Erik Lycan vs SacaTripa

Datos del combate:

De nuevo, despertaba poco antes de que amaneciese. El sol aún no se había asomado por el montañoso horizonte del País de la Tierra, y la luz que adornaba las calles era débil y difusa. Sudando levemente por el calor, daría lo que fuera por un sorbo de agua... Pero no. Ese era el día menos indicado para pensar en agua. Pues el combate que iba a acontecer en el Coliseo, esta vez sería seco y deshidratado. En la Arena Limitada, con la limitación de, simplemente, agua. Daba igual lo que hiciéramos, no tenía que aparecer una gota de ese fresco líquido por allí. Pensar en el combate hizo que me despejase, y me levanté tranquilamente, pero con el ceño fruncido. Iba a pelear contra un Run like Hell, una categoría de gladiador mucho más elevada que la mía: un Zero to Hero...

El por qué los Zero to Hero molamos 8D:

Pero eso no era ningún problema. Con una sonrisa de oreja a oreja, que brillaba como un diamante refinado, me levanté de la cama de un salto, con la sábana enrollada en mi cuerpo como si fuera una antigua vestimenta romana. Con alegría, encendí el reproductor de música que me había traído del otro lado del mar de Kumo, y empezó a sonar una canción:


Con esas palabras que aumentaron más mi sonrisa, me desnudé, lanzando la sábana por la ventana, y mientras entraba en la ducha oí los gritos de mil chicas adolescentes que se pegaban por ella... Qué locura. Tras darme una fría ducha bailando al ritmo de la canción, (Estuve a punto de resbalar y caerme en la ducha por ello. Niños, no bailéis en la ducha.) salí limpio y reluciente, preparado para combatir. Tras desayunar como un semidios romano preparándose para la ducha, me puse mi armadura y mi cinta al pelo, y salí a la calle, mientras oía la canción antes de cerrar la puerta:


Nada más salir a la calle, vi a las jóvenes adolescentes, que empezaron a perseguirme y a intentar violarme como si fueran dobles de Sonzu. Corriendo y corriendo, salimos de la villa, y me acompañaron hasta el Coliseo, donde pude resguardarme por fin. En ese momento, mi chip cambió. Era necesario centrarse, y olvidarse del jaleo que había montado en un santiamén. Me dirigí pues a la taquilla, buscando mi ropa, y me cambié de vestimenta. Tras una última mirada de seguridad frente al espejo, asentí para mí mismo, y me dirigí al pequeño habitáculo que me retendría antes de salir a la arena.

Tras llegar a la pequeña sala de piedra, las puertas se abrieron, dejándome paso. Yo comenzaba el combate, como tantas otras veces. Llevaba una máscara de lobo ibérico, hecha con la cabeza real de un lobo de esa raza. El pelaje caía hasta el cuello, cubriéndome toda la cabeza, parte de mi cabello, y los ojos, siendo los del lobo una membrana oscura (lo que me daba un aspecto tétrico). Sin embargo, el resto del cabello caía sobre mis hombros, resbalando hacia el pecho. Era de un color gris claro. Las ropas que utilizaba eran finas y ligeras, ajustadas a mi cuerpo: Una camiseta ajustada de color blanco, con el símbolo de la luna en ella, y unos pantalones pirata de color negro. Mi espalda estaba cubierta por una capa de color plateado, que caía desde el cuello hasta las rodillas. El calzado, unas sandalias japonesas de color madera de abeto.

Antes de que mi adversario saliese, preparé algunas estrategias en mi mente. Mientras la puerta se abría, realicé un jutsu que días antes había realizado contra Catfish. Juntando mis manos en un sello, creé una nube oscura en lo alto del Coliseo, que oscureció levemente el escenario. Tras ese jutsu, me preparé para recibir a mi oponente, a noventa y cinco metros de su puerta.

Información de pj:

Acciones y jutsus:

Gastos y daños:

Estaba sentado en el banco de la sala de espera del coliseo para salir hacia la arena poniéndome mi gran armadura negra y ajustándomela bien estiro mi brazo izquierdo lleno de tatuajes y cojo las marcara negra dirigiéndomela hacia la cara y apretándomela bien fuerte dejaba caer mi larga melena por la espalda miraba hacia la arena en eso se oye mi nombre en la arena y me levanto y voy caminando por los pasillos a paso firme pero lentos cada vez veía la puerta de la arena que se iba agrandando pero nada más llegar a la puerta se abre y espero un par de minutos hasta que empiezo a oír gritos y balbuceos en tose paso la puerta casi rosaba la parte de arriba de la puerta salgo y miro a que era mi contrincante pero me pongo en medio de la arena clavando mis ojos sin sentimiento y le hago una pequeña sonrisa

Nada mas reírme empiezo hacer sello con 1 mano con la otra alzada al cielo y de repente empieza a crearse una densa niebla cual cubre todo el campo de batalla ocultándome de los ojos de mi enemigo y le digo

-A hecho ponerme serio y matarte rápido por no dejarme utilizar el suitón que es con lo que juego con mis presas-

Nada mas decir eso se oye cómo se desenfunda una espada y gritos de agonía de repente digo

-Muere-

Y nada mas decir eso empiezo a aparecer por un lado y desapareciendo por otro pegándole 4 sablazo con agonía muy profundo en el pecho y la espalda

Stast:

Aciones y jutsus:

Gasto y Daño:

Agonia:

Al momento, la puerta de mi contrincante fue abierta de golpe. Allí estaba él, cuan alto era, mofándose de mi nula amenaza con su pasividad. Pasaban los segundos, y no se movía... Pero yo debía esperar a que tocase la Arena para poder comenzar el combate. Tras medio minuto sin acción alguna, suspiré. Cerré los ojos al instante, cosa que él no vio gracias a las membranas que tapaban mis ojos, y comencé a moverme, muy lentamente... Poco a poco, flexioné las rodillas, y alejé una planta de los dos pies que poseía. A su vez, me eché hacia el frente, y alcé una mano hacia el cielo, mientras que la otra quedaba abierta hacia el frente que observabarían mis ojos. Había escogido una pose, perteneciente a un sabio y antiguo Ermitaño, que me ayudaba a concentrarme y a guardar la calma. Si el enemigo quería impacientarme, no lo conseguiría. Si quería probar mi calma, besaría los labios de la muerte antes de que la perdiese. No me movería un sólo paso, no hasta que el combate comenzase con su movimiento.

Pose:

De esta forma, abrí los ojos al minuto y medio, completamente concentrado en mi oponente, que tras otro medio minuto, dio su primer paso. Aparentemente, yo me mantenía estático. La verdad es que me estaba cagando, pero literalmente. Completamente confiado, observé cómo mi rival comenzaba a caminar. Dio su primer paso, pisando la arena de forma firme y segura, directamente hacia mí. Al segundo paso, comenzaron a cerrarse las puertas... Y no había apoyado aún el pie en la arena, cuando cerré mi mano izquierda, dejando sólo el dedo índice apuntando al cielo. En ese momento, un veloz rayo de electricidad conectó mi dedo con la nube, cual rápida es la luz, y al instante, sobre mi oponente cayeron centenares de agujas de electricidad. A la centésima de terminar el ataque, realicé de nuevo la operación mientras comenzaba a caminar, en un grito de furia que más parecía un rugido. Un rugido feroz y aterrador de un lobo lleno de un poder que deseaba desatar. De esta forma, una segunda lluvia de agujas de electricidad cayó sobre Sacatripa, veloces como su propio elemento. Esto ocurrió con tal rapidez que mi oponente no sabría ni qué habría pasado... Pero eso era lo que yo buscaba. Tras usar la segunda lluvia de agujas de electricidad, la nube desapareció, disipándose en la nada.

Mi adversario acababa de recibir un par de lluvias de electricidad, cosa que no le habría dejado ileso. El ataque había sido por sorpresa y al instante, por lo que además de sorprendido, estaría molesto por la cantidad de voltios que recorrían aún su cuerpo. Tanto si seguía caminando como no, yo me agaché al suelo rápidamente, y puse una mano en el suelo mientras realizaba un sello con la otra, concentrándome en el suelo. Al momento, una cortina de polvo se creó alrededor de mi enemigo. Este se encontraría en un cilindro que le superaba por un metro su altura, y tres metros en cualquier dirección a la que caminara. Al haber caminado en mi segunda lluvia de agujas, había llegado a los dos árboles que poblaban el escenario. Estaban a quince metros de mi puerta, y entre ellos tenían ocho metros de distancia. En cuanto me levanté, lancé un kunai.

Cuando mi rival saliera de mi trampa de polvo, podría verme a un metro detrás de los árboles, entre ellos, en la misma posición que había adoptado para realizar el primer ataque. Esta vez, sin nube que lo realizase, no tenía sentido, pero esa pose guardaba aún muchas sorpresas. Inmóvil, esperaba su ataque, preparado para contraatacar. Además, podría ver el kunai acercarse velozmente a su posición, directo a donde estaba. No había apuntado a ningún sitio en concreto, sólo su cuerpo. Seguramente Sacatripa había salido confiado de su habitáculo de piedra, creyendo poder vencer fácilmente a un hijo de la Tierra y la Luna. Pero un lobo nunca se mostraría débil ante nada ni nadie, y seguiría preparado ante cualquier problema. Y en esta ocasión, el lobo estaba disfrutando de un buen combate.

Y nada, ni nadie, puede detener a un lobo que disfruta del ardor de la lucha y la sangre. Ni siquiera... Un demonio...

Información de pj:

Acciones y jutsus:

Gastos y daños:

[Offrol: Te explico el fallo que has tenido. En realidad, han sido dos: El primero, darme dos minutos de tiempo, que apenas he utilizado... Pero el más grave es el segundo, en el que dices que "paso la puerta casi rosaba la parte de arriba de la puerta salgo y miro a que era mi contrincante pero me pongo en medio de la arena clavando mis ojos sin sentimiento y le hago una pequeña sonrisa" Es decir, te pones en medio de la arena. Para ello tienes que recorrer cincuenta metros, y en ese tiempo, que al no especificar juzgo que es andando, no puedes suponer que yo estoy estático. Me has dado tiempo, que es lo único que necesitaba, y por lo que he realizado las acciones de este post. Son todas rápidas y sin opción a fallar, pues tú ya me has dicho que sólo andas. El fallo es el tiempo, amigo mío. Si hubieras atacado nada más salir, me habría dado tiempo a realizar sólo el primer ataque, y después habría muerto. Pero al haber ido al centro del campo, me has dado una magnífica oportunidad. Por ello, pienso ponértelo lo más peliagudo posible ^^ Espero que nos divirtamos con la pelea.]

Estaba caminando recién salido de mi puerta como siempre salía hasta el centro del coliseo para saludar al público como de costumbre esperando que mi contrincante tuviera honor para presentarse y dejar saludar al público pero al dar el 3 paso veo como mi contrincante cerraba la mano y con 1 dedo señalaba a la nube y salió un rayo que concitaba a la nube y como conocía muy bien los jutsu de área savia que algo me venia enzima por mi veteranía ,rango y porque los jutsu de área son mis preferidos hacia que mire al cielo mientras desenfundaba a Agonía y veía como empezaba a caer una lluvia de zembo que con una rapidez en mi brazo derecho de solo los legendarios espadachines de la niebla desvía todos los zembos de electricidad pura

De repente veo como ruge y vienen caminado lo miro con rabia porque no tenía honor ninguno ejecuta otra vez el mismo jutsu y lo evito nuevamente igual nada mas evitarlo con el brazo derecho le lanzo agonía hacia el cuello con toda mi fuerza nada mas lanzárselo empiezo hacer sello con 1 mano y con la otra la elevo al cielo y de repente el coliseo se llena de niebla cual desaparece entre la niebla y anulando el 95% de la visibilidad de mi enemigo y desde la niebla sin saber de qué lugar se oye una vos

-Este es el honor que tienes eres escoria y enzima intenta intimidarme con un rugido tan patético ahora te demostrares lo que es un verdadero demonio porque esta noche cenaremos en el infiernooooooo-

Stast:

Jutsus:

Daño:

[Offrol: He preguntado a Shark, y dado que mi cck (430) es superior a tu vel (400) no puedes desviar el ataque. Y dado que has dicho que, en efecto, te cae encima sin que te apartes, te da de lleno, así que pongo nuevamente el daño en el spoiler para que te lo restes en el próximo turno. Paso a postear, realizando de nuevo las acciones del anterior post, pues no he cambiado mi estrategia en absoluto:]


Cuando cerré mi mano izquierda, dejando sólo el dedo índice apuntando al cielo, un veloz rayo de electricidad conectó mi dedo con la nube, cual rápida es la luz. Mi rival, un demonio poderoso y fuerte, había detectado mi movimiento, y miró al cielo mientras, al instante, sobre él caían centenares de agujas de electricidad. Intentó detenerlas con su espada, pero su velocidad y potencia eran demasiado potentes. A la centésima de terminar el ataque, realicé de nuevo la operación mientras comenzaba a caminar, en un grito de furia que más parecía un rugido. Un rugido feroz y aterrador de un lobo lleno de un poder que deseaba desatar. De esta forma, una segunda lluvia de agujas de electricidad cayó sobre Sacatripa, que aunque intentó de nuevo evadirlas, le dieron sin remedio. Sin duda le había dañado, y aunque sus heridas no eran graves, sí parecían notables. Tras usar la segunda lluvia de agujas de electricidad, la nube desapareció, disipándose en la nada.

En el momento de terminar el ataque, yo me agaché al suelo rápidamente, y puse una mano en el suelo mientras realizaba un sello con la otra, concentrándome en el suelo. Fue en ese momento cuando oí un silbido que pasaba sobre mi cabeza, y acababa deteniéndose en la pared que se encontraba a mi espalda. Era Agonía, la espada de Sacatripa, que me había lanzado tras recibir los ataques. Si no me hubiera agachado tras realizar el ataque, no la habría visto venir siquiera, y seguramente me habría cortado el cuello. Había tenido suerte, una suerte increíble. Pero eso no me distrajo ni ralentizó en mis movimientos. Al momento del silbido, una cortina de polvo se creó alrededor de mi enemigo, mientras el escenario aún se terminaba de llenar de niebla. Este se encontraría en un cilindro que le superaba por un metro su altura, y tres metros en cualquier dirección a la que se dirigiera. Al haber caminado yo en mi segunda lluvia de agujas, había llegado a los dos árboles que poblaban el escenario. Estaban a quince metros de mi puerta, y entre ellos tenían ocho metros de distancia. En cuanto me levanté, lancé un kunai.

Tras lanzar el kunai, escuché las palabras de mi enemigo, que se dirigían a mí como una flecha envenenada, queriendo enfurecerme, incomodarme o simplemente despistarme. Además de llamarme escoria, me humillaba diciendo que no tenía honor. Tsk... Honor... El honor era el primero de mis principios. Pero estábamos en un combate de Coliseo, un combate entre gladiadores ninja. Y en un combate en el que yo tenía tal desventaja, no iba a darle encima facilidades. Una de mis reglas en el Coliseo era no decir una palabra, y no la dije en ese momento. Tanto por guardar mi identidad, como por caracterización de mi rol como gladiador, tanto por no descubrir mi posición en la niebla. Además, mi rival me amenazaba con demostrarme todo su poder. Eso era exactamente lo que deseaba. Sin nervio alguno, continué con mi estrategia, mientras él seguía despotricando, mostrando su escaso sentido de la estrategia. Al hablar, me estaba indicando su posición en la niebla. Según él, era un demonio, y me retaba a tener una calurosa velada en la que comeríamos juntos en el infierno. La verdad es que yo habría aceptado en otras condiciones, pero no en ese lugar.

Allí hace demasiado calor.

Cuando mi rival saliera de mi trampa de polvo, podría verme a un metro detrás de los árboles, entre ellos, en la misma posición que había adoptado para realizar el primer ataque. Esta vez, sin nube que lo realizase, no tenía sentido, pero esa pose guardaba aún muchas sorpresas. Inmóvil entre la niebla, esperaba su ataque, preparado para contraatacar. Además, Sacatripa podría ver el kunai acercarse velozmente a su posición, directo a donde estaba momentos antes. No había apuntado a ningún sitio en concreto, sólo su cuerpo. Seguramente Sacatripa había salido confiado de su habitáculo de piedra, creyendo poder vencer fácilmente a un hijo de la Tierra y la Luna. Pero un lobo nunca se mostraría débil ante nada ni nadie, y seguiría preparado ante cualquier problema. Y en esta ocasión, el lobo estaba disfrutando de un buen combate. Ahora le tocaba mover ficha al demonio... Hm. Sería gracioso ver a un terrorífico demonio, ser vencido y devorado por las fauces de un lobo sediento de sangre.

Y de momento, este lobo no iba mal encaminado.

Información de pj:

Acciones y jutsus:

Gastos y daños:

Al intentar parar el jutsus de mi contrincante me avía confiado mucho y no pude pararlo sentí como se iban clavando 1 por 1 cada zembo en mi cuerpo y sentía su descarga obre todo mi cuerpo mire con rabia a mi contrincante y di un paso hacia al ante pero me callo enzima otra lluvia de zembo de electricidad pura sentía como mis músculos se dormían un poco o se entumecían pero con rabia le tira la espada hacia el cuello cual esquivo con mucha suerte de repente el coliseo empieza a llenarse de niebla y de repente a mí al redero estalla una cortina de humo que me nubla la visión

Salgo de la cortina de humo y cuando salgo veo que me viene un kunay a mi pecho cual lo miro sin importancia dejándolo clavarse en mi pecho y sigo mi camino hacia mi contrincante pero a e unos 10 metros me paro y empiezo hacer sellos y digo

-Agonía-

Solo se oía eso en toda dirección del coliseo

Jutsus:

Gasto y Daño:

[Offrol: Una cosa, que es una tontería, pero como detalle: 1700 - 138 - 15 son 1547, no 1540. Te has quitado más vida de la debida.]

Notando cómo mi visión era anulada hasta dos metros más allá de mi posición, sentí cómo mi ya notable desventaja aumentaba ante aquél demonio loco. Desde donde estaba, había oído cómo el kunai lanzado había penetrado en la carne de un cuerpo, que no podía ser otro que el de mi rival. Sin duda, era un demonio, loco y sanguinario... Pero eso no me distraía lo más mínimo de mi estrategia. No me moví un milímetro. Mi campo de visión era prácticamente nulo, y dar palos de ciego no iba a mejorar la situación. Simplemente, me quedé en la pose que había adoptado, esperando el momento en el que mi enemigo se delatara. Poco después, escuché su voz. Pero al poner atención, intentando descubrir su posición, me di cuenta de que estaba por todos lados. Su voz era una y única, pero estaba proyectada desde diferentes lugares. Al no saber que estaba nombrando a su espada, no supe qué era lo que deseaba. Simplemente escuché el nombre de Agonía, sin saber cómo tomármelo. Pero era un detalle que no debía dejar pasar, estaba seguro. Con los ojos muy abiertos, mirando al infinito, esperé un mínimo ruido o un sonido de pisadas que me permitiera localizar a aquél demonio, un asesino que, al igual que el lobo al que había acorralado, estaba sediento de sangre.

No me movería, hasta detectar un movimiento por su parte. La luna me animaba a mantenerme firme, así que no iba a caer en la trampa de aquél cornudo.

Información de pj:

Acciones y jutsus:

Veía a mi contrincante que no movía ni un pelo mirando para el infinito de la niebla pero cuando quiso darse cuenta de algo estaba atrapado por unas cadenas de fuego que le iban quemando y dejándolo inmovilizado

Se oye una risa y de repente salgo de la niebla y le digo mirándolo fijamente a los ojos y le digo


-Es mi turno de devolverte todo los golpes que me has dado-

Mientras me dirigía a él corriendo se veía en mis manos cubierta totalmente por fuego

Jutsus:

Daño :

Stast:

Offrol hasta la línea:

Sadoru kimura escribió:Veía a mi contrincante que no movía ni un pelo mirando para el infinito de la niebla pero cuando quiso darse cuenta de algo estaba atrapado por unas cadenas de fuego que le iban quemando y dejándolo inmovilizado

Se oye una risa y de repente salgo de la niebla y le digo mirándolo fijamente a los ojos y le digo


-Es mi turno de devolverte todo los golpes que me has dado-

Mientras me dirigía a él corriendo se veía en mis manos cubierta totalmente por fuego

Jutsus:

Daño :

Stast:

En primer lugar, sales de la niebla mirándome a los ojos. Al hacer esto, me estás diciendo dos cosas: primero, que te veo, pues sales de la niebla. Estás, pues, a dos metros de mí. Lo segundo, es que me miras a los ojos: estás de frente. Estás frente a mí, mirándome a los ojos y a dos metros.
Después, me hablas. No tienes jutsus ocultos. No tienes acciones ocultas. No tienes nada. Es tu voz. Simplemente, quiero darlo a saber.
Por último, corres, a dos metros de mí. También quiero hacer notar esto.

Voy con el post.

---

Silencio. Un maldito silencio. Tras oír su voz en todas partes, silencio. No oía nada, no sentía nada, y no veía más allá de donde estaba. La tensión dominaba al público, que ni siquiera respiraba. Todo era silencio, tensión y tiempo, un tiempo que aunque era lento, parecía que corría al compás de los latidos del público, deseoso de saber el desenlace. Pero pronto el combate finalizaría, acabando con el terrible suspense en el que todo el mundo estaba sumido. Desde mi posición, mantenía la calma, aunque me costaba mantener una respiración calmada. De repente, cuatro cadenas surgieron del suelo, a una velocidad que no podría haber sido esquivada. Al instante, mi rival apareció, con las manos envueltas en un fuego más poderoso y llamativo que el fuego del mismo infierno. Sin duda, aquél ser era un demonio, no cabía duda. Mientras todo esto pasaba, Sacatripa mencionó mientras corría que le devolvería el daño causado.

¡Había hablado! Mi rival, esta vez sin jutsu de voz amplificada, había dirigido unas palabras hacia un lobo sediento de sangre, aumentando con ellas la furia y el poder que dormían plácidamente en su mente. No había pensado en por qué me había mantenido así. Por qué no me había movido. No había pensado en la razón por la que estaba en ese lugar, precisamente ese lugar... Había venido de frente y sin tapaderas, como un verdadero demonio, poderoso y temerario.

El problema... Es que no era un demonio. Era un ninja.

Todo pasó muy rápido: A mitad de la frase, desaparecí ante sus ojos. Mi figura sería sustituida por una capa plateada, que ardía en llamas por las cadenas infernales que había invocado el mismo demonio. Sin darle tiempo a pensar, el mundo de Sacatripa de repente se movería en vertical, como si girase a gran velocidad y de forma brusca, buscando estamparle contra el suelo. Al venir corriendo fijándose en mí, no había pensado que había una razón por la que mi figura estaba tan cerca de los árboles. Entre estos, había cuatro hilos ninja, con los que Sacatripa había tropezado, cayendo al suelo, de tal forma que el propio fuego de las cadenas haría que sintiera en su propio cuerpo el doloroso calor de las llamas. Y no habría tocado el arenoso suelo, cuando aparecería en su espalda, salido de la nada, con dos kunais en cada mano. Al llegar su cuerpo al suelo, este quedaría inerte, con los dos kunais de mis manos clavados profundamente, uno en su cabeza, y otro en pleno corazón, dejándole así sin vida.

Explicaré lo que pasó con más detalle. Poco antes de la aparición de la niebla, cegué a mi oponente con la técnica del polvo. En ese momento, dejé mi capa caer al suelo, cortándola con el kunai que sería lanzado, y con rapidez coloqué los hilos entre los árboles a la altura de sus piernas, para hacerle caer. Al tener cuarenta metros de hilo, me daba para crear una red de cuatro hilos. Mientras, realizaba el henge para transformar mi capa plateada en un clon exactamente igual que yo. Tras eso, me había ocultado en el tronco del árbol de mi derecha, utilizando la capa de invisibilidad, y había esperado su movimiento con los kunais en las mangas. En cuanto mi enemigo habló para amenazarme con devolverme los golpes que había recibido por mi culpa, lo situé a cuatro metros de mí, dado que entre los árboles había ocho metros y mi clon se encontraba en el medio. Desde donde estaba, realicé los sellos que necesitaba para la Danza de las sombras, algo que él no notaría dado que estaría cayendo al suelo, y desorientado por haber realizado la jugarreta de la capa. Al instante, aparecí a su espalda, casi horizontal, sacando los kunais de mis mangas y penetrando su cabeza y su corazón con un fuerte rugido, cayendo sobre él al suelo, y notando cómo las llamas pronto comenzarían a quemar su cuerpo.

De esta forma, quedaría completamente ileso, y sin rasguños, sería el vencedor del combate.

Información de pj:

Acciones y jutsus:

Gastos y daños:

[Offrol: Te explico: no sé si tienes el sharingan o el byakugan, pero al menos no lo tienes activado. No superas con tu int (400) mi cck (430). Y me superas en vel, por lo que podrías notar lo último, pero estás desprevenido. De esta forma, no tienes forma alguna de evitar la derrota, dado que efectúo mi ataque con los kunais justo después de volver a estar tú desprevenido. Si esta es tu derrota, no subas el tema a revisión, porque quiero hacer una despedida digna tras vencerte.]

Estaba corriendo hacia mi enemigo con mis manos envueltas en fuego a carbonizar a mi victima sentía como las llamas iban absorbiendo el oxigeno a su alrededor pero de repente veo que mi adversario desaparece quemándose una capa pero cuando me doy cuenta es demasiado tarde porque algo me para las piernas de golpe tirándome al suelo de cara contra el fuego pero en mi cara se dibujo una sonrisa
Mientras caía hacia el suelo hago un pequeño esfuerzo con mi hombro derecho cayendo de espalda hacia las llamas donde me cubrían completamente dejándome ver fuego solamente que parecía que estaba en el infierno

De repente siento como aparece mi enemigo detrás mía y me va a clavar el kunay en el pecho y en la cabeza dejando ver su apreciado cuello para agacharse a clavarse el kunay mientras me iba a clavar el kunay mi brazo derecho fue a gran velocidad hacia su cuello sin que él se lo esperara porque pensaría que sus kunay me matarían pero no contaba con mi jutsus lo cual no podía esquivar mi brazo por 3 sencillas razones

1 No savia como avía caído boca arriba

2 No conto con mi jutsus y

3 Que pensó que sus kunay me matarían

Hacía que me levante del suelo en medio de todas las llamas levantándolo en peso con mi brazos derecho como si fuera una trinca que no lo dejaba respirar los cual lo miro y le digo

-As caído en mi trampa desde que vi que no te querías acercar supe que serias malo cuerpo a cuerpo así que se podría decir que me utilice de cebo-


Nada mas decir eso le suelto una piña en toda la cara con mi brazo izquierdo partiéndole la nariz y dejándolo medio atontado con la misma levanto el brazo con la mano abierta como si fuera un cuchillo y le doy en el hombro del brazo derecho casi parteándole el hombro de golpe y nada más darle lo pego a mi pecho cogiendo la cabeza con ambas manos y partiéndole el cuello

Jutsus:

Gasto Y Daño:

Al momento de aparecer en su espalda, o eso creía yo, un brazo largo y musculoso se lanzó sobre mi cuello, buscando alzarme en el aire. Al no haber previsto el movimiento de mi oponente por estar en la niebla sin poder verle, me sorprendió el hecho de encontrármelo boca arriba, y no pude sino fallar el plan que había previsto. En cuanto su brazo me alzó en el aire, noté cómo mi garganta era obstruida y el aire no podía pasar por ella. Dada su altura, aún estando él tumbado, con el brazo estirado sujetando mi cuello, mis pies no tocaban el suelo. Al momento se levantó, con mi cuello aún apresado, y me sostuvo en el aire mientras abría la boca para decir algo.

Por lo visto, antes de llevarse el botín de la victoria, quería dedicarme unas palabras... Y un tiempo que aprovecharía sin dudar un sólo segundo. Mientras él soltaba las primeras letras, me concentré en mi puño, que al instante recibió las órdenes que en mi cabeza se estaban formando. Una lástima que mi oponente no fuera más precavido. Aún estaba hablando, cuando le corté el discursito de un perfecto gancho con la diestra, directo a la barbilla. Esto haría que se mordiera la lengua, pues el puñetazo fue en el instante en el que pronunciaba la "d" de "caído". No le había dejado terminar ni la segunda palabra.

Por si fuera poco el dolor que sentiría al morderse la lengua, podría notar que su cuerpo se había quedado totalmente paralizado tras ese puñetazo. Dado que al estar paralizado sería incapaz de moverse o actuar físicamente, su mano se aflojó en el mismo momento del puñetazo. Mientras que subía el puño para el gancho, sabiendo ya el efecto que me favorecería, había elevado el otro con la palma abierta, y al momento de quedar paralizado, empujé con mi mano su muñeca hacia arriba. Sin poder evitarlo, los paralizados dedos cedieron y se elevaron hacia el cielo mientras que mi cuerpo volvía a tocar el suelo. Sabía que al tener mayor experiencia en combate, no tardaría en desprenderse de la parálisis, por lo que en cuanto mis pies tocaron suelo, salté hacia atrás mientras realizaba un sello con ambas manos. Aún en el aire, invoqué el nombre de un jutsu que me salvaría de su posible furia:

- Doton: ¡¡Uitempen!!

En cuanto tocase el suelo, a dos metros de Sacatripa, el segundo y medio habría pasado, volviendo este a recuperar la movilidad de su cuerpo. Pero no había tocado el suelo aún, cuando el efecto del jutsu se realizó ante nuestros ojos.

El Uitempen, o la "rueda de la fortuna", es la manifestación más compleja de la técnica Doton, que permite al Ninja transformar al terreno a su antojo, generando cualquier forma rocosa que su mente sea capaz de concebir: espinas, rocas, cuevas, túneles… Y eso fue lo que pasó. Al instante de realizar el sello, entre Sacatripa y yo se creó una pared de piedra de metro y medio de grosor, a un metro de Sacatripa. (Pues la largura de su brazo medía más de medio metro, y al saltar dos metros estaría más o menos a dos metros y medio de donde estaba.) El muro, pues, estaría frente a mí, y a más de un metro de Sacatripa. La altura del muro era de veinte metros, y la anchura de otros veinte, formando un cuadrado perfecto. Además de esto, rápidamente irían surgiendo varias paredes de roca igual de altas, y que pegadas al muro cuadrado que había formado en primer lugar, crearían un laberinto que ocuparía todo el campo de batalla.

De esta forma, nada más separarme de mi rival, este perdió el contacto visual conmigo. Obviamente, no había utilizado una técnica de rango S de Doton, sino el Falso paisaje, que me permitía crear ese escenario. Aún así, le hice creer a mi oponente aquello, para despistar sus sentidos. Por lo que había visto de él, aparentaba una gran resistencia física, pero su fuerza no era excesiva. De hecho, al cogerme, parecía estar costándole mantenerme en el aire. Por ello supe que no podría romper las rocas que había creado, y tendría que andar por el laberinto. Además, al estar en el genjutsu, su mente le haría creer que la piedra era tan dura como aparentaba. De esta forma, si recorría el laberinto, podría encontrarme tarde o temprano. Ahora el demonio no se había convertido sino en un conejo, que debía ser cazado por un lobo hambriento.

Información de pj:

Acciones y jutsus:

Gastos y daños:

Justo cuando le iba hablar a mi contrincante siento como algo me da en la barbilla sin sentirlo pero al ser golpeado note como todo mi cuerpo se paralizaba aflojando la presa que estaba haciendo con mi mano viendo como nada más darme con su gancho elevaba a gran velocidad la palma de su mano golpeando mi brazo elevándolo hacia arriba y soltando mi presa al verla caer digo

-Mierda porque hablare tanto-

Nada más tocar el suelo mi contrincante salta hacia atrás haciendo una combinación de sellos nada más terminar la combinación de sello se me avía quitado la parálisis y lanzo mi brazo derecho hacia halante pero en ese mismo momento se eleva parando mi brazo de repente me invade la ira y la rabia empiezo a meter puñetazo como loco al muro mientras gritaba

-Estoy artosssss de tu juegosssss cuando te encuentres te descuartizares y me comeré tus tripas mientras estas agonizando viendo como me las cómo-

Paro de pegar las piñas y meto un rugido hacia el cielo como de un demonio invadido por la ira me doy la vuelta y grito

-Agoniaaaa ayúdame a desmembrar a nuestro enemigo-

Voy caminando por el laberinto girando y girando sin encontrar ninguna salida me paró en seco y grito

-Da la cara cobarde-

Stast:

Jutsus:

Nada más crear el laberinto, me oculté entre las rocas que vería Sacatripa. El intenso combate, centrado en la estrategia, se había convertido en una guerra de desgaste. Ahora, mi objetivo era provocar al enemigo, y aguantar lo que fuera suficiente para pillarle por sorpresa. Tras la falsa roca, vi a Sacatripa golpear con fiereza lo que él creía que era un material sólido, pero sólo era aire. Tras escuchar cómo sus desesperadas palabras me llamaban a una condena a muerte, abrí los ojos detrás de mi máscara. Viendo cómo gritaba, me alejé unos pasos de él, aunque sabía que no seguiría hacia mí. Estaba en mi genjutsu y ya no me veía. Aún así, sus palabras y su voz hicieron que mi cuerpo temblase por un instante. Tener tan cerca a un ser que despedía tanta fuerza, era como estar mirando a la muerte a los ojos, y por ello los cerré un momento, para recobrar la calma.

Porque ahora, la muerte estaba encerrada en mi laberinto. Tenía a Sacatripa acorralado, y podía manejarlo como quisiera. Al momento gritó el nombre de su espada: Agonía... Según los últimos movimientos, la espada debería estar clavada en la pared, a causa de habérmela lanzado momentos antes. Sin embargo, si Sacatripa conseguía llegar hasta la pared donde estaba el boquete creado por la espada, sólo vería el profundo agujero. La espada Agonía había desaparecido. Mientras caminaba, me gritaba, invitándome a dar la cara... Pero estaba loco si pensaba que lo iba a hacer. Si me acercaba a esa máquina de matar, estaría condenado para siempre.

De esta forma, yo seguí oculto, mientras el demonio caminaba sin rumbo por el laberinto.

Información de pj:

Acciones y jutsus:

Estaba enfurecido caminando hacia al ante y hacia atrás en este patético laberinto que me donde me avía encerrado mi contrincante pensando como salir del el empiezo a gritar y gritar furiosos metra corría por el laberinto hasta que paró en seco y veo una flor en particular(kiru save cual es Xdd)
Así que me paro y la miro agachándome y tocándola nada más tocarla toda mi ira y rabia desapareció cogiéndola y mirándola me quede durante un par de segundo observándola cuando de repente la cojo y la pongo en el suelo abriéndole un agujero y volviendo a plantarla

Al estar tranquilo ahora puedo pensar cómo salir de aquí aunque notaba como iba desapareciendo gran parte de mi cck al estar en el laberinto de mi contrincante podría verme o sentir lo que hiciera en este lo cual estaba en su territorio hace que fui hacia la primer pared que me paro cuando se escapo de mi avía memorizado el camino cuando llegue me quede mirando la pared sabiendo que el campo de batalla estaba por ahí pero tenia que atravesar el muro de piedra solida que levanto mi enemigo así que cojo una bomba de humo tapando todas mis hacines nada más hacer mis haciones a los 3 segundo se desvanece y me pego a la pared y miro hacia el cielo y grito

-Kirigakure nunca se riendeeeeee-

Nada mas decir eso mi cuerpo estalla por completo haciendo una gran explosión la cual solo se ve una gran cortina de humo y yo en medio sin ningún daño

Aciones:

Stats:

Tras crear el muro de piedra primero, me había visto en mis anchas. Podía ir a donde quisiera, pues mi enemigo no podía verme siempre que no pasara cerca de él. Aunque debía tener cuidado, pues sus golpes y jutsus podían actuar en la realidad, pese a estar él en un genjutsu. El caso es que en ese tiempo, me las había arreglado para alejarme de él, y en esos momentos me encontraba en la puerta de mi oponente, esperando a que el jutsu perdiera efecto y contraatacar. Desde donde estaba podía ver los movimientos de mi rival, que andaba hecho una furia. Pero de repente, una flor pareció cautivar su esencia y su mirada, agachándose el mismo a recogerla. Tras ver la flor, su ira y su furia habían desaparecido. El demonio había desaparecido, y ante mis ojos había un ninja que aparentaba sabiduría y calma.

Lo que hizo que me asustase más de lo que ya estaba.

Desde donde estaba, vi cómo el sabio shinobi rehacía sus pasos, volviendo al muro inicial que había creado. Este se encontraba a dos metros de los árboles y a diecisiete de mi puerta, ergo me encontraba a más de ochenta metros de donde ahora estaba el shinobi que parecía seguro de sí mismo. Al hacer estallar una bomba de humo, no logré ver sus acciones. Sólo lo vi de espaldas a mí, como apoyado en mi muro, y mirando al cielo.

Su voz heló mi sangre, y parecía que no podía respirar al oírle.

Al momento, estalló en pedazos, creando una explosión masiva, que vi acercarse a mí. Sin embargo, esta se disipó a los cincuenta metros de donde me encontraba, sin causarme daño alguno. Aún así, yo me encontraba con la respiración agitada y el pulso a mil por hora. Cuando todo terminó, vi a mi adversario en el suelo, y con más miedo que seguridad, me acerqué lentamente a él. Estaba inconsciente... Seguramente, el gasto de chakra había terminado con sus fuerzas. Y por primera vez en el Coliseo, me agaché a su lado, y hablé en voz alta sin escrúpulos, mirando a sus ojos.

- Sacatripa... El gran demonio que utiliza la niebla... Gran rival e infinitamente temido... Jamás, en mi vida como shinobi, olvidaré esta batalla, ni tu existencia... Jamás...

Mientras decía esto, los ninja médicos entraron al Coliseo, llevándose después a mi rival. Una batalla épica cambiaría mi vida sobremanera, y nunca me olvidaría de esos gritos, de esa tensión...

Hasta que volviésemos a encontrarnos.

Revisado.
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