El garrapata vs Dannia

Como siempre el presentador del coliseo tan exagerado y gracioso, pero también como siempre, aunque tapado con el humor, decía la verdad, hoy me tocaba librar un combate contra Dannia, una ninja contra la que ya había luchado antes, solo que el combate no había resultado muy largo, a penas duro diez segundos, para que engañarnos, duró bastante menos, pero no pasaba nada, pues hoy luchaba en otro tipo de arena y quizás aquí ella tuviera mas ventaja, o eso esperaba, quien sabe quizás me sorprendía y me vencía, todo en el mundo ninja es posible. Como siempre me puse mi chaqueta negra de cuero de estilo heavy y me pinté la cara de calavera mexicana con decoraciones en los parpados y en las fosas de color rojo esta vez, pues no me gustaba repetir el color de un combate para otro, tras vestirme camuflé bien mi tinaja, para que no la reconociera nadie y entonces salí por el sucio y oscuro pasillo hacia la arena, podía ver como el campo se iba haciendo más visible y como la luz me permitía verlo a medida me acercaba a la salida del pasillo que me separaba del ring.

Mientras salía, también lo hacía mi contrincante con una sincronía más que eficiente y así, al unísono, nuestras puertas se cerraron y no se abrirían hasta que ninguno de los dos saliera victorioso de allí, y yo no pensaba perder, había mucho en juego como para hacerlo. En cuanto coloqué mi primer pie en la arena, mientras veía a mi contrincante activé el control de los insectos, técnica ancestral del clan Aburame, a su vez la tinaja de mi padre también se activó y por tanto comenzaron a salir muchos más insectos que me rodearon y formaban un gran ruido, por mi parte no me moví, tan solo camine a diez metros de distancia de la puerta mientras cruzaba mis brazos y soltaba una pequeña sonrisa, estando a noventa metros de la puerta de mi enemigo, esperando a que ella diese el primer paso, pues esta vez no golpearía de una forma tan brutal, a fin de cuentas debía dejar que los demás se luciesen también.

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arma propia:

acciones:

gastos y daños:

OFF: No he hecho ningún sello Katniss, estate atenta al combate y piensa bien lo que haces y lo que no haces.

Mi rival, Dannia no parecía muy convencida en el combate, sino mas bien al revés, ya cometió el fallo de no atacar en el primer momento nada mas verme, no se porqué no lo hizo, sus razones tendría, de todas las maneras esperé allí teniendo a avanzar cinco metros porque la sala comenzó a hacerse mas pequeña, estando ahora a noventa metros de mi contrincante. La distancia no era problema para mi, realmente este combate no suponía un gran problema para mi, pero quería ver cual era la capacidad del ninja que estaba volando en su abanico delante de mi. Aunque por mucho que quisiera que la ninja tuviera mas iniciativa y quisiera que comenzase a combatir, no iba a dejar de estar a su altura, por eso ordené a mis insectos que se posaran a mis pies y me hicieran volar a la misma altura del suelo que estaba ella, eso si, respetando las distancias que había entre ella y yo, no quería darle especial miedo, una vez a su altura comencé a gritarle.

-OYEE, PERDONA POR LO DE LA OTRA VEZ, NO QUERÍA SER TAN DRÁSTICO, ¿QUÉ TE PARECE SI ESTA VEZ TE DEJO COMBATIR?.-Sí, quería quitarle el miedo, aunque fuera difícil, pero no quería que me temiese, el temor no es bueno para un ninja, puede llevar a la muerte o peor, a la muerte de sus seres queridos. Después de decirle eso me senté en la plataforma que los insectos formaron a mi alrededor para mantenerme en el aire.

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Parecía que la mujer me había escuchado y había aceptado mi proposición sobre hacer un combate que valiese la pena ser combatido, eso me alegró y me hizo sacar una sonrisa de medio lado mientras le miraba de una forma un poco desafiante. Tenía ganas ya de saber que podía hacer, quería ver si sería capaz esta vez de plantarme cara o si no era mas que un ninja mediocre que no debía ser sido digna de mención.

Antes de darme cuenta la muchacha se encontraba a cuarenta y cinco de mi, era bastante rápida la verdad, eso no podía negarlo, aunque nada comparado conmigo en vuelo o mis insectos. Después justo al legar a los cuarenta y cinco metros de mi esta soltó dos ráfagas de viento desde sus manos, buen plan, bastante bueno, pero tendría que esforzarse mas para vencerme. Gracias a la plataforma de insectos conseguí esquivar con mucha facilidad, la verdad es que sin mis insectos no podría hacer mucho, pero no era este el caso. Después de esquivar las poderosas ráfagas de viento que mi enemigo intentó acertar avancé veinticinco metros para atacarle yo con una ráfaga de insectos, tardaría menos de dos segundos en alcanzar la distancia acertada y mis insectos no tardarían mas de un segundo en llegar a su objetivo. No creo que ese simple golpe la dejase KO, pero desde luego no volvería a querer que le acertase de nuevo.

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Bueno, por lo menos lo he intentado. Me digo a mi misma mientras me pongo de pie. Total, casi ha acabado conmigo y solo me ha dado una vez. Solo queda la siguiente. Pienso en volver a atacarle antes de que el me lo haga a mi. El mismo ataque de siempre lo vuelvo a hacer, así que pongo las manos en posición y de repente recuerdo una canción con los mismo movimientos y que tenía una canción muy pegadiza.

Antes de que me vuelva a golpear le digo: EN un turno me ganas. ¿Podemos jugar a las palmas? y antes de que me contesta doy una palmada y separo las manos. De mí sale un torbellino en su dirección que se a ciencia cierta que el podrá esquivar. Espero que me siga el juego y hagamos esto un poco divertido antes de que pierda, aunque sea solo para hacer tiempo. Otra palmada y otra vez las manos juntas y en posición, y de mi sale otro torbellino. Repito el movimiento exactamente siete veces mientras canto en voz alta: PALMAS PALMITAS, HIGOS Y CASTAÑITAS, AZÚCAR Y TURRÓN, !PARA MI NIÑO SON! Espero, que ya que no le puedo hacer el combate largo debido a mi falta de preparación, por lo menos pueda hacérselo entretenido

Acciones:

Gastos y daños:

La muchacha por lo menos lo quería hacer divertido, eso era algo digno, aunque loco, dejemos lo en digno y loco a la vez, el caso es que me pareció una buena forma de por lo menos pasar el rato y no aburrirme, de reírme ya que me había tocado venir hasta aquí desde el país del agua. Ella quería jugar a las palmas palmitas, sin embargo, yo no conocía la canción, por eso mientras me decía que jugáramos me quitaba cómo podía, de modo que cuando empezó a lanzar ráfagas comencé a esquivarlas mientras movía la chaqueta a modo de toreo, realmente parecíamos dos niños jugando, con la diferencia en que ella ya estaba sentenciada y yo no, al menos...Se lo estaría pasando bien, o eso parecía.

Tras esquivar todas y cada una de las ráfagas me alejé todo lo que pude están a cuarenta metros de ella, ya que la sala había encogido de nuevo, y me concentré durante dos segundos, en ese momento los huevos de nano insectos que había depositado en su cuerpo al golpearlo con la ráfaga de insectos que le acerté eclosionaron, y comenzaron a comerse sus células poco a poco, eso debería dolerle como una de las mayores torturas que podían existir, así caería vencida hacia el suelo, y se estamparía contra él de no ser que fui lo bastante rápido como para cazarla al vuelo.

-Siento ser tan brusco, pero empezaba a cansarme de este combate, alargar lo inevitable es la mayor de las torturas...-

arma propia:

acciones:

gastos y daños:

entrenamiento:

Revisión:

- Karibachi: + 350 Ryos al vencedor. + 2 Puntos de Ranking al ganador.

- Katniss: +15 de exp. + 1 punto de Ranking.