Aprendiendo a caminar sobre el agua

Todo comenzó a las 7:00 de la tarde de ayer, estaba pensando que podría hacer para mejorar. ¿Qué era lo que me faltaba? Buenos pues ahora recuerdo que lo que me faltaba por hacer era ni más ni menos que conseguir todas las habilidades shinobi que muchos ya tenían pero yo aun no. Es pro eso que esta mañana temprano he decidido salir de casa sin que nadie se diera cuenta de que salia de allí y me he dirigido a un lago donde había mucha agua.
Recuerdo que hace mucho tiempo yo había practicado hasta conseguir la habilidad para poder escalar sobre superficies verticales lo que me costó lo suyo, por no decir que básicamente estuve más de 3 horas intentando no caerme hasta que lo conseguí.

Llegué a ese lago alrededor de las 6 de la mañana y lo único que me puse fue un bañador, guarde todo mi ropaje en el interior de la mochila y me dispuse a intentar caminar sobre el agua. Lo primero que hice fue una balsa de madera, poco resistente pero que al menos me serviría para mantener la estabilidad dentro de el agua, y así fue. Al subirme en la balsa pude notar que esta se tambaleaba con frecuencia y en más de un momento casi pierdo el control de el balance y me caigo directamente al agua para quedarme totalmente mojado.

Mantener el control sobre aquella pequeña balsa que me había construido con troncos rotos de árboles ya viejos, había sido una buena estratagema, pero realmente no sé si eso serviría para algo ya que quién tenía que mantenerse sobre el agua, era yo. Lo pensé varias veces antes de hacerlas pero estaba confiado de que así sería la única manera para poder aprender a mantenerme...

Aparte aquella balsa de madera a un lado y me metí dentro del agua, el primer intento no fue nada mal, utilice lo mismo que en el entrenamiento para subir sobre superficies verticales, es decir, mandar chakra direccionado a los pies y a los brazos para poder subirme encima del agua y poder andar sobre ella, era evidente que estos primeros intentos acabarán sacándome toda la mala leche contenida que tenía en mi cuerpo pues cada vez que intentaba andar sobre el agua, me caía dentro de ella y cada vez en un sitio más y más profundo.

- ¡AAH! - Grité - ¿Pero esto qué es? - me preguntaba a mi mismo en voz alta, sin tener en cuenta que hubiera alguien a mi alrededor que a esa hora tan temprana aún estuviera durmiendo.

En varias ocasiones había decidido dejarlo pero no, mi instinto me decía que siguiera que en algún momento lo conseguiría, iba bien ya que al menos si me podía mantener un rato estable encima del agua, eso si, sin caminar ni hacer movimientos bruscos y menos saltar olas que por allí pasasen.

Seguí entrenándome allí durante horas, saltando, brincando, corriendo por el lago, todo sin conseguir nada y lo mejor es que aún mantenía la confianza en mi mismo. Me sentía estúpido y estoy muy seguro de que cualquiera que pasará por allí en aquel momento se estaría cachondeando de mi a más no poder.
El atardecer llegaba y junto a el un terrible frió que me dejó congelado, ya no era momento de entrenar, mas bien debía irme a dormir, a mi casa donde de seguro estaría más calentito que en este inhóspito lugar cuyo nombre aún no conozco pero que mañana investigaría hasta saber su nombre. Cuando ya había oscurecido me había marchado de aquel lugar y estaba cenando ya en mi casa, investigué en algunos libros que sitio podría ser aquel en el que estuve practicando toda la tarde, no encontré nada hasta cierto incómodo momento dónde descubrí que el sitio al que había ido había sido un lugar importante.

Aquel lugar era conocido como el valle del fin y fue el lugar donde hashirama senju y madara uchiha lucharon por el control de la villa, ganando madara y por lo visto, fingiendo su muerte. Aquel lugar era tan enigmático que seguro que muchos otros shinobis habían luchado:

- Me gustaría saber más, conozco tan poco de este sitio... - me decía a mi mismo mientras seguía leyendo el libro con asombro.

Al final parece que le había cogido el gusto a esto de leer, y es que una vez que empiezas ya es muy complicado dejar de hacerlo...

A la luz de la luna, el color del lago se volvía de un azul intenso que hacía a todos los demás mares y ríos morir de envidia, luego ese azul se tornaba cristalino gracias al cual, a la mañana siguiente se podría observar con nitidez todo el paisaje submarino que contenía. La vida marina, las plantas y la simple del agua que caía de aquella cascada que a muchos, por seguro, les haría quedarse embobados un buen rato sin darse cuenta de ello.

A la mañana siguiente volví a intentar mi entrenamiento, esta vez sería algo más complicado que el anterior pues me había atado unas cuantas pesas a lo largo de mi cuerpo para impedir que mi peso, que era un peso pluma he de decir, me mantuviera estable por encima del agua, es decir, debía intentar no hundirme con toda la carga que llevaba encima y para más colmo llevaría mi ropa habitual, por si le mojara esto sería una especie de castigo y una razón más para intentar con todas mis fuerzas mantener de pie sobre aquella cristalina agua.

Mi primer intento fue bueno, me mantuvo 8,6 segundos por encima del agua sin poder caerme y moviéndome por ella como si de la propia superficie terrestre se tratase, pero tras esos minutos de agradable paseo por el mar, me hundí con todo el equipo mojando todas las partes de mi cuerpo.

Volví a intentarlo nuevamente pero ya no estaba teniendo tanto éxito como en la anterior vez, de momento no podía aguantar siquiera 5 segundos sin caerme dentro del agua, me hundía y me hundía, tanto que ya conocía a todos los peces que nadaban por allí, de hecho ya me hacía gracia encontrármelos y saludarlos como si de un antiguo amigo se tratase.

En la tercera y última vez que lo intenté conseguir por fin andar y correr sobre el agua más de una hora, pero tras esa hora, me cansaba y me hundía, esto ya era más que un desafió, tenía que demostrar que podría aguantar lo que fuera y que me podría conseguir en el mejor shinobi nunca jamás visto. Aunque sé que tendría que esforzarme mucho para conseguir ese objetivo, sé que estaba destinado a lograrlo, esa era mi función en este mundo, dejar mi huella para que otros puedan seguirla y hacer de este mundo un lugar cada vez mejor para todos.

Deje el entrenamiento por aquel día, ya no podia aguantar más, estaba totalmente destrozado y mi cuerpo no se podía mover. Incluso tuve que guardar cama a lo largo de 6 días porque mi cuerpo no respondía a mis mandatos y no podía siquiera levantarme de la cama, el peor problema era que yo me había mudado a una casa para estar solo, ya que había vivido demasiado tiempo con aquella familia adoptiva que ya lo único que querían era que me marchará de aquel lugar, el piso es algo pequeño pero no importa, al menos tengo un techo donde dormir y una cama, algo dura, pero bueno una cama al fin y al cabo. Sé que otras muchas personas ni siquiera tienen eso así que yo debía estar más que agradecido de tenerlo.

Pasados esos 6 días volví al mismo lugar para seguir intentando conseguir aquella habilidad, estaba obsesionado por ser el mejor shinobi y la única forma de conseguirlo era consiguiendo primero todas las habilidades básicas que estos poseen, ya había dado el primer paso para conseguirlo solo faltaban ultimar los detalles para poder lograrlo completamente.

Cogí varias pesas y me las até al cuerpo como hice en la anterior vez que lo intenté, sorprendente mente esta vez si había logrado mantenerme en la superficie mucho rato sin caerme y además correr a lo largo de el valle del fin, sin necesitar tener que nadar hasta una de las orillas para poder volver a intentarlo, no, esta vez había logrado lo que en un principio me había parecido tan inalcanzable. Había logrado caminar y correr sobre el agua, esto era fantástico, podías notar como la brisa tocaba tu frente y como los peces quedaban atónitos al verte pasear por encima del agua como si fueras una entidad divina.

El truco era bastante simple, debías mandar todo el chakra de tu cuerpo a la planta de los pies para asi poder mantener el equilibrio y si perdias el equilibrio lo mandabas a las rodillas para que al caer no te hundieses dentro del agua, ya que lo primero que tratamos de hundir cuando este ocurre son las rodillas.

- ¡Lo logre, lo logre! ¡ Al fin lo logre! - Gritaba incansablemente al aire, estaba tan contento de haberlo logrado que no podía permitirme llorar o para de sonreír, más bien, mi cuerpo no me permitía parar de sonreir aunque yo ya estaba deseando dejar de hacerlo porque cualquiera que pasará por aquel sitio pensaría que tendría algún problema mental serio y esto seguro de que querrían llevarme a un psiquiátrico.

Cuando ya era de noche salí del agua, no estaba mojada y el poco viento que hacía me daba incluso calor, no como la noche de la semana pasada que estaba congelado y lo único que quería hacer era irme a casa para tomarme un té caliente bajo una sabana y poder quedarme junto a la estufa, sin pasar ni gota de frío.

Estaba seguro de que la culpable de que aquel día tuviera tanto frío había sido el agua con el que tantas veces me había chocado por no poder controlar el equilibrio con mi chakra. El caso es que volví a casa bastante tarde y cuando llegué cené rápido y me acosté, esa fue una de las peores noches de mi vida pues me había esforzado tanto que me habían dado agujetas y casi siquiera podía conciliar el sueño.

Además de esto estaba totalmente asombrado por lo que acababa de conseguir, ese era uno de los problemas, a la mañana siguiente parecería un muerto viviente en busca de carne fresca para poder alimentarse y estoy seguro de que todos huirían al verme acercarme a ellos...

- ¡Qué bien, que contento estoy! - me decía a mi mismo, intentando dormir pero me era imposible, el asombro y la felicidad del momento me impedían conciliar sueño alguno.

Al final parece que me dormí porque cuando recordé abrir los ojos era ya por la mañana y tenía que ir a recoger mi nueva misión del día, no sabía si podría moverme debido a lo que ayer noche me sucedió con las piernas, efectivamente así fue. No podía levantarme de aquella cama y todos mis intentos terminaban en un golpe contra el suelo y contra cualquier objeto de mi habitación.

Mi piso se componía de 4 habitaciones; la cocina que estaba llena de utensilios para cocinar y hornos y chorradas que yo al menos creo que no utilizaría para nada ya que casi siempre cuando era de noche o por la mañana me acercaba al restaurante más cercano para poder tomarme algo, y si es posible también comer.

La sala de estar en la que tenía una televisión y pocos adornos, esto se debe a que mi sueldo como shinobi es muy bajo y me cuesta mucho poder llegar a fin de mes, al menos de momento pues mientras más avanzara forjando mi leyenda, más dinero conseguiría para poder tener una casa mejor, ya sabéis, una de esas casas que tienen piscina, bote incluido y un montón de chorradas que no sirven para nada excepto para poder darle envidia a los demás, y sí, a mi esas cosas me daban mucha envidia...

El cuarto de baño no era muy espacioso, la verdad, solo se trataba de una ducha llena de moho donde intentaba no ducharme mucho ya que prefiero las termas, en esos lugares la higiene es mucho mejor que la que yo tengo ahora mismo en casa, además esta habitación tenía un retrete y un lavadero para poder limpiarte los dientes y las manos después de haber tocado cosas raras.

Mi cuarto era la habitación más grande en mi opinión, la tenía adornada con motivos blancos y negros que son mis colores favoritos, además tenía algunos adornos como peluches de conejos en un tono rojizo y pues poco más, una cama, dibujos hechos por mí, nada de el otro mundo...

FIN Y INFO::

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