La violadora de tu barrio te persigue VS Elfa tetona.

info arena:

Ese día tenía combate de coliseo pero esta vez iba aluchar en un campo y en unas condiciones distintas a las cuales estoy acostumbrada. Y eso me aterraba por dentro de una forma que no podía ni imaginar pero no debía acobardarme, para eso soy una ninja, una de las normas más básicas es no mostrar tus sentimientos y eso mismo iba a hacer hoy, sería fría como el hielo, dura como una roca y huidiza como el agua.
Salí de casa después de ducharme, vestirme, desayunar y coger todas mis cosas antes de salir por la puerta en mi habitual rutina diaria, la cual y ame empezaba a cansar un poco, necesitaba variar un poco mi día a día, puede que cambie mi desayuno por otro más nutritivo o algo por el estilo, pero tenía que ir variando si no me quería volver una aburrida de la vida.
Caminando por calles de la aldea observando como los aldeanos preparaban sus comercios y los jóvenes se dirigía a la escuela, pero no podía distraerme más por el camino, tenía que llegar bien de tiempo y no llegar tarde a mi combate, pues el nombre de mi contrincante de hoy , digamos que me hacía tener un poco de pavor: "La violadora de tu barrio te persigue".
Me daba un poco de yuyu, pero de todos modos iba a aparecer. Cuando ya estuve en el recinto me preparé para recibir a mi enemigo y estar alerta quedado a una distancia de 10 metros del borde del campo.
"va a ser un combate difícil, no creo que valla a ganar, pero se hará lo que se pueda"

INFO:

Para estas cosas era yo la única disponible. Siempre que ella perdía el control el más mínimo momento, o cuando tras una larga lucha mental que podía llevar días terminaba cansada, me tocaba divertirme un rato. Para eso no había nada mejor que un centro de depravación como lo era el Coliseo. Hacía mucho que había comenzado a ir allí y librar combates. Algunos perdidos, otros ganados, pero tocaba que me tuvieran vigilada y no pudiera disfrutar todo lo que deseaba. Para ello tenían las pastillas, que quedaban solo como un recuerdo de Iwagakure. Al menos en la villa de la hoja no estaban y podía hacer lo que quisiera para cuando Sonzu se cansaba demasiado y yo me hacía con el control. A veces dejaba demasiado claro que solo era una personalidad imperfecta, producto de mi propia cabeza como método de protección. Protección que, por si no quedaba claro, yo no necesitaba ni había pedido a nadie tener. Pero ya que por el momento no podía hacer nada más que esperar a que acabara consumida por ese aura benévola, estúpidamente buena, por el propio dolor que su corazón iría guardando, exprimía lo aprovechable en ella para quedarme con las cosas que me serían útiles. Como eran sus entrenamientos y poderes, aunque yo también entrenaría en el caso de que lo viera necesario. Y desde luego que era más fuerte que ella, y mucho mejor. No como el demonio decía, quien apoyaba la teoría de que eramos partes de un solo ser, por alguna razón separadas... Que debíamos unirnos porque nos necesitábamos.
Completamente erróneo. Yo no la necesitaba a ella. Y si en algo podíamos coincidir, sería en ello, pues en el caso de que la preguntara lo más probable es que pensara lo mismo. Me resultaba divertido hacerla rabiar en situaciones difíciles, sacarla de quicio y que me odiara. Así guardaría el mismo sentimiento que yo sostenía con ella. Si para algo vivíamos, en el fondo era para haceros sufrir. Y ya que estaba encadenada con los grilletes de mi mente, sin que pudiera hacer nada por liberarse ni salir de allí, la hacía sufrir hasta que tenía que gritar de dolor. Cuando una estaba dentro era pequeña, insignificante. Se la oía hablar pero incluso resultaba más frustrante que no la hicieran caso. De vez en cuando torturaba su mente, ya estuviera dentro o fuera, con imágenes de su cuerpo matando a las personas que quería, o haciéndolas sufrir, sin que estas supieran que en realidad no era ella, y pensaran así las peores atrocidades hacia su persona. Después se despertaba con las manos manchadas de sangre... Culpable, culpable. En realidad era ella la única culpable, pues nadie sabía de mi verdadera existencia y así resultaba mucho más divertido. No tendría nada en que excusarse.
Pero tampoco tenía que dar explicaciones sobre mis actos. No tenía a nadie importante. Claro que una pequeña sonrisa iluminaba mi rostro, la pelirrosa tetona había venido. Estaba en la misma casa que yo, en aquella gran Mansión, y podría tenerla cerca... Había esperado impaciente su encuentro. Algo que Sonzu por fin hacía bien.
Tendríamos que separarnos otro rato, pues yo partía en dirección a la villa de la roca, donde podría disfrutar de algunos combates. Mi fiel compañero, el unicornio rosa, me acompañaría en mis recorridos dejando un rastro de arco iris allá por donde pasaba. No me gustaba estar desplazándome continuamente, después del viaje a Kirigakure no paraba de entrenar y combatir. Al menos valía la pena, porque no era yo quien lo hacía. En esos momentos me valía con desconectar y dejar un poco respirar a la chiquilla cuya cabeza tanto me gustaba atormentar.
Cuando por fin llegué, fui a cambiarme a los vestuarios. Después de que El Rey de los Piratas quemara mis prendas tuve que arreglármelas para conseguir un vestido igual, yendo a varios combates en ropa interior por falta de dinero. Si eso salía bien y ganaba este combate, tendría un dinero que podría gastar en todo el cloroformo que quisiera. Mi vestimenta consistía en un vestido por encima de las rodillas, de color rojo en su mayoría, que terminaba con unos volantes de color blanco que se meneaban al son de mis pasos. En las mangas tenía unos lacitos, y la parte de arriba era un corsé. Mi máscara, a conjunto con mi vestido, no dejaba apreciar si quiera el color de mis ojos, pero permitía ver la expresión de mi boca, tornada en una sonrisa divertida. Tenía el pelo suelto, cayendo como una negra cascada hasta la altura de mi cintura, con un flequillo recto tapando mi frente.
La razón de mi convocatoria: habladurías. Que no hacían más que desprestigiar mi honor, si se mantenían en pie seguramente nadie quisiera retarme de nuevo, o aceptar las propias luchas que yo podría proponer, y era algo que no debía admitir. Le demostraría a esa Elfa Tetona que valía más de lo que pensaba... Sin dejar de lado la diversión.
Atravesé las puertas que me dejaban en un Dojo cuadrado de 50 metros, estando centrada a cada lado, 25 metros entre cada posición. Mi enemiga se encontraba 10 adelantada, lo que nos dejaba con una separación de 40 metros, que con una rápida carrera se reducen a 30, y así hasta alcanzar los 20. Aún corriendo, realizo un sello con ambas manos, y de un anillo formado entre mis dedos índice y pulgar salen 3 bolas de fuego que tienen como objetivo impactar con mi oponente. No son demasiado potentes, pero alcanzan una gran velocidad, y seguidas a ellas va una gran nube de fuego, que las persigue y hace borrosa la visión entre ella y mi posición, por lo que por unos instantes solo verá sombras. Han sido 15 metros de diferencia, y antes de que las bolas vayan a explotar contra alguna superficie, la nube las alcanzará y causará una pequeña explosión de fuego. Mientras eso ocurría, aún entre la confusión de la neblina, he usado una técnica recién aprendida que crea un clon idéntico a mí. Dos metros de diferencia entre las dos yo, pero... ¿Cuál es cuál?
En cualquier caso, ambas correríamos hacia su posición, quedando a 5 metros de ella, si nada saliera fuera de lo previsto.

Técnica aprendida:

Información:

Acciones:

Gastos y daños:

Las acciones de mi contrincante fueron rápidas y eficaces pero yo no iba a dejarme vencer rápidamente por ella, realicé con rapidez un “Kazesoujo” disipando humo que cubre la zona así permitiéndome ver y encontrarme con dos contrincantes completamente iguales. Como una anterior vez ya me pasó en un treno con shika, en vez de acercarme a ellas simplemente me limité a lanzar una cantidad de 10 kunais de 3 puntas en su dirección para que algunos de ellos les dieran y así el clon despareciera al ser atacado.
Luego de eso me acerqué a mi contrincante restante y realicé un “Reppu” haciendo que esta saliera volando por mi onda de viento y se alejara unos 10 metros de su posición actual.
Yo me alejé otros 10 por precaución y esperé que mi contrincante empezara con su siguiente movimiento.

jutsus:

Gastos y daños:

Off:

Parecía que todas mis acciones se estaban efectuando con éxito, en cuanto la nube de gas alcanzó a las bolas de fuego, ellas provocaron una explosión de fuego que la dañaba y evitaba que pudiera ver nada hasta que tanto yo como mi clon nos acercábamos a ella, sin que diferenciara cuál de los dos era el irreal. La sorpresa debería haber sido suya, o eso pensé, pero mi cara de asombro fue aún mayor cuando mi enemiga corría en círculos por el dojo mientras agitaba los brazos. Parecía que se hubiera vuelto loca, o tal vez estaba buscando una gran rama para que se clavara en su trasero.
Tampoco me paré mucho a meditarlo, ya que esos momentos eran claves y los usaría para efectuar mi último ataque. Ya le debía quedar bastante menos vida de la que había comenzado, y se podían apreciar algunas quemaduras por su cuerpo y ropas, acompañados de un olor a chamusquina.
Nos habíamos dividido, yo estaba a 5 metros de la chica por el lado derecho, mientras que mi clon andaba por el izquierdo. No necesitaba ninguna señal para que atacara, tenía pensamiento propio y sabía lo que tenía que hacer.
Por mi parte hice un sello con ambas manos, y cogí aire, el cual rápidamente se transformó en una gran bola de fuego que no tardó en impactar contra ella. Lo que le faltaba en velocidad, lo ganaba en la potencia que tenía, y el tamaño que le hacía aumentar hasta llegar con su objetivo. Por el otro lado la imagen de mí misma se pegaba un puñetazo en la cabeza. Lo primero que pensé, es que la influencia de esta correcaminos le había afectado, pero cuando estallaba en llamas y causaba daños a la Elfa Tetona, pude comprobar que era bastante más inteligente. Tras todos los ataques, ella caería inconsciente sobre el suelo.
No necesitaba nada más que felicitarme a mí misma por el trabajo realizado. Quizás después de este combate podría librar algún otro y aprovechar aún más la visita a Iwagakure. Por ahora, cobraría mi recompensa.

Acciones:

Gastos y daños:

OFF:

Caí inconsciente después de una paliza por parte de mi contrincante, creo que debería entrenara más enserio pues este combate a sido un completo desastre y eso no podía ser pero bueno ahora me tocaba asumir mi derrota y dejar que lo médicos curaran mis heridas y quemaduras.
De seguro mi oponente se lo abría pasado de lo lindo solo esperaba que mi marca en mi torso, en forma de K no se notara tanto y no llamara mucho la atención, aunque más que una marca, me lo tomaba como un tatuaje que me recordaba mi promesa a mí misma y ami familia. Por mucho que fallara y cayera, siempre me levantaría de una forma u otra para seguir a adelante he ir mejorando poco a poco con mi entrenamiento y mi camino ninja.
Había perdido el combate pero ya tendría otros combates en los que podría ganar.

Revisado.
Sonzu: + 1500 Ryos. + 50 Exp.
Kiara: + 25 Exp. - 4 Pr.