio entre nosotros. Cuando estoy con él necesito sentirle tan cerca que hasta los cuerpos sobran, se hacen molestos y me acaban agobiando. Quiero tenerle dentro de mi, en todos los sentidos, que me clave los colmillos en el cuello a la vez que sus uñas en mi espalda y distintas partes del cuerpo en su interior.
Sabe exactamente lo que tiene que hacer para que sienta la necesidad de querer más, pero algo punzante se clava en mi corazón, y es que sé que o es la ultima noche o una de ellas, pues nuestro tiempo se agota. Aparto todos esos pensamientos de mi mente, o más bien los hace desaparecer él con su boca, en mi mente solo puedo ver la imagen de nosotros vista desde fuera, a pesar de que el único sentido que queda en mi es el del tacto, ya que ha neutralizado todos los demás con las vendas. Por lo que me concentro en él y en el punto donde más siento y me dejo llevar toda la noche.
Que si confiaba en él me había preguntado momentos antes, como muestra de ello allí me tenia, sin movimiento, vista y habla. Debo reconocer que al principio estaba un poco tensa pues nunca me había sentido tan encarcelada como ahora, me recordaba a las criaturas que cazaba, se debían de sentir mucho peor que yo, puesto que a mi me estaba cazando la persona que amaba y no precisamente para matarme, si acaso matarme de placer...
Y así pasamos la noche entera, entre placeres y orgasmos, a cada cual mejor y más satisfactorio, con la respiración agitada y completamente sin sentido de la orientación, no recordaba ni siquiera donde estaba ni en que posición, solamente que tenia a ese muchacho entre mis piernas haciéndome llegar al cielo, cada vez un poquito más alto. Esa noche, durante ese momento, perdí un poco más la cordura sobre mi misma y me deje llevar al placer que me daba mi amor.
Los rayos del sol se asoman por la ventana cuando decide que ya ha hecho suficiente por esa noche y me desata, le abrazo y le tumbo al lado mía. Estoy demasiado cansada para pronunciar a penas una palabra, por lo que solo consigo decirle un te amo entre susurros antes de caer completamente rendida entre sus brazos.
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Me encuentro en Kirigakure. Los rayos del sol me dan en la cara. Soy un pequeño niño de unos ocho año, que se balancea en un columpio alegremente. Mis padres me miran, desde la valla de la esquina, mientras que disfruto con otros niños jugando y aprovechando lo poco que me puede quedar de infancia. De repente, mi padre recibe una misiva de un ANBU, y se va, dejando solo a mi madre cuidando de mí. No tengo problemas con ello, mamá siempre ha sabido cuidar de mi, aunque papi no esté. Ambos son ninjas, pero mamá solo es Chuunin. Papá es Anbu, pero ya retirado. Ahora solo hace misiones no superiores al rango A. Se quiere dedicar al cuidado de su único hijo, Suiryumaru Hozuki. Piensan que no llegaré a mucho, y yo también lo se, pero me conformo con ser Jounnin, para poder ser como Papá. Yo también quiero ser un ninja fuerte, que haga misiones. Y cuando sea mayor, me casaré con una bonita chica, como Mamá, y tendré otro hijo que será también fuerte, mucho más fuerte que yo y Papá juntos. Pero mis juegos se ven interrumpidos. Una herida de aspecto muy grave aparece en mi costado, y no puedo ver quien ha sido, hasta segundos antes de caer desmayado. Mi propio padre... Él me lo ha lanzado.
Despierto cubierto de sudor, mientras que veo a mi preciosa Katniss Everdeen a mi lado. Por un segundo puedo respirar más que en paz. Lo único que ahora mismo me importa, al margen de mis pesadillas, es el hecho de pensar que mi sudor ha podido empaparla. Es lo único que realmente me importa, ella, ella, y solo ella. Mi mundo, mi vida, el sol de la mañana. Y la luna de la noche y la estrella que me guía. Todas esas cosas, y mucho más. Y mi alma se siente como un poeta hoy, por lo que decido levantarme, con muchísimo cuidado de no despertarla, tardando más de diez minutos en tomarme mi tiempo para no perturbar el sueño de la reina de las bellezas.
No tardo más de media hora en, tras haber encontrado un boli y papel, tirados por ahí, escribirle una pequeña poesía, algo no demasiado lírico, pero que de todos modos me apetecía escribirle. Más que seguro estoy de que seguirá durmiendo, la he dado una noche eterna...
Tras ello, me voy a donde se sitúa el baño, aún completamente desnudo. No he tardado mucho en localizarlo, aunque no habíamos ido en dos días. Tendré que replantearme el usar ropa en los momentos en que no la ame, pero, a pesar de que afuera llueve y hace frío, aquí dentro, como es verano, se está bastante bien.
Abro el grifo despacio, mientras los chorros del agua me caen despacio, mojándome cada retazo del cuerpo rápidamente, hasta que no queda ni una sola parte de mi tonificado torso ni espalda sin ser bañado por las refrescantes aguas. Es más que probable que el ruido de la ducha la despierte, por lo que me tomo mi tiempo en este ejercicio, prácticamente esperándola, con la esperanza de que se una en mi pequeño ejercicio matutino...
Despierto cubierto de sudor, mientras que veo a mi preciosa Katniss Everdeen a mi lado. Por un segundo puedo respirar más que en paz. Lo único que ahora mismo me importa, al margen de mis pesadillas, es el hecho de pensar que mi sudor ha podido empaparla. Es lo único que realmente me importa, ella, ella, y solo ella. Mi mundo, mi vida, el sol de la mañana. Y la luna de la noche y la estrella que me guía. Todas esas cosas, y mucho más. Y mi alma se siente como un poeta hoy, por lo que decido levantarme, con muchísimo cuidado de no despertarla, tardando más de diez minutos en tomarme mi tiempo para no perturbar el sueño de la reina de las bellezas.
No tardo más de media hora en, tras haber encontrado un boli y papel, tirados por ahí, escribirle una pequeña poesía, algo no demasiado lírico, pero que de todos modos me apetecía escribirle. Más que seguro estoy de que seguirá durmiendo, la he dado una noche eterna...
Cien flores en mi jardín, cien estrellas en mi cuarto.
Mil pasiones en tus brazos, mil amores de verano.
Y quinientos besos de tus labios, y dos pares de abrazos.
Perdiendo la cabeza, amándote despacio.
Temiendo la cordura, escribiéndote me hallo.
Los días en tu estancia son del cielo un regalo.
Comiéndome tus sueños,
bebiéndome tus labios.
Con cien pequeños versos,
te escribo un pequeño ramo.
Y un último mensaje escribo,
estoy en la ducha, Y TE AMO.
Mil pasiones en tus brazos, mil amores de verano.
Y quinientos besos de tus labios, y dos pares de abrazos.
Perdiendo la cabeza, amándote despacio.
Temiendo la cordura, escribiéndote me hallo.
Los días en tu estancia son del cielo un regalo.
Comiéndome tus sueños,
bebiéndome tus labios.
Con cien pequeños versos,
te escribo un pequeño ramo.
Y un último mensaje escribo,
estoy en la ducha, Y TE AMO.
Tras ello, me voy a donde se sitúa el baño, aún completamente desnudo. No he tardado mucho en localizarlo, aunque no habíamos ido en dos días. Tendré que replantearme el usar ropa en los momentos en que no la ame, pero, a pesar de que afuera llueve y hace frío, aquí dentro, como es verano, se está bastante bien.
Abro el grifo despacio, mientras los chorros del agua me caen despacio, mojándome cada retazo del cuerpo rápidamente, hasta que no queda ni una sola parte de mi tonificado torso ni espalda sin ser bañado por las refrescantes aguas. Es más que probable que el ruido de la ducha la despierte, por lo que me tomo mi tiempo en este ejercicio, prácticamente esperándola, con la esperanza de que se una en mi pequeño ejercicio matutino...
Suiryumaru Hozuki- Ex Kage Kiri
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Me despierta un ruido lejano que no me deja dormir tranquila y me muevo sobre mi misma buscando los brazos del que ha sido mi amante los últimos días. Sin embargo, no encuentro nada, solo una hoja de papel escrita con una caligrafía estupenda, me giro de nuevo sobre mi misma y quedo boca abajo con la carta entre mis manos. Antes de comenzar a leer algo me presiona el pecho ¿Y si es una carta de despedida?¿Y si realmente no me quiere?¿Y si..? Pero solo tengo que empezar por la primera palabra para que la presión se desvanezca y para compensar se me corte la respiración. Nunca antes había sentido tanto por una persona ni me habían hecho nada tan bonito, por eso antes de que pierda el control sobre mis sentimientos y se me reblandezcan los pensamientos tengo que irme, se me escapa una lágrima sólo con pensar en estar lejos de él, que le amo tanto, pero es el momento si quiero llegar pronto al chunnin.
Me levanto con la hoja y el bolígrafo en la mano y sigo el sonido que cada vez se hace más fuerte, por el camino encuentro restos de mi camiseta y encuentro uno más o menos lo suficientemente largo como para atármelo a la muñeca a modo de pulsera, lo cojo y me lo ato dejando justo en frente una insignia de un pájaro que me cosía en todas las camisetas, al igual que lo había hecho la primera vez mi madre . Le encuentro, está en el baño, antes de entrar me limpio los ojos y abro la puerta. Me mira, parece que lleva tiempo esperándome, claro que yo por ducharme con él esperaría una eternidad, o quizás dos. No me salen las palabras así que le cojo de la mano y me siento en el suelo, le doy un tirón cariñoso para que se siente a mi lado y comienzo a escribir, pero antes le doy un beso en los labios. No un beso largo, abriendo la boca y moviéndola los dos al unísono, sino uno lento, con los labios pegados y apretados a los suyos.
- Voy a escribirte una cosa - Agacho la cabeza por si alguna lagrima rebelde decide que es momento de salir y me aferro al bolígrafo mientas intento escribir mis sentimientos. No me fijo en si está mirando o no, solo espero que así sea:
Me gustaría saber exactamente quien eres, saber todo sobre ti: Donde naciste, donde viviste, que te llevó a ser ninja, cual es el pensamiento con el que te levantas cada mañana, la meta que dirige tu vida, tus propósitos, tu ideal de futuro, el significado de tus tatuajes, lo que ver al mirarme, los que sientes al tocarme, lo que piensas al besarme o abrazarme, incluso cual es tu color o comida favorita. Me interesas más que ninguna otra persona que haya encontrado en este mundo (exceptuando mi padre, era un gran nendo), cuales son tus aspiraciones, que es lo que más te gustaría hacer en este momento, mañana o en el futuro, que te gusta o te disgusta. Quiero saber que se te pasa por la cabeza en este mismo instante. Quiero ser loca, dejarlo todo atrás e irme contigo a donde nadie me pueda encontrar, aferrarme a ti con fuerza, tener un futuro a tu lado, hijos, una boda, un hogar, una familia y todo quiero tenerlo contigo, porque ahora mismo estoy siendo loca y porque me he enamorado de ti, porque tus ojos violetas me encandilan y me hacen llegar al paraíso. Por eso no quiero que pienses que me he aprovechado de ti ahora que te digo que me tengo que ir, porque tengo una vida que seguir y desgraciadamente la educación que me dieron fue la de ser una persona sensata y cuerda, por más que quiera ser alocada en este mismo instante. No me guardes rencor, quiero que guardes todos los momentos que hemos pasado juntos, todos los sentimientos bonitos que hayas tenido hacia mi, porque yo pensaré cada noche antes de acostarme y cada día al levantarme de todo lo que sentí en el momento que te miré a los ojos de verdad por primera vez.
- A pesar de que tengo que irme para empezar los exámenes chunin, rezaré para que algún pueda volver a verte y devolverte todo el amor que no te daré todo este tiempo, porque por muy lejos que esté de ti todo lo que pienso y siento acerca de ti, de nosotros, seguirá siento siempre igual y nunca menguará la intensidad con la que lo siento. Me despido ahora porque sé que si me meto a la ducha contigo no me querré ir nunca más. - Le abracé con fuerza y cerré los ojos, deseando que no se enfadara conmigo ni que me guardara rencor, y sobre todo que no se llevara una idea equivocada de mi. - Pero si me dejas, me gustaría hacerte un regalo, no es gran cosa porque no esperaba encontrarme contigo, pero me gustaría que me recordaras. Si lo aceptas, claro - me desaté el trozo de camiseta y se lo até a él sin dejar de apretarme contra él - llévalo siempre y míralo cuando pienses en mi.
Me levanto con la hoja y el bolígrafo en la mano y sigo el sonido que cada vez se hace más fuerte, por el camino encuentro restos de mi camiseta y encuentro uno más o menos lo suficientemente largo como para atármelo a la muñeca a modo de pulsera, lo cojo y me lo ato dejando justo en frente una insignia de un pájaro que me cosía en todas las camisetas, al igual que lo había hecho la primera vez mi madre . Le encuentro, está en el baño, antes de entrar me limpio los ojos y abro la puerta. Me mira, parece que lleva tiempo esperándome, claro que yo por ducharme con él esperaría una eternidad, o quizás dos. No me salen las palabras así que le cojo de la mano y me siento en el suelo, le doy un tirón cariñoso para que se siente a mi lado y comienzo a escribir, pero antes le doy un beso en los labios. No un beso largo, abriendo la boca y moviéndola los dos al unísono, sino uno lento, con los labios pegados y apretados a los suyos.
- Voy a escribirte una cosa - Agacho la cabeza por si alguna lagrima rebelde decide que es momento de salir y me aferro al bolígrafo mientas intento escribir mis sentimientos. No me fijo en si está mirando o no, solo espero que así sea:
Me gustaría saber exactamente quien eres, saber todo sobre ti: Donde naciste, donde viviste, que te llevó a ser ninja, cual es el pensamiento con el que te levantas cada mañana, la meta que dirige tu vida, tus propósitos, tu ideal de futuro, el significado de tus tatuajes, lo que ver al mirarme, los que sientes al tocarme, lo que piensas al besarme o abrazarme, incluso cual es tu color o comida favorita. Me interesas más que ninguna otra persona que haya encontrado en este mundo (exceptuando mi padre, era un gran nendo), cuales son tus aspiraciones, que es lo que más te gustaría hacer en este momento, mañana o en el futuro, que te gusta o te disgusta. Quiero saber que se te pasa por la cabeza en este mismo instante. Quiero ser loca, dejarlo todo atrás e irme contigo a donde nadie me pueda encontrar, aferrarme a ti con fuerza, tener un futuro a tu lado, hijos, una boda, un hogar, una familia y todo quiero tenerlo contigo, porque ahora mismo estoy siendo loca y porque me he enamorado de ti, porque tus ojos violetas me encandilan y me hacen llegar al paraíso. Por eso no quiero que pienses que me he aprovechado de ti ahora que te digo que me tengo que ir, porque tengo una vida que seguir y desgraciadamente la educación que me dieron fue la de ser una persona sensata y cuerda, por más que quiera ser alocada en este mismo instante. No me guardes rencor, quiero que guardes todos los momentos que hemos pasado juntos, todos los sentimientos bonitos que hayas tenido hacia mi, porque yo pensaré cada noche antes de acostarme y cada día al levantarme de todo lo que sentí en el momento que te miré a los ojos de verdad por primera vez.
- A pesar de que tengo que irme para empezar los exámenes chunin, rezaré para que algún pueda volver a verte y devolverte todo el amor que no te daré todo este tiempo, porque por muy lejos que esté de ti todo lo que pienso y siento acerca de ti, de nosotros, seguirá siento siempre igual y nunca menguará la intensidad con la que lo siento. Me despido ahora porque sé que si me meto a la ducha contigo no me querré ir nunca más. - Le abracé con fuerza y cerré los ojos, deseando que no se enfadara conmigo ni que me guardara rencor, y sobre todo que no se llevara una idea equivocada de mi. - Pero si me dejas, me gustaría hacerte un regalo, no es gran cosa porque no esperaba encontrarme contigo, pero me gustaría que me recordaras. Si lo aceptas, claro - me desaté el trozo de camiseta y se lo até a él sin dejar de apretarme contra él - llévalo siempre y míralo cuando pienses en mi.
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
No había pasado demasiado tiempo desde que estaba esperando en la ducha, yo solo quería empezar el día otra vez más, junto a la que era ahora dueña de mis besos y de mi alma. Ni podía imaginar que ese día sería el último en mucho tiempo en que vería a aquella preciosidad de mujer. No era justo para nada, pero yo aún ni me había enterado. Cinco minutos después, mientras empezaba a preparar el agua, mi cariñosa pequeña entró, según creía, para darme mimos y gozar conmigo un poco más de esta mañana.
Buenas, cielo mío, que tal...
No me dejó acabar la frase. De un tirón, me lleva al suelo, mientras que comienza a escribir en la misma hoja en que yo había redactado aquella pequeña carta de amor. Podía haberla hecho mil veces mejor, realmente. Años más tarde me arrepentiría de aquello. Atónito observé todo lo que me decía, sin ningún sentido para mí. No podia asimilar lo que estaba pasando. Todo lo que nos quedaba de tiempo para estar juntos no iba a realizarse nunca? No quería que aquello ocurriera. Pero bien era cierto que también tendría que ir yo mismo al examen chuunin. Como ahora ya podia pensar, esto no era justo para nada. Un Dios que me arrebataba a mi amada era demasiado perverso como para existir. No... No quería.
Pero había de ser así. Quería renegar del mundo, estallar en pedazos, volverme a reunir y destruir todo lo que tenía a mi alcance. Si en este mundo no podía estar con mi amada, nadie podría vivirlo. Sin embargo... si va hacia el chuunin, allí podríamos vernos de nuevo, existía esa posibilidad. Me dejé besar y abrazar, me gustaban demasiado aquellos mimos como para no recibirlos.
Katniss... Escúchame atentamente. Si dices que vas al Chuunin, puede que nos veamos allí. Llevaré una máscara para que me puedas reconocer, y que nadie nos vincule. En cuanto a la pulsera, la llevaré siempre conmigo, nunca lo dudes. Pocos tesoros poseo, más que la espada que me dió mi Padre adoptivo y Kage de mi villa Sadoru, y una cantimplora con forma de kunai que me dió mi padre. No más tengo, pero ahora serán tres, añandiendo este trozo de tela. Jamás te olvidaré, Katniss Everdeen. Ahora, si no te importa, solo tumbate un poco conmigo y abrazame. No, si hago eso nunca te dejaré ir. Parte ya, vistete y que te vaya bien en la vida.
No quiero ponerme a llorar, nunca lo hice y mi orgullo me lo impediría. Pero esta va a ser la vez que más me cueste jamás impedir que esas lágrimas fluyan por mi rostro como si de gotas de la fuente por la mañana o el mismo rocio de la madrugada en una hoja de fresca rosa se tratasen. Le coloqué una rosa que aún quedaba íntegra en el pelo y que dejé por el pasillo, tras levantarme y buscar mi ropa por toda la casa con tranquilidad. Pero el chaleco que le dejé... tenía que llevárselo, con el nunca podría olvidarme. Se lo tendí para que se tapara un poco y no pasara tanto frío, aunque era una bonita mañana de verano. Acompañé la prenda con un último beso.
Te amo, nunca lo olvides.
Buenas, cielo mío, que tal...
No me dejó acabar la frase. De un tirón, me lleva al suelo, mientras que comienza a escribir en la misma hoja en que yo había redactado aquella pequeña carta de amor. Podía haberla hecho mil veces mejor, realmente. Años más tarde me arrepentiría de aquello. Atónito observé todo lo que me decía, sin ningún sentido para mí. No podia asimilar lo que estaba pasando. Todo lo que nos quedaba de tiempo para estar juntos no iba a realizarse nunca? No quería que aquello ocurriera. Pero bien era cierto que también tendría que ir yo mismo al examen chuunin. Como ahora ya podia pensar, esto no era justo para nada. Un Dios que me arrebataba a mi amada era demasiado perverso como para existir. No... No quería.
Pero había de ser así. Quería renegar del mundo, estallar en pedazos, volverme a reunir y destruir todo lo que tenía a mi alcance. Si en este mundo no podía estar con mi amada, nadie podría vivirlo. Sin embargo... si va hacia el chuunin, allí podríamos vernos de nuevo, existía esa posibilidad. Me dejé besar y abrazar, me gustaban demasiado aquellos mimos como para no recibirlos.
Katniss... Escúchame atentamente. Si dices que vas al Chuunin, puede que nos veamos allí. Llevaré una máscara para que me puedas reconocer, y que nadie nos vincule. En cuanto a la pulsera, la llevaré siempre conmigo, nunca lo dudes. Pocos tesoros poseo, más que la espada que me dió mi Padre adoptivo y Kage de mi villa Sadoru, y una cantimplora con forma de kunai que me dió mi padre. No más tengo, pero ahora serán tres, añandiendo este trozo de tela. Jamás te olvidaré, Katniss Everdeen. Ahora, si no te importa, solo tumbate un poco conmigo y abrazame. No, si hago eso nunca te dejaré ir. Parte ya, vistete y que te vaya bien en la vida.
No quiero ponerme a llorar, nunca lo hice y mi orgullo me lo impediría. Pero esta va a ser la vez que más me cueste jamás impedir que esas lágrimas fluyan por mi rostro como si de gotas de la fuente por la mañana o el mismo rocio de la madrugada en una hoja de fresca rosa se tratasen. Le coloqué una rosa que aún quedaba íntegra en el pelo y que dejé por el pasillo, tras levantarme y buscar mi ropa por toda la casa con tranquilidad. Pero el chaleco que le dejé... tenía que llevárselo, con el nunca podría olvidarme. Se lo tendí para que se tapara un poco y no pasara tanto frío, aunque era una bonita mañana de verano. Acompañé la prenda con un último beso.
Te amo, nunca lo olvides.
Suiryumaru Hozuki- Ex Kage Kiri
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Re: Encuentro de Katniss y Suircito. (Increible que esto haya acabado en +18)
Yo soy fuerte, siempre lo he sido, así que aguanto las lágrimas hasta que salgo de la casa. No quiero que me vea llorar... pero no lo aguanto cuando me da el chaleco, así que le abrazo muy fuerte y me doy la vuelta para salir. De camino a mi villa no puedo pensar en otra cosa que no sea él y que quizás debería dar la vuelta y olvidarme de todo lo demás. "Te prometo que volveremos a verlos y te daré una familia" le había dicho antes de irme, solo deseaba poder cumplirlo.
No me gustó la despedida, quizás no estuvo a la altura de lo que habíamos vivido, quizás debería hacer sido más larga... sacudo la cabeza, necesito dejar de pensar en todo esto porque me conozco, y no debo volver, ya estoy bastante justa de tiempo y no quiero hacer el camino al chunin sola. Para olvidarme de todo decido hacer lo que en un principio había ido a hacer allí.
Comienzo a correr mientras hago jutsus y poder mejorar la concentración de mi chackra , además de otros varios ejercicios, pero es demasiado pronto para llegar a mi villa, aun no estoy preparada para enfrentarme a todas esas caras conocidas que lo más seguro es que se pregunten qué he hecho y donde he estado durante tanto tiempo. Queda poco para el chunin y por eso me he despedido de Suiryumaru, así que lo que debería a hacer es ponerme las pilas y empezar a aprender técnicas nuevas. Como no tengo prisa por llegar decido aprender cuatro técnicas en cuatro días y aprender dos técnicas cada dos días. Las técnicas que más me llaman la atención son Füryoku de nivel dos, que me permite rechazar y desviar las armas de mi oponente, además de lanzarlo por los aires causándole daño, Gaikamaitachi, que crea una ráfaga de viento impregnada en chackra que permite que se pueda convertir en algo parecido en un arma, Kaze Kawarimi, por el cual puedo evitar un ataque y desplazarme diez metros, y Fuuton: Taifu, que crea un tornado que inflige daño al enemigo lanzándole y además desvía armas. Los primeros que aprendo son el del tornado y el del nivel dos, ya que son algo parecidos y tengo aprendido el segundo de nivel uno, esto me resulta mucho más fácil que los otros dos, que me agotan por completo dejándome sin ganas de seguir aprendiendo más que esos cuatro. Aunque la verdad, aunque hubiera tenido ganas tampoco habría podido, no solo estoy cansada por el entrenamiento sino por las faltas de sueño y el ejercicio (poco productivo) que he hecho en esa casa durante la semana (o los días, realmente no sé cuantas veces ha salido el sol desde que he entrado hasta que he salido) que he estado allí.
Es de noche cuando llego a casa, aunque no sé más o menos la hora, el cielo está oscuro y me basta para que sea la hora de dormir. Bueno, para que mentirme, ya podría brillar el sol en lo más alto del cielo indicando que es mediodía que para mí seguiría siendo la hora de dormir. Cansada me tiro a la cama, aunque no sin antes comer algo, últimamente he olvidado mis necesidades vitales y estoy al borde de que me desmaye. Esa noche sueño con él, y la noche siguiente, y en el chunin le busco sin poder encontrarle. Así que poco a poco me hago la idea de que jamás le volveré a ver. Sin embargo, no abandono la esperanza de que quizás en otra vida volvamos a encontrarnos, por eso, aunque parezca de críos, cada noche me acurruco en la cama con su chaleco dejando que su olor me invada. Quizás el olor, después de tanto tiempo, sigue presente o quizás sea un recuerdo mío que afecte a mis sentidos, no lo sé, pero cada vez que me lo acerco a la cara su aroma me rodea y me traslada a los momentos que pasamos él y yo juntos.
No me gustó la despedida, quizás no estuvo a la altura de lo que habíamos vivido, quizás debería hacer sido más larga... sacudo la cabeza, necesito dejar de pensar en todo esto porque me conozco, y no debo volver, ya estoy bastante justa de tiempo y no quiero hacer el camino al chunin sola. Para olvidarme de todo decido hacer lo que en un principio había ido a hacer allí.
Comienzo a correr mientras hago jutsus y poder mejorar la concentración de mi chackra , además de otros varios ejercicios, pero es demasiado pronto para llegar a mi villa, aun no estoy preparada para enfrentarme a todas esas caras conocidas que lo más seguro es que se pregunten qué he hecho y donde he estado durante tanto tiempo. Queda poco para el chunin y por eso me he despedido de Suiryumaru, así que lo que debería a hacer es ponerme las pilas y empezar a aprender técnicas nuevas. Como no tengo prisa por llegar decido aprender cuatro técnicas en cuatro días y aprender dos técnicas cada dos días. Las técnicas que más me llaman la atención son Füryoku de nivel dos, que me permite rechazar y desviar las armas de mi oponente, además de lanzarlo por los aires causándole daño, Gaikamaitachi, que crea una ráfaga de viento impregnada en chackra que permite que se pueda convertir en algo parecido en un arma, Kaze Kawarimi, por el cual puedo evitar un ataque y desplazarme diez metros, y Fuuton: Taifu, que crea un tornado que inflige daño al enemigo lanzándole y además desvía armas. Los primeros que aprendo son el del tornado y el del nivel dos, ya que son algo parecidos y tengo aprendido el segundo de nivel uno, esto me resulta mucho más fácil que los otros dos, que me agotan por completo dejándome sin ganas de seguir aprendiendo más que esos cuatro. Aunque la verdad, aunque hubiera tenido ganas tampoco habría podido, no solo estoy cansada por el entrenamiento sino por las faltas de sueño y el ejercicio (poco productivo) que he hecho en esa casa durante la semana (o los días, realmente no sé cuantas veces ha salido el sol desde que he entrado hasta que he salido) que he estado allí.
Es de noche cuando llego a casa, aunque no sé más o menos la hora, el cielo está oscuro y me basta para que sea la hora de dormir. Bueno, para que mentirme, ya podría brillar el sol en lo más alto del cielo indicando que es mediodía que para mí seguiría siendo la hora de dormir. Cansada me tiro a la cama, aunque no sin antes comer algo, últimamente he olvidado mis necesidades vitales y estoy al borde de que me desmaye. Esa noche sueño con él, y la noche siguiente, y en el chunin le busco sin poder encontrarle. Así que poco a poco me hago la idea de que jamás le volveré a ver. Sin embargo, no abandono la esperanza de que quizás en otra vida volvamos a encontrarnos, por eso, aunque parezca de críos, cada noche me acurruco en la cama con su chaleco dejando que su olor me invada. Quizás el olor, después de tanto tiempo, sigue presente o quizás sea un recuerdo mío que afecte a mis sentidos, no lo sé, pero cada vez que me lo acerco a la cara su aroma me rodea y me traslada a los momentos que pasamos él y yo juntos.
- palabras escritas:
- 9866
- Atributos:
- + 300 cck
+ 200 ref
- Técnicas:
- Fūryoku (Nv 2).
Ráfaga de Viento (Nv 2).
Requisitos:
- El abanico del clan.
- 2 estrellas abiertas.
Tipo: Ninjutsu.
Rango: C
Alcance: 40 metros.
Carácter: Defensivo.
Coste: 18 Pck
Efecto:
- Desvía o rechaza todo tipo de armas (Contra armas usadas por un esp en armas Cck vs Cck).
- Lanza al enemigo por los aires (Cck vs Fue).
Descripción: Con la segunda estrella abierta, el ninja envía una ráfaga de viento que rechaza todo tipo de armas y lanza al rival por los aires.
Gaikamaitachi.
Gran Guadaña de Viento.
Requisitos:
- El abanico del clan.
- 2 estrellas abiertas.
Tipo: Ninjutsu.
Rango: C
Alcance: 40 metros.
Carácter: Ofensivo.
Daño: 50 Pv.
Coste: 25 Pck.
Descripción: El ninja agita su abanico hacia el oponente, creando una potente ráfaga de viento imbuida en chakra. A este nivel el viento es más poderoso y empieza a adoptar la forma de cuchillas.
Kaze Kawarimi.
Intercambio de Viento.
Requisitos:
- No estar desprevenido.
Tipo: Ninjutsu.
Rango: B
Carácter: Defensivo/Ofensivo.
Daño: 30 Pv a 5 metros.
Coste: 25 Pck
Efecto:
- Evitas un ataque con 100% de posibilidades, apareces a una distancia máxima de 10 metros de tu posición inicial (3 usos por combate).
Descripción: Gracias al gran dominio del Tessen del chakra fuuton, este puede intercambiar su cuerpo por una masa de viento, la cual explota al recibir el ataque formando un pequeño torbellino. El ninja aparece a una distancia máxima de 10 metros siempre que no halla obstáculos que se lo impidan.
Fuuton: Taifu.
Elemento Viento: Huracán.
Requisitos:
- El abanico del clan.
- 2 estrellas o más abiertas.
Tipo: Ninjutsu.
Nivel: C
Rango: 40 metros.
Carácter: Ofensivo.
Daño: 40 Pv.
Coste: 30 Pck.
Efecto:
- Lanza por los aires al objetivo (Cck vs Fue).
- Desvía armas ligeras (Contra armas usadas por un esp en armas Cck vs Cck).
Descripción: El ninja realiza varios giros con el abanico para así crear un tornado que dirige hacia el rival, lanzándole por los aires al golpearle.
P.D: He escrito 1600 palabras para los dos primeros jutsus y 800 para los dos segundos
katnisseverdeen- Chunin Suna
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