Entrenamiento de CCk

por **Akimoto Inuzuka** Dom Jul 01, 2012 9:43 am

Era una agradable mañana en Amegakure donde a penas se podía ver la lluvia caer, yo miraba melancólico desde mi ventana recordando nada porque me da pereza recordar cosas que no me sirven para llegar a ser un shinobi más fuerte. Tras un rato de ver aquella leve lluvia, más conocido como llovizna, decidí que lo mejor que podía hacer era salir a entrenar por ahí afuera como había estado haciendo los días anteriores. Las cloacas me parecían una mala elección para entrenar por que días como esos en Amegakure no se veían de manera común así que mejor era que me fuera a entrenar al aire libre donde los pájaros cantan y las nubes se levantan, y yo mientras entrenaré con paz y tranquilidad.

Con eso en mente me levanté de un salto lleno de energías renovadas tras un plácido y reconfortante sueño gracias al cual la sesión de entrenamiento iba a poder alargarse un rato más de lo que esperaba. Me dispuse en dirección a la cocina pero al ver a mi padre esperando mi aparición allí decidí que lo mejor era ni asomar un pelo ya me esperaba una bronca por dejar una buena y notable marca en una de las paredes por fuera de la casa entrenando los colmillos perforantes y eso, como era obvio no había hecho ninguna gracia, así que me escabullí por la ventana de mi habitación por la que se llegaba a un jardincito. Mandé a Kotaro a que me trajera algo de comer de la cocina y eso hizo pero lo malo es que mi padre salió detrás suya y me vio fuera de casa, silbé a Kotaro le cogí a hombros y me fui de allí corriendo como un jabato por miedo a la reprimenda, ya ajustaríamos las cuentas más tarde ahora no me apetecía.

Para cuando quise darme cuenta de que no me seguía había parado a caer otra vez a las llanuras de su entrenamiento conjunto y como las muescas de el jutsu entrenado seguían ahí de manera notable y que entorpecían a cualquiera el paso por esa llanura pero se podía pasar así que no hay problema alguno en ello.

Estuvo un rato meditando que podía ser lo mejor que iba a entrenar, fuerza o velocidad, aunque quizás algo que me aumente la cantidad de chakra que tengo que es bastante poca y eso iba a ser lo mejor entrenar, pero no se cómo se entrena eso quizás si hago que se me acabe el chakra y me doy un auto empujón aumente mi cantidad, pero no sé así que voy a probar con eso y si voy mal pues cambio. Para que Kotaro quien me miraba con cara de asombro por mi determinación, no se aburriera decidí que entrenaríamos juntos y le hice unos 10 bushin para que se entretuviera persiguiéndolos mientras yo practicaba el colmillo perforante que me habían enseñado, así que me aparte para no darles a los bunshins y a Kotaro y me puse a practicarla como un demente.

Llevaba ya unos cuantos de agujeros hechos en el suelo cuando ya estaba que no podía más, vi como Kotaro diluía de un zarpazo al último bunshin de todos los que había creado, a él también se le notaba cansado pero me miró con una cara de desafío y fortaleza como pidiendo más rivales a batir y eso me hizo darme cuenta de que ese es el mejor momento para seguir entrenando y mejorar como nunca, dando el 110% en todo seguro que se mejoraba así que allá vamos. Me tomé un segundo para controlar la respiración y le mandé a Kotaro otro par de bunshins y se le veía incluso con más garbo y ganas que antes así decidí que era tiempo de ver cuanto aguantaba con la técnica a cuatro pata en funcionamiento. Aguanté más de lo que mi mente era capaz de lograr imaginarse, para ser un novato no estaba nada mal, cada vez controlaba mejor la cantidad de chakra que fluía por mi cuerpo y notaba un aumento cuantitativo y cualitativo de mi chakra color blanco mientras que Kotaro se le veía feliz porque él también se notaba más fuerte y con más aguante.

Nuevamente me di otro auto empujón para ponerme de nuevo en la técnica a cuatro patas y le hizo un gesto a Kotaro para que viniera a por mí, para que me atacar a ver quien aguantaba más. El perro pelea bien la verdad, me está costando aguantarle algunas ofensivas y además tiene unas zarpas que hacen bastante daño si me descuido y me pilla bien con ellas, por no hablar de aquellos afilados dientes y sobre todo los colmillos, pero todavía no era lo suficientemente grande o fuerte para vencerme y le lanzaba por los aires una y otra vez aunque este no se rendía y siempre se levantaba y proseguía en su camino a al menos darme un zarpazo o morderme como es debido.

Se estaba poniendo el Sol y seguíamos allí entrenando nuestro control sobre el chakra de una manera intensa y sin casi descansos cuando de repente lancé a Kotaro y cayó sobre un montón de césped que le amortiguó la caída, por poco le hago bastante daño y eso era lo que menos quería en el mundo. Pero alguien me dio una palmada en la espalda y cuando me giro encuentro a mi padre imponente por la altura de su cuerpo ante mí pero no me dijo nada se dio la vuelta y se separo de mí una distancia notablemente larga, calculo que alrededor de unos 20 metros y vi como se ponía en pose a cuatro patas y entendí a la perfección lo que quería. Yo en ese momento estaba cansado de todo el entrenamiento que había realizado pero nada pudo pararme si podía darle una buena leche a mi padre. Era obvio que a penas pude hacerlo, de primeras los dos fuimos a técnica de cuatro patas pero él es más rápido que yo así que me atizó antes y salí despedido un par de metro, me levante y me puse con el colmillo perforante y mi padre hizo lo mismo, ahí hubo una disputa y varios choques en el aire pero caí al rato del forcejeo, lo lógico.

Cuando ya nos íbamos miré a mi padre y le sonreí señalando la mejilla izquierda de su cara, se había llevado una herida de un zarpazo en aquel forcejeo, eso era para mí un gran avance.

Palabras:

por **Blank** Dom Jul 01, 2012 10:10 am

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