Fujitsu vs. Eevee

Camino hacia el coliseo pensando en el combate que tendré hoy. Va a ser contra un shinobi de mi mismo rango que me retó el otro día. Llego a mi destino y me dirijo a los vestuarios para prepararme antes de entrar a la arena. Tras cambiarme, me cubro el rostro con la máscara marrón que ya me caracteriza en este lugar y cruzo el pasillo en dirección a la arena. Llego al pasillo oscuro y espero con paciencia a que se abran las puertas que me impiden ver la luz del sol. Cuando lo hacen, entro al campo y me dirijo al centro de éste.

He salido antes que mi contrincante y permanezco a veinte metros de la puerta que he atravesado para pisar la arena. La distancia que me separa de la puerta por la que saldrá mi rival consiste en ochenta metros que en poco tiempo aumentarán o disminuirán.

Observo con paciencia la puerta esperando a que se abra y salga Fujitsu, el shinobi que con el que voy a combatir. Creo que es varios niveles menor que yo, pero no lo tengo claro, por lo que tendré que tener cuidado. Una sonrisa adorna mi rostro tras la máscara. Avanzo cinco metros más quedando así a setenta y cinco del lugar por donde aparecerá en un momento mi rival. No estoy nerviosa, espero con bastante tranquilidad y mis ojos analizan el lugar hasta que noto que la puerta comienza a abrirse, dejando así el paso libre para mi contrincante.

Información:

Acciones:

Fuyitsu hacia unos cuantos dias había retado a una shinobi del mismo rango que este primero. Fuyitsu era mi olvidadizo y fue una suerte que se lo hubiera apuntado en una nota porque cuando encontró la susodicha el combate estaba fechado en el día que vivía en este instante Fuyitsu dentro de una hora y media.
Fuyitsu se apresuró en desayunar e irse hacia el coliseo, llegaba tarde y eso a Fuyitsu no le gustaba ya que daba una imagen equivocada de él. Con las prisas casi se olvidó el pañuelo que le ocultaba el rostro, en el coliseo estaba prohibido revelar tu verdadera identidad en caso de que la dieras a conocer te descalificarian. Fuyitsu se dio prisa en ir al coliseo pero no demasiada, ya que no quería cansarse antes de comenzar el combate. Poco a poco empezó a verse el coliseo y Fuyitsu aceleró el paso, ya que estaba calentaba, y llegó enseguida a la puerta por donde debía entrar para aceder a la arena de combate.
Atravesó el pasillo que llevaba al campo del combate y cuando entró allí vio a su oponente. La shinobi a quien había retado era de estatura media, tenia una larga melena rosa recogida por un lazo negro y su rostro estaba oculto tras una máscara marrón.
El combate iba a dar comienzo en breves. Así pues Fuyitsu avanzó silencioso unos 10 metros, su rival estaba a 25 metros de la puerta por la que había salido.

info.:

acciones:

gastos y daños:

Veo salir a mi oponente por la puerta que le corresponde. Ha tardado un rato, la puerta estaba abierta desde unos minutos antes. Llega tarde, pero yo no soy como la violadora, no, yo soy diferente. Me molesta un poco que tarde tanto, pero no puedo hacer nada. Aunque... bueno, tal vez me vea un poco enfadada. Sí, pero poco. Me río en silencio y espero con paciencia. ¿Acaso no va a acercarse? No sé, pero sólo ha avanzado diez metros. Dudo que a tanta distancia pueda hacerme algo, pero yo ya he cubierto mis veinticinco metros y me niego en rotundo a acercarme más hasta que él cubra lo suyos. ¿Qué se cree? ¿Que voy a recorrer yo todo el campo mientas él espera tan cómodo? ¡Qué morro!

Bueno, supongo que al menos no está loco, pero... ni siquiera se ha disculpado por la tardanza. Definitivamente, puede que me vea enfadada hoy. Me encojo de hombros y me dedico a seguir esperando. Ya he decidido que yo no me moveré del sitio. ¿Para qué? ¡Já! Él llega tarde, él camina más.

Acciones:

El shinobi culto tras el pañuelo que respondia al nombre de Fuyitsu (o Fujitsu) avanzó otros diez metros, ignorando a su rival que en aquel momento parecia esperar a que Fuyitsu atacara, quedado así a veinte metros de la puerta que había salido este primero.
Su rival no había hecho ningún movimiento desde que Fujitsu había entrado en el campo de batalla. Hasta ahora todos los rivales de Fuyitsu habían preferido atacar primero, pero Fujitsu era un caballero y seguía la regla de "las damas primero". Así pues, cuando avanzó los otros diez metros, Fuyitsu se paró a esperar el movimiento de su rival, entre ellos existia en ese momento una distancia de aproximadamente cincuenta y cinco metros. Fuyitsu decidió que no avanzaría más, el público del coliseo estaba en silencio y parace que se empezaba a aburrir. Fuyitsu no les quitaba razón, si esto seguía así el combate iba a ser muy largo y no iraían a ningún lugar, pero bajo ningún concepto Fuyitsu atacaría primero.

acciones:

Mi oponente comienza a caminar de nuevo, con lentitud. Veo cómo cubre diez metros más y para, posiblemente esperando que yo ataque primero. Con tranquilidad, levanto la vista hacia el público y veo cómo muchos abuchean, bostezan o muestran, de diversas formas, su aburrimiento. Me canso de la situación y miro de nuevo a mi contrincante. Sigue estático en el sitio, esperando mi ataque. Comienzo a andar con calma y lentitud, sin perder de vista a mi oponente. Una sonrisa adorna mi rostro mientras cruzo la arena.

Cuando llego al medio del campo, dejo de avanzar. Mi oponente está a treinta metros de mí y comienzo a aburrirme yo también. Sin embargo, espero con paciencia a que se decida por acercarse a mí. Los dos árboles de la arena están a ambos lados de mí, aproximadamente a una distancia de veinticinco metros cada uno. Entonces, mi mirada se centra en uno de los espectadores y, bajo la máscara, en mi rostro se aprecia una expresión de terror. Cierro los ojos y sacudo la cabeza. Al volver a mirar, ya no está ahí. Miro de nuevo a mi rival, esta vez sin perder la calma. Permanezco de nuevo como antes, totalmente tranquila.

Mi contrincante sigue ahí, esperando un ataque por mi parte que no llegará aún.

Acciones:

Fujitsu estaba allí de pie, vió como se acercaba unos cuantos metros más y se volvía a parar. El público empezaba a abuchear a los dos shinobis y era totalmente comprensible, pero Fujitsu estaba decidido a no atacar. La shinobi que luchaba contra Fujitsu se giró hacia el público y dió una especie de respringo, sería al haber reconocido a alguien entre el público, sin embargo se volvió de nuevo hacia Fujitsu volviendo así al aburrido combate.
Fujitsu se quedó observando a su rival esperando que hiciese el primer ataque. Si el combate continuaba así se convertiría en un eterno y aborrecible combate, el cual Fujitsu lucharía sin ganas.
Fujitsu no hizo ningún movimiento, se quedó allí de pie observando a su rival.

acciones:

Mi contrincante seguía sin moverse, lo que me hacía dudar bastante. Lleva un buen rato sin moverse siquiera y yo me estoy poniendo nerviosa. La calma que me ha acompañado desde el principio del combate se desvanece por momentos. Giro la cabeza de un lado a otro, pero de nuevo me distrae el mismo rostro de antes. Mis pupilas se dilatan y comienzo a temblar. ¿Qué hace aquí? Cierro los ojos y, al igual que antes, cuando los abro ya no está. Recupero la calma con lentitud, pero después miro al que parece ser mi contrincante y una aguja de cristal rosado sale disparada en su dirección a gran velocidad. Si resulta ser lo que yo pienso, dudo mucho que la esquive.

Después, continúo mirando a mi alrededor, buscando algo sospechoso que, por algún motivo, no consigo encontrar.

Acciones:

Gastos y daños:

Por fin se produjo el primer ataque y en seguida el público enmudeció en seguida, la contrincate de Fujitsu lanzó una aguja a este. En cuanto le alcanzó la aguja a Fujitsu este desapareció, era un bunshin creado por el verdadero Fujitsu; en ese instante el verdadero Fujitsu dió una salto desde lo alto del árbol más cercano de la puerta por la que había salido Fujitsu, este último había utilizado el bunshin para desviar la atención de su rival mientras el trepaba al árbol (cosa que hizo en seis segundos) y una vez que estubo el los 20 metros que tiene de alto el árbol, Fujitsu esperó al primer movimiento de su rival.
En cuanto desapareció el bunshin de Fujitsu, el rival de este cometió un error que (según la opinión de Fujitsu era muy grave); el rival de Fujitsu se alteró demasiado y comenzó a buscar algo (fujitsu creyó que le buscaba a él).
Fujitsu saltó del árbol lo máximo que pudo en horizontal (dos metros) y tubo veinte metros de caida libre en diagonal. Fujitsu recorrió en total 22 metros al terminar el salto, pero antes de haber terminado el salto, Fujitsu lanzó un kuani (atado con un hilo ninja previamente al kunai(en el árbol)) de forma oblicua que fue directo al cuello de su rival.
Fujitsu seguramente había pillado por sorpresa a su rival, por fin el combate comenzaba a ponerse interesante y el público a entretenerse.

acciones:

jutsus y habilidades:

gastos y daños:

La aguja impacta contra el que en un principio pensé que era mi rival y este desaparece. Busco con la mirada al contrincante hasta que le veo saltar desde un árbol cercano a su puerta. Antes de pisar el suelo, lanza un kunai en mi dirección. Está atado a un hilo y dibuja un arco. Viene en dirección a mi cuello, y si me da quedaré bastante mal. Sin embargo, el arma choca contra un cuello de cristal rosado. Supongo que mi contrincante se sorprenderá al ver que un clon de cristal ocupa mi lugar, pero no tengo tiempo de quedarme a ver su expresión. Tras hacer el jutsu, aparezco detrás de él.

Una sonrisa adorna mi rostro. Antes me ha sorprendido, pero ahora seré yo quien lleve el factor sorpresa. Estoy a un metro de él, por lo que doy un paso y le clavo el kunai que antes saqué en la espalda, a la altura del pecho. El arma atravesaría su carne, hiriéndole en el pecho.

Acciones:

Gastos y daños:

En cuanto el kunai cortó el cuello del rival de Fujitsu, este último tiró del hilo ninja para recuperar el kunai. El kunai realizaria el trayecto de ocho metros en dos segundos, pero algo fallaba en aquella situación. El rival de Fujitsu se había convertido en cristal y desecho en mil pedazos.
En ese instante Fujitsu noto un intenso punzamiento seguido de un dolor producido por el kunai de Eevee que se había colocado a la espalda de Fujitsu. Fujitsu se desplomó hacia detrás pero con una sonrisa en el rostro (la cual su rival no vió porque Fujitsu tenía cubierta la cara con un pañuelo) y semi-incosciente, es cierto que Eevee había pillado por sorpresa a Fujitsu y que a estas alturas Fujitsu ya no optaba a la victoria pero se guardaban una última jugada desesperada (la cual al principio no fue intencionada).
Fujitsu perdería el conocimiento en breves pero quería comprobar una cosa. En el último instante del combate Fujitsu trazó un plan con muchos fallo pero con posibilidades de que fuera exitoso. Seguramente Eevee bajaría la guardia en cuanto creiese tener la victoria, pero a Fujitsu todavía le queda ese último as en la manga.

gastos y daños:

resultado de la batalla:

Mi enemigo cae inconsciente ante mí cuando le clavo el kunai en la espalda, a la altura del pecho. No me molesto en reprimir una sonrisa, aunque nadie podrá verla debido a la máscara que me cubre el rostro. Mi contrincante está delante de mí y pronto vendrán los médicos para curarle la herida que le he hecho, al igual que abrirán mi puerta y yo podré irme a casa. Veo a aproximadamente ocho metros de distancia los restos de mi clon de cristal, que se rompió al ser golpeado por el kunai, y es entonces cuando me doy cuenta de que el combate aún no ha terminado. Algunos espectadores guardan la respiración mientras que otros están a poca distancia del ataque cardíaco. Me fijo en que el kunai de antes viene de nuevo directo a mi cabeza y tardará algo más de un segundo en llegar a mí. Puede que yo también vaya a necesitar asistencia médica...

Sin embargo, el arma choca de nuevo contra una cabeza de cristal y yo suspiro con un gran alivio a diez metros de distancia por detrás de la figura, que ahora se rompe en mil pedazos. Sé que los médicos me habrían dejado como nueva, pero igualmente no me hace mucha gracia eso de que me claven un kunai en la cabeza. La sonrisa vuelve a aparecer en mi rostro y por fin veo a los médicos salir por la puerta de mi oponente para sacarlo de aquí y curarle, al igual que mi puerta se abre y yo salgo con calma para dirigirme a mi casa.

Acciones:

Gastos y daños:

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