Misión rango D: En Busca de Nadeshiko

INFO MISIÓN:

Raiken se dirigía hacia la isla de la diosa Liriam para realizar la misión que le habían encomendado en su villa. Dicha misión consistía en rescatar a la hijita de un magnate de los negocios del mundo shinobi, el cual tras sufrir un sorpresivo ataque de ninjas renegados, su hija había desaparecido. No parecía que esto hubiera sido un secuestro, más bien se cree que la niña asustada corrió al bosque para huir y refugiarse y finalmente se perdió. Raiken tenía que encontrar a la pequeña Nadeshiko y llevarla sana y salva con su familia. Esta vez iría a realizar la misión con su colega Suiryumaru. Era una aliado muy valioso, ya que tenía bastante instinto de liderazgo y poseía bastante fuerza.
La isla a la que iban era un islote muy cercano a Kirigakure. Cuando llegaron al puerto alquilaron una barca y remaron hacia la pequeña isla. La verdad es que los dos sabían caminar sobre el agua y podrían haber ido hacia alli corriendo, pero preferían reservar su chakra por si surgía cualquier imprevisto. Por fin llegaron al islote. Era medio día, asi que hicieron una paradita para comer algo rápidamente y comenzar la misión con energías. Una vez comieron prepararon todo y miraron hacia el bosque. Su objetivo se encontraba allí, perdido y desorientado. -En marcha- le dijo Raiken a su acompañante. Ahi comenzó su labor de búsqueda.

INFO:

Suiryumaru estaba muy emocionado. Era la primera vez que iba a ser el lider de una misión. De acuerdo que era una misión de Rango D, y que no sería nada compiicado, pero era algo importante para él. Por fin podría demostrar sus dotes de liderazgo, así como su capacidad para resolver problemas. Sin embargo, la misión no estaba encomendada a él. Era su subalterno, por esta vez, el que encontraría a la niña. Él estaba para darle apoyo táctico, y ayudarle a rastrear, pero no para llevarse el mérito. Esta era una misión solo y exclusivamente de Raiken. Suiryumaru casi se dedicaría a mirar, eso sí, dando instrucciones tácticas. La acción corría a cargo del joven ninja del chakra eléctrico. Hablando del chakra eléctrico.

-Raiken, veo que has descubierto la sala maldita. Fuiste tú el de los troncos? Me fueron útiles, pero, la próxima vez, limpia lo que uses. ¿Que jutsu o técnica aprendiste?
Espero que seas más útil, o al menos más fuerte, que la última vez. Hazme sentir orgulloso.


Una vez dicho esto, Suiryumaru saltó hacia adelante, su subió a un árbol, y oteó el horizonte. No viendo nada, le dijo a su compañero:

-Dejémonos de cháchara, Raiken. Dividámonos el trabajo.

Suiryumaru trazó un hipotético eje en el que partió el bosque en dos.

-Tú buscarás la zona del este, y yo la del oeste. Si algo ocurre, encuentras a la niña, o pasan más de dos horas. Vuelve al lugar en que acabamos de comer. Si tienes un problema, usa el Gentoshin. Aunque sea de pleno día, un destello muy potente me podría llegar, si sigo buscando por la copa de los árboles. Usa tu bandana para reflejar la luz. No será necesario si no hay problemas. Si encuentras a la niña,vuelve simplemente.

Tras decir eso, Suiryumaru saltó hacia el oeste, con el fin de buscar a la niña Nadeshiko desaparecida.

info:

-Te resultaron útiles los troncospara entrenar? La verdad es que es una manera un poco rudimentaria de practicar, pero es muy efectiva verdad? Aprendí a desviar la trayectoria de pequeñas armas metálicas y a golpear acumulando electricidad en el puño. Seguro que ya has visto esa técnica alguna vez, se llama Raiken. Ahorrate el chiste facil-

Raiken vió como Suir subía a un árbol y miraba al horizonte. Desde ahí arriba el genin acuático trazó un plan. Raiken escuchó lo que Suiryumaru le dijo con atención. Parecía un buen plan. Al dividirse y abarcar las distintas zonas del bosque ampliarían su radio de búsqueda y cumplirían la misión antes. Seguro que en un abrir y cerrar de ojos encontrarían a la pequeña y volverían a Kiri para la hora de cenar.

Raiken contempló como Suir se alejaba adentrandose en el bosque, e este decidió hacer lo mismo. Estuvo caminando al rededor de quince minutos, cuando de repente se cruzó cara a cara con un enorme tigre. Podría utilizar el gentoshin para cegarle perfectamente, pero no tenía necesidad de despistar a Suiryumaru para que viniera a ayudarle. Eso solo les haría perder un valioso tiempo. Esquivó agilmente el zarpazo que e animal dirigió contra él y subió lo más rápido posible hacia un árbol para resguardarse. Después desde allí arriba lanzó una bola de rayo al imponente animal y este huyó del lugar.

Después de aquel incidente sin importancia Raiken continuó su búsqueda, esta vez desde las alturas de los arboles. En aquel preciso instante escuchó el llanto de lo que parecía una niña y se acercó para ver de que se trataba.

TÉCNICAS EMPLEADAS:

HABILIDADES EMPLEADAS:

GASTO:

Suiryumaru llevaba más de media hora surcando el bosque, desde la copa de los árboles, con el fin de encontrar a la niña, pero no veía nada. Si tan rico era su padre, era más que probable que les hubiese podido pasar algo a ambos. Si la niña no se hubiese perdido en el bosque, quizás algo peor les hubiese pasado. Aquellos ninjas renegados tendrían su castigo, pero ese no era el encargo de Raiken y Suiryumaru. Ellos solo debían encontrar a la niña y escoltarla hasta su padre. Decidió seguir mirando, ahora hacia el norte, e intentar localizar a la niña mediante el sonido. Una niña perdida debía gritar, o llorar un poco. Del mismo modo, alguien que tuviera malas intenciones, o que buscara a la niña, también se delataría a los finos oidos de un ninja.

Suiryumaru era más rápido que Raiken, por lo que, a pesar de que dijo que en dos horas debían encontrarse, en media hora ya había rastreado el bosque de su parte, por lo que decidió ir a ayudarle, en aras de acabar antes, y poder tomarse un ramen antes de que fuera muy tarde. Con lo que les pagaran de la misión podrían tomarse algo por ahí perfectamente.


Suiryumaru vió el momento en que Raiken atacó al tigre, pero, decidió no irle a ayudar. Esta sería la oportunidad perfecta para observar al genin y ver de que era capaz solo. No hizo uso del gentoshin, como hubiera solido hacer. Suponía que lo hizo con el fin de no alertar a Suiryumaru, por lo que le pareció buena idea. De todos modos, también practicaba así otras tecnicas que no fuesen siempre las mismas. El uso del gentoshin era altamente táctico, pero siempre hacía falta tener un plan B. Él también oyo el llanto de la niña pequeña, o lo que parecía serlo, pero esta vez, sería Raiken el protagonista...

Raiken decidió bajar de los arboles para registrar más a fondo la zona. Miró hacia un lado y hacia otro y no vio a ningún animal aparentemente peligroso, solo a un par de loros apoyados en una rama cercana a él. Bajó del árbol de un salto y se dirigió hacia donde provenía aquel llanto. Llegó hasta un inmenso y frondoso árbol, debajo del cual había un pequeño agujero del que salía el ruido. -No se yo si la niña cabría por este agujero tan pequeño...- pensó. Asomó la cabeza para ver que había dentro y un grande y fofo gato silvestre le saltó encima, arañandole la cara. Raiken en seguida se protegió con los brazos y dio un manotazo al gato, apartándole hacia un lado. De esta manera no le molestaría registrando aquel sospechoso agujero.

Lo que a Raiken le había parecido llantos de una niña, al final resultó ser una pequeña camada de gatos, maullando sin parar. Esto resultó ser uan gran decepción. Por un momento había creído que la misión ya estaba completada. Se levantó de allí, ya que aquella equivocación había resultado ser una perdida de tiempo y reanudó su búsqueda. Nada más subirse a un pequeño árbol de un salto vio a Suiryumaru a unos escasos metros de él -Has encontrado algo?- le preguntó. Suir negó con la cabeza. Ahora que volvían a ser dos registrar la zona que quedaba del bosque pr explorar sería coser y cantar. Ya debía de quedar poco para que acabaran cruzandose con aquella niña, de una manera u otra.

Continuaron andando por el bosque buscando a la pequeña cuando escucharon un fuerte rugido, seguido de un imponente grito. -Seguro que es ella!- gritó Raiken. Aquel grito era igual que el de una niña pequeña. Si había gritado lo mas posible era que se encontrara en peligro, por lo que los dos ninjas fueron corriendo en dirección hacia donde habían oído el grito. Lo que sucediera en los próximos minutos podría significar la diferencia entre la vida y la muerte de la pequeña Nadeshiko.

Suiryumaru se encontró con que Raiken había dado con la pista de la pequeña Nadeshiko, afortunadamente. La pequeña había emitido un grito, después de aquella falsa alarma de los gatitos. Mientras Suiryumaru estaba oteando, de un arbol a otro, Raiken había ido mirando por el suelo, tranquilamente. De esta forma, Suiryumaru abarcaba un alto espectro visual, y Raiken los detalles. Ahora que la tenían localizada, y que parecía que había un problema con ella, se acercaron rápidamente. Un enorme tigre, que hacía que el primero que se encontró Raiken palideciese, como si de un peluche se tratara, estaba a punto de devorar a la niña. Cuando Suiryumaru le tiró una piedra para distraerle, éste se abalanzó sobre el ninja. Sin embargo, ahora la pequeña estaba a salvo, y Suiryumaru y Raiken estaban en guardia. Suiryumaru hizo un cambiazo, y evitó el golpe del feroz tigre.

-¡Yo cuido de la niña, tú ocupate del tigre!

Mientras decía esto, el Suiryumaru que había aparecido con el cambiazo posterior fue corriendo a rescatar a la pobre infante, que lloraba en el suelo desconsoladamente.


-Me, me habían capturado, y, y, tenía miedo... Salí corriendo, y, cuando me quise dar cuenta, ya no recordaba el camino de vuelta.

Todo esto decía la pequeña, de una forma que casi no se le entendía, debido a los sollozos que soltaba.

-No te preocupes, ahora estamos aquí, contigo. Estás a salvo, Nadeshiko. Nosotros nos encargaremos del tigre malo.

Ahora nada malo le pasaría a la pequeña Nadeshiko, sin embargo, aún estaba el problema del tigre, del que Raiken se encargaba.

Raiken se encontraba cara a cara contra aquel colosal monstruo. Sin duda alguna la genética se había comportado muy bien con él. debía de medir aproximadamente cinco metros, y poseía unas garras y unos colmillos lo suficientemente grandes y afilados como para matar a una persona de un solo mordisco o zarpazo. Raiken tenía que estar muy alerta y procurar que el tigre no le alcanzara con ninguno de sus ataques, o sufriría las consecuencias. Suiryumaru mientras tanto ya se había puesto a cubierto con la niña en sus brazos. Se habían alejado un poco de aquel sitio que, sin duda, en unos minutos iba a ser testigo de una feroz batalla.

Raiken observó como el animal se relamía. Debía de tener hambre, y un animal hambriento es mucho más peligroso que uno e condiciones normales. Sin duda esto iba a complicar un poco las cosas, pero a decir verdad, Raiken ya tenía una estrategia pensada. Era un poco simple y rudimentaria, pero sin duda alguna era efectiva a más no poder. Más le valía a Raiken que su plan saliera bien, porque sino se le iban a poner las cosas muy feas.

El tigre soltó un colosal rugido, pero Raiken no se dejó intimidar tan fácilmente. Era cierto que estaba un poco preocupado por lo que le pudiera suceder, pero que demonios! Era un ninja, y estaba lo suficientemente preparado como para vencer a un simple tigre! Antes de dar margen de reacción al tigre Raiken realizó su estrategia favorita. Hizo el sello del Gentoshin, cegando momentáneamente al tigre, lo que le proporcionó al ninja el tiempo suficiente como para golpear cada una de las cuatro patas del animal con la técnica que había aprendido hacía poco tiempo: el Raiken. Ahora el tigre se encontraba medio ciego y parcialmente paralizado y Raiken tenía la oportunidad de asestarle un golpe final -te vas a enterar de lo que vale un peine...-

TÉCNICAS EMPLEADAS:

GASTO:

Suiryumaru, viendo la feroz batalla del tigre con Raiken, decidió apartarse aún más. La pequeña aún estaba muy asustada, y era normal. No sabía como se había librado tanto tiempo de aquel enorme individuo, si podía poner en jaque hasta a Raiken por un tiempo.

En poco tiempo, Raiken dominó la situación, haciendo gala de su jutsu y estrategia favorita: El Gentoshin. Suiryumaru ya la veía venir, y le dijo a la niña que se tapara los ojos antes, previendo esa situación. El daño a los ojos que hacía esa técnica podía ser muy alto para una niña con los ojos aún en formación, y a tan corta distancia. Esa bengala solar era algo terrible, pues un niño podría quedarse ciego con solo mirar un segundo a esa llamarada luminosa que desprendían los ninjas de Raiton. Mientras todo aquello estaba sucediendo, las patas del tigre fueron paralizadas una a una por Raiken, y el enorme animal quedó al descubierto para un golpe final.

-Dame un segundo, Nadeshiko. Enseguida estoy aquí, no te preocupes. Susurró Suiryumaru al oído de la niña pequeña, antes de salir disparado hacia el lugar de la accion, desenvainar su tanto, que era más afilada que la Kouken de Raiken, y rebanarle la cabeza de un tajo al tigre, que murió en el acto. Ahora ya no había más problemas.

La pequeña Nadeshiko ahora estaba a salvo, y podrían llevarla a su casa, sin temor ni dilación ninguna. Su padre ya se encargaría de realizar el pago a la villa por su cuenta. si no lo hacía, sabía que los ninjas renegados, o algo peor, podrían volver a su casa, o, quizás, a por su bien más preciado: Su hija.



OFF: Misión acabada. Subo a revisión general.

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