Entrenamiento de doble

Me desperté mejor que nunca, había dormido bastante bien, y a pesar de las noches bochornosas, calurosas, sofocantes… hoy había sido una noche espectacular, tuve la ventana y la puerta abierta toda la noche por el que corría un airecillo fresco que se agradecía mucho. Me levanté fresco y no pegajoso como otros días, el único inconveniente era que olía un poco mal, anoche llegue tarde de estar entrenando y no me dio tiempo a ducharme, vine sudado y oliendo a choto pero me fui a la cama directo ya que me encontraba agotado. Decidí pegarme una ducha antes de ir a ningún sitio. Tenía una ducha de un tamaña considerable y dentro de ella había una sillita en la que me sentaba mientras el agua caía sobre mi cabeza y corría sobre todo mi cuerpo, me encantaba estar así, tan relajado y callado, escuchando música y el agua cayendo sobre mi cuerpo. La canción que escuchaba dijo la palabra ‘’Entrenamiento’’ lo que me acordé de que hoy no sabía que tenía previsto, si combate, entrenamiento, descansar, misiones, salir a dar una vuelta… no lo tenía nada decidido por lo que cerré el agua y salí de la ducha. Mientras me secaba las piernas noté como las tenía llenas de arañazos y heridas al igual que gran parte de los brazos y menor parte del torso, parecía haber estado entrenado en un campo de rosales con espinas. Bajé al salón para desayunar, un vaso de leche fresquita y un par de bollos que tenía por casa de hace unos días. Estuve un rato pensativo con el bollo en la mano mojándolo en la leche, todavía no sabía si entrenar o descansar. Por fin decidí que hacer, saqué el bollo de la leche y le di un mordisco, de repente se me cambio la cara y escupí el bollo a la mesa soltando con voz de asco:

¡Joder, están caducados!-. Ya sabía porque no me los había comido antes, estaban asquerosos, no sabía ni como describir aquel sabor tan asqueroso y repugnante.
Tras haber limpiado aquel trozo de bollo mojado y mordisqueado en la mesa y haber tirado todos los bollos de mi cajón, empecé a pensar en lo que iba a entrenar. Ya había entrenado todas las técnicas de mi clan de rango D y también había aprendido una habilidad ninja, que me permitía escalar por superficies verticales. Pensé en entrenar el poder caminar sobre agua o lugares inestables pero de momento no me haría mucha falta y menos en el desierto. Lo que no había entrenado eran técnicas comunes y técnicas de los elementos Doton y Fuuton. Tras haberlo pensado varios minutos me decanté por aprender un par de técnicas de mis elementos, del elemento Doton sería Doton: Dochu Eigyo (Proyección del pez subterráneo) y la del elemento Fuuton sería Fuuton: Kazesho (Palmada de viento). Ahora me tocaba pensar el lugar donde iba a entrenar y el cómo entrenar ambas habilidades. Subí a mi habitación a cambiarme de ropa y nada más entrar me tiré a la cama, estuve allí varios minutos pensando pero no se me ocurría nada por lo que decidí ir al desierto fuera de las murallas y por el camino pensar en como entrenar las habilidades. Me puse mi camiseta y el pantalón de combates y entrenamientos, recogí mi habitación, hice la cama, cogí mi sombrero y mi tinaja y salí por la puerta. Al dar los primeros diez pasos me di cuenta que no iba a utilizar mi tinaja y si me encontrara en problemas no tendría de que preocuparme pues me encontraba en el desierto, el lugar donde hay más arena y el sitio perfecto para un Sabaku como yo.
Volví a casa a dejar mi calabaza de arena y me puse de nuevo en camino hacia el desierto. Mientras caminaba pasé por el restaurante de Kaito y recordé lo sucedido a la hora del desayuno, por eso no pude desayunar tranquilo y no pude terminármelo todo, decidí entrar a tomar algo, entré y le pedí algo ligero para llevar. Le comenté que iba a entrenar y me aconsejó un sitio bastante amplio y que daba la sombra a un kilometro de la puerta este, un oasis. Me pareció bien la idea y me puse en camino, me apunté la dirección en una hoja que le pedí y con un cuenco de ramen sin nada salí del restaurante hacia el oasis. Nada más salir por la puerta este de la villa pensé en lo que tardaría en llegar, era un simple kilometro por lo que no tardaría más de cinco o diez minutos, quería llegar cuanto antes a si que eché a correr.

Llegué allí algo fatigado por el calor asfixiante del desierto, el sol daba de lleno en la cabeza, menos mal que llevaba mi sombrero de paja. Decidí tumbarme un poco a pensar en como entrenar y para descansar un poco. Llené la cantimplora de agua de un pequeño manantial que había en el centro del oasis. Tras estar como un cuarto de hora tumbado me levanté y empecé a entrenar. Empezaría por el elemento viento, la palmada de viento, había pensado en concentrar mi chakra en la mano y después descargarlo sobre algún árbol del oasis. Empezó a brotar de mi mano ese chakra amarillo que poseía y noté una carga suficiente de chakra sobre mi mano derecha, uno de los requisitos de esta técnica es tocar un objetivo con la mano que obviamente has concentrado el chakra por lo que procedí a apoyar la mano sobre el árbol más cercano. De repente solté todo el chakra acumulado hacia el árbol impactando una fuerte tromba de aire sobre el tronco que estallo haciendo astillas y golpeando a otro que había detrás. Me hice daño en el brazo pues la descarga que producía era bastante fuerte y era lo que tenía que mejorar, lo practicaría un par de veces más pues si no dejaría el oasis sin árboles. Después de haberlo aprendido y de haber descansado un rato más después de levantarme, procedía a hacer mi segunda técnica del elemento tierra, proyección del pez subterráneo, esta técnica me permitía desplazarme por debajo de la tierra para dar un golpe certero o escapar de algún ataque o embestida del rival. Esta era más difícil que la otra aprendida anteriormente a si que me puse a ello y empecé a pensar en como entrenar.
Tras vario minutos pensando se me ocurrió algo, acumular chakra en las puntas de los pies y saltar golpeando con el chakra acumulado en el suelo y abriendo camino para emplearla.

Como había pensado empecé a concentrar el chakra en los pies y cuando ya parecía tener suficiente chakra salté de puntillas para atravesar el suelo pero lo único que hice fue un agujero no muy profundo. Tenía que perfeccionarlo todavía no había hecho ni si quiera un agujero suficientemente grande como para que me cubriera entero. Estuve una media hora intentándolo con resultados cada vez mejores, agujeros más grandes y amplios pero sin conseguir hacerlo. Empezó a caer la noche, todavía se podía ver medio sol por el horizonte por lo que debía darme prisa en terminar de entrenar y llegar a Sunagakure no Sato. Con todas mis fuerzas concentré gran cantidad de chakra en los pies, tanto que empezó a brotar y esos brotes empezaron a destrozar el suelo, pegué un salto bastante alto y cuando caí taladré el suelo y comencé a correr varios metros por debajo de este, lo había conseguido pero tendría que salir de allí y practicarlo un par de veces más. Empecé a subir, más bien di un salto que atravesé el suelo, pero entonces me di cuenta de que estaba debajo del manantial y había salido demasiado rápido para reaccionar a la caída y mojarme por lo que puse los pies en agua y me mojé hasta las rodillas. Empezó a hacer frío para quitarme los pantalones por lo que decidí marcharme ya y remangarme los pantalones para que no se ensuciaran demasiado.

Cuando llegué a las murallas, decidí pasar por debajo de esta, para perfeccionar Doton: Dochu Eigyo. Me puse el sombrero y la mochila en la espalda y concentrando el chakra en los pies pegué un salto y pasé por debajo de la muralla, parecía haber dado resultado. Fui a casa para limpiar la ropa sobre todo los pantalones, hoy había sido un día completo y estaba cansado de tanto entrenamiento, me tumbé un rato en el sofá antes de cenar para descansar un poco las piernas ya que las había forzado bastante. Me levanté para hacer la cena cuando me di cuenta de que no me quedaba nada de comida para preparar rápido por lo que tuve que hacerme algo, cosa que no me apetecía mucho. Después de estar un rato cocinando, dejé la mesa preparada y me fui a pegar una ducha, esta vez no me pasaría lo mismo que esta mañana.

Tras pegarme la ducha bajé a cenar lo que había preparado y subí a mi habitación, me quité los pantalones y la camiseta y me puse una camiseta que tenía para dormir, me eché en la cama y cogí un libro de mi mesilla que me regaló mi hermano antes de marchar que me estaba leyendo, empecé a leer por donde me había quedado, el libro trataba de unos ninjas que iban a una misión de rango D pero que se topan con unos asesinos… me había quedado por ahí y estaba muy intrigado por el final. Seguí leyendo un buen rato hasta que me quedé dormido, soñando con el libro, y uno de los ninjas era yo.

Técnicas a aprender:

Palabras requeridas y utilizadas:

Revised.