Más jutsus, uno más!

por Kuroda Taiki Miér Jun 20, 2012 7:10 pm

Kuroda se temía lo peor al levantarse y mirar por la ventana de su habitación, la niebla era espesa pero demasiado quizás, tan espesa era que al sacar la cabeza por la ventana no veía nada de las calles, ni una misera persona ni un árbol ni si quiera otra casa cercana a la suya. Esa invisibilidad que producía la niebla era abrumadora y lo más probable es que no pudiera entrenar pero no hay problema, para todo en esta vida hay solución y en el mundo shinobi hasta la muerte tiene solución. Hizo un repaso de sus lugares de entrenamiento, el Castillo Maldito, no le apetecía ir allí otra vez, la isla aquella, ese si que podría ser un buen lugar, allí la niebla no azota tanto los parajes y seguro que se podía ver bien, lo suficiente para entrenar.

Con eso pensado mientras miraba por la ventana, su cara se tornó de preocupación a desafía con toque de alegría, así que bajó por las escaleras y tomó el desayuno, volvió a subir y se vistió como de costumbre, pero se puso la chaqueta por si la necesitaba, no quería resfriarse antes de los exámenes de ascenso a rango chunin. Dicho eso cogió los víveres y marchó hacia el puerto para que alguien le llevara a la isla, aunque le daba igual si le llevaban o no pretendía ir como fuera incluso si había que remar como la última vez. Poco a poco iba llegando al puerto, pues la niebla dificultaba el camino y cuando se disponía a coger la barca de remos notó una mano en la espalda y al darse la vuelta un señor le hizo un gesto con la cabeza para que le siguiera y eso hizo Kuroda. El señor se paró en frente de un barco de pesca muy bien estructurado y se subió a bordo y sin decir nada aquel hombre puso rumbo a algún sitio, sólo había que esperar.

Cuando paramos estábamos en la isla que quería ir, muy majo aquel pescador pero cuando fue a agradecerle la ayuda no estaba, el barco sí pero él no, algo un poco raro. Sin más dilación se dispuso a entrenar el combate usando objetos a distancia pero no tenía el kunai para lanzarlo y eso era un problema, se le había olvidado en casa y el marinero no estaba allí para llevarle de vuelta. Estuvo entrenando lanzando alguna piedras:"Esto no sirve de nada, si hubiera alguna forma para que cortarán como un kunai me serviría de mucho más" dijo mientras apretaba una piedra y la lanzaba pero del cabreo le infundió algo de chakra y esta se clavó en un árbol. Atónito por el suceso Kuroda repitió el proceso varias veces con distintas piedras hasta que una de ellas atravesó el árbol por completo y dos o tres que había justo detrás de ese. Lo que iba haciendo era darle forma puntiaguda al chakra que insuflaba en las rocas, hasta que consiguió eso.

Estaba contento, pero en un combate no tienes tiempo para recoger una piedra del suelo, esos segundos pueden costarte la vida y no quería morir todavía, así que había que tratar de conseguir una manera de evitar el proceso de recogida de objetos y lanzarlos ya directamente, seguro que el chakra puede hacer algo así. Esta vez Kuroda fue listo, sabía cómo tenía que hacer eso y se puso raudo a probar sus teorías para lograrlo. Una de ellas era probar a meter chakra a distancia en una piedra, pudo hacerlo y la piedra se levantaba del suelo y con otro empujón de chakra la lanzó fuertemente atravesando aquel pobre arbol que estaba a punto de caerse, todo lo hizo bien, pero lanzar los objetos uno a uno le parecía una absurdez y un gasto tonto de chakra pera que se la esquivaran como si de un shuriken normal se tratase. Así que probó a mover dos, le costaba un poco más pero aun así era capaz de hacerlo, el árbol se cayó tras los impactos de estas piedras y era lo más lógico daba pena verlo y todo.

Sabía que estaba progresando pero algo fallaba, debía ser capaz de lanzar todas las que hubiera en el terreno y lanzarla con fuerza para hacer el mayor daño posible. Pensaba como hacerlo pero no le ocurría nada hasta que vio como un en animal de la zona, no sabría decir cual, estaba golpeando el suelo con algo y al ver eso vio la arena de alrededor y las piedras muy pequeñas se levantaban con los golpes, eso era lo que tenía que hacer: "Claro, eso es! Si insuflo un golpe de chakra al suelo las piedras lo tomaran y se levantaran todas en vez de una o dos como estoy haciendo hasta ahora" dijo Kuroda tras esa buena visualización del animal golpeando el suelo, pero ahora debía ser capaz de lograrlo y eso no iba a ser fácil.

Se puso en posición y realizando un sello a dos manos, mandaba chakra al suelo con su intención en mente pero las piedras solo se agitaban y algunas se rompían. Algo iba mal, no mandaba la suficiente cantidad o no la canalizaba bien hasta el suelo, en uno de sus intento arrastró el pie derecho hacia fuera para coger mejor posición, pero notó como el chakra pasó mejor al mover el pies y al abrir los ojos se percató de que las piedras estaban flotando en el aire gracias a su chakra, tal y como estaba previsto y pudo lanzarlas todas. La pega es que ese tic debía hacerlo si no, no lo lograría realizar bien. Para su suerte el pescador estaba de vuelta en el barco y pudo marchar sin problemas a su casa.

Jutsu a aprender:

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por **Blank** Miér Jun 20, 2012 9:42 pm

Revisado.

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