Técnica nueva.

Un nuevo día amanecía en la villa de la hoja, un nuevo día que me brindaba la posibilidad de mejorar, hoy me había propuesto aprender una nueva técnica y lo iba a conseguir.

Me desperté sin ayuda de nada, aún en la cama y desperezándome percibí como los rayos del solo se colaban por las rendijas de mi persiana e iluminaban la pequeña habitación en la que me encontraba. Era hora de levantarse y de hacer algo producido por el nuevo día que me brindaba la posibilidad de avanzar. Entré en la cocina y me preparé el desayuno, hoy tendría que desayunar fuerte para el entrenamiento que me esperaba. Cogí varias rebanadas de pan y las unté con mermelada, un vaso e zumo y listo.

Salí de mi casa para dirigirme a una pradera que había visto hace días, un lugar perfecto y muy amplio para aprender alguna técnica que me serviría en mis combates. Al llegar a la pradera me quedé maravillado como el día que la había visto, el viento recorría cada uno de los poros de mi piel, así como el aroma de las flores. Caminé un poco más adentrándome en el lugar que sería testigo de cómo me hacía más fuerte aquella mañana. Mi control sobre el rayo ya era bastante prodigioso aunque no me sentía muy especial puesto que cualquier Hatake sabe hacerlo, aunque aún sabiendo controlarlo, me sería útil aprender al utilizarlo, así que pensé en aprender algún jutsu que me fuera efectivo. Pensé que en el jutsu “Sennen Goroshi”, un jutsu en el que el sello realizado no era el normal, me gustaban los retos. Para ello debía poder concentrar parte de mi chakra para poder realizar el sello del tigre, recordaba la posición de los dedos, además de eso la velocidad con la que debería atacar tendría que ser rápido y no sabía si tenía aquella velocidad de la que tendría que disponer para realizar un jutsu como aquel.

Empecé con la posición de los dedos, era vital que ninguno estuviera en el lugar inadecuado puesto que si eso ocurría el jutsu no funcionaría y no habría servido para nada. En cuanto me aseguré de que el sello con las manos estaba bien, empecé a concentrar chakra en la punta de los dedos, así el movimiento sería más efectivo y acabaría antes con el recto de mi enemigo, sería tal el dolor que seguramente se desmayaría o algo por el estilo. La concentración de la que disponía en ese momento era tal que no me costó mucho hacer que mi chakra recorriera mi cuerpo hasta llegar a mis manos que se encontraban realizando el sello del tigre, mi cuerpo empezó a sentir que todo aquel chakra se introducía en mis manos, abrí los ojos y miré que a mi derecha tenía un árbol que por lo que podía observar que era un árbol bastante alto de unos diez metros de alto y con un pié grande y robusto, disponía de metros de metros de ramificaciones y de hojas que daban paso a los frutos propios de la finalización de la primavera. La entretenida observación de aquel árbol hizo que me desconcentrara y de que mi chakra se hubiera desvanecido de mis manos, aunque la posición de mis manos seguía, así que solo tuve que concentrarme una vez más y en cuanto tuve el chakra suficiente lancé mi ataque hacia el árbol antes mencionado. El árbol tembló considerablemente, varias frutas cayeron al suelo y un montón de hojas se abalanzaron sobre mí, era solo hojas así que cerré los ojos y dejé que cayeran. Aquella sensación fue indescriptible, por lo general yo era una persona que se sentía muy feliz estando en plena naturaleza y que percibía muchos olores y sensaciones, era muy sensible y todo aquello me producía una sensación placentera. Después de aquello observé que no había hecho mucha mella en el tronco del robusto árbol, apenas tenía unos rasguños aunque la cantidad de hojas que habían caído era considerable aunque no se notaba nada que aquellas hojas cayeran puesto que era un árbol frondoso y con muchas hojas. Pensé que el hecho de haberlo realizado una vez no sería suficiente para que me entrenamiento resultara totalmente productivo, así que volví a hacerlo. Simplemente repetí el proceso realizando el sello del tigre, dedo aquí, dedo allá, sello realizado, concentré el chakra en mis manos y con la concentración y el chakra volví a golpear pero está vez mucho más fuerte haciendo un boquete en el árbol, me sorprendí por que antes no había conseguido nada, y ahora había hecho un boquete, aunque también supuse que lo había conseguido debido al golpe que había hecho en la anterior técnica.

Me entrenamiento había terminado, con un técnica más en mis habilidades me sentía bien conmigo mismo, seguro de mis posibilidades, aunque siempre debía progresar más en mi camino hacia ser un ninja seguro de si mismo.

Palabras y experiencia:

Técnicas aprendida:

Revisao.