Naruto Mundo
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Contador de Visitas IMG
Misión: El anciano perdido 167k27b
Visitas
Contador Web
Contador de Palabras IMG
Misión: El anciano perdido Hrg9z4
Contador de Palabras

Mejores Posteadores IMG
Misión: El anciano perdido X0zjsz
Los posteadores más activos de la semana
No hay usuarios

Mejores posteadores IMG
Misión: El anciano perdido 2vwelol
Img Quien está en linea
Misión: El anciano perdido 2ue7nkg
¿Quién está en línea?
En total hay 2 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 2 Invitados

Ninguno

[ Ver toda la lista ]


El record de usuarios en línea fue de 28 durante el Dom Abr 16, 2023 6:57 am
Img Ultimos temas
Misión: El anciano perdido Mhevqc
Últimos temas
» BoGyGaniiiii
Misión: El anciano perdido Icon_minitimeVie Jul 04, 2014 8:52 am por Yuurei

» Presentación de Kenji
Misión: El anciano perdido Icon_minitimeLun Jun 23, 2014 2:05 am por Kenji

» Primer Contacto
Misión: El anciano perdido Icon_minitimeSáb Mayo 31, 2014 3:28 am por Ikum

» Entrenamiento.
Misión: El anciano perdido Icon_minitimeJue Mayo 29, 2014 11:53 am por Yumi Hoshigaki

» En brazos del mar
Misión: El anciano perdido Icon_minitimeMiér Mayo 28, 2014 12:08 pm por Yumi Hoshigaki

» País de las Olas (Enclave Especial Post Oficial)
Misión: El anciano perdido Icon_minitimeMiér Mayo 28, 2014 6:01 am por Kirugani

» País de la Lava (Enclave Especial Post Oficial)
Misión: El anciano perdido Icon_minitimeMiér Mayo 28, 2014 6:01 am por Kirugani

» País de la Muerte (Enclave Especial Post Oficial)
Misión: El anciano perdido Icon_minitimeMiér Mayo 28, 2014 6:00 am por Kirugani

» País del Hierro (Enclave Especial Post Oficial)
Misión: El anciano perdido Icon_minitimeMiér Mayo 28, 2014 6:00 am por Kirugani

» Villa Oculta de la estrella (Enclave Especial Post Oficial)
Misión: El anciano perdido Icon_minitimeMiér Mayo 28, 2014 5:59 am por Kirugani

Licencia de Creative Commons
Naruto Mundo NM by Kirugani is licensed under a Creative Commons 3.0 Unported License.

Misión: El anciano perdido

2 participantes

Ir abajo

Misión: El anciano perdido Empty Misión: El anciano perdido

Mensaje por katnisseverdeen Dom Ago 11, 2013 11:52 am

Misión:

Hay algo mojado en mi mejilla. No, no es algo mojado, es algo que solamente por el hecho de ser eso siempre está húmedo y encima pegajoso. Abro los ojos y veo pegado a mi cara una lengua enorme. Doy un salto y me incorporo en mi… Espera. Esto no es mi cama. De un salto me levanto y veo a mi lado un animal enorme, y digo animal porque no sabría calificar de que especie es. Azul y con el cuello muy largo, por patas tiene aletas y sin embargo parece que  se siente a gusto fuera del agua. Siento la necesidad de darle de comer y sin pensarlo dos veces me tiro al agua, no podría explicar la sensación que siento al entrar en ella, simplemente es como si me hubiera estado llamando durante toda mi vida porque yo pertenezco a ella y ahora hubiera encontrado realmente mi hogar. Nado entre un montón de animales feroces que me miran como si fuera un depredador y acaban huyendo de mi cuando veo algo que brilla en el fondo de esta enorme charca, voy a cogerlo. Cualquier persona prensaría que soy estúpida ya que mis instintos me dice que está como a diez kilómetros por debajo del agua, sin embargo deseo con todas mis fuerzas cogerlo. Finalmente mis deseos se hacen realidad y me encuentro al lado del objeto en menos de dos segundos.

Está claro que esto es un sueño, pero lo más raro es que sea consciente de que estoy en un sueño y no me despierte. Así que voy a aprovecharme. ¿Qué he querido siempre? Alas. Quiero unas enormes y brillantes alas rojas como la sangre para poder volar y que los demás se enteren por el color de que soy peligrosa. No, mejor, quiero que mis enormes y brillantes alas rojas sangre no sean de plumas, quiero que estén echas de la sangre de mis enemigos, así seré más peligrosa. Me miro los costados y por detrás de mi espalda aparecen dos alas rojas que chorrean, y la sangre brilla. Tiro del objeto brillante y aparece un chupete. Así que mi querido pez cuellilargo no quiere comer, ha perdido su chupete. Esta vez no subo nadando sino que comienzo a batir mis enormes y preciosas brillantes y rojas alas de sangre y subo mucho más rápido incluso que antes he bajado. Rápidamente me dirijo hacia mi enrome animal acuático terrestre y le pongo el enorme chupete de oro y me lo agradece con una palmada en la espalda, en el lugar de donde salen mis encantadoras alas. Algo me dice que se llama Sacros, y si no se llama así entonces… ¡Deseo que se llame Sacros! “Hola Sacros” le digo después de desearlo. El me contesta bajando la cabeza y volviendo a posar esa enorme lengua pegajosa en mi mejilla. Pero no llega a darme el beso completamente porque un león aparece justo delante de mis narices.

De repente el agua ya no está, donde había agua hay tierra, donde había arboles hay arbustos y donde antes estaba sacros… ¡Ah! Uff… Aún está Sacros. Parece que el León está bastante triste, quiere ir a recoger a su hijo pero no puede porque hay algo que lo impide. La curiosidad toma forma en mi interior y decido ir a ayudarle, así que el terreno vuelve a cambiar. La tierra ahora está formada por baldosas y donde antes había arbustos ahora hay columnas enormes que suben y suben tanto que no se ve el final, incluso llegaría a pensar que el final es el cielo. Creo que esto se está escapando de mis deseos. ¿Por qué desearía estar yo en un templo? “Esto no es un templo, a ello es a donde deseo llegar.” La voz del león, inconfundible se cuela en mi mente, fluye dentro de mi igual que todo afluente acaba de una manera y otra en un río principal y este en el mar. Miro hacia donde dirige la mirada el león y veo unas escaleras que suben y que tienen al menos infinitos escalones. Miro las escaleras, miro a Sacros y después a Bianch, podría subir volando pero no puedo con los dos. La verdad es que el motivo es egoísta, podría pedir un montón de fuerza con la que poder sujetarlos pero no me quiero ver con unos brazos demasiado largos. Así que subimos, me pregunto cuántos escalones habrá. “1578”, la respuesta llega a mi mente de una voz diferente a la de Bianch. Será de Sacros, pienso mientras comienzo a subir el primer escalón. Los treinta primeros son muy fáciles, sin embargo me doy cuenta cuando llevamos doscientos escalones de que cada vez se hacen más altos. Subir escalones me hace pensar. ¿Dónde podría existir un mundo como este?, miro hacia arriba buscando y me doy cuenta de donde estoy. Esto es una pecera, y no una pecera cualquiera, sino una pecera que trajo el otro día mi hijo a casa y en la que había estado plantando flores a falta de peces.

Cuando llevamos mil escalones siento que esto nunca va a acabar y que estoy muy cansada, además los escalones son tan altos que tengo que escalarlos y Bianch solo los puede subir saltando y con mucha fuerza de voluntad, mientras que a Sacros ya solo puedo subirle yo volando, las queridas aletas de mi querido animal acuático terrestre no sirven para dar asombrosos saltos como mi amado león con unas patas increíblemente resistentes. Al final ni siquiera el León puede saltar y acabo subiéndolos yo misma con las alas de uno en uno. Miro hacia atrás cuando estoy arriba del todo y me doy cuenta de que he dejado un rastro de sangre mientras subía, si alguien nos está buscando podría encontrarnos fácilmente. Aunque claro, alguien que sea capaz de subir todas estas escaleras para encontrarme, solamente pos ese esfuerzo debería recibirle como merece aunque la finalidad de dicha búsqueda sea mi muerte. Sin embargo, estoy ocupada con una misión, así que deseo que mi rastro desaparezca por completo.

Doy un giro de ciento ochenta grados sobre mi propio eje y observo el templo. Es realmente bonito, se trata de un templo Budista e Hinduista. Está construido todo de color blanco y cristal, haciendo que brille de manera casi mágica. Cruzo un puente con relieves y esculturas que me maravillan y llego a la sala central, que es también blanca. Desde esa sala recorro las otras cuatro salas que salen de ella, la primera es la del Elefante, que representa el mundo. La segunda tiene un Naga enorme que representa el agua, la escultura es tan perfecta que casi parece que está viva, parece una sirena pero sus ojos están llenos de fiereza. Tiene cuatro brazos, los dos de arriba acaban en manos y sujetan una espada enorme por encima de su cabeza mientras que los otros dos brazos de abajo tienen, el izquierdo, una mano que sujeta un puñal de oro blanco y, el derecho, acaba con una aleta y no puede sujetan nada con él. De la cabeza y su espalda salen unas especie de puntas afiladas de escamas del mismo color que la cola que están unidas por una fina membrana como las alas de algunos dragones, la Naga nos es bella, pero es asombrosa por su fuerza y a la vez lo femenina que es. Su cuerpo es completamente verde y tiene los pechos descubiertos, la cola esta enrollada en una piedra que bien podría haber sido de cinco metros y la membrana que une las puntiagudas extremidades  es amarilla. Además, la punta de su cola no tiene un fin, sino que se separa formando un montón de serpientes acuáticas que la rodean como si quisieran protegerla de algo.

En la tercera sala, representando al viento hay una escultura en el centro enorme de un cisne que parece que va a echar a volar, o que ya ha emprendido su largo viaje a algún sitio mucho mejor que este. En la cuarta y última sala un león acapara el centro de visión de esta en representación del fuego. Sin embargo este león es muy distinto a Bianch, este león es feroz y tiene la cola de un escorpión, unos colmillos mucho más afilados de lo normal y unas alas enormes de murciélago. Además está levantado sobre dos patas en posición e ataque, algo me atrae hacia él. Comienzo a andar lentamente hacia él sin notarlo y le toco, le paso una mano por encima y el león con cola de escorpión y alas de murciélago anda hacia mí tras cobrar vida. “No le voy a dejar que recupere el puesto, ahora este es mi templo” Claro, no quiere recuperar a su hijo, lo que quiere es que le ayude a recuperar su puesto en el templo. El león maligno mueve la cola de escorpión para darme un golpe, pero yo no puedo permitir que acabe conmigo en un sueño, así que utilizo mis alas de sangre y vuelo por toda la sala para poder esquivarlo. El también vuela con sus alas y se dirige hacia mí con las garras por delante dispuesto a arrancarme la piel, pero algo atraviesa su corazón. Miro al lugar de procedencia y veo a la Naga con los dos brazos superiores vacíos y al león muerto en el suelo. ¿Por qué me habrá ayudado? “He visto la admiración que has sentido al verme, no hay mucha gente que se pare a mirar como lo has hecho tú, muchacha. Siempre se detienen en la belleza del cisne, o en la grandiosidad del elefante, o en la impetuosidad del león. Sin embargo, hay algo que has visto en mí que no quiero que muera nunca, por eso te he salvado” Tras decir esas palabras, la Naga le quita la espada al león y se vuelve al lugar.

Cierro los ojos y los vuelvo a abrir. Bueno, nadie más requiere mi ayuda, así que supongo que el sueño se ha acabado. Corro hacia Bianch y le doy un abrazo para despedirme de él y vuelve a su forma blanca de estatua representadora del fuego. Sacros me mira y juntos emprendemos el viaje fuera de ese hermosísimo templo blanco y de cristal que estoy segura de que no olvidaré nunca. Cuando llegamos al lugar donde empezó todo recojo el chupete del suelo que se le ha caído y se lo doy para que se lo ponga después de limpiarlo. Él lo acepta con gratitud y se vuelve a su nido para volver a dormir, yo me doy la vuelta y abro mis alas para emprender el vuelo fuera de la pecera de mi hijo cuando me encuentro con un hombre viejo que me mira a los ojos fijamente como si me conociera. “Ese no es el método de salir de un sueño, solo tienes que desearlo”

Deseo salir de este sueño, pienso mientras me acomodo en la cama al fin. Hoy la casa está demasiado silenciosa, ya que mi hijo se ha ido a la escuela muy pronto y no ha querido que le acompañe. Vaya, parece que se está haciendo mayor, quizás por eso se pasa casi todo el día en la calle con sus amigos y cada vez hace menos cosas conmigo. Sin embargo, es lo normal, cuando yo aún era más pequeña que él me pasaba los días cazando a modo de excusa para estar tiempo con mi vecino. Serán cosas de críos. Me ducho y me visto para salir, pues hoy tengo una misión que hacer. No paro de pensar mientras que me visto en todo lo que he soñado, la verdad es que me viene al guante con el día de hoy, pues en la misión tengo que cubrirle las espaldas desde el templo hasta el desierto. Mucha gente desearía conseguir la receta secreta de los fideos de Kaito que, por cierto, el conoce. Por eso tengo que escoltarle durante todo el trayecto para que llegue sano y salvo. En total esta es la segunda vez que trabajo para Kaito, ya que una vez estuve sirviendo un sábado entero en su restaurante porque no daba a basto él solo. Al principio parecía que iba a acabar siendo un estorbo más que una ayuda, pero aprendí a hacerlo rápidamente y, a pesar de que me equivoqué una vez con el pedido, todo salió bien.

Una vez en el templo busco al anciano al que tengo que proteger y me acerco a él. Como todo es posible y nunca se sabe cuando hay que estar preparado me he puesto el mono rojo que utilizo para las peleas y me he traído mi abanico enorme para poder defenderle en cualquier caso. Parece un poco distraído pero cuando estoy a menos de un metro de distancia fija la mirada por fin en mi y le hablo tranquilamente: “Buenos días, he venido para escoltarte de camino a casa y evitar que seas atacado” Hago una reverencia y espero a que hable, aunque siempre atenta de cualquier peligro a mí alrededor.

Palabras:
katnisseverdeen
katnisseverdeen
Chunin Suna
Chunin Suna

Cantidad de envíos : 155
Reputación : 3
Fecha de inscripción : 11/08/2012
Edad : 29

Estatus
Rango Off: -
Recompensa (Renegados): -

Volver arriba Ir abajo

Misión: El anciano perdido Empty Re: Misión: El anciano perdido

Mensaje por Alzack Lun Ago 12, 2013 12:29 am

Todo el mundo tiene secretos, es parte del ser humano guardar las cosas, que haya privacidad para triunfar sobre los demás, para sobrevivir o para no causar situaciones hostiles. Algunos secretos no son importantes, no son más que nimiedades de la vida cotidiana de la gente, sin embargo, hay otros que pueden mover muchas cosas, entre otras dinero, el bien más codiciado por el hombre, y mucha gente es capaz de atacar y asaltar a las personas que conocen dicho secreto solo para enriquecerse, si es preciso matar lo harán, pues el dinero es la droga más permitida y más adictiva que hay en este podrido mundo, y la información y el saber son el precio para conseguir dicha droga. Para esta enfermiza adicción no hay programas de desintoxicación y por ella hasta el hombre más sensato puede volverse un auténtico animal, capaz de cometer el acto más depravado. Todo el mundo sabe esto, pero no hace nada por evitarlo, porque podrán conseguir más de esa adictiva droga estando callados y quietos, haciendo que los que distribuyen este estupefaciente que no afecta a la salud gobiernen el mundo y los tengan adiestrados con sus collares de consumo.

Por esto es por lo que guardar secretos no es bueno, porque la información oculta mueve dinero y por tanto puede llevarte a la muerte, aunque el secreto sea la mayor estupidez jamás contada. Hoy le ocurre eso mismo a Kaito, el dueño del mejor restaurante de la villa oculta de la arena, siempre está lleno y se come muy bien, aunque a veces le falte algo de personal por las noches en los sábados. Kaito conoce una receta para hacer fideos única que hace que al comerlos tu mente te lleve al paraíso de los sabores, por eso su restaurante esta siempre desbordado, y por eso ahora necesita de la ayuda de los ninjas de la Villa Oculta de la arena, los demás restaurantes de Sunagakure no sato están hartos de hacer cada día cajas miserables y que Kaito se haga de oro, por ello han debido contratar sicarios para secuestrar y sonsacarle la receta al viejo Kaito, es mofante, solo por unos fideos intentan matarlo.

Kaito, cansado de los asaltantes y temiendo ya por su vida ha acudido a los ninjas para que le protejamos durante un día, tan solo escoltarle y si se ponen las cosas feas defenderle de lo que nos venga. Cuando vi esta misión no pude evitar aceptarla, no me parecía justo que le hicieran eso al pobre Kaito, es su receta de familia, que no tiene porqué saber nadie más que él, de ninguna de las maneras permitiría que pasase eso. Por eso estoy hoy en el templo del Bijuu yendo hacia un anciano que habla con una mujer que porta un gran abanico a la espalda y viste un traje rojo. Yo iba con unos pantalones marrón oscuros y una camisa blanca, en mi cintura estaban mis dos pistolas en sus cartucheras y tapando mi cuerpo de hombros hasta la altura media de mis glúteos llevaba mi capa, a modo de poncho, a mi espalda llevaba una calabaza llena de arena y en mi cabeza un sombrero de vaquero. El anciano Kaito por otra parte vestía ropas tradicionales y un poco ajadas, era calvo y bajito, no mediría más de un metro sesenta, llevaba una barba blanca y unas gafas redondas, parecía un viejo típico de cuentos antiguos, me resultaba un poco gracioso.

Cuando llegué a estar al lado de la chiquilla me presenté y di mis respetos al anciano y a la mujer -Hola, me llamo Alzack, vengo a escoltarle señor Kaito. No se preocupe, su vida está a salvo señor.-Saludé elevando un poco la parte frontal de mi sombrero y llevándome una mano a la hebilla del cinturón . El anciano primero miró a la chiquilla, bastante bella debo decir, y después me miró a mí de arriba abajo, tras eso sonrió amablemente y se presentó él -Hola chicos, yo soy Kaito y tengo que ir a casa. Tendréis que acompañarme para que no me ataquen, como siempre hacen.- El anciano decía cosas muy serías que podían asustar a cualquiera, sin embargo el parecía no temer a los asaltantes, más bien parecía serle natural, ¿Cuántas veces le habrán atacado para que esto le parezca normal? Tras las presentaciones Kaito comenzó a andar hacia la salida del templo por un camino que llevaba a la Villa Oculta de la arena, yo le acompañé por detrás, pues él nos guiaba a la kunoichi ya mí. Todo parecía tranquilo, pero no me fiaba mucho, el desierto era engañoso y esconderse en él era más fácil de lo que parecía, se lo que me digo, a fin de cuentas he vivido muchos años en él, sin ayuda de nadie.

Mientras tanto en un lugar escondido, vigilando al anciano y a los ninjas
-¿Cuando atacaremos jefe?, Estoy harto de estar escondido, quiero acción.-

-Paciencia Daju, no quieras mostrar la guinda del pastel antes de tiempo. Esperemos a que caigan en nuestra trampa y después atacaremos.-

-Espero que caigan pronto, quiero recibir la recompensa ya de una maldita vez, hay que ver la de complicaciones que da este viejo.-

-¿Tú también Camus? Pensé que tenías más cabeza que Daju, en fin, confiemos en que caerán en la trampa, a partir de ahí todo será coser y cantar. ¿No?
-Espero que sea cierto Samus, porque llevamos meses persiguiendo y metiendo miedo al viejo y no ha soltado prenda, es más cabezota que tú y mira que es difícil eso

palabras:
Alzack
Alzack
Chunin Suna
Chunin Suna

Cantidad de envíos : 400
Reputación : 7
Fecha de inscripción : 01/02/2012
Edad : 25
Localización : Escondido...

Estatus
Rango Off: -
Recompensa (Renegados): -

Volver arriba Ir abajo

Misión: El anciano perdido Empty Re: Misión: El anciano perdido

Mensaje por katnisseverdeen Lun Ago 12, 2013 11:46 pm

- Buenos días, Alzack, te estábamos esperando. Yo seré tu compañera en esta misión. De nuevo - le digo mientras sonrío. La verdad es que compartir misión con él hace que me sienta más segura. Su aura tiene como, no sé cómo explicarlo, algo que le hace peligroso. Es extraño, no se me ocurre nada

No me imaginaba vivir la vida pensando que en cualquier momento me atacarían para sacarme la información. ¿Realmente la gente era capaz de llegar a tanto por saber algo? Sinceramente, los secretos que el guardara no iban a hacer a nadie mucho más inteligente o más sabio, solamente podrían conseguir que el negocio de Kaito acabara, descubriendo cual es la receta secreta y comerciando con ella a un precio más barato. Me parece miserable hasta los puntos que es capaz de llegar la gente con tal de conseguir lo que quieren. Y si el anciano no decía la información ¿Qué pasaría? ¿Serían capaces de torturarlo? ¿Tan importantes eran los secretos? Si de verdad sufría este acoso constante lo que deberían haber hecho es hacer un sello que hiciera que olvidara los secretos o que no pudiera decirlos y comunicarlo a todo el mundo para que le dejaran en paz. En el caso de olvidarlos se los dirían a alguien que nadie supiera quién es y en el que pudieran confiar. Así los que buscan tales secretos no sabrían a quién pedírselo y el que lo sabe estaría a salvo junto con ellos. Si yo fuera pediría que me los borrasen e hiciesen eso.

Ahora mismo bien podría haber personas que nos estuvieran siguiendo para conseguirlo. O esperar a que le llevásemos a su casa y después, cuando nos fuéramos entrar por la fuerza. Mientras mis pensamientos siguen sin rumbo fijo comenzamos el camino. Para estar preparada por si vienen algunos asaltantes me subo al abanico y vuelo diez metros hacia arriba. De esa manera yo podré protegerle desde arriba mientras Alzack le protege desde el suelo. La verdad es que el ninja que me acompaña es bastante bueno, ya le he visto en acción más de una vez. La última vez fue cuando hicimos la misión en la que teníamos que defender la villa acabando con los bárbaros, o más bien frenándolos mientras llegaban los anbu. La verdad es que fue en esa misión en la que le acabé cogiendo el gusto a matar bárbaros.

Me habían encargado la misión y según tenía entendido el anciano vive en el desierto. La verdad es que parece que se las busca él solo. Es cierto que el desierto es un lugar tranquilo y muy poco ruidoso. Vamos, que es el lugar ideal para vivir tranquilo haciendo lo que se le antoje. Como si de repente quiere ponerse a tocar la guitarra a tope en la puerta de su casa, total, no le va a molestar a nadie. Sin embargo, también podría ser asaltado y poca gente se enteraría. Con suerte algún ninja estaría entrenando cerca del lugar a la hora correcta y podría ayudarle. Pero por mucho que gritase o intentase que le escucharan nadie acabaría oyéndole. Y más en un desierto, con todas las partículas de arena que hay el sonido debe de propagarse fatal, casi siento la necesidad de hablar un poco más alto desde los diez metros de altura y mira que estoy cerca.

El camino por el que nos conduce el anciano lleva fuera del templo, en dirección a la villa oculta de la arena. A lo mejor aunque estuviera la casa en el desierto, estaba lo suficientemente cerca de la villa como para que alguien le escuchara. O podía tener un botón rojo como lo tenía el presidente de la serie “Supernenas”, cada vez que había un problema él lo pulsaba y ellas iban a socorrerle, y nunca fallaban. La verdad es que era un buen mecanismo de protección. Mientras se me ocurren muchos métodos y formas y colores de botones escondidos en su casa miro por todo el desierto desde las alturas para no perderme ni un detalle. El enemigo podría estar acechando. Mientras seguimos el camino se me ocurre que a lo mejor podría estar mejor el anciano volando, aunque desecho la idea rápidamente. En el cielo se está bien siempre y cuando sepas utilizar un abanico enorme que te permite desviar armas  y empujar a alguien por los aires debido a la ráfaga que este genera.

A pesar de que no hemos andado nada, el camino se hace cada vez más pesado. ¡Quiero acción! Se me hace muy pesado volar por el desierto sin nada que hacer siguiendo a un anciano que anda despacio. Así que me pongo a contar granos de arena, la verdad es que es bastante difícil pues solo debajo de mí debe de haber trillones y trillones, pero a casa paso que doy un grano de arena, y después de contarlo miro a todos lados revisando el perímetro desde diez metros de altura. Otro paso, otro grano de arena, y otra vez reviso el perímetro. Si cuando llegamos a diez granos de arena estoy por arrancarme la cabeza, no quiero ni pensar cuando lleguemos a cincuenta o sesenta. Así que para no tener noción del tiempo que llevamos andando, desisto de contar granos de arena y finalmente me dedico a mirar y observar todo el perímetro a la redonda. Si quieren acercarse a nosotros ya podrán hacerlo bajo tierra que andando ya pueden rezar que cuando se acerquen a cuarenta y cinco metros lo primero que hago es lanzarles un torbellino y, luego, siendo benévola, un tornado quizás. ¿O qué podría lanzarles? Mierda, ya me estoy emocionando solo de pensar con quien tengo que acabar.

Palabras:
katnisseverdeen
katnisseverdeen
Chunin Suna
Chunin Suna

Cantidad de envíos : 155
Reputación : 3
Fecha de inscripción : 11/08/2012
Edad : 29

Estatus
Rango Off: -
Recompensa (Renegados): -

Volver arriba Ir abajo

Misión: El anciano perdido Empty Re: Misión: El anciano perdido

Mensaje por Alzack Miér Ago 14, 2013 4:39 am

El anciano Kaito andaba despacio, pero de forma continua por el desierto, guiándonos hacia su hogar donde estaría más a salvo y podríamos irnos Katniss y yo para seguir con nuestras vidas, para ser más exactos, yo para seguir con mis entrenamientos para dominar al Hachibi, el Bijuu que estaba dentro de mi cuerpo, aunque no era lo más peligroso en mi cuerpo ahora mismo. La verdad es que me sorprendió que Katniss fuese mi acompañante en esta misión, fue una grata sorpresa encontrarla, hacía bastante que no la veía y me apetecía trabajar con ella, ya que podía ser muy útil, y más para esta misión en especial.

Pasaban los minutos, las horas, andando todas estas, atravesando el extenso desierto para llegar a la casa del hombre, empezaba a cansarme un poco, por otra parte Kaito, con la avanzada edad que tenía, no parecía ni estar cansado, ni sudar tan si quiera ¿Cómo lo hacía? Yo que era más joven no podía mantener ese ritmo, pero él sí, y Katniss directamente había desistido y se había puesto a volar en su enorme abanico, que envidia me daba eso realmente, aunque yo podía volar en mi arena, pero no quería gastar chakra antes de tiempo.

Mientras caminaba estaba pensando en todo un poco: En mi entrenamiento, en el Hachibi, la maldita plaga que tenía en mi cuerpo... La verdad es que resultaba preocupante tener en mi propio cuerpo eso, era impío, un ser que podía estallar en cualquier momento y destruirlo todo. Sí había un sello que le impedía a la plaga salir, pero ¿Y si esta se rompía? No sé si tendría la fuerza necesaria como para poder contenerla en mi cuerpo, e mas, dudo que alguien la tenga, ni si quiera el Kazekage, gran guerrero, aunque él ya tiene bastante, pues por sus venas corre otra maldición, maldición que ha sido capaz de controlar, sin embargo, yo no soy él, ni tengo su fuerza de voluntad.

Absorto en mis pensamientos no me di cuenta de que habíamos llegado a la mitad del camino, en pleno desierto, tierra de nadie, no se oía un alma, nada, era impresionante como en el desierto había tanta paz y tanta calma, aunque el sol era un poco incordioso, pero eso era lo de menos. Todo parecía normal, no había nada ni nadie a nuestro alrededor, pero eso no me hacía bajar la guardia ni lo más mínimo, así éramos los ninjas, además algo me daba mala espina, aunque no sabía que era la verdad, era como un mal presentimiento, como si toda esta paz fuera la calma que clama la tormenta y eso no me dejaba tranquilo.

Ya saliendo del desierto, a pocos kilómetros de la Villa Oculta de la Arena pasó algo extraño, oí un ruido, como de algo moviéndose detrás de mí, no lo pensé dos veces y miré hacia atrás desenfundando las dos pistolas a la vez, apuntando mientras mi mirada emanaba ira, rabia y crueldad, ¿Qué me estaba pasando? Nunca actuaba así, al menos, no de una forma tan radical. Antes de que nos diéramos cuenta Habíamos caído en una trampa y mis pies y los del viejo Kaito se hundieron en la arena mientras esta solidificaba en ¿Barro? Esto tenía que ser obra de alguna técnica.

-AJÁ LES PILLAMOS.-Dijo mientras salía un ninja, escondido entre las dunas a mi espala, a unos treinta metros de los tres, frente Katniss y Kaito mientras realizaba un jutsu con ambas manos y escupía una gran Bola de fuego hacia mí

-Os lo dije chicos, ya son nuestros.- Dijo uno que salió salió frente a mi, estando a las espaldas de Katniss y el anciano atrapado por la tierra mientras apuntaba a Katniss  con su mano y expulsaba un enorme chorro de agua a presión, siendo el ataque simultaneo el de los dos enemigos.

Entonces fue cuando salió otro ninja de debajo de la tierra,  cogiendo al viejo y llevándoselo mientras corría.-Nos vemos luego Daju y Samus.- Así fue como salió corriendo hacia la villa mientras su compañero del elemento fuego le cubría.

Solo pude gritar a Katniss mientras disparaba al ninja que apuntaba a la kunoichi por la espalda.--KATNISS, CUBRE MI ESPALDA Y MUÉVETE PARA QUE NO TE DEN POR DETRÁS.- Así conseguí acertar al ninja que atacaba a Katniss, pero esperaba que ella parase el ataque que me lanzaban a mi mientras que esquivaba aquel chorro de agua, vencía al ninja Katon y perseguía al maldito forajido para detenerlo, ya que yo no me podía mover.

Habían conseguido engañarnos los muy cerdos, pero también había que decir en nuestra defensa que se lo habían montado bastante bien, pero eso no era excusa para que bajásemos la guardia de manera que atrapasen a Kaito, el cual pataleaba como podía para intentar escapar.

sicario Katon:
sicario doton:
sicario suiton:
acciones de los sicarios:

info de Alzack:
arma propia:
acciones de Alzack:

gastos y daños:
palabras:
Alzack
Alzack
Chunin Suna
Chunin Suna

Cantidad de envíos : 400
Reputación : 7
Fecha de inscripción : 01/02/2012
Edad : 25
Localización : Escondido...

Estatus
Rango Off: -
Recompensa (Renegados): -

Volver arriba Ir abajo

Misión: El anciano perdido Empty Re: Misión: El anciano perdido

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.