Okami Tamashi vs Dannia

Información del combate:

Comenzaba un nuevo y divertido día en mi camino hacia el País de la Tierra. Llevaba un buen tiempo caminando, y lo hacía de noche, pues la oscuridad y el frescor disminuían la pesadez del camino. Con mi calabaza de arena a la espalda y mis ropas cubiertas con una túnica de color amarillento suave, me dirigía hacia el Coliseo, donde había celebrado tan sólo un combate, y había salido victorioso del mismo. Pese a que en un principio había resultado muy reñido, y que la confianza casi me cuesta la victoria, finalmente me hice con mi contrincante y le vencí. Estaba orgulloso de que mi primer combate acabase en triunfo, y más tarde mis amigos me habían felicitado en la aldea de Suna. Sólo cuatro sabían quién se ocultaba en las botas y la máscara blanca...

Pero en esa ocasión no estarían mis amigos animándome. Había decidido encaminarme sólo hacia el Coliseo. A la luz de la mañana, mi metro con setenta y cinco centímetros dejaba una larga sombra en dirección contraria al sol. Bajo la túnica se notaba que poseía un cuerpo fuerte, pero no excesivamente musculado, y mi pálido tono de piel reflejaba los rayos del sol que poco a poco llegaban hasta mí. Mi pelo corto era absolutamente blanco, puro y metalizado, que al ser natural poseía una extraña atracción. Mis ojos variaban de color según la luz que recibían, por lo que antes de que saliera el sol, se mostraban con un verde oscuro y potente, y al salir el sol cambiaron lenta y progresivamente a un azul claro pero profundo. Mi nariz era fina y recta, y los labios suaves y ligeramente notables, de un color más claro de lo normal. Bajo la túnica, vestía una camiseta roja de manga corta, con un chaleco de tela y unos vaqueros azules. Y en mi oreja izquierda, tres pendientes de plata brillaban con intensidad, recibiendo la luz del sol de lleno. El motivo por el que iba solo, era que quería entrenar alguna técnica para el combate. No sabía nada de Dannia, mi contrincante en esa ocasión, y quería prepararme como fuera. Por ello, mientras fuera al Coliseo, entrenaría una técnica de naturaleza doton, pero sin dejar de caminar.

De esta forma, amaneció en el último día de trayecto. Al salir el sol, lo saludé con una sonrisa, y de mi calabaza de arena saqué un par de manzanas y un par de bolas de arroz en una cajita de metal, que había portado todo el tiempo dentro de mi arena. Me encanta el arroz por la mañana... Aunque se había colado algo de arena y estaba ligeramente crujiente, pero estaba bueno. (¿Había creado una nueva receta? 8D) Tras desayunar, con un buen trago de zumo de piña, me preparé para entrenar el Dochu Eigyo, el jutsu del Pez Subterráneo. Simplemente, debía sincronizar mi chakra con la naturaleza del suelo, y así introducirme en él, de tal forma que mi cuerpo formase parte de la tierra misma.

"Algo relativamente sencillo... Beh, ¡¡esto me lo curro yo en un par de horas!!"

Pensé.
Para empezar, debía concentrarme en mis pies, e infundir chakra de abajo a arriba, para hundirme progresivamente. Así pues, con tranquilidad, seguí andando manteniendo mi paso calmado y sin prisa, y a la vez sincronizando mi chakra. Debía sentirme uno con la tierra, hacer que mi esencia del chakra doton sintetizase mi cuerpo con el de la misma tierra, e introducirme en ella cual gusano en primavera.

De esta forma, hora tras hora, me concentré en ir avanzando y a la vez introducirme en la tierra. Y lo del "relativamente sencillo" desapareció de mi mente. Hacer algo así era muy complicado al principio, y más si lo hacía en movimiento a la vez que mantenía la concentración. Pero poco a poco, lo fui consiguiendo. Al principio, sólo mis pies conseguían atravesar la tierra, y apenas unos centímetros. Después, el pie entero. Varios minutos después, conseguí llegar hasta las rodillas. El chakra me fue cubriendo el cuerpo poco a poco, manteniéndome yo concentrado. La verdad es que era incómodo de narices, porque andar de esa forma era como si me hubieran amputado media pierna y tuviera que andar con muñones por la superficie. Al no controlar el jutsu, no controlaba mis pasos bajo tierra... Pero eso no fue lo peor. Llegó un momento en el que tuve que detenerme varios minutos. Había llegado... A... La entrepierna.

Al ir descendiendo poco a poco, no me había fijado en el avance de la inmersión en la tierra, hasta que de repente, me di un fuerte golpe con una rama o una raíz justo en las partes más honorables, sagradas y frágiles que un hombre pueda tener en el cuerpo. Rápidamente el dolor se me subió a la garganta, y me flexioné sobre mí mismo con los ojos muy abiertos, perdiendo la concentración y quedándome atrapado en la tierra mientras con una risa ridícula me descojonaba por lo que había pasado, y por otra parte me descojonaba literalmente. Debido a ese pequeño percance momentáneo, me quedé estancado en el sitio un buen rato. No me moví de allí hasta conseguir dominar el jutsu... Por lo que en realidad no me vino tan mal.

Tras el momento de dolor, respiré profundamente, y después de recuperarme, volví a la tarea. Conseguí la concentración de nuevo, y volví a tener control sobre mis piernas bajo tierra. Me erguí pacientemente, y repiré relajado, para volver a crear la capa de chakra que me cubriría completamente. Así, poco a poco, me fui hundiendo en la tierra, lentamente, muy lentamente, con los ojos cerrados para facilitar mi concentración. Hasta que noté cómo la luz del exterior ya no llegaba a mis párpados. Me había hundido ya hasta los ojos, y sólo quedaba mi frente y mi pelo. Pero poco antes de conseguir meterme en la tierra completamente, noté unas pisadas en la tierra, y que algo tiraba de mí hacia el exterior, pero no fuertemente. Salí por ello al exterior, para ver qué narices pasaba. Era una cabra cualquiera, que libre en el campo, había confundido mi pelo con una extraña planta, y quería pastar para probarla. Menudo susto se dio la pobre al ver que era un humano el que salía de la tierra y no unas sabrosas raíces.

Así que tras salir a la superficie y alejar a la cabra, me introduje de nuevo en la tierra y con más rapidez, para después de estar un par de horas metido en la tierra cual hortaliza, salir e irme corriendo al Coliseo, pues temía llegar tarde por el gasto de tiempo que había tenido que utilizar.

Pero no era ese el caso. Al llegar era ya de noche, y a esa hora debía ser mi combate. Había llegado de milagro... La gente estaba terminando de hacer sus apuestas, y las puertas de los gladiadores aún estaban abiertas. Con una sonrisa en la cara, me dirigí hacia la misma, y rápidamente fiché como Okami Tamashi. En ese momento fue cuando vi la foto de Dannia, la gladiadora contra la que lucharía y una bella mujer. Pero no me quedé mucho tiempo a contemplarla. Me metí corriendo en los vestuarios, y di con mi taquilla al instante. En ella guardé mis ropas, totalmente cuidadas por la amarillenta túnica, que para entonces ya era marrón. Me puse mi chaleco, mis botas y mi careta, y allá que fui. Directo a la sala de espera, que nos mantenía protegidos tras sus puertas. Al llegar noté que estas eran negras y opacas, al menos la mía por el momento. Cuando se abrió, salí de la sala de piedra con una sonrisa de confianza. Lo daría todo en el combate, no importaba cómo.

A la luz de los focos, mi máscara brillaba con un toque de confianza. La máscara que llevaba cubría mis ojos y nariz, dejando ver la boca claramente, con unos labios suaves y ligeramente notables, de un color más claro de lo normal. La máscara era recta, creando una perfecta línea horizontal de lóbulo a lóbulo de las orejas, y subía hasta llegar a la frente para taparla completamente. Era de color plateado, y en la zona de los ojos tenía sendas elipses acabadas en punta, que no eran huecas, sino que estaban cubiertas por una blanca membrana de tela que impedía ver mis ojos. Utilizaba una peluca de una melena larga, de color grisáceo. Vestía una camiseta de color negro con tribales de color rojo sangre, y un chaleco vaquero, siempre abierto. Unos pantalones pitillos de color azul oscuro, y unas botas de vaquero rojas, con las espuelas en los talones.

Nada más salir de la sala, se me ocurrió una estrategia. La puerta de mi contrincante aún estaba cerrada, y como la mía, era opaca... Así que podría usar el factor sorpresa a mi favor. Respirando profundamente, utilicé la técnica que momentos antes había practicado, no sin antes realizar un sello, y dejar en mi lugar a un bunshin clavadito a mí. Cuando mi contrincante, Dannia, saliera de su habitáculo, no notaría nada extraño, pues mi clon sería lo primero que vería, haciéndole una reverencia a modo de saludo, mientras que yo estaría oculto bajo la tierra. Después del saludo, el clon saldría corriendo hacia ella, y con el brazo derecho apuntando a su posición. De esta forma, a diez metros de mi clon se formarían dos shuriken de arena con la propia arena de la Arena, perfectamente estilizados y afilados en las puntas, y se lanzarían a por Dannia sin demora.

Tras ese movimiento, las cartas estaban echadas...

Información de pj:

Acciones y jutsus:

gastos y daños:

técnica aprendida:

Había llegado media hora antes al combate y estaba nerviosa, era la primera vez que me retaban y no sabía si podría ganar o incluso si podría reaccionar adecuadamente cuando las puertas se abrieran y quedásemos los dos solos en la arena, intenté tranquilizarme antes de que empezara todo y di una vuelta pequeña antes de colocarme en mi sitio. Veinte minutos después entre en la arena y me quedé esperando a que mi contrincante apareciera mientras apretaba la bolsa de arcilla que llevaba siempre conmigo

Las puertas se abrieron y vi como acababa de sumergirse en la tierra, dejando nada en su lugar. Me quedé un momento parada sin saber que hacer un poco decepcionada cuando de la nada mágicamente aparecieron dos armas que de repente se lanzaron hacia a mi, salí corriendo hacia el frente y en el ultimo momento cambié totalmente mi rumbo y corrí hacia la izquierda a uno de los árboles ganando un poco de tiempo mientras hacía a las armas cambiar de dirección, rápidamente me concentre en mis manos y las junté haciendo un sello. Acto seguido estaba escondida desde un sitio donde el no pudiera verme gracias al Kawarimi no jutsu y en mi lugar apareció una rama de uno de los arboles que había en la arena interceptando los shurikken por mi. Mientras contemplaba la escena desde donde nadie podía verme, ya escondida, metí las manos en la mochila mientras notaba como me tranquilizaba completamente con la palma abierta para que la boca que tenia en ella comiera a gusto y diera forma a la arcilla para mis próximos jutsus.

Información del personaje:

Técnicas Utilizadas:

Gastos y Daños:

[Offrol: A ver, te explico: No se pueden hacer jutsus antes de salir a la arena, es decir, tampoco en la sala de espera. En todo caso lo que puedes hacer es poner una accion oculta como que has tocado la arena y has vuelto a meterte en la sala, y hacer el jutsu... Por otro lado, yo ya he dicho que tu puerta se abre despues de meterme yo bajo tierra y dejar ahí el clon. No puedes decir tú que me ves cuando yo ya he dicho que lo he hecho cuando no me veías. Y lo de la copia tuya, si mencionas que es una copia, tienes que poner en jutsus que has realizado la técnica. Por otra parte, te informo: cuando haces un bunshin, este clon tiene ya las órdenes que le hayas mandado, no puedes crearlo y después ordenarle nada. Como lo de correr evitando el ataque, porque eso sería interactuar con el medio, y no lo pueden hacer. Tiene que estar marcado ya lo que van a hacer. Todo viene explicado aquí http://www.narutomundo.com/t482-bunshins-clones Edita el post para que todo esté correcto y avísame cuando esté.]

Tras impactar los shuriken en las puertas por las que había salido ella, yo salí de la tierra, justo al lado de mi puerta. Ahora había un tronco en la arena, y mi oponente había desaparecido. ¿Qué había pasado? Ni idea... El caso es que me quedé en la arena, esperando a que apareciera, porque no me iba a mover hasta que lo hiciera. Tranquilamente, me apoyé al lado de mi puerta, en el muro de piedra. Nuestras salas de espera estaban ya cerradas, y no podríamos entrar de nuevo. Con tranquilidad, miré hacia el campo de nuevo. Lo único que veía eran los dos árboles... Así que, o estaba cerca de ellos, hengeada, o detrás de ellos. O si no, hengeada en muro... El caso era que no me iba a mover a menos que apareciese.

información de pj:

acciones y jutsus:

Podía verle desde mi escondite esperando en la puerta, no sabía si era un clon o no así que cuando no estaba mirando, para cerciorarme de si lo era o no sin descubrir mi paradero,metí la parma de mi mano abierta en la mochila de arcilla y mi boca derecha empezó a comer de ella moldeando un pájaro del tamaño de un Colibrí Zunzucito, era muy pequeño pero igualmente tenía tanta arcilla tan concentrada que la explosión sería igualmente enorme, lo solté y lo deje volar evitando ser vista por el chico, cuando estaba cerca de él se lanzó a tal velocidad que casi pasó desapercibido hasta para mí, hice un sello y el pájaro explotó casi encima de él levantando una nube de polvo tan grande que casi que tuve que aguantar las ganas de toser . Eso me dio ventaja para esconderme aun más de lo que ya estaba sin hacer ningún ruido para que no se me viera desde ninguna otro sitio de la arena, tras ello me quedé esperando a su próximo movimiento mientras seguía moldeando arcilla y estar preparada.

Acciones:

gasto y daño:

[Offrol: "cuando no estaba mirando" En ningún momento he dicho que dejase de mirar. Siempre he mirado al campo. "envié una serpiente de arcilla al muchacho que había en la puerta mientras está se desviaba del camino evitando su mirada" Si mandas la serpiente, y la mandas desde donde estás, ya que miro al campo descubro donde estás. Por otro lado, no entiendo eso de que se aparta del camino. Venga por donde venga la voy a ver, ya que estoy con la espalda en la pared y el campo de batalla es redondo. Dime por chat dónde estás y edito para responderte.]

[Offrol: De nuevo, dices que no miro. Reitero que en ningún momento he dicho que apartara la vista. Tu cck es igual al mío, 50, y tu vel es inferior a la mía en 10 puntos. Es imposible que el bicho vaya a una velocidad vertiginosa. Y te voy a situar a setenta metros de mí, es decir, que habrás recorrido en un turno 20 metros más los 10 del kawarimi, que lo veo justo para el tiempo que tardaría en salir de la tierra, y para ser un solo turno. Por otro lado no dices por dónde viene el pájaro, así que lo tomo como que viene directamente hacia mí, pongamos a 2-3 metros sobre el suelo, ya que ha salido de la copa del árbol, y no creo que sea más baja.]

Me encontraba al lado de mi puerta. Miraba el campo en el que estaba, sin perderme un sólo detalle... Debía averiguar dónde se encontraba mi oponente, y rápido. A unos setenta metros de mí, se encontraba uno de los árboles del campo, a mi derecha y ligeramente centrado... Y a mi izquierda, a unos treinta, el otro árbol, ambién algo centrado, pero ambos bien separados. Y podía estar en cualquiera de esos dos árboles, o hengeada en el muro, esperando a que me acercase... Sin dejar de mirar al frente, esperando el más mínimo movimiento, noté que algo se había movido a mi derecha... Aunque no estaba muy seguro. Pero al momento logré divisar una especie de pelota blanca que se dirigía a mí en línea recta. Sinceramente, no tenía ni idea de lo que era... Pero en una ocasión, Blue Paper Moon, el niño gladiador, me había mandado una mariposa de papel que había explotado, así que preferí no descubrir qué era. Cuando se encontró a cinco metros de mí, le lancé un kunai, pues a esa distancia no fallaría, y así la criatura caería muerta al suelo. Pero no fue eso lo que pasó. A dos metros y medio sobre el suelo, y a cinco de mí, el bicho explotó en el aire... Debido a su altura, apenas provocó algo de polvo, pero el susto me lo dió.

Aunque debía agradecer a mi oponente el detalle. Al menos ahora sabía que se encontraba en la parte de mi derecha del escenario, es decir, su izquierda, pues si el pájaro hubiese dado un rodeo se habría notado con mejor claridad. Así pues, me centré en la región del campo que tenía entre mis 11 y mis 4 en punto. Así pues, tras la explosión, di un par de zancadas, recorriendo los cinco metros que me separaban del kunai en el suelo, sin dejar de mirar a esa zona. No quería perder detalle alguno, así que sin apartar mi vista, tanteé con el pie el suelo, y cuando encontré el kunai, me agaché, y seguí mi pierna con la mano para cogerlo de nuevo. Después me erguí y caminé de nuevo hacia atrás, apoyándome contra la pared de nuevo, y sin perder un detalle de lo que pasaba en esa zona en ningún momento.

información de pj:

Acciones y jutsus:

Se estaba acercando a mi por lo que no me quedaba mucho tiempo para reaccionar, seguro que ya sabía donde estaba o se hacia una idea. No valía la pena seguir escondida así que me puse manos a la obra y creé un animal que apoyé en la rama del árbol, lo tiraría y me alejaría después corriendo. Cuando recogió el kunai y empezó a observar decidí ponerme manos a la obra, hice que el animal saliera volando contra él y cuando estaba a menos de un metro lo hice explotar, salí corriendo e intenté alejarme de el lo máximo posible.

ACCIONES:

GASTOS Y DAÑOS:

Sin embargo, esa maniobra no fue provechosa. Al igual que la vez anterior, lancé el kunai cuando el bicho estaba a cinco metros, y este estalló de nuevo, como su compañero segundos antes. Tras la explosión, vi a la chica aparecer desde el árbol, y suspiré. ¿No iba a dar la cara en todo el combate? Qué aburrida... De nuevo, me acerqué a por el kunai sin perder de vista el escenario, y lo recogí imitando la maniobra anterior, sin perder de vista a la chica, ni al árbol. ¿Quién me aseguraba que la persona que yo veía era un bunshin, y que la real estaba en el árbol aún? Así que, tras suspirar de nuevo, me volví hacia atrás, temiendo una nueva apariciónde algún bichejo...

Pero al momento, decidí mi estrategia. Con rapidez, la tierra me volvió a tragar, y desaparecí del campo. Estaba comenzando a cansarme de su actitud cobarde, y no me apetecía seguir con el combate de esa forma y eternamente.

información de pj:

acciones y jutsus:

gastos y daños:

Paré de correr y me dio tiempo a mirar a atrás para ver justo como mi contrincante se metía debajo de la tierra, otra vez volvía a esconderse... como no sabía que hacer me quedé quieta esperando a ver que hacía, estaba segura de que tenía algo planeado y no quería que me pillara desprevenida. Apreté las manos mientras andaba hacia el muro y me apoyaba en el de cara a la arena, desde allí podría ver todo por si salía de la arena e intentaba atacarme por sorpresa, relajé las manos y me preparé para esquivar o devolver cualquier golpe.

Acciones:

Pero nada más apoyarse en la pared, Dannia recibió de lleno el impacto de la arena. Desde el suelo, la propia arena del estadio de la Arena Clásica se elevó rápidamente hacia ella, golpeándola por ambos lados, derecho e izquierdo. La arena la golpeó sin que ella pudiera evitarlo, pues salía directamente del suelo, y a medio metro de ella. Yo, a once metros de donde se encontraba, bajo tierra, sonreí. Podía saber su localización exacta gracias a mi Daisan no Me, el Tercer Ojo, que momentos antes había liberado, y ahora me permitía observar el campo completamente. Si todo iba bien, la chica caería con ese golpe, pues la potencia de la arena no disminuía a pesar de encontrarme a tanta distancia. Tanto huir, tanto esconderse, para nada... Desde luego, no había sido un combate muy movido, ni muy divertido.

información de pj:

acciones y jutsus:

gastos y daños:

[Offrol: Reglas de combate: Pasadas 48 horas sin postear el oponente, se podrá saltar su turno y realizar más acciones y movimientos. Si el personaje estaba siendo atacado recibirá el golpe, si era un golpe mortal, morirá.
Lo subo a revisión]

Revisado.
Kazuma: + 300 Ryos. + 55 Exp. + 4 Pr.
Katniss: + 35 Exp. + 2 Pr.