Tenshi Vs Eevee

Tras haber aceptado el reto de un shinobi, aquel día me tocaba ir al coliseo para combatir. Mi rival era Tenshi, el ángel de papel. Mientras me preparaba en el vestuario, me preguntaba los motivos que podrían llevarle a retar a quien acababa de entrar entre los shinobis que combatían en aquel lugar. No sabía quién era Tenshi, ni mucho menos le conocía, por lo que no podía siquiera deducir el motivo. Simplemente había aceptado el reto y ahora tendría que enfrentarme a él en la arena clásica del coliseo.

No sabía nada más de él que su nombre y su rango, ya que aquel iba a ser un combate igualado. Supuse que habría entrado a formar parte de los luchadores poco tiempo atrás, al igual que yo. Eso explicaría de algún modo el reto, pero aún podrían quedar motivos ocultos tras las máscaras que cubrían cada rostro. Sonreí para mí misma y me preparé sin prisa. Sabía que tenía tiempo de sobra hasta el momento en que tendría que pisar la arena, por lo que no me molesté en ponerme nerviosa.

Cogí la máscara marrón que me acompañaba la mayor parte de las veces que entraba al coliseo y me la puse. Con ella me sentía más segura, sabía que así guardaría mi identidad y las emociones que, durante el combate, se reflejarían en mi rostro. Salí de los vestuarios y avancé por el pasillo lentamente, no tenía prisa por empezar. La sala oscura que precedía a cada campo me esperaba al final del pasillo. A veces me preguntaba por qué la sala solía estar oscura, pero me servía con saber mi propio motivo: con la oscuridad del lugar, los nervios de cada shinobi se relajaban un poco. Sin embargo, siempre habría casos que demostraran la excepción.

La puerta se abrió y pude salir al campo de batalla, a ochenta metros de mí me esperaba el rival que unos días atrás había decidido retarme. Le observé durante un momento para después avanzar veinte metros, viendo cómo el espacio que se interponía entre nosotros disminuía para quedar en sesenta metros.

Información:

Esperé un instante sin prisa alguna y seguro de mi mismo, como solía estar la mayor parte del tiempo, aun no sabía como sería mi contrincante y lo único que podía hacer en ese momento era esperar a que saliera al campo de batalla. Una vez se abrió la puerta de mi adversario observé su máscara marrón, la cual me llamó la atención. El público gritó con mas intensidad nombrándonos a ambos por nuestros nombres, Evee, mi contrincante y a mi, Tenshi, el ángel de papel. Una vez recortados las distancia entre ambos quedando a 60, me dispuse a atacar sin mas hostilidad empezando mi carrera hacia Evee recorriendo unos 20 metros y quedando ahora a unos 40 metros mas o menos y siguiendo mi camino en zig zac con ambas manos ocultas en mi vestimenta para que mi adversario no pudiera leer a través de mi y cogerla por sorpresa.

Acciones:

Daños y Gastos:

Off Rol: Perdona que sea corto el post, pero no he tenido mucho tiempo.

Permanecía estática en el sitio, observando cómo mi contrincante avanzaba veinte metros más para después seguir corriendo en zig zag. Parecía bastante ansioso de comenzar el ataque, pero yo no me moví. Me quedé parada esperando a que llegara, confiada de mí misma. Aquel día me había puesto una capa negra sobre los hombros y mis manos permanecían en su interior. Pensé en que tal vez mi rival debería ser un poco más precavido, pero no lo dije y tampoco hice nada que pudiera mostrar lo que pensaba. Mi rostro permanecía igual que al principio. No había sonrisa, no había rastro alguno de emoción. Incluso en algún momento llegaba a aburrirme de estar así, pero no me importaba. Él seguía corriendo en zig zag, yo permanecía aún en mi sitio, sin apartarle los ojos de encima en ningún momento.

Acciones:

Off: Perdón por haber hecho un post corto, es que tengo unos cuantos pendientes y demás tareas fuera del foro.

Al ver que mi contrincante aun seguía estática en el mismo sitio donde se paró al entrar al campo de batalla me di cuenta que estaba esperando algo con lo que me mantuve alerta por si acaso, ya que no quería que me cogiese por sorpresa. Recorrí en zig zac unos 25 metros quedando ahora a tan solo 15 metros a mi velocidad y seguro de mi mismo, pensaba en una estrategia inmediatamente, ya que aun no conocía las habilidades de Eevee y no estaba seguro de si ocultaba algo o no ya que no podía ver sus manos al igual que mi enemigo no podía ver las mías ya que las ocultaba en mi vestimenta a pesar de estar corriendo. Al recorrer otros 5 metros a mi manera quedando ahora a tan solo 10 metros escasos, me paré en seco y empecé a dirigirme en otro sentido, corriendo alrededor de mi enemigo mientras esperaba algo, aun tenía unos cuantos ases bajo la manga pero quería ver de que era capaz mi enemigo antes de mostrar mis habilidades. Eevee aun seguía estática y eso me ponía mal, ya que no me gustaba esperar pero tampoco me gustaba mucho adelantarme ya que podría acabar mal, con lo que me mantuve un poco mas a la espera, pero no sería por mucho tiempo, ya que ahora estaba a unos pocos metros de distancia y podría ser atacado en cualquier momento.

Acciones:

Gastos y Daños:

Off Rol: No importa, veo que todos estamos ocupados. Pero vasta con que se explique bien.

No me había movido cuando mi contrincante comenzó a correr, había llegado a diez metros de mí y yo seguía parada, al igual que un momento antes. Mi rival no paró, siguió corriendo, pero alrededor de mí. La distancia que nos separaba estaba formada por diez metros que no menguaban, pero tampoco aumentaban. Si no hubiera llevado la máscara marrón, mi contrincante podría haber apreciado una sonrisa en mi rostro. Aún guardaba las manos bajo la capa y no tenía ninguna intención de sacarlas, pues no lo necesitaba por el momento.

Miré a mi oponente y contemplé cómo seguía dando vueltas. Por mi mente pasaban varias ideas al mismo tiempo, pero sólo una me gustaba. Seguía sin apartar la vista de Tenshi cuando ocho agujas de un cristal rosado cruzaron el aire. Cuatro iban en su dirección y otras cuatro romperían la calma dos metros por delante de donde él estaba. Las agujas llegarían a él en menos de dos segundos y él apenas tendría tiempo para reaccionar. Viendo su velocidad, supuse que las agujas alcanzarían su objetivo. Le resultaría prácticamente imposible esquivarlas, pues éstas superaban la rapidez de un kunai al ser lanzado, casi alcanzando los diez metros por segundo. Mi sonrisa se ensanchó bajo la máscara y observé con paciencia la forma en que mi contrincante reaccionaba al ataque.

Acciones:

Gastos y daño:

Off Rol: Mi oponente no ha posteado en 48 h, con lo que salto su turno y recibe mi ataque.

Observando la escena, yo había lanzado 10 shurikens de papel hacia mi enemigo esperado una respuesta de defensiva o ofensiva por su parte ya que permaneció todo el tiempo estática, pero los shurikens al estar tan cerca impactaron de lleno sobre Eevee, la cual calló al suelo K.O. cuando las armas de papel se le clavaron en el cuerpo al mismo tiempo. Yo me frené en mi carrera quedando delante de su cuerpo inmóvil por el ataque que le había lanzado. En ese momento solo pensé en una cosa, había ganado el combate frente a un enemigo mas. Justo entonces elevé mi mano al cielo con el puño cerrado y un dedo hacia arriba en señal de triunfo.

- ¡He ganadoo! Y Eevee... gracias por el combate.

Decía gritando del entusiasmo al mismo tiempo que el público me aclamaba gritando mi nombre en alto, en ese tiempo desvié mi atención hacia el cuerpo de mi enemigo agradeciéndole el combate como acostumbraba a hacer con respeto, ya que amaba los combates pero respetaba a mi rival por encima de todo. En ese momento le dediqué una sonrisa a mi rival derrotado y me marché hacia la puerta haciendo un gesto de despedida a Eevee, que estaba situada en el suelo sin poder moverse. Las puertas se abrieron y yo desaparecí en la oscuridad que reinaba en su interior al mismo tiempo que las puertas se cerraron tras de mi.

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