Contador de Visitas IMG
Contador de Palabras IMG
Contador de Palabras
Mejores Posteadores IMG
Los posteadores más activos de la semana
No hay usuarios |
Mejores posteadores IMG
Mejores posteadores
Kirugani | ||||
Ermitaño De Los 6 Caminos | ||||
Blank | ||||
Suiryumaru Hozuki | ||||
Sadoru kimura | ||||
Beck | ||||
Agito Hoshigaki | ||||
Shika | ||||
edu uchiha | ||||
Sokka |
Img Quien está en linea
¿Quién está en línea?
En total hay 15 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 15 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 89 durante el Dom Oct 13, 2024 3:27 am
Img Ultimos temas
Últimos temas
1ª misión. Rango: B ''Liberación''
2 participantes
Página 1 de 1.
1ª misión. Rango: B ''Liberación''
- MISIÓN:
Liberación
Rango: B.
Lugar: Islas Paraíso.
Objetivo: Derrotar o ahuyentar a los secuestradores.
Objetivo Secundario: Ningún rehén debe morir.
Descripción: El castillo turístico de Isla Paraíso está lleno de bandidos (Un total de ocho), que han amenazado con matar a los dueños del castillo, parientes del Señor Feudal del País del Agua. Los bandidos están bien organizados, distribuidos principalmente en la planta baja y en el sótano, donde están encerrados en una jaula los rehenes y dueños del castillo.
Shinobis: Uno. (se añadirá 1 bandido por cada shinobi agregado)
Los primeros rayos del alba salían del horizonte entrando por mi ventana y posándose sobre mi rostro con suma suavidad y calidez. Mi cabello de color blanco , el cual estaba esparcido revoltosamente sobre la almohada se teñía de un tono anaranjado y relajante. Mis ojos se abrieron poco a poco cegados por la luz que captaban mis retinas, pues lo primero que pude apreciar fue como múltiples rayos de un sol escondido se colaban entre los huecos que dejaban las nubes y la sensación de que un ángel bajaría en cualquier momento.
Sentí un dulce cosquilleo que recorrió todo mi cuerpo, poniendo mis pelos de punta, mis mejillas sonrojadas, y un brillo peculiar en mis ojos ahora teñidos de naranja por la luz del sol. Las sabanas marcaban cada curva de mi cuerpo, entonces mi mente recordó una frase que creí olvidada hasta ese momento, una frase que seguramente olvidaría y recordaría de nuevo durante mucho tiempo, hasta que se perdiera entre el polvo de varios recuerdos olvidados. Aquella frase había salido de la boca de su padre, aquel que tanta angustia la hizo pasar para intentarla hacerla más fuerte '' triste y solitaria como el alma desolada, de aquel que espero por ese amor que nunca llego, abandonando toda esperanza abrió sus alas para lanzarse al vacío y no volver nunca mas a sentir el dolor de sentirse solo, sin vida y sin nada, solo el silencio de un eterno atardecer, frió y triste, marchito como el corazón destrozado, que se ahoga en el pecho amargamente, solo te digo una cosa, te perdono por que no es tu culpa el que no sepas amar.'' Un fuerte sentimiento comprimió mi pecho y una lágrima salió de mis ojos mezclándose con la tela y las plumas de la almohada. Tras unos instantes volví a sentir todo mi cuerpo, sentir mis piernas, mis brazos, mis ojos, que ahora estaban abiertos totalmente, mis dedos, mi cuello, todo. Bajé poco a poco la sábana que cubría mi cuerpo e hice un esfuerzo por levantar mi costado de la cama, deshecha y arrugada. Bajé mis piernas hasta rozar el suelo frío con mis dedos, y entonces la brisa de la mañana pudo rozar mi cuello y elevar levemente mi cabello haciéndolo ondear por un instante. Las hojas de las flores que habían crecido en mi ventana estaban húmedas, quizás por el rocío que poco antes había caído para refrescar la mañana.
Mis labios esbozaron una sonrisa recordando todos los sucesos que a mi persona le habían ocurrido poco tiempo atrás, Kiara, Kuroda, Suir y Nana. Todos aparecieron en mi vida en un escaso lapsus de tiempo para hacer mi vida más fácil y llevadera, para hacerme sonreír como nunca lo había hecho, para sacarme de quicio y para respetarme. Todos y cada uno de ellos tenían algo en común, y era que habían llenado esa parte de mi que jamás pensé que llenaría nadie.Mis labios borraron en un pestañeo la sonrisa entreabriendo la boca y susurrando algo muy bajito, para mis adentros.
Sin la mínima intención de seguir adelante me detendré por un momento a recordar tu persona a sentir que todo me da exactamente igual y que mis oídos pueden estuchar como poco a poco mi vida se consume ...
Me decidí a levantarme de la cama de una vez tras haber pasado unos minutos y me acerqué al baño, el cual no me quedaba muy lejos, con solamente una camisa y la ropa interior abriendo la puerta entrecerrada apoyando la mano abierta en la puerta y empujando con suavidad hacia adentro. Me coloqué frente al espejo, donde pude ver mi rostro con claridad, cansado, triste y frío, mis ojos, mi pelo, mis manos, todo era triste al igual que mi rostro el cual lo decía todo y a la vez no decía nada. Abrí el grifo por donde empezó a emanar agua fría y bajo la misma metí mis manos frotándola una con la otra y pasándola por mi cara y repitiendo esto varias veces, hasta que mis ojos se abrieron del todo. Cogí dos mechones de mi pelo, uno de cada lateral y los até cada uno en su lugar correspondiente con un fino lazo azul. Levanté la mirada y observé mi rostro en el espejo, quizás me estuviera convirtiendo en mi padre, el mizukage, aunque eso no era algo de lo que entristecerse, incluso quizás, era algo de lo que enorgullecerse .
Salí de baño dirigiendo mi mirada hacia la ventana, observando como comenzaba a llover débilmente, la lluvia me gustaba al igual que los días nublados y grises, había quien me decía que me representaban aquellos días tristes, pero no, yo no estaba triste, no recuerdo haber entristecido en ocho años atrás, aunque, tampoco recuerdo haber sonreído, y entonces apareció ella, Kiara y me hizo no solo sonreír, sino sentir algo especial hacia ella, un amor fraternal que me hacía preocuparme de ella. Me acerqué al armario y lo abrí con la mano derecha, encontrándome de frente con mi ropa habitual, una camisa de asillas con bastante escote,ç además de bonito, unos largos pantalones ajustados y negros, además de los típicos zapatos ninja negros con un tacón que apenas se notaba, aunque eran diferentes a los del resto de ninjas. Me la puse sin ningún problema, y sobre esta, una capa negra que cubría todo mi cuerpo y que incluso se arrastraba un poco. Dejé salir unos pequeños mechones de mi pelo por los laterales de la capucha, los cuales caían en cascada por mis hombros. Tras estro descolgué del pomo de la puerta del armario una bolsa marrón y algo desgastada, que llevaba por la parte baja un pequeño parche de un descosido que le ocasionó un kunai en medio de un combate.
Entonces metí dentro de la bolsa un pequeño y fino libro azul con técnicas médicas básicas y no tan básicas.
De detrás de una estantería cogí varios Kunais que poseía desde hacía tiempo y los até con un pequeño hilo y los escondí en el lateral izquierdo de mi capa negra. Tras esto colgué la bolsa marrón en mi hombro derecho y agarré con la misma mano la correa, me acerqué a la puerta y la abrí con cuidado, pues no quería que la entrada se mojase de agua de lluvia.Comencé a caminar con paciencia por las calles mojadas y desiertas, y notaba como poco a poco comenzaba a llover mas fuerte, entonces, un sonido llegó a mis oídos, eran risas sin dudas, y no risas cualquieras, risas de niños, ¿Niños riendo en un día así? me extrañó y me acerqué con sigilo, sin acercarme demasiado y me apoyé en la esquina de una casa. Miré por encima de mi hombro, y mi vista alcanzó una pequeña casa con un porche de madera donde dos niños jugaban con una pelota roja y brillante. Entonces, uno de ellos golpeó la pelota con fuerza, mientras decía algo a la otra niña.
¿Ves que si que puedo darle tan fuerte como un ninja?
Estoy segura de que un ninja tiene más fuerza que tú.
¡De eso nada! ¡Ya verás!
Parecían discutir sobre la fuerza con la que el niño era capaz de golpear aquella pelota. La niña lanzó contra el niño la pelota roja, y este, indignado por los comentarios de la niña, preparó su puño derecho hacia atrás y golpeó la pelota con su puño, no era una fuerza exagerada la que el niño utilizó, pero en un descuido la niña dejó escapar la pelota por un lado, y esta calló fuera del porche de la casa, en la lluvia.
¡Mira lo que has conseguido! Ahora no podremos jugar más con la pelota.
Lo siento... ¡Pero es culpa tuya! ¡Tú la dejaste escapar!...
Mientras estos se ensartaban en una discusión para echarle la culpa al otro, yo me acercaba con cuidado hasta estar a la altura de la pelota, al estarlo, las voces de los niños habían silenciado, y cuando quise mirar que pasaba, estos miraban hacia mi persona embobados.Yo, intentando ayudarles, me agaché en busca de la pelota, y la cogí entre mis manos acercándosela a los niños, pues debían seguir jugando, no todo el mundo tiene la suerte de la felicidad que tienen los niños de poder sonreír siempre.Me acerqué al porche y estiré las manos para devolverles la pelota, pero el niño al que intentaba devolvérsela dio un paso atrás, pues seguramente había visto los kunais guardados en mi capa. Entonces, aun sabiendo que me mojaría, eché la capucha de la capa hacia atrás, mostrando le mi rostro con una pequeña sonrisa.
Esto es vuestro ¿no? tomad, y no la perdáis más
M-mamá dice que no hable con extraños.
¡E-eres un cobarde! Coge la pelota...
Está bien, entonces haremos una cosa, yo la dejo aquí arriba, me alejo, y tú la coges ¿vale?
V-vale...
Dejé sobre el suelo de madera la pelota y sonreí a los niños llevándome las manos a la espalda y dando unos pasos atrás, tras colocarme la capucha para no mojarme bajo la lluvia. El niño se acercó a la pelota y con timidez y rapidez, cogió la pelota y corrió tras la niña.La cual incluso parecía más asustada que su hermanito, supongo que tendría mas constancia de las maldades que fuera ocurren.Desvié la mirada hacia la ventana de la derecha de la casa donde seguramente vivían los niños , la ventana estaba apagada.
¿Y vuestros padres?
Se fueron esta mañana a las islas y no han vuelto...
Entonces malas ideas, muchas cosas crueles me vinieron a la mente, y me incliné levemente para despedirme de los niños, los cuales aún estaban algo confundidos por el suceso, era normal, esperaba que no les hubiera molestado demasiado. Entonces eché ha andar de nuevo bajo la lluvia, recorriendo callejones oscuros, por calles desiertas, por una plaza, y por un paseo de puestos de comida rápida cerrados. Llegué tras un rato de andar pacientemente a la entrada de la aldea, y un poco más allá, a la costa, donde podían verse las islas paraíso, en las cuales supuestamente se encontraban los padres de aquellos niños. Había un pequeño puesto de alquiler de botes cerca de allí, realmente yo no sabía llevar un bote, pero quizás el hombre tenía la amabilidad de llevarme hasta la isla deseada.Me acerqué al puesto, y un hombre mayor se encontraba sentado en una silla vieja de madera escribiendo algo en un papel, al verme acercar, se levantó de su sitio y con una voz algo cansada, pero amable y tímida, preguntó.
¿Desea algo la señorita?
Necesito llegar hasta la isla, pero no se llevar un bote, sería usted tan amable...
No diga más, yo la alcanzaré hasta allí.
Muchas gracias, se lo pagaré.
No te preocupes, no hace falta, este negocio ya va mal, no es necesario.
El hombre se acercó a una de las barcas más nuevas que tenía y la sujetó con una mano, tendiéndome la otra amablemente para ayudarme a subir a esta, al estar dentro me senté en una pequeña tabla que había allí, y el hombre empujó levemente la barca hacia el agua, metiéndose dentro de esta él con un gran remo. Comenzó a remar costosamente y a medida que nos acercábamos a las islas una espesa niebla se levantaba a nuestro al rededor, realmente no sabía si aquello era normal, tras unos minutos remano, pudimos alcanzar la tierra de la primera isla, donde vivía una familia apoderada , parientes del señor feudal del país del agua.Me bajé de la barca, y al hacerlo, el señor se ofreció amablemente a esperarme hasta terminar mi cometido allí, aunque no supiera de lo que se tratara, ni cuanto tiempo llevaría.Me bajé de la barca adentrándome en la espesura, cegando me por completo. El hombre no tardaría en perderme de vista. Dentro de mi capa agarré el primero de una fila de kunais que colgaban del lado izquierdo de la misma capa. Poco después de caminar en círculos un largo rato, y de pensar que me había perdido, encontré a orillas de agua, al otro lado de la isla, un enorme castillo decorado lujosamente.
En aquel lugar había algo que no andaba bien, las antorchar de la entrada estaban tapadas con trozos de madera para impedir que se apagaran, pero aún así estaban apagadas, todas las luces del primer piso y del segundo estaban apagadas, al igual que el de la entrada principal.Aquello cada vez me gustaba menos a medida que entraba , agarraba con gran fuerza la empuñadura de uno de los muchos kunais con una mano. Me aproximé al portón de entrada, y al intentar tocar con el manillar que se encontraba colgado de la puerta, esta se abrió, al parecer estaba entreabierta, casi cerrada pero no del todo, una gran oscuridad se abrió paso ante mi. Al entrar unos pasos se encendieron las luces de la entrada principal de golpe, y frente a mi dos hombres que no parecían para nada los dueños del castillo. Me deshice de la capa empuñando un kunai, este a su vez estaba atado a una sucesión de otros ocho kunais los que utilicé como látigo, y al intentar dar un azote en el pecho a uno de los intrusos, el primer kunai de la sucesión se quedo clavado en el pecho, por la parte de los pulmones, por lo que no tardaría en morir desangrado, o asfixiado. Tras esto volví a arremeter de la misma manera contra mi otro atacante , pero esta vez el kunai quedó clavado completamente firme en su cabeza, incluso me costo des clavarlo después de esta.
Frente a mi había unas escaleras que daban a la planta baja, donde no sabía cuantos más de ellos me esperaban, pero aquello en ese momento no era prioridad, pues volvió a pensar de nuevo en los niños, en que no quería que les pasara lo mismo que a ella, y aquellos hombres ilusos no se los iban a impedir. Me adentré por las escaleras, por lo menos aquello ahora estaba iluminado, dejando atrás la capa, y con el látigo de kunais enredado en el brazo, con las puntas de los mismos hacia afuera, y con uno de ellos en la mano. Al adentrarme un poco vi una sala iluminada donde tres hombres más me estarían esperando con sed de mi sangre. Con cuidado fui bajando con la espalda pegada a la pared y con todo el sigilo posible, cuando en un momento determinado, tras esperar unos minutos, los hombros estuvieron en fila solté el látigo de kunais de mi mano y di un latigazo clavando dos kunais por hombre en cada pecho, por desgracia a unos le había atravesando en la espalda, y aún le quedaban fuerzas para querer seguir atacándome. corrió hacia mi furioso, mis kunais estaban clavados en los pulmones, corazón, estomago y garganta de los otros hombres, así que no podía tirar de el para intentar atacar al otro hombre, solo le quedaban las manos. Una pelea a manos entre ambos comenzó, conseguí parar la mayor parte de los golpes pero un puñetazo en la mejilla me hizo caer al suelo aturdida, tras lo que intentó acercarse, pero enseguida reaccioné impulsándome en la espalda y dando una patada al estomago del hombre, el cual calló al suelo sobre su compañero, justo sobre la daga que uno de ellos llevaba como arma, clavandosela en el centro de la columna.
Tras esto me levanté apoyándome en la pared del pasillo de escaleras, aún quedaba un piso, y era el sótano , allí habrían de estar los dueños del castillos, aunque tampoco me extrañaría demasiado encontrar a los padres de los niños. Bajé sigilosamente hasta el sótano y a mitad de la escalera escuché una voz conocida, recordaba haberla escuchado en algún lugar.
Viene a por nosotros... Seguramente ya esté dentro, tenéis que sacar a los rehenes y a los dueños del castillo de aquí ahora mismo
¡Si!
¡Si!
Tras esto se escucharon ruidos de cadenas y metal , bajé unas pocas escaleras más, recordaba haber escuchado la voz de aquel hombre que hablaba, cuando pude estar suficientemente cerca miré tras la pared, y allí se encontraba el anciano que me había llevado hasta aquella isla. Los otros debían de ser sus subordinados, volví a subir a la primera planta, pues los ayudantes de aquel hombre se disponían a subir para llevarse a los rehenes a otro lugar, al llegar arriba con los dueños del castillo y una pareja joven, les esperaba yo, había apagado todas las luces, pero mis ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad y podía distinguir algo entre las sombras, cuando llegaron arriba , no pudo darles tiempo a encender as luces, pues antes de darse cuenta, yo ya había clavado los dos kunais que me sobraban en ambos corazones.
Dios mío, nos has salvado ¿Cómo podemos agradecértelo?
Salid de aquí, id a la aldea, rápido.
¿Y tú?
Aún queda alguien abajo.
No hay necesidad de enfrentarse a el, vamonos.
Si dejo a ese hombre con vida, esto volverá a sucederle a cualquier otra familia, vamos, ¡Salid de aquí de una vez! Y mandad a alguien en una hora.
Al haber subido todos hasta la entrada principal, me adentré hasta el sótano, donde se encontraba aquel hombre esperándome, con arma en mano, por suerte yo había tomado prestada una katana de los individuos de la primera planta, y al menos iba armada, concentré chakra en la palma de mi mano y eché a correr hacia el hombre mayor, quien no dudó en arremeter contra mi de un zajazo con la katana, cortando mi mejilla , por suerte, yo había parado con mi brazo el filo de la katana, para impedir que fuere algo mas grave, pero la hoja se había clavado profundamente en mi brazo, hasta el punto de rozar mi hueso. Al mirarle un segundo a los ojos me di cuenta de que sabía que moriría tarde o temprano, y que eso le daba totalmente igual, intenté clavar el arma que ahora portaba en su estomago, pero desclavó su arma de mi mano parando la mía, por lo que golpee con todas mis fuerzas su pecho con mi mano derecha, la cual le hizo chocar contra la pared, antes de que pudiera reaccionar, mi katana había atravesado su corazón, clavandole en la pared mientras de esta resbalaba un charco de sangre. Mis ojos estaban fríos, tras mirar un momento el cuerpo del hombre al que acababa de matar, me senté en el suelo apoyando la espalda en la pared, y mi mano sobre la herida de mi brazo, que realmente me dolía, y que en ese momento no podía curar, solo me quedaba esperar a que alguien viniese a por mi, que avisaran a alguien realmente.
Mis ojos se fueron cerrando poco a poco hasta quedar casi quedar dormida en aquel lugar, una hora después acudieron a mi las mismas personas a las que había ''salvado'' y me llevaron al hospital tras vendarme y curarme las heridas.
- ACCIONES:
Shinpi hakushu.
Palmada mística.
Requisitos: Golpear al enemigo.
Tipo: Taijutsu.
Carácter: Ofensivo.
Rango: C
Daño: 35 Pv.
Gasto: 17 Pck.
Efecto: El usuario golpea los músculos del enemigo con la fuerza y la presión exacta para causarle el mayor daño.
- GASTOS Y DAÑOS:
Gastos:
Pck:830-17=813
Daños:
Yo:
Pv:1000-70[puñetazo]=930Pv
Derrotar ocho ( shinnobis, todos K.O.
Última edición por Hiaji Hanabi el Miér Oct 03, 2012 2:28 am, editado 1 vez
Hiaji Hanabi- Anbu Kiri
- Cantidad de envíos : 179
Reputación : 5
Fecha de inscripción : 07/12/2011
Estatus
Rango Off: -
Recompensa (Renegados): -
Re: 1ª misión. Rango: B ''Liberación''
Esta bien todo lo unico es poner siempre al principio del pots en spoiler la misión que es oki
100 de exp
1100 de ryo
Edita y pon el spoiler para cerrar oki
100 de exp
1100 de ryo
Edita y pon el spoiler para cerrar oki
Sadoru kimura- Especial Fuinkiri
- Cantidad de envíos : 840
Reputación : 3
Fecha de inscripción : 27/07/2009
Edad : 37
Localización : La aldea oculta de la niebla
Estatus
Rango Off: Staff, Moderador de Kiri
Recompensa (Renegados): -
Temas similares
» Mision Rango C - El Exorcismo.
» Misión de rango B: Asesinos~Kori, Viktor, Taimatsu y Nana.
» Mision de rango C: Hombre al agua
» Riquezas Submarinas: Misión Rango D
» Misión rango D: En Busca de Nadeshiko
» Misión de rango B: Asesinos~Kori, Viktor, Taimatsu y Nana.
» Mision de rango C: Hombre al agua
» Riquezas Submarinas: Misión Rango D
» Misión rango D: En Busca de Nadeshiko
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Vie Jul 04, 2014 8:52 am por Yuurei
» Presentación de Kenji
Lun Jun 23, 2014 2:05 am por Kenji
» Primer Contacto
Sáb Mayo 31, 2014 3:28 am por Ikum
» Entrenamiento.
Jue Mayo 29, 2014 11:53 am por Yumi Hoshigaki
» En brazos del mar
Miér Mayo 28, 2014 12:08 pm por Yumi Hoshigaki
» País de las Olas (Enclave Especial Post Oficial)
Miér Mayo 28, 2014 6:01 am por Kirugani
» País de la Lava (Enclave Especial Post Oficial)
Miér Mayo 28, 2014 6:01 am por Kirugani
» País de la Muerte (Enclave Especial Post Oficial)
Miér Mayo 28, 2014 6:00 am por Kirugani
» País del Hierro (Enclave Especial Post Oficial)
Miér Mayo 28, 2014 6:00 am por Kirugani
» Villa Oculta de la estrella (Enclave Especial Post Oficial)
Miér Mayo 28, 2014 5:59 am por Kirugani