Equipo Impacto

Justo cuando el pequeño Sokka estaba a punto de echar un pingüino más al fuego para cocinarlo un sonido proveniente de unos altavoces provocó que no cocinase al pingüino. La voz de los altavoces anunció las normas que había que seguir para lograr aprobar con éxito el examen chunnin. Después se anunciaron la distribución de gennins que se presentarían al examen, dicha distribución eran cuatro equipos con un máximo de cuatro componentes por equipo (a excepción de uno que tenía tres). Sokka no podía creer lo que sus ojos veían, era líder del primer equipo nombrado; en cuanto se supieron los equipos se abrieron cuarto puertas horizontales en el suelo, las cuales daban lugar a unas escaleras. El pequeño shinobi de cinco años se encaminó hacia un monitor que se hallaba en el centro de la sala donde habían cinco columnas de un metro que sostenían la pequeña bola de cristal la cual Sokka y su equipo debían custodiar y mantener en perfecto estado para aprobar el examen chunnin.

El pedestal, el cual medía un metro de alto, era algo más alto que Sokka por lo que el pequeño tuvo que dar un pequeño salto para poder alcanzarla. Sokka cogió sin incidentes la pequeña esfera (en la que había un extrañísimo símbolo), la cual parecía que al más mínimo suspiro cerca de ella provocaría que se rompiese, y tras haberla cogido se dirigió a la entrada en la cual ponía "Equipo Impacto"; una vez allí, junto a la compañía de un par de pingüinos, esperó a que el resto del equipo llegase. Cuando todo el equipo se hubo reunido bajaron todos juntos por las escaleras y mientras el pequeño Sokka cantaba una canción para subir la moral del equipo: "Follow the leader leader leader..."

Cuando llegaron al final de las escaleras Sokka divisó un portal teletransportador la cual, suponía Sokka, les llevaría a la primera sala de la prueba y, puesto que no había otra opción, Sokka cruzó el portal sin pensárselo dos veces. El pequeño reapareció junto al resto del equipo impacto en un poblado en ruinas, en un lugar completamente helado. Además una niebla se cernía sobre aquel lugar y reducía la visibilidad, el frío penetró en los huesos de Sokka poniéndole la piel de gallina. Fue entonces cuando se dirigió por primera vez al equipo (sin contar lo de la cancioncita):

-Así es como nos organizaremos: La gennin de Konoha (Namikaze Kiara) irá al frente del grupo, a un metro y medio de distancia del central; a la derecha del grupo irá el gennin de Suna (Sabaku Kazuma), a un metro del central; a la izquierda del grupo se situará el gennin de Kiri (Haruno Nana), también a un metro del central; y, por último, yo, el gennin de Ame (Origami Sokka) iré en el centro (el central) del grupo custodiando la esfera y formando así una "T" invertida.-El pequeño Sokka hizo una breve pausa para que asimilaran la formación ya que esto era muy importante, cuando creyó que ya lo había entendido continuó.-Durante el examen solo acamparemos una única vez, en la cual usaremos a los dos pingüinos que me acompañan como almuerzo, y esa será la única vez que paremos en el examen. Si lo veo necesario cambiaremos de formación según avance el examen. Si tenéis alguna duda ahora es el momento de hablar. Una última cosa, debemos hacer esto todos juntos, como equipo que somos.

El grupo avanzó en la formación indicada por el pequeño Sokka siempre intentando no acercarse mucho a los edificios en ruinas del poblado por las trampas que pudiesen haber. El grupo avanzaba a una velocidad considerable, pero siempre con la cautela de no demasiado para no tropezar o resbalar, para salir cuanto antes de la primera sala y conseguir el primer punto que les acercaría más al aprobado; mientras, el par de pingüinos los seguían. Sokka cogió la capa que había llevado desde Ame y envolvió la esfera en ella, el pequeño niño sabía que el frío podía congelar el cristal y hacer que este resbalase lo suficiente como para que la esfera se le escurriera de las manos a Sokka y se rompiera.

Información:

Off: Si esta noche nadie más de este equipo ha posteado, el máster podrá rolear su llegada y las acciones que crea oportunas.

Me reuní con mi equipo con aire alegre, me había tocado con mi querida amiga Nana. Esperaba con ilusión que pasáramos juntas el examen y cuando me acerqué al punto de reunión, esperando a los demás, me encontré con el líder del grupo. Un niño de creo que 5 años, no iba a dejar llevar por las apariencias pues me podría llevar una gran sorpresa y no ice comentario alguno sobre el tema y me limité a esperar a los demás. Cuando ya estábamos todos. Bajamos por las escaleras mientras escuchaba la cancioncita que entonaba el líder hasta que llegamos el portal, el pasó primero y yo fui detrás con inseguridad. No me fiaba ni de mi sombra en aquellos momentos. Mi único consuelo era Nana, la cual era un gran apoyo para mí, quería darles algo a los de mi equipo antes de comenzar pero debía esperarme a que todos pasaran el portal.
Pasé con miedo pero con los ojos cerrados, no se por qué pero no me sentía demasiado segura en aquel lugar, cual observé el lugar en el que aparecí, más temor sentí. Era un poblado abandonado y nevado, de primeras el sitio no me inspiraba tranquilidad alguna y decidí estar alerta mientras esperaba a que el resto pasara por el portal, cuando esto pasó. Escuché con atención las indicaciones del líder atentamente y sin perder, detalle.
Genial, me tocaba ir adelante del grupo, era un diana fácil y eso no me gustaba, al menos contaba con que tenía a Nana a unos pocos metros de mí por si me pasaba algo.
-Chicos, antes de comenzar con esto, quiero daros a cada uno una cosa.-dije mientras saca tres Kunais de tres puntas con el sello. – Quiero que los llevéis encima y solo los uséis en caso de que necesitéis mi ayuda, con ellos me puedo tele trasportar en el momento. Solo si es de total urgencia-le uno a cada uno y la última a la que se lo di fue a Nana. Con una sonrisa se lo di con cuidado- no quiero que os pase nada, aré todo lo posible por ayudaros. Nana, amiga, me alegra estar contigo en el grupo.
Después de eso nos marchamos rumbo a la dirección que impuso Sokka a una velocidad rápida mientras yo iba adelante en estado de alerta observando con atención todo mi alrededor y teniendo cuidado de no caerme pues tenía tendencia a fastidiarla en los peores momentos, y este no iba a ser uno de ellos. Agradecía no ser ella la que poirtara la esfera pues con ella no iba a estar muy segura, confiaba en que con el líder iba a estar en buenas manos.
En aquellos momentos echaba de menos los comentarios y la voz de Riku en su mente, pero al menos podía oírle rugir, como si él estuviera alerta también. Velando por mi seguridad.

INFO:

La pantalla parpadeó, pronto sabría con quien compartiría mi victoria o quizás con quienes compartiría la muerte. Sokka, integrante del clan origami y de la villa de amegakure no sato sería el líder de mi grupo, debajo de este se encontraba mi nombre, Haruno Nana, ninja médico, aun no me creía que estuviera a punto de comenzar el chunin, finalmente leí los nombres de los demás miembros del grupo, Namikaze Kiara, y Sabaku Kazuma, de la villa de sunagakure no sato, Kiara, mi gran amiga, y a la que no pensaba volver a encontrarme, ya que nos conocimos por mera casualidad.

Unas puertas se abrieron, en cada una de ellas se encontraba el nombre de un equipo, rápidamente di con la puerta que llevaba el nombre de mi equipo, el "equipo impacto" recibimos este nombre, y esa elección de miembros, por que seriamos el equipo especializado en ataques cuerpo a cuerpo.*Kiara-chan... pasaremos juntas el examen* Pensé, mi grupo se reunió, y todos juntos bajamos las escaleras, el pequeño líder del grupo Sokka, canturreaba una canción para subir los ánimos al personal, pronto llegamos a un tele transportador, el pequeño sokka pasó sin pensarse lo dos veces, kiara, la cual iba delante de mi, lo siguió, antes de entrar en el postal, me giré levemente, mirando a Kazuma, el cual iba detrás de mi.-Vamos Kazuma-san-. Dije sonriendo le, antes de dar un último salto dentro del portal.

Cuando pasé el portal, solo pude ver mucho hielo, niebla, la cual tapaba todo el techo, los pequeños y graciosos pingüinos que seguían al líder, no sentirían frío allí, la verdad es que yo tampoco sentía frío, kiri no era precisamente cálida, y mi familia era descendiente de amegakure, así que no era algo que me impidiera avanzar, Sokka comenzó a hablar, explicando la formación que usaríamos en el examen, una "T" invertida, en la que yo sería uno de los laterales, kiara iría en la punta de la “T” invertida, el pequeño Sokka en el centro, y Kazuma sería el lateral contrario a mi.

Cuando el pequeño Sokka acabo de hablar, pregunto si alguien estaba en contra de que la formación fuera así, me puse de cuclillas, quedando a la altura del joven líder, le di un golpito en la nariz con mi dedo, y dije.-Por mi esta perfecto, eres un chico muy listo-.Le sonreí, y entonces kiara comenzó hablar, tras unas palabras sinceras, le dejo unos kunays de tres puntas, al los miembros del grupo, dejando me a mi al final, me levante para escuchar cara a cara las palabras que kiara me decía, ese kunay no era solo un signo de que kiara era realmente una buena amiga.-Lo guardaré como oro en paño, kiara, amiga pasaremos el examen juntas, bueno lo pasaremos los cuatro juntos-.sonreí.

No tardé en darme cuenta de que el pequeño Sokka tenía frío, y sin decir nada, se quitó su capucha para envolver la frágil esfera, me desabroche la capa-capucha, y nuevamente me agache para quedar a la altura del pequeño líder.-Sokka-chan ¿Tienes frío cierto?-.Le hice una pequeña pregunta, para alcanzar su atención, y después de coger mi capa en la mano, se la tendí con una sonrisa para que la cogiera, teníamos que estar todos a gusto. Tras esto me levanté y seguí el ritmo del equipo.-Kiara…-.Me detuve un momento, y miré a mi amiga, la cual estaba preocupada, sus ojos me lo decían claramente.-No te preocupes, estaré detrás de ti, cubriendo te, además e aprendido algunas cosas desde la última vez que nos vimos-.Dije, en un casi imposible intento de animarla.

*Posteando*

Tras la llegada al recinto junto a mis compañeros de Suna y mi admirado Kazekage, Blank-sensei, me mostraba enérgico y activo. Había comenzado con algo de miedo, pero tras las palabras de Blank, me sentía seguro y confiado. Estaba allí para superar esa gran prueba, los exámenes para chunnin, y no iba a decepcionar a mi villa. Me esforzaría al máximo para demostrar la valía de los ninja que formábamos parte de la villa de la Arena, Sunagakure. Con ánimo y una sonrisa de confianza, estuve atento de los monitores, hasta que, tras un leve parpadeo, apareció de repente una figura tridimensional, como un holograma proveniente de los monitores, que fue explicando las normas del examen y lo que deberíamos hacer.

Tras presentar el examen, y animarnos a conseguirlo, el personaje desapareció del sitio, para ser sustituido por un plano que nos facilitaría el progreso del examen. Había un montón de salas, pero cada equipo tenía una ruta asignada que debía seguir... Y después de explicarnos las pruebas, de nuevo desapareció la imagen que había ante mis ojos, para poder ver la distribución de los equipos. Al parecer, yo estaba en uno llamado "Equipo Impacto", liderado por un tal Sokka Origami. Bien, los exámenes, al fin, habían comenzado. A partir de ese momento me emplearía a fondo, para ayudar a mi grupo, para obedecer al líder, y para aprobar la dura prueba que se mostraba ante mí.

Con decisión y firmeza, anduve hasta donde estaba la entrada al examen de mi equipo. Mientras, el pequeño líder había ido a por la esfera. Cuando deduje que el líder de mi equipo era aquél niño, sonreí. Un niño tan pequeño, y líder de un grupo de examen... Desde luego, debía tener potencial. Así pues, decidí hacer caso absoluto al líder, pues aunque era un niño, debía ser inteligente. Obviamente, si veía algo incorrecto desde mi perspectiva se lo diría, pero en principio, el niño mandaba. Estando ya todos en la puerta, saludé a los presentes, mientras nos metíamos en las escaleras que nos correspondían.

- ¡Hola a todos! Bueno, yo soy Kazuma. Aprobaremos este examen, ¡como sea!

Y tras la breve presentación, nos dispusimos a bajar. El chaval comenzó a cantar una canción de ánimo, que no conocía, pero me hizo gracia. Así que tras la llamada de la ninja médico, a la que respondí con un asentimiento de cabeza, me apresuré a ponerme detrás de Sokka, y bajar las escaleras dando pequeños saltos y con una mano levantada, siguiendo al líder.

Nada más traspasar el portal, noté cómo el paisaje había cambiado. Al parecer nos encontrábamos en un poblado helado, todo recubierto por nieve y hielo... Aunque eran sólo suposiciones, pues tan sólo podía ver a quince metros de donde me encontraba. Además, hacía un frío que pelaba. Lo soportaría, pero se notaba el cambio que había sufrido de un lugar cálido a otro congelado. Por otro lado, olía bastante extraño. Como a muerto... No sé, era muy raro, mezclado con el frío, ese olor era asqueroso. Pero nada que un ninja no pueda soportar. Fue en ese momento cuando el líder, Sokka, nos informó sobre su plan. Yo iría en un lateral, protegiéndolo, junto a Nana y a Kiara. Con una sonrisa, asentí a todo lo que dijo. El comer pingüino se me haría raro, pero sería una experiencia nueva... Por no contar la adrenalina que ya fluía por mis venas. Tras terminar las explicaciones, di mi voto a favor asintiendo con la cabeza. En ese momento, se me ocurrió una idea que podría ayudar al grupo.

- Oye Sokka, con esta niebla, si necesitamos ver a través de ella, puedo crear un tercer ojo para ver a través de ella. Pídemelo y lo haré.

Tras comunicarle eso, Kiara comenzó a hablar, y nos dio unos kunais de tres puntas a todos. Por mi parte, lo recibí con una sonrisa, y me lo guardé.

- ¡Gracias!

De esta forma, tras los preparativos y las presentaciones, nos pusimos en marcha. Me encontraba a un metro de Sokka, a su derecha, preparado y atento a cualquier ruido o movimiento extraño entre la niebla. Los exámenes iban a ser una dura prueba, pero junto a Sokka, Kiara y Nana, la superaríamos con nuestro mayor esfuerzo.

información de pj:

acciones y jutsus:

[Off: Posteando]

Tras haber explicado la formación al resto del equipo y sin que hubiese duda alguna de los planes (además de los intercambios de los objetos), el equipo impacto comenzó a avanzar rápidamente por las calles de aquel lugar entre la niebla. En un descuido del pequeño Sokka, el par de pingüinos se separó del grupo perdiéndose entre la densa niebla que se cernía sobre la habitación en la que el equipo impacto debía pasar la primera prueba de los exámenes chunnin. Tanto a un lado y como al otro del grupo solo se podían hallar decenas de casas en ruinas y algún que otro negocio (como por ejemplo restaurantes o tiendas del todo a cien) lleno de grietas y con aspecto amenazante a derrumbarse en cualquier momento.

El equipo impacto avanzó hasta al centro del poblado donde se podía apreciar unas extrañas piedras superpuestas formando una especie de fuente. Tanto el pequeño gennin Sokka como el resto de los shinobis que completaban el grupo no se detuvieron en la plaza, pues durante la explicación del plan el pequeño Sokka había advertido al resto del equipo impacto que solo acamparían una única vez durante el examen y no era aquel ni el lugar ni el momento donde deberían tomarse un descanso; además, acababan de empezar el examen y era imposible que ya estuviesen lo suficientemente cansados como para tomar un descanso.

La primera sala se estaba haciendo eterna y parecía que nunca se hallaría el fin. El grupo decidió no mirar si quiera dentro de los edificios en ruinas del lugar porque corrían el riesgo de que si entraban podría caerseles encima o que pudiesen haber trampas dentro de los edificios. Siguieron avanzando con la rapidez que habían llevado desde el comienzo de su camino en atravesar la sala. Era un buen ritmo el que llevaba el equipo impacto y durante los siguientes cinco minutos avanzaron por la sala helada en un total silencio. Ya debían de estar llegando al final de la sala puesto que llevaban rato recorriendo camino cuando se comenzó a oír una especie de zumbido. Al principio Sokka creía que era un producto de su imaginación debido a la presión que ejercían estos exámenes puesto que uno se jugaba literalmente la vida durante la efectuación de dichos exámenes, pero cuando el zumbido fue creciendo y la duda se comenzó a mostrar reflejada en la cara de los componentes del grupo (inclusive Sokka) el pequeño niño decidió dar el alto al equipo.

El pequeño Sokka se dirigió a la ninja medico y la entregó la valiosa esfera envuelta en la capa del pequeño y, Sokka, indicó a Nana que se colocase en el medio mientras que él avanzaría unos pasos para comenzar a realizar sellos. El pequeño niño dijo al resto del equipo que se prepararan para la lucha pues la primera prueba estaba a punto de comenzar. Sokka primero hizo un sello con ambas manos y a sus pies se alzó un torbellino de un metro de altura igualando así la altura del pequeño con la del resto del equipo. Después, el pequeño shinobi, con un sello con ambas manos, creó dos mariposas de papel que avanzaron dos metros desde el equipo, que se mantenía quieto (cada uno preparándose para combatir la amenaza), y que se separaron entre sí un metro y medio. Tras la mariposas el pequeño Sokka creó tres pájaros de papel, con un sello con las dos manos, que se quedaron cerca de la formación del equipo. En hacer todo esto el pequeño Sokka no tardó nada más que un par de segundos, Sokka echó una mano hacia su espalda donde agarró un mango de un paraguas. El pequeño líder del equipo impacto ya estaba listo para combatir.

Una especie de insectos atravesaron la niebla dejándose ver por los shinobis a 15 metros de ellos en una formación con la que no ocupaban más de tres metros de radio. Fue entonces cuando el pequeño Sokka lanzó el paraguas (sombrilla) lejos del equipo (11 metros) hacia los monstruos que se interponían en el camino del grupo. Cuando llegó sobre el enjambre de diez insectos, la sombrilla se abrió y comenzó a girar mientras caían varias agujas senbons sobre los insectos. Los diez bichos continuaron volando en su formación de no más de tres metros de radio, eran bastante veloces y enseguida llegaron hasta las mariposas de papel creadas por Sokka. En ese momento, el pequeño shinobi hizo un sello con ambas manos y las mariposas explotaron afectando a todo el enjambre. Las explosiones hicieron que el enjambre se separase pero enseguida se volvieron a reagrupar furiosos para arremeter contra el grupo de shinobis. Sokka hizo que los tres pájaros se lanzasen contra los ya heridos monstruos produciendo les algunos cortes. Dos de los pájaros de papel atacaron a dos insectos dejándolos derrotados, mientras que un tercero dañó a otro insecto que se dirigía hacia la Namikaze del grupo. El pájaro de papel logró dañar un ala del insecto haciéndole variar el rumbo y que se dirigiese hacia Sokka sin control alguno. Por mala fortuna o por fuerza del destino, el aguijón del mal herido insecto se clavó en el hombro izquierdo del pequeño Sokka. Para deshacerse del bicho, Sokka tiró del bicho y cuando lo sacó lo tiró por ahí. Los pájaros de papel no duraron mucho más pero la batalla continuaba. En cuanto derrotasen a los bichos el grupo avanzaría pero esta vez con más rapidez que antes.

jutsus:

gastos y daños:

OFF:

Avanzábamos por el recinto del examen con total silencio algo que me ponía nerviosa y más tensa que de costumbre y digamos el que el decorado del lugar no ayudaba a mi mente a estar tranquila pues me recordaba mucho a cuando el Nibi atacó mi hogar cuando tenía apenas cuatro años de edad. Le recordaba todo con total claridad y sobre todo el momento en el que observé como la cabeza de mi madre era devorada por ese monstruo delante de mis ojos, un claro trauma del cual no me podría olvidar en toda mi vida, mis pensamientos mientras estábamos avanzando por el lugar fueron interrumpidos cuando se izo un silencio total a nuestro alrededor. Eso me sonaba a problemas y de los gordos, me puse un poco nerviosa y sentía como Riku se removía en mi interior con el mismo estado de ánimo que yo. Me puse realmente alerta esperando a que algo pasara y lista para el combate.
Las indicaciones del líder Sokka no se hicieron esperar a penas, indicando de Nana guardara la esfera y se pusiera en el centro de la formación, vi todos sus movimientos con asombro, para ser un niño de cinco años no estaba para nada mal todos mus movimientos y su destreza. Un aguijón me dio con uno de los abejorros asquerosos que había aparecido, no podían ser más feos, a su lado, el monstruo que acompañaba a Shika la última vez que la vi, era mucho más… agradable de ver, por decirlo de alguna forma.
Sokka, en un intento de ayudarme, hirió en un ala al bicho que me atacó pero este se dirigía a él para darle por lo que me parecía desde mi punto de vista, uno de los hombros.
Queriendo evitar eso, realicé rápidamente unos sellos para realizar una técnica de mi elemento preferida. El “Reppu”.
Cuando terminé se levantó una gran ráfaga de viento que empujó al bicho que iba a herir a Sokka y al resto de los abejorros le hizo retroceder 3 metros de nosotros.
No podía hacer mucho más pues yo me basaba más en el cuerpo a cuerpo y no en la distancia, solo esperaba que Kazuma si pudiera hacer más que yo.
Me acerqué más a donde estaba Nana con las esfera para protegerla a como diera lugar, no quería que la pasara nada malo y mucho menos que se rompiera la esfera. Quería pasara el examen, pero no sola sino con todo mi equipo al completo. No quería perder a nadie por el camino, no quería lamentarme de más muertes en lo que me quedara de examen.
Riku no estaba para nada tranquilo, estaba deseando salir pero no se lo iba a permitir, no quería perderle, sería una perdida demasiado dolorosa para mí y no se si saldría de una depresión tan grande ni me sentiría con ánimos de seguir el examen.
Pero debía concentrarme en que no les pasara nada a ninguno de mis compañeros por el bien del equipo. No podía fallarles, sería un golpe demasiado bajo para mí misma, arriesgaría mis vida por conseguir que todos saliéramos vivos de esta.

Jutsus:

Gastos y daños:

Info

Spoiler:

Gastos y daños

Spoiler:

Sin prisa, pero sin pausa, el equipo impacto comenzó el examen chunnin. Para empezar, guardamos perfectamente la formación. Aquneu estaba atento a todo movimiento, me centraba sobre todo en la derecha y retaguardia del grupo, pues era mi asignado. No debía dejar que la esfera ni mis compañeros sufrieran daño alguno. A quince metros de donde estaba, podía ver perfectamente el panorama del lugar. Casas derruidas, hogares destrozados, materiales oxidades... Era un pueblo fantasma al cien por cien. Todo lo que veía, o estaba roto, o con innumerables desperfectos. Por ello, ninguno del Equipo Impacto se separó para investigar. Podíamos dañarnos con cualquier cosa, o que alguna casa se derrumbase. A los que sí les pareció atractivo, fue a los pingüinos, que rápidamente se alejaron del grupo, para adentrarse en la niebla y perderse en ella.

Tras un buen rato andando, llegamos al centro del poblado, decorado por una bella fuente que se encontraba como todo: congelada. Al pasar por el lugar, sin detenernos, logré escuchar algo. Una especie de ruido extraño, que no sabría identificar... Era algo que me producía curiosidad. Sonaba por todo el poblado, y se reproducía perfectamente en la plaza, aunque no era demasiado audible. Pero lo ignoré por completo. No parecía nada relevante, y si seguía pendiente no me conccentraría en el grupo.

El caso es que tras pasar la plaza, desaparecieron los ruidos, y estuvimos andando un par de minutos en silencio, lo que me resultó cómodo y relajante... Pero algo no marchaba bien. Pasaba el tiempo, y no se oía nada... A los cuatro minutos, me atreví a abrir la boca, hablando en un tono bajo, para que sólo el pequeño líder, a un metro, me pudiera oír.

- Sokka... Algo no va bien. Este silencio no me da buena espina.

Y en efecto, no era una buena señal. Tras otro minuto de silencio absoluto, comencé a escuchar de nuevo ese ruido infernal, que cada vez se hacía más y más nítido, asemejándose a un aleteo de insecto. Fue entonces cuando me paré en seco y fruncí el ceño.

- Gente, esto no me mola. No me mola nada.

Sokka al parecer también estaba confuso, y se detuvo conmigo. Tras otorgarle la esfera a Nana y avanzar unos pasos, nos avisó de que la prueba de la sala estaba a punto de comenzar... Y así lo hizo. Pronto me puse en posición defensiva, mirando al frente y activando mi Suna Seigyo. Los zumbidos aumentaban cada vez más, y más, y más...

Y a toda velocidad, aparecieron unos insectos gigantes, de aspecto grotesco y agresivo, bastante atractivos en cuanto a estética monstruosa. Al momento la estrategia de Sokka comenzó el combate. Con fiereza, el niño destruyó a tres de los diez insectos que nos acechaban. Sin embargo, uno de ellos le había atacado al hombro... Eso sería un trabajo para Nana, si es que con sus dotes médicas podía ayudar. Mientras Sokka actuaba, Kiara realizó un Reppu para afectar a los bichos, que se alejaron de nosotros... Con ese ataque, habían quedado siete insectos vivos, pero dañados por el Reppu de Kiara. Sin embargo eso era todo lo que podía hacer, así que rápidamente volvió con Nana, la protectora de la esfera, para poder terminar el examen. Sokka estaba alejado de nosotros, y no tenía nada más. Nana, por su parte, dedujo que los aguijones de los abejorros tenían veneno. Pero para cuando nos avisó, ya era tarde. La primera en resultar envenenada había sido Kiara, seguida por Sokka... Y cuando avisó del descubrimiento, rápidamente dos abejorros se acercaron, picándonos a ambos. Yo le empujé con las manos, separándole de mí y volviendo este al vuelo, mientras que Nana acababa con su hermano...

finalmente, todos acabamos envenenados. Y lo peor, quedaban seis bicharracos vivos... Que rápidamente se juntaron en enjambre, y viendo a la protegida Nana, se dirigieron directamente a por ella. Pero yo ya estaba hasta las narices. Entre la confusión de los ataques por separado y la rapidez de los insectos no había conseguido darle a ninguno... Pero eso se iba a acabar. Si querían atacar a alguien más del equipo, tendrían que pasar

- ¡¡¡...POR ENCIMA DE MI CADÁVER!!!

Grité por fin furioso, con los ojos inyectados en sangre, no sé muy bien si por el veneno o la ira, y una mueca de odio y fiereza en mis labios. Nada más dirigirse hacia nosotros los bichos, hice que mi arena, que se había mantenido flotando a nuestro alrededor, girase a gran velocidad, como una centrifugadora, a siete metros de nosotros en vertical. Mientras un grito desgarrador salía de mi garganta y alzaba mis manos para controlar mejor mi arena, esta destrozaba los cuerpos de los insectos que intentaban atacar a Nana. La arena les golpeó de lleno, temrinando con sus vidas.

Tras terminar con los insectos, jadeé levemente, y miré al resto del equipo asintiendo con la cabeza.

- Aprobaremos, aunque sea lo último que hagamos.

Dije en tono serio y con una mirada de valor y confianza. Mi actitud había cambiado, pasando de un Kazuma alegre y simpático, a un shinobi temible y valeroso, que no dudaría en hacer lo correcto. Tras esa pequeña pausa, continuaríamos el camino, avanzando a la salida, aunque a un ritmo mucho más veloz que el anterior. De esta forma, llegaríamos al final de la cúpula. Yo siempre habría estado a un metro de Nana, protegiendo la esfera y a su portadora.

información de pj:

acciones y jutsus:

gastos y daños:

La batalla contra los insectos continuaba, todos y cada uno de los miembros integrantes del equipo impacto daban los mejor de sí para acabar con los insectos y continuar su camino. La razón por la que el pequeño Sokka había dado la importante esfera a Nana (la ninja médico) era porque al ser especialista en ataques físicos y de cuerpo a cuerpo sería capaz de protegerla mejor que cualquier otro integrante del grupo. La namikaze parecía no estar atenta en el combate y que dirigía la atención a sus pensamientos; quien sabe lo que la estaría distrayendo cuando, en lugar de atacar al enjambre para facilitar la derrota de los bichos, atacó a un único insecto que ya estaba muerto. Los insectos parecieron darse cuenta de que la primera de la formación estaba distraída y aprovecharon para abalanzarse sobre ella llenando de aguijonazos su brazo derecho. Aquel brazo comenzó a tornarse de un color lila y a desprender y olor horripilante. El miembro perteneciente a la villa de suna descargó un golpe bastante fuerte contra los insectos lo que hizo que estos saliesen volando. Era el turno de actuación del líder, debían salir cuanto antes de la sala para que la ninja médico pudiese curar alguna heridas. Solo se escucharon dos palabras procedentes de los labios del joven Sokka. "En marcha"- dijo el pequeño con un serio rostro ignorando los gritos de dolor procedentes de Kiara e ignorando su propio dolor producido por el aguijonazo que había recibido en el hombro.
El equipo impacto avanzó con rapidez en aquella sala, pronto vislumbraron al fondo una gran puerta. Sokka dirigió una breve mirada hacia el techo y vio aquello que al principio de la sala no lograron ver. No había cielo puesto que estaba tapado por una gigantesca cúpula de roca. Aquello hizo deducir al pequeño pero inteligente Sokka que el poblado que ya habían dejado atrás estuvo excavado en una montaña. El equipo impacto llegó a la gran puerta y tras cruzar dicha puerta vieron que les conducía a un portal teletransportador como el que les había llevado al poblado. La idea de la cálida sala en la que recibieron las esferas y habían recibido las indicaciones del examen ya quedaba muy atrás. Algo fallaba en el portal teletransportador y los miembros del equipo impacto miraban dubitativos al pequeño líder. Sokka decidió que era el momento en el que la médico ninja atendiese al grupo. El pequeño Sokka indicó a Nana que primero atendiese al Sabaku y mientras, él, se dirigió a la namikaze.
-Muéstrame el brazo-le ordenó el pequeño. Cuando lo hizo el pequeño Sokka tuvo que reprimir una mueca de asco puesto que el brazo estaba completamente podrido y, además, desprendía un fuerte olor a putrefacción. Sokka sacó un Kunai y le dijo a Kiara- "Te recomiendo que no mires".- Tras decirlo el pequeño Sokka cercioró el podrido brazo de un único corte con el kunai. Esto había sido posible gracias a que la piel (debido al veneno) estaba muy blanda y, al parece, el hueso también se había reblandecido debido al veneno pero gracias a que había sido cortado el brazo dicho veneno no avanzaría. Inmediatamente después de que Sokka cortase el brazo a Kiara la ninja medico la atendió haciendo que cicatrizase la herida. Tocaba idear la nueva formación teniendo en cuenta la desventaja de tener un brazo menos. Pronto saco la nueva formación y se la comunico al grupo:
-" La nueva formación será la misma "T" invertida pero con Sabaku a la derecha de la esfera, Kiara a la izquierda, Nana custodiando la esfera en el centro y yo al frente del grupo y, visto lo visto, todos estaremos a un metro de Nana y la esfera."-el pequeño hizo un breve silencio como la primera vez para que el equipo asimilara los cambios.-" Y, en particular, Kiara, no se que problemas personales tendrás o en qué embrollo estarás metida pero lo que sí que sé es que si no te concentras en estos exámenes podrías perder la vida e, incluso, podríamos perder la todos. Quiero que vuestras mentes y pensamientos estén únicamente en este examen y que no penséis en cualquier otra casa.- el rostro de Sokka había permanecido bastante serio y sombrío mientras comunicaba estas palabras al grupo, a pesar de ser solo un niño era bastante maduro para su edad y, como líder, había pensado que debía decir esas palabras al resto del grupo. El portal teletransportador ya estaba cargado y, el grupo, se puso en marcha ya en la nueva formación. El portal condujo al grupo a una especie de túnel. Sokka calculó que tendría unos cuatro metros de altura y alrededor de cinco metros de ancho. El techo estaba abombado hacia arriba dando la sensación de que hubiese más espacio del que en realidad existía. El equipo impacto liderado por Sokka se puso en marcha intentado atravesar el largo pasillo en cuyo final se podía divisar una luz como indicando una salida hacia al exterior.

gastos y daños:

Debía admitirlo, la había cagado. Todo por estar con la mente en otras cosas y no en el combate. Y la había pagado caro, muy caro. Me había quedado sin brazo.
El dolor era insoportable y el hedor aún peor, había fallado y esto es lo que obtenía, hubiera preferido la muerte, así sería una carga menor para el equipo y ellos así podrían acabar el examen sin problema alguno.
Agonizando de dolor, observé como Kazuma se deshacía del resto de esos insectos los cuales tendría grabados en mi memoria de por vida. La indicación del líder de ponernos en marcha sin preguntar si quiera si alguno estaba bien fue acatada por todos y yo incluida, me aguanté el dolor ya sin temor alguno, al menos yo no, tenía una preocupación peor por la que debía estar más preocupada. Era obvio que debía quitarme el brazo, estaba inservible, no se podía hacer nada. Lo único bueno de esto es que la cicatriz que llevaba en este, ya lo la tendría más, una marca menos en mi cuerpo por la que preocuparme. Solo esperaba, que cuando todo esto acabara, si salía con vida, pudrieran implantarme un nuevo brazo.
Llevamos a una sala que parecía tranquila y allí Nana empezó a atender las heridas de todos. Sokka se acercó a mí y me pidió que le mostrara mi brazo inútil, olía peor que antes, la necrosis era notoria. Me saqué el guante verde y se lo mostré, no té como se moría del asco aunque hacía el esfuerzo por no mostrarlo, yo también estaba asqueada, de mi estado y de mi estupidez.
Me pidió que no mirara, seguramente porque a lo mejor el que me cortara el brazo me horrorizaba, era así pero sabia que era lo mejor en este caso.
-Solo hazlo, no me importa.-dije seria y con un tono que ni yo misma me reconocía, estaba destrozada, solo me falta que me cortaran un pie o la pierna entera, y con eso ya sería suficiente para mí. Ya solo querría morir para reunirme con mi familia.
El brazo se cortó rápidamente por el kunai de Sokka y rápidamente Nana me cicatrizó la herida, mientras lo hacía, no pude evitar decirla con tono serio:
-Soy una inútil, siento que hallas visto esto querida amiga.
Luego, cuando ya quedé manca al completo y la herida ya estaba curada, me levanté y atendía a ls nuevas indicaciones del líder, más su reprimenda hacia mi persona.
-Lo entiendo bien, siento haber sido una molestia. No volverá a pasar.
Después de todo esto, emprendimos camino por el portal el cual nos dejo en un túnel en el cual al final de todo había una luz, seguramente sería la salida al exterior, con mi nueva condición y la nueva formación del grupo ahora siendo encabezado por el líder de 5 años, seguimos caminando. Ahora si estaba atenta, no sabía como pelearía ahora que estaba a falta de un miembro pero tendría que apañármelas y estar más perspicaz que antes, no me voy a jugar la vida y tampoco la de mi compañeros.

daños:

Gastos, daños y curas.

Spoiler:

Off

Spoiler:

Jutsus usados

Spoiler:

Por mi parte, asentí ante las palabras de Nana en el pueblo, como única respuesta junto a una amable sonrisa y una mirada de confianza. Acto seguido, nos dirigiríamos al final de la sala. Tras la misma, había un pequeño espacio, donde se encontraba el segundo portal que debíamos cruzar. Al parecer, iba a tardar en funcionar, por lo que fue el momento idóneo para tomar un descanso y reponerse de la lucha. Sin mirar en ningún momento de forma dubitativa al líder, sino con seguridad, relajé mi cuerpo, estirando los brazos y las piernas. Tras ver cómo Sokka indicaba a Nana que me atendiera, sonreí, y me acerqué a Nana para que me curase el aguijonazo del bicho.

- Por supuesto, gracias por tu ayuda. Menos mal que te tenemos con nosotros.

Dije ante su petición, con una sonrisa en mis labios, intentando transmitirle seguridad y confianza. Aunque el hecho de que se disculpase hizo que me riese levemente, negando con la cabeza.

- Por favor, no te disculpes, ya es suficiente con poder ayudarnos con las heridas. Encontraremos la cura. Ahora, ve con la Namikaze, se la ve bastante agobiada...

Dije mientras miraba a Kiara, que ya había sido tratada por Sokka. Tras alejarse Nana de mí, suspiré, y me conciencié para derrotar cualquier prueba que se me presentase.

Después de ser todos tratados por la ninja médico, alguien de muchísima utilidad en nuestro equipo, nos dispusimos a entrar en el portal. Sokka anunció la nueva formación, y luego dijo algo de que teníamos que tener la mente abierta... Tampoco le hice mucho caso. Memoricé la formación y mi función, era lo único que importaba. Lo demás, corría de mi cuenta. Tras colocarme al lado de Nana y guiñarle un ojo, nos pusimos en marcha. Tras atravesar el portal, observé que nos encontrábamos en un túnel de unos cinco metros de ancho y cuatro de alto... Algo realmente peligroso. Me fijé ligeramente en que al final del pasillo se hallaba una luz, pero no le presté mucha atención, pues mi flanco era el derecho, cuya pared se encontraba a poco más de un metro de mí... No me gustaba un pelo.

Información de pj:

acciones y jutsus:

gastos y daños:

El túnel que estaban atravesando los gennins estaba resultando bastante largo, mucho más de los que Sokka se había imaginado al principio. El equipo impacto había llegado a dicho túnel a través de un portal teletransportador bastante potente, al cual tuvieron que esperar a que se recargara para poder usarlo. Mientras había estado cargándose, el grupo de los cuatro gennin habían aprovechado ese tiempo para poder curar algunas heridas superficiales que había sufrido durante la lucha con los insectos voladores que habían acabado huyendo.

Tras haber repuesto energías pudieron continuar con su camino y así poder aprobar los exámenes chunnin o perecer en el intento. El teletransportador había demostrado su potencia debido a que además de haber transportado a los participantes del examen también había transportado algunas piedrecitas. Durante el recorrido del túnel había bastante tiempo para poder hablar, sin embargo el pequeño líder no dijo ni una sola palabra pues no quería desconcentrarse de los exámenes.

De repente, hacia la mitad del túnel, algo sobresalto al pequeño líder de cinco años. El sonido que nomalmente se producía cuando una persona hacía tamborilear sus dedos para golpear algo estaba retumbando en el pasillo en el que el equipo impacto se hallaba. Sokka se detuvo a escuchar con atención puesto que podía ser que su próxima prueba se encontrase en aquel túnel. El sonido sonaba por encima de las cabezas de los participantes al chunnin y cada vez se acercaba más a estos.

El pequeño Sokka se puso en guardia preparado para un ataque o una emboscada desde el techo, sin embargo el golpeteo contra el ladrillo no se detuvo sino que continuo y empezó a alejarse. Sokka empezó una carrera con aquel sonido no quería que le diese tiempo, a lo que fuera que producía aquel sonido, a esconderse para pillar por sorpresa a los gennin. Sin embargo, por más que corría el sonido se alejaba cada vez más y más deprisa. El pequeño Sokka no pudo alcanzar a lo que fuera que producía el sonido y este desapareció.

El grupo de los cuatro gennin había recorrido ya bastante trayecto del túnel debido a la carrera tras lo que fuera que produjo el sonido. El túnel llevó al equipo impacto hasta una luz brillante que contrastaba con la oscuridad natural del túnel. La luz en realidad era una especie de pequeño habitáculo algo estrecho (a ojo Sokka calculó que tendría un metro de ancho por un metro de profundidad) que desprendía una luz blanca bastante luminosa. Dicha luz se fue atenuando conforme los gennin avanzaban.

Dentro del estrecho compartimento se pudo distinguir una especie de pedestal muy similar al que había en la sala dónde recibió el equipo impacto la esfera de cristal. Dicho pedestal tenía un hueco en el que parecía que se debía depositar la esfera de cristal. Sokka rápidamente se preguntó si para eso servía la esfera, para depositar la allí, o si tendría otra función.

No obstante, esa pregunta se la quitó en seguida de la cabeza puesto que eso ya se descubriría. Parecía ser que la esfera accionaría algo en cuanto se depositara y que dentro del habitáculo solo podría haber una persona a la par que la esfera debido a la estrechez de dicho zulo. Así pues, el pequeño Sokka se giró y propuso una votación de todo el grupo para ver quién entraría y depositaría la esfera. La votación comenzó y uno a uno los gennin fueron votando.

La elección del grupo fue que el pequeño líder fuese el encargado de depositar la esfera y de protegerla en caso de que el grupo se separase. Con toda seguridad Sokka tendría que enfrentarse a grandes peligros para poder proteger la esfera y conseguir aprobar. El pequeño líder obtuvo la esfera envuelta con la capa del pequeño de parte de Nana (la ninja médico). Sokka desenvolvió la esfera con extremada cautela y entró en el pequeño zulo.

En realidad para Sokka no era tan estrecho puesto que el pequeño niño estaba bastante delgado y eso le permitió dirigir unas últimas palabras al resto del equipo.

"- Buena suerte y tened cuidado.-"el pequeño niño se puso la capa con la que había envuelto la esfera de cristal, se dio la vuelta, depositó la esfera en el hueco y esperó a que ocurriese algo, que se produjese algún sonido indicando que algún resorte se había activado o algo similar.

gastos y daños:

Caminando por el túnel el silencio, demasiado silencio para estar como, de hecho se le hacía hasta incómodo. Pero para evitar llevarse de nuevo por sus sentimientos o pensamientos para evitar acabar peor de los que estaba decidió estar alerta en lo que tarareaba una nana que la cantaba su madre cuando aún estaba viva. Eso la fue calmando los nervios, tarareaba para sí misma apero por el silencio sepulcral que había en el lugar, se podía oír como si la estuviera cantando alto.
Dejé de cantar cuando se un sonido que no inspiraba demasiada tranquilidad, miró por todos los lados del lado que debía cubrir, mirando bien y atenta a todo lo que pudiera pasar hasta que llegaron al lugar iluminado. donde debíamos situar la esfera, pero solo uno debía hacerlo el que los demás estaban atentos a lo que podría pasar. Se sometió a votación y salió elegido el pequeño líder del grupo.
No estaba muy segura de dejar marchar al pequeño con la responsabilidad de la esfera, en el caso de que no pudiera volver con el resto del grupo, quedaríamos sin líder que nos guiara.
Entonces solo podría a haber dos personas que entonces podrían dirigir mejor el grupo que yo, no me quedaba muy bien el liderazgo teniendo en cuenta ya mi incompetencia ya demostrada y por la cual ya me había quedado sin brazo.
-Buena suerte líder, ten cuidado- le dije deseando que no le pasara nada después de que él también nos deseara suerte. Me giré dando la cara a Nana y Kazuma- Espero que no nos aparezcan más bichos, le he cogido manía después de esto-dije señalando lo que había quedado de mi brazo.
Después de lo dicho volví mi atención a lo que podría pasar en cualquier momento.

Spoiler:

Kazuma me guiño un ojo, mientras empezábamos a caminar, cuando estábamos todos ya repuestos del ataque anterior. El transportador, da alta potencia, no llevó a un lugar, una especie de túnel gigante, que abarcaba kilómetros quizás, sería el perfecto momento para hablar, o quizás, el hablar sería lo que provocara nuestra muerte por falta de atención, así que decidí no hablar.

Mientras avanzábamos, yo en el centro de la formación como protectora de la esfera, debes en cuando miraba a Kiara, la joven Namikaze, para mirar el estado de su brazo, el veneno sin duda se estaba extendiendo, también miraba a Kazuma, y a Sokka aun que estos ya no tenían un solo rasguño, simplemente ese veneno odioso.

A lo lejos del túnel solo se veía una pequeña luz, lo suficiente como para estar relajada en aquella inmensa oscuridad, a medida que el equipo avanzaba, comenzaban a escucharse unos golpecitos, como de dedos humanos, que retumbaban por todo el túnel, haciéndose cada vez más y más fuertes, desvié la mirada hacía delante, hacía Sokka, el cual empezó a correr, intentando “atrapar” a la cosa, o la persona que provocara dicho sonido, le seguimos corriendo con él.

De repente el sonido se paro, dejando que otra vez el silencio devorara nuestros oídos, ya estábamos más cerca de la luz, pronto la atravesamos, y llegamos a una sala, pequeña, bastante pequeña, en esta había una especie de altar, como el que había al principio del examen, de donde habíamos cogido la esfera, en este altar también había una pequeña ranura en la que la esfera encajaba a la perfección, un mecanismo, en el que solo uno podría entrar.

Tendríamos que decidir quien entraría en dicho mecanismo, lo pensé un instante y comencé a dar mi opinión.-Descartando a Kiara, la cual solo podrá usar un jutsu, quizás dos, al no poder hacer sellos, creo que estará bastante indefensa allí.-Comencé a explicar.-Es obvio que los más habilidosos son Kazuma-san y el pequeño líder Sokka, yo me descarto también, aun que posea jutsus médicos para curarme, tiene más posibilidades alguien que peleé a distancia ya que recibirá menos daños, no solo por esto, es obvio que los tres que se queden aquí, no estarán solos, es decir, viendo el tamaño de la sala, y contando con que Kiara tendrá dificultades para luchar, creo que estaré mejor en esta sala, tanto para mantener a Kiara y La otra persona que se quede, como para luchar, al ser una sala pequeña creo que no tendré problemas para acercar me al enemigo y atacarlo si necesidad de usar chakra-. Hice una pausa, cruzando los brazos.

Respire y comencé a hablar.- Observándoos creo que la cantidad de chakra de Kazuma-san es mucho más elevada, pero sus fuerzas físicas son más bajas, en cambio Sokka tiene quizás una menor cantidad de chakra, pero aguantara más ataques enemigos…-Hice un par de reflexiones, antes de continuar.- Si pudiéramos entrar dos personas, creo que Kazuma-san atacando y yo en su espalda curando sería perfecto, pero ese no es el caso, y el más parecido a esa combinación solo es Sokka , desde mi punto de vista, creo que el tendrá mas posibilidades-.Termine, dando voto a que Sokka fuera el elegido para aquella prueba, y me detuve a escuchar a los demás.

Sokka salió elegido, desate cuidadosamente la esfera, y se la entregué a Sokka, colocándome la capa de la villa nuevamente, Sokka comenzó a caminar, hacía donde el pequeño altar, corrí detrás de él deteniendo le, agarrando su hombro.-Espera…-Dije mientras me sacaba el guante de mi mano derecha, y se lo entregaba.-Toma, llévate lo, pero recuerda que debes volver para traérmelo ¿Si?-.Esbocé una sonrisa, no aceptaría un “no” por respuesta, se lo di, y volví con el resto del equipo, que se quedaría en aquella luminosa sala.

Mire a Kiara y a Kazuma-zan, mientras el pequeño pero audaz líder se metía dentro del mecanismo y colocaba la esfera.-Divide y vencerás ¿he?-.Susurre, esperaba que los tres que nos quedaríamos allí no tuviéramos que separarnos.

Gastos y daños

Spoiler:

Pude observar detenidamente como nuestro pequeño gran líder desaparecía ante los ojos de todos, dejándonos solos en la sala, dejados a nuestra suerte. Algo de lo que yo probablemente escaseaba por lo que podía ver.
-No me gusta nada todo esto es mejor que estemos bien atentos. Nana, amiga. Ten cuidado. No quiero que te pase nada malo.-dije seria esperando a que algo nos atacara o apareciera en nuestro encuentro.
Estaba pensando en una estrategia para poder luchar medianamente decente a falta de mi brazo y contando con las armas y técnicas que me quedaban por hacer.
De repente aparecieron los ninjas con aspecto putrefacto y con mal olor. Aparentaban la misma imagen que mi brazo perdido por necrosis.
Para esto iba a necesitar algo de astucia si quería salir viva de esta o por lo menos, no salir con otro miembro cortado.
Activé mi habilidad de aguante para así, por si recibía un golpe, podría soportarlos de mejor manera. Seguido de que, cuando vi como un centenar de shurikens fue lanzados para atacarnos, saqué dos de mis kunais de tres puntas y lo lancé 5 metros quedando estos uno clavado en estómago de uno de los ninjas y el otro se clavó en el suelo en frente de este.
Me tele transporté con el “Hitto-ji” esquivando así la mayoría de los shuriquens lanzados, apareciendo en el lugar del kunay clavado en el suelo, le golpeé diversas veces. Primero en el vientre con una de las rodillas, para después golpearle en la cabeza y propinarle un último codazo en el pecho.
Luego, aprovechando que ya estaba cerca, posé mi mano en el hombro de mi enemigo y con mi técnica “Kazesho” le mandé a 6 metros distancia, haciéndole daño en el proceso.
Después de eso, me acerqué corriendo donde estaban mis compañeros de batalla, no pudiendo hacer mucho más por ayudar al equipo, confiaba en que ellos pudieran hacer algo más para conseguir salir de esta con vida y pasar a la siguiente prueba.
-Siento no poder hacer mucho más compañeros-dije en tono un poco depresivo, me sentía algo inútil en esos momentos.

jutsus:

gastos y daños:

Cuando el pequeño Sokka se dispuso a entrar en el pequeño zulo, el resto de integrantes del equipo le deseó suerte en su camino en solitario (tal y como había hecho el líder al resto del equipo). Durante la votación en la cual salió elegido Sokka para hacerse cargo de la esfera, una de las mejores reflexiones/ razonamientos que al pequeño líder le gustaron fue la de la integrante médico del equipo impacto; Nana había mostrado una gran capacidad de razonamiento y una mente bastante audaz en el campo de la estrategia, y (en opinión de Sokka) las palabras de Nana había terminado de convencer al resto del equipo para que el pequeño líder de cinco años fuera escogido en la tarea de custodiar la esfera en solitario. Una de las ventajas para aquellos que no llevaban la esfera era la libertad que tendrían ahora tanto para luchar cuerpo a cuerpo como para hacer sellos y de más cosas con las manos puesto que aquellos que no llevaran la esfera no tendrían que preocuparse de estar pendientes a su fragilidad o a una caída tonta. Y, mientras que este hecho tranquilizaba al los tres gennins que quedarían juntos, esto preocuparía bastante al líder. Tener que separarse del grupo portando la esfera para custodiarla hasta el final del examen sería duro, pero que muy duro; sin embargo estos sentimientos no podían ser mostrados del líder hacía el equipo puesto que si el líder sentía angustia y desesperación y esto era mostrado al resto del equipo dicho equipo comenzaría a ponerse nervioso, patoso e incluso podrían llegar a perder la vida.
Nana, la ninja médico, cuando Sokka se dirigía al zulo, había entregado al pequeño ninja uno de los guantes que llevaba la joven (concretamente fue el de la mano derecha el que Nana entregó al pequeño Sokka).

El pequeño Sokka por fin logró entrar en el estrecho zulo sin más contratiempos, colocó la esfera de cristal en el pilar y está (la esfera) encajó perfectamente en el hueco. En seguida el zulo giró haciendo desaparecer, a la vista del pequeño líder, a los tres gennins que no habían entrado en el zulo. Seguramente algún pasadizo acabaría de quedar al descubierto y sería por ahí por donde el resto del equipo impacto debería continuar su propio camino. Una leve sacudida puso en marcha el mecanismo. A lo lejos se podía oír el ruido de un antiguo motor muy aparatoso y de poco rendimiento. En seguida Sokka notó como el habitáculo en el que se hallaba comenzó a subir lentamente. Un sonido algo estridente indicaba al joven que aquellos mecanismos de ascensión no se habían utilizado en mucho tiempo y algo decía al joven gennin que dicho aparato no había pasado una prueba mensual de mantenimiento/rendimiento. Mientras ascendía, se podía oír el chirriar que se producía cuando una polea (o varias poleas) oxidada estaba girando. Era evidente que se podía decir que aquel lugar estaba completamente abandonado. Tras un largo tiempo de subida, perfecto para dejar al pequeño Sokka que reflexionara sobre los acontecimientos ocurridos recientemente, el aparato por fin se detuvo dejando a la vista un nuevo hueco por el que el pequeño gennin debería salir del zulo.

Cuando el pequeño Sokka entró en el túnel, después de haber pasado el segundo teletransportador, había notado como el aire se había vuelto más pesado provocando así un sentimiento de angustia al respirar. Sin embargo ahora, tras haber ascendido en aquel aparato, volvía a notar como el aire se tornaba algo menos denso justo como cuando habían estado en el poblado ninja abandonado en el cual sus provisiones de emergencia había escapado (los pingüinos). Ahora el pequeño Sokka estaba solo custodiando la esfera y de esto dependía que aprobara o no el equipo impacto estos exámenes de acceso al rango chunnin. El extraño aparato que subía había conducido al pequeño Sokka a otro pasillo por el cual debería avanzar. El nuevo pasillo tenía una iluminación mejor que el habitáculo en el que había llegado. Sokka decidió coger la esfera y guardársela para poder continuar. Cuando el pequeño niño cogió la esfera vio que esta no había sufrido rasguño alguno y aquí quedaron demostradas dos cosas:
·La primera de ellas era que el equipo impacto había hecho un gran trabajo custodiando la esfera de cristal y, aunque los integrantes del grupo si que habían sufrido heridas apreciables, la esfera estaba intacta.
·La segunda información dada al pequeño Sokka fue que el aparato, aunque arcaico, no había dañado la esfera demostrando así lo cuidadoso que los exámenes chunnin podrían llegar a ser en aspectos como estos.

Una vez el pequeño Sokka hubo guardado la esfera, comenzó a correr por aquel pasillo con el fin de completarlo pudiendo así terminar los exámenes chunnin. El pasillo parecía bastante más largo que el otro y, para empeorar las cosas, Sokka hacía un rato que había notado en efecto del veneno que le menguaba la vida. El veneno lo que hacía era como si, con unas gélidas manos, agarrase el alma, espíritu, aliento, fuerza vital (o como queráis llamarlo) y comenzase a tirar de esto intentándolo arrancar del cuerpo. Si el veneno conseguía separar la sustancia del cuerpo, dicho cuerpo quedaría atrás sin vida yaciendo en el suelo sin poder moverse ni nada similar mientras que el espíritu quién sabe lo que ocurriría con él. El joven Sokka comenzó a ir más deprisa pues la situación lo requería; muy a su pesar, el pasillo era exactamente igual en todo su trayecto (o al menos el recorrido por el momento) y así pues Sokka no podría distinguir si realmente avanzaba o estaba metido en un circulo. Sokka comenzaba a aburrirse un poco, no obstante aquellos exámenes no eran para pasar el rato sino para demostrar tu valía como ninja y, si no dabas la talla, perecer en ellos. El estómago de Sokka comenzó a rugir y justo en ese momento echó en falta los pingüinos o a sus compañeros con provisiones. Lo peor de todo era que estar luchando contra el veneno producía al pequeño niño más hambre todavía. A muchas personas el hambre que el pequeño Sokka estaba sufriendo ahora mismo les habría nublado la mente imposibilitando les el continuar, además, ninguno de los integrantes del equipo impacto había dormido durante un tiempo bastante largo y aquel cansancio se debería reflejar en las cara. No obstante, al menos en el rostro de Sokka no se mostraba rasgo alguno de cansancio y si no fuera por el constante rugir del estómago del pequeño no se podría apreciar el hambre que siente.

gastos y daños: