Eevee Vs. Dark Lady

arena:

Estoy dando un paseo. Hoy voy a luchar de nuevo contra Eevee. Esta vez, es completamente de día y para que vuelva a oscurecer faltan unas horas. El Sol está en la posición perfecta para que mis sombras sean efectivas. En definitiva, aunque en esta arena no pueda usar ningún objeto, estoy en mejores condiciones que en el otro combate, pues podré usar los jutsus de mi clan. Aún estando en mejores condiciones que la vez anterior, me será terriblemente difícil ganar, pues soy mucho más novata que ella y en cuanto a técnicas se refiere es casi seguro que me gane por goleada. Para la próxima vez que luche contra ella, si es que hay una tercera, tendré que saber más jutsus. Será un buen reto ganar.
Tengo la piel de gallina pero voy a buen paso, entrando así algo en calor. Ardo en deseos de que llegue de una maldita vez la primavera, y que se acabe esta tortura gélida. No me importa mucho el Invierno siempre que esté bien abrigada, pero no es el caso, con el uniforme escotado que llevo siempre a los combates.
Entro al fin en el Coliseo. Aquí seguro que entro en calor. Desconozco si mi enemiga me despachará a la primera de turno o si querrá disfrutar un poco más, pero yo lo daré todo en cualquiera de las ocasiones.

info:

De nuevo tenía un combate con Dark Lady, la joven a la que unos días atrás había conseguido ganar. Se me había resistido más de lo esperado, pero de alguna forma u otra, yo tenía la sensación de que ella no había dado todo lo que podía, de que no se había esforzado al máximo o de que en algún aspecto había estado limitada. Ante aquello sólo podía encogerme de hombros y esperar a ver los resultados del nuevo combate. Durante el camino fui pensando en una estrategia para ganarla sin demasiados percances, a sabiendas de que si en el otro combate no se había esforzado al máximo en este podría sorprenderme. Me limité a pensar en que intentaría derrotarla en poco tiempo, aquel día tenía más prisa que otros.

Llegué al vestuario y, recordando que iba a un combate en la vieja escuela, dejé las armas que llevaba en una silla, junto con mi capa de la villa. Me puse la máscara marrón que solía llevar a todas partes dentro del coliseo y comencé a caminar por el pasillo que me llevaría a una sala oscura, que cuando se iluminaba resultaba bastante cutre. Cuando se abrió mi puerta, pude comprobar que el sol traspasaba el medio día, estando el día a media tarde. Las sombras se alargaban bajo la luz insistente del astro, que calentaba la arena un poco más que fuera del coliseo.

Miré con atención cada recoveco del campo de batalla hasta que encontré a Dark Lady, tan cerca de su puerta que apenas podía verla. Comencé a caminar hacia el centro del campo y un poco más, hasta estar a veinte metros de distancia de mi contrincante. Ya situada donde me sentía más cómoda, miré con atención a mi contrincante. Las sombras aún no me alcanzaban, pero pronto lo harían, sin embargo, nadie podría parar las ideas que recorrían mi mente, que me ordenaban atacar.

Así pues, comencé a correr en su dirección. En poco más de dos segundos estuve a cinco metros de mi oponente, cubierta por las sombras pero preparada para realizar mi ofensiva. Si todo saliera bien, conseguiría que mi contrincante quedara encerrada en una esfera de cristal rosado. Primero crearía las partículas de cristal, que se condensarían formando la esfera, resistente y capaz de inmovilizar a mi oponente durante un tiempo. Sin embargo, no contenta con el resultado, haría que, a causa de la presión, la esfera estallara, consiguiendo así que montones de cristales se clavaran en el cuerpo de Dark Lady, dañándola. Si no hubiera esquivado desde un principio mi primer ataque de alguna forma, en este momento mi rival caería inconsciente, acribillada por los múltiples trozos de cristal que habrían llegado momentos antes hasta su piel. Habría sentido el dolor de cada clavada mientras la conciencia se le escapaba poco a poco, pero no me importaba lo que sufriera, me importaba terminar pronto el combate.

Información:

Acciones:

Gastos y daños:

Al fin llega mi oponente. Empieza a caminar tranquilamente, como si la prisa no existiera para ella, hasta estar a 20 metros de mí. Mis sentidos están atentos a todo lo que hace Eevee, listos para actuar en cuanto mi enemiga decida atacarme, o preparados por si mi la chica desaparece, o cualquier cosa que se le pase por la cabeza. De repente empieza a correr hacia mí. La tengo controlada, pues en el anterior combate, aunque me ganase, estaba atenta a todas sus características. Sé, por lo tanto, que en segundos estará a 5 escasos metros de mí, y que yo soy muy lenta a su lado. Ahora necesitaba un jutsu, pero no me sé ninguno que me sea de utilidad en estos momentos. Decidida a no darme por vencida a la primera, lanzo una esfera de electricidad, para que al menos tenga algo que esquivar, mientras me voy corriendo todo lo rápido que puedo. Esta faceta mía de salir corriendo no la conocía, pero contra esta adversaria no puedo hacer otra cosa. Veo un montón de piedras por las que me podría haber reemplazado, pero ya es tarde. Desconozco si me ha alcanzado o no, o si le ha dado mi ataque, pero sigo corriendo como alma que lleva el diablo.

jutsus:

Spoiler:

Todo iba a ir perfectamente, iba a conseguir ganar en poco tiempo, pero cuando comencé a correr mi oponente lanzó una esfera chisporroteante de electricidad y comenzó a correr como alma que lleva el diablo. Sin embargo, debería haber supuesto desde un principio por la experiencia anterior que correr frente a mí le serviría de poco. Yo me enfrentaba ahora con la distracción de una bola de electricidad, pero no fue nada grave. Desde diez metros de distancia, pude ver cómo la esfera impactaba contra una figura de cristal muy semejante a mi persona, pero yo ya no me estaba fijando en eso.

Busqué con la mirada a mi oponente hasta que la vi todavía corriendo, como si eso le ayudara para algo más que para agotarse. Salí corriendo tras su espalda sin pensarlo dos veces y sonreí bajo la máscara al darme cuenta de que, aunque ella estaba a treinta metros de mí, podría alcanzarla en tan solo siete segundos. Mi velocidad era mayor que la suya, bastante además.

En poco tiempo llegué tras su espalda, estando a cinco metros de ella me dispuse a realizar la misma acción que había intentado hacer momentos antes y que, debido a la cobardía de mi contrincante, no pude realizar. Dudaba que ella hiciera gran cosa para esquivarme, pues estaba detrás de ella y, aunque podía verme, le costaría alejarse lo suficientemente rápido. En esa arena no había apenas piedras grandes, ninguna del tamaño necesario para que Dark Lady pudiera hacer un kawarimi, por lo que dudaba que me esquivara.

Sin embargo, en el último momento, justo antes de realizar la ofensiva, cambié de opinión. No necesité realizar ningún sello, ni siquiera seguir corriendo detrás de mi contrincante. Sabía que si seguía dando vueltas a la arena llegaría un momento en que, exhausta, ya no podría avanzar más. Por tanto, dejé que Dark Lady siguiera corriendo como alma que lleva el diablo mientras un shuriken de seis puntas, de un cristal rosado, la perseguía. Si la ofensiva acertaba, no necesitaría más ataques para poder irme a casa. Al fin y al cabo, el combate habría acabado suficientemente pronto como para que no tuviera que ir con prisa a ningún sitio. En el momento en que Dark Lady cayera inconsciente, yo caminaría en dirección a la puerta por la que había entrado, mientras podría observar cómo los médicos entraban por la contraria para llevarse a mi contrincante y curarle las heridas.

Acciones:

Gastos y daños:

Sigo corriendo sin parar hasta que me doy cuenta de que es absurdo seguir corriendo, pues si mi enemiga ahora se decide a perseguirme, en escasos segundos se encontrará a mi lado. Por lo tanto, freno en seco para dejar de gastar energía inutilmente. Me he dado cuenta de que este combate lo tengo perdido, pero por ello tengo que entrenar para que el próximo pueda ser un rival de su nivel. Así pues, me doy la vuelta dispuesta a rendirme, cuando un shuriken de seis puntas me da de lleno. Pierdo rápidamente el conocimiento mientras pienso en el próximo combate.

Revisado.
Shika: + 450 Ryos. + 20 Exp. + 2 Pr.
Kori: + 65 Exp. + 1 Pr.