Sacatripa VS Limomalo

por **Sadoru kimura** Lun Abr 30, 2012 3:44 am

Estaba sentado en el banco de la sala de espera del coliseo para salir hacia la arena poniéndome mi gran armadura negra y ajustándomela bien estiro mi brazo izquierdo lleno de tatuajes y cojo las marcara negra dirigiéndomela hacia la cara y apretándomela bien fuerte dejaba caer mi larga melena por la espalda miraba hacia la arena y solo me pasaba una cosa por la cabeza -E desafiado al Limo malo nada más verlo aquel día note que es un contrincante como los que me gustan a mí a lo que me tengo que poner a 100% y sentir el placer de la lucha y el combate-Nada mas pensar eso se oye mi nombre en la arena y me levanto y voy caminando por los pasillos a paso firme pero lentos cada vez veía la puerta de la arena que se iba agrandando pero nada más llegar a la puerta se abre y espero un par de minutos hasta que empiezo a oír gritos y balbuceos en tose paso la puerta casi rosaba la parte de arriba de la puerta salgo y me pongo en medio de la arena y miro todo a mi alrededor y veo que la sala era solo de 50 metros de repente levanto mi brazo izquierdo tatuado con el puño serrado y grito

-Silencioooooooooooooooooooooooooo-

Clavando mi mirada hacia la puerta por donde tendría que salir mi contrincante

Stast:

Aciones:

por **Kirugani** Miér Mayo 02, 2012 2:50 am

Arena:

Las luces del infierno me iluminan mientras me me enfundo en el grandioso caparazón de acero que los dioses tuvieron en gracia concederme, reflejándose en sus metalizadas placas dando lugar a mil pequeñas luces de cien colores que se proyectan en las paredes. Los brazos cubiertos por mis elegantes guanteletes, las piernas por mis grebas en forma de pata aviar, con el espolón bien afilado y preparado para desgarrar, en mi cintura, la única zona donde había partes sin armadura, podía verse la piel morena de mi cuerpo, seca y suave, sin cicatrices visibles. El torso quedaba cubierto por el peto y la larga capa que caía a mis espaldas. Había llegado al final, mi casco, el genuíno dracocasco con forma de Seiryu, mi dragón favorito. Al ponérmelo y encajarlo en el cuello móvil de la armadura, todas las luces del traje comenzaron a parpadear y finalmente encenderse fijas, o en tempo. Estaba preparado. Había dejado todo el resto de mi equipo en las taquillas, pues hoy tendría el gusto de participar en un combate Old School, contra alguien de mi propio rango. Cabía decir que mi dominio de los jutsus no era pequeño, pero aún así sería muy interesante. Sin más dilación, penetro la puerta enrejada, que llevaba ya unos segundos levantada y salgo a la arena, orgulloso de la reacción del público al verme, a mí, el mismísimo Rey de los Shinobis.

En el centro del campo se encontraba mi oponente, alguna suerte de demonio salido de quien sabe qué madriguera infernal, sediento de sangre y pelea. Me gustaba, sería una contienda interesante. Caminé hacia él, sin prisa pero sin pausa, recorriendo los 25 metros que nos separaban hasta quedar frente a frente con el. Era inmenso, una mole de poder y músculos con más de dos metros de altura que se alzaba sobre mí, amenazando con aplastarme. Por suerte había derribado montañas mayores que este tipo, y seguramente lo derribaría igual a él.

-Espero que seas capaz de distraerme un rato.- Digo, ofreciéndole mi mano para que la estreche, antes de comenzar el combate. Tras las lentes de mi casco, mis ojos observaban atentamente al hombre, sabiendo que tanto él como yo ardíamos en deseos de batalla.

Info:

por **Sadoru kimura** Jue Mayo 03, 2012 12:30 pm

Cuando mande a callar al público con una voz de como si un demonio hablase todo se sentaron y se quedaron callado pudiendo oír el eco de mi grito al estar observando la puerta por donde tendría que salir mi contrincante bajo mi brazo y veo como poco a poco se abre la puerta y sale el Rey shinobi me pensé que sería más grande y brutal pero en cambio era de estatura media y delgado pero eso no significaba que no se le notaba el poder y la ganas que tenia de combatir se me acerca poniéndose frente de mi clave nuestras mirada como si estuviéramos intercambiando palabras pero al par de segundo me dice -Espero que seas capas de distraerme un ratito-

Estira su brazo para estrechar la mano y mientras estiraba el brazo le respondí a su pregunta-Creo que me infravalora todo ser mortal tienes un némesis y puede que tu némesis sea yo-

Nada mas decir eso estrecho su mano y me agacho poniendo mi boca a la altura de su oreja y le digo

Frase:

Nada más terminar de decirle aquella frase salte hacia atrás 4 veces dejando una distancia dejando al Rey shinobi empiezo hacer sello con 1 mano y la otra levantada hacia el cielo y de repente la arena se llena de una densa niebla nada más salir la densa niebla desaparezco en ella y de repente sale una corriente de agua afilada por el suelo a gran velocidad hacia el Rey Shinobi

Aciones:

Gasto y Daño:

por **Kirugani** Vie Mayo 04, 2012 12:56 pm

El coloso que se alzaba frente a mí parecía conocer algo de mi fama, seguramente hubiera oído hablar del Rey de los Shinobis y deseara mi corona para sí, como tantos otros antes que él. Sin embargo, tendría que ser un ninja mucho más poderoso de lo que aparentaba a simple vista para vencerme, a pesar de que casi me doblara en altura, y probablemente en fuerza. Cuando parecía que no iba a tomar la mano que le ofrecía, el gigante la agarró con fuerza y la apretó, como solo un verdadero hombre haría. Yo resistí impasible la fuerza de este hombre genuino, como pude, pero sin mostrar un ápice de dolor, ni molestia en la cara, ni separar mis ojos de los suyos, a través de las máscaras. Entonces el hombre se agachó acercando la boca a mi oreja, diciéndome una frase que se me quedaría grabada por mucho tiempo. Su voz era profunda y reverberante, como si saliera de la caverna mas oscura y profunda de la tierra, en la que morase un demonio hambriento de las almas de los condenados.

- Esta noche, cenaremos en el infierno...

El sonido de esa terrorífica voz me hizo abrir los ojos en desmedida. Me era familiar, como si la hubiera escuchado hacía mucho tiempo, pero no tuve tiempo a ubicarla, pues el Shinobi saltó hacia atrás varias veces, hasta llegar a los ocho metros e hizo un sello con la mano, apuntando la otra al cielo. Al momento reconocí la técnica. Se trataba del mítico Kirgakure no Jutsu, una técnica que yo mismo había perfeccionado, y adaptado para que todos los shinobis de Kirigakure pudieran usarla. Seguramente me encontraba ante un renegado de la villa, o uno de sus más formidables shinobis. En seguida pasó por mi mente un nombre, pero lo descarté. El joven que recogí aquella noche lluviosa no podía haberse convertido en luchador de coliseo, siendo el Nidaime Mizukage. Sin despistarme, a pesar de que podía ver perfectamente a través de la niebla, reaccioné en el momento al que mi adversario comenzó a hacer sellos. Antes de que acabara su secuencia, yo hice mi propio sello, uno con cada mano, y de la condensación del ambiente se formaron dos espadas de agua, una en cada mano, de aproximadamente un metro de largo. Eran una continuación de mi brazo, y así lo demostré al blandirlas con la elegancia dando dos cortes descendentes que desarmaron el jutsu de mi oponente, una técnica que creaba un impulso de agua afiladísimo a ras del suelo, y que si no hubiera destrozado, podría haberme rebanado en dos.

Mi velocidad no era gran cosa, pero mis reflejos estaban inmensamente desarrollados, y así lo demostré, cuando, al tiempo que posaba mis pies en el suelo tras la pirueta con las espadas, mis manos se juntaran, entre el agua de las espadas y de mi boca surgiera un colosal dragón de fuego blanco que se abalanzó sobre mi oponente, amenazando con calcinarle si no lo destrozaban. Nos encontrábamos a 8 metros, por lo que si mi adversario no reaccionaba en menos de un segundo, no podría esquivar mi ofensiva ardiente.

Acciones:

Gasto y Daño:

por **Sadoru kimura** Sáb Mayo 05, 2012 1:15 pm

Observo al Rey shinobi dentro del Jutsus kirigakure no jutsus cuando hacia los sellos para mi sellos observo como el Rey empieza hacer sellos también a la vez que yo --Puede ver dentro de kirigakure no jutsus que sorpresa- cuando termino de hacer el jutsus veo como destruye mi jutsus con el famoso jutsus de suiton el Mizu no Yaiba y nada más terminar de destrozar el jutsus con una rapidez asombrosa y control del combate hace otro jutsus cual sale un enorme dragon de llamas blanca que va a una velocidad impresionante cual solo tuve un segundo para reaccionar pero por alguna razón el dragón se traga al saca tripa dejando un mar de fuego y humo donde estaba el saca tripay se oye una vos -Esto no es nada comparado con el infierno- nada mas desir eso se ve una silueta corriendo a toda velocidad hacia el Rey shinobi cual se para en frente del Rey shinobi y lo coge por la cara con su mano Izquierda levantándolo del suelo escasos centímetros y con rapidez le golpea la boca del estomago con una fuerte piña sacándolo volando

-Veo que tu fama es cierta así que empecemos de verdad de 1 ves-

Aciones:

Stast:

OF=Tu jutsus queda anulado porque casi te doblo tu CCK con mi Resistencia

por **Kirugani** Jue Mayo 17, 2012 4:27 am

El infierno se había desatado en la tierra. La arena ardía con llamas blanquecinas, que poco a poco se tornaban rojas, doradas y naranjas, en sus tonalidades habituales. Parecía que el combate había terminado, sin embargo, entre la debacle noté un movimiento. Del mar de llamas, salía una figura, grotesca, rodeada por un aura azulada que apartaba las llamas, e incluso las extinguía. Sus ojos parecían brillar con ese mismo tono, era la luz de la muerte, el brillo de un demonio asesino traído del averno. El hombre, ser o bestia, fuera lo que fuere, corría hacia mí, y en un par de segundos habría cruzado los ocho metros que nos separaban. Mis manos Ejecutaron dos series de sellos, a tal velocidad que apenas se pudo entrever cada uno por separado, pero el efecto fue inmediato. Mis labios, abiertos, como si fuera a besar a mi enemigo, expulsaron una enorme nube de gas, un vapor ácido que nos rodeó a ambos hasta 20 metros. La nube era tan densa, que incluso dentro del Banco de niebla de mi enemigo, éste no podría ver nada, eso me daba ventaja, pues la segunda secuencia de sellos había provocado un leve resplandor verde, del mismo color que mi chakra, en mis ojos, y me permitía ver con total claridad la escena que tenía ante mí. En estos momentos habría unos cinco metros entre ambos, y el Shinobi adversario estaba cegado, por lo que decidí que era mi oportunidad. La niebla comenzaba a sisear sobre su piel, pues a pesar de contar con una defensa magnífica, mi jutsu había sido creado especialmente para evitar las defensas, no solo por su naturaleza vaporosa sino por su increíble acidez. Ni siquiera el Susano'o de los Uchiha podía mantenerse intacto frente a ella, y mucho menos este loco. Su ropa, su pelo y su carne comenzaban a quemarse, en principio simples heridas superficiales, pero según pasaran los segundos sería cada vez más y más grave, hasta que nada pudiera hacer sino rendirse o caer.

Me aparto sigilosamente hacia la izquierda, viendo como el shinobi iba hacia el lugar donde anteriormente me encontraba. No sabía como podía reaccionar, así que seguí moviéndome, en círculos a su alrededor, sin hacer ruido, dejando la prudencial distancia de 10 metros entre ambos. El muy loco comenzaría a desesperarse al no ver nada entre la densísima niebla, que le impedía la vista incluso frente a sus narices, y habría que ver como reaccionaba, pues aunque no pudiera detectarme, o eso pensaba yo, seguía siendo muy peligroso.

Acciones:

Gasto y Daño:

por **Sadoru kimura** Vie Mayo 25, 2012 1:36 pm

Cuando empecé a correr hacia el rey shinobi extinguiendo las llamas que tenia a mi alrededor corría hacia él con los brazos hacia atrás pero comenzó hacer sellos a una velocidad asombrosas no podía distinguir cuantos sellos izo pero a 5 metros de llegar al rey shinobi parecía que me iba a lanzar un beso pero lo que paso fue que todo se inundo en niebla o eso parecía me pare y mire a mi alrededor

-Que te crees que escondiéndote podrás escaparte de mí-

Pero me di cuenta de 1 cosa nada más terminar de decir eso no podía ver a mas de 1 metro delante de mi empecé a sentir calo en todo mi cuerpo cuando me mire todo mi cuerpo soltaba humo era poco pero soltaba humo

-Mierda no es niebla es vapor y esta desintegrándome a mí y a mi jutsus - empecé correr hacia un lado y hacia el otro pero no podía salir del vapor empiezo a intentar aquítarme el vapor que tenía en el cuerpo pero era en vano caigo de rodilla y empiezo a pegarle puñetazos al suelo y a revolcarme por el suelo cuando paro que estoy hecho un erizo algo me habla dentro de mi cabeza

-Déjame salir yo soy tu única salvación y acabaremos con este shinobi desátame y sácame déjame controlarte 1 ves mas -

Nada mas oír eso los ojos se me quedaron blanco totalmente y empiezo a reírme como un loco y me voy levantando lentamente hasta que me pongo en pie totalmente la voz se avía cambiado por completo parecía que fuera la voz de un demonio con sed de sangre de décadas.

El brazo derecho fue hacia el pecho de la armadura que tenia puesta y se la arranco de cuajo dejando el pecho a descubierto y tirándolo al suelo el guante de la misma mano se la arranco mordiéndola y empiezo a dar vuelta sobre si mismo se veía como el vapor se iba comiendo la piel el pelo y ya algún que otro trozo de carne pero era como si no sintiera nada y empieza a gritar

-Venga ven rey te estoy esperando dame tu mejor golpe o le temes a un demonio aquí estoy y me llevare tu alma al INFIERNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO-

Pv:

por **Kirugani** Sáb Mayo 26, 2012 2:28 am

Sacatripas gritaba retos entre la niebla y el vapor, sacando fuera toda su ira, vomitando el odio y la sed de sangre que le embargaba. Quería que saliera de mi escondite para seguir luchando, sin embargo la pelea no se había detenido. Pronto se percató de que el banco de vapor no era para nada inofensivo. Ademas de limitar su visión, estaba quemándole lentamente, y ni siquiera el potente jutsu defensivo que le había salvado de mi Katon podía detener la ofensiva. Sin dejar de correr silenciosamente a su alrededor observo sus acciones. Al final se había dado cuenta de que si no hacía algo rápido, sus quemaduras serían tan graves que nada podría hacer por salvarse, y aún así el hombre seguía en pié, como si nada. ¿Acaso era realmente un demonio? ¿Cuanta resistencia física tenía para sobrevivir a tales heridas? Frente a mí te tenía sin duda a uno de los shinobis más poderosos con los que me había enfrentado a lo largo de mi carrera como luchador de coliseo. Y también el más loco de todos. Intenté no sorprenderme demasiado cuando el enemigo se arrancó la armadura, clamando a los siete vientos su reto. Sin parar de correr hago una serie de sellos, y tras de mi van apareciendo hasta cuatro copias idénticas de mí mismo, que siguen corriendo a una distancia igual entre unos y otros, dividiendo el círculo imaginario en cinco partes iguales. Cada uno de mis Yoes hace un sello con ambas manos, y la espada de agua aparece en su antebrazo, alargándose hasta los treinta centímetros a partir del final de nuestra palma extendida.

-Venga ven rey te estoy esperando dame tu mejor golpe o le temes a un demonio aquí estoy y me llevare tu alma al INFIERNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO-

Cuatro Limomalos se desvían de su trayectoria, acercándose más al demonio, hasta encontrarse a cinco metros. Llegados a este punto, los cuatro saltan a la vez y recorren la escasa distancia que les separa, apuntando con sus cuchillas acuáticas el cuerpo del enemigo. Si el cegado shinobi no esquivaba, sería atravesado por cuatro cuchillas de agua, aniquilándole del combate y brindando la victoria al más fuerte.

Acciones:

Gasto y Daño:

por **Sadoru kimura** Lun Jun 04, 2012 4:19 am

Mientras clamaba mi reto al rey Shinobi decidí de atacar yo y dejar de esperar ya que estaba en una situación muy mala con rapidez empiezo hacer sello mientras aun el vapor me quemaba la piel y la carne pero pasaba de mi cuerpo es como si estuviera mi alma en otro cuerpo no sentía para nada mi cuerpo nada más terminar de hacer los sellos sale un torbellino de agua que se colapsa y se crea una gran hola circular de 15 metros de radio
-Tengo que hacerlo ahora-

Ahora aprovecharía la gran ola que hice para cubrir mis movimiento a la vista del rey cual salte a la ola por la parte derecha mientras mi velocidad en el agua se incrementaba mi velocidad sobre ella cual nada mas está en la punta de la ola cojo impulso y salto y sigo corriendo intentando buscar la salida de aquella trampa mortal

Acion:

Gasto y daño:

por **Kirugani** Mar Jun 19, 2012 12:50 am

Haciendo una increíble finta acuática, mi oponente logra librarse del candado con clones que le he efectuado, pero ya me he cansado de jugar. Hago dos secuencias de sellos, la primera evapora toda el agua a diez metros de mí, tras la segunda doy un taconazo en el suelo, y desde mis labios escupo un chorro de fuego hacia la fisura que se creó al golpear con el pié. Un segundo después, todo el campo de batalla a mi alrededor estalla en magma incandescente, imposible de esquivar. Por mi parte, me retiro hacia mi puerta del coliseo, asegurándome de mantener estable el terreno hasta que ésta se abra. Parece ser que el combate ha acabado, pues mi adversario poco o nada puede hacer para defenderse de un ataque de área de tal magnitud, pero le observaré hasta el último minuto. Nunca se sabe las sorpresas que nos pueden dar los rivales derrotados. Para asegurarme, repito el proceso de nuevo, golpeando el suelo y lanzando la llamarada a la brecha para causar de nuevo una explosión de lava ardiente.

Acciones:

Gasto y Daño:

por **Sadoru kimura** Mar Jun 19, 2012 12:41 pm

Nada más saltar del agua y voy corriendo intentando huir de el vapor veo como se oye como si algo se hubiera evaporado pero una gran cantidad me paro para ver si veo algo pero cuando me paro veo como se abre el suelo

-Y esto-

Nada mas decir eso estalla todo dándome de lleno y sacándome volando

-Porque porque he PERDIDOOOOOOOOOOOOOOOO-

Antes de caer al suelo vuelve a estallar todo obviamente me avía quedado inconsciente pero mi cuerpo quería hacer 1 cosa más antes de caer inconsciente caigo al suelo bruscamente y veo como el vapor desaparece
Me levanto muy lentamente y mientras me levantaba todo mi cuerpo expulsaba grande cantidades de sangre mi pelo largo blanco caía por delante de todo mi rostro y toda mi ropa estaba echa cisco carbonizada solo me quedaba parte del pantalón que me cubría mi partes intimas veo una silueta y empiezo a caminar hacia ella colgándome los raso como si no me respondieran y echado hacia a lante tambaleándome de 1 lado a otros hasta que veo al rey de los shinobis me acerco a él y cuando esto a 2 metros caigo hacia delante con mi brazo estirando agarrándome en su hombro mientras caía al suelo y le digo

-Tiene todo mi respeto Rey Shinobi-

Nada más decir eso me quedo inconsciente

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