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Recuperando las cajas de armas ~ Misión rango C
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Recuperando las cajas de armas ~ Misión rango C
- Información de la misión:
- Recuperando las cajas de armas
Rango: C
Lugar: Enclaves del País del Fuego
Objetivo: Recuperar las tres cajas de equipamiento ninja.
Objetivo secundario: Atrapar a los bandidos.
Descripción: Hace unos días, unos bandidos asaltaron un carruaje que transportaba tres cajas llenas de armas, es de vital importancia recuperar el armamento perdido, puesto que unos bandidos armados a las afueras de la villa pueden ser más peligrosos de lo que se piensa. Además, el destino de esas armas era la propia villa. Tu misión es recuperar la mercancía y, además, atrapar a los bandidos. Según las palabras del mercader, parecían simples bandidos sin entrenamientos ninjas.
Shinobis: De uno a cuatro.
Recompensa: 50 puntos de exp. 700 ryos.
Palabras Mínimas: 2000.
Una historia que nunca termina, que no tiene fin, que se avecina la tormento pero no sabes hasta que punto un vendaval te puede arrastrar, un vendaval que puede ser tu propia vida, tu pasado, presente y futuro, la vida sigue y todo se alimenta de tu frágil voluntad, a pesar de la búsqueda de la felicidad, esta nunca terminará por llegar a ti a no ser que tú te esfuerces, pero aún así, hay momento en la vida en los que tienes que tirar hacia delante, con todas las ataduras que tengas, nada podrá pararte si junto con tu fuerza de voluntad y tus ganas, caminas firme y con voluntad, caminas con garra y sentimientos, a veces sentimientos cruzados, pero al fin y al cabo es lo que mueve el corazón a hacer locuras, puesto que la mayoría de las locuras que los humanos hacemos, son simples impulsos regidos por el corazón, fuertes golpes de mayoría absoluta que te inyecta un sentimiento de vacío y de intensa muerte. Así es como me sentía yo en ese momento, vacío por dentro y sin apenas ningún tipo de alcance psicológico enviado por las fuertes corrientes eléctricas que las propias neuronas forman entre ellas para enviar los impulsos electromagnéticos, entre unas y otras hacían que los sentimientos llegaran hacia sus corazones, pero yo era diferente, había cambiado durante estos seis meses que había estado fuera, la vida me había enseñado muchas cosas y por desgracia me había dado golpes fuertes hacia mí.
La historia comienza después de la gran misión que hicimos los cuatro shinobis de siempre, los cuatro que siempre nos uníamos para realizar cualquier cosa: Nana, mi querida Nana, la cual inmersa en la fuerza del corazón veía el alma a través de los ojos. Karibachi, él me había enseñado bastante durante el tiempo que estuvimos juntos, todo había terminado, seguramente ya ni se acordará de mí. Y Kori, la joven ninja la cual consideraba mi mejor amiga, pero la cual también me abandonó.
Había vuelto a la villa desde esa misión, pensativo por el fuerte golpe que la visión que vi me había dejado bastante exhausto, bastante pensativo sobre todo lo que había constado mi pasado, realmente, no sé quién era ese hombre, que encima de los osos se mostraba y que después de toda nuestra misión, después de intentar ir a por él, se fuera con todos mis sentimientos en él, me dolió ver su huida, como si fuera alguien que sabía más de mí de lo que yo creía, alguien que sabía más de lo que yo mismo sabía de mí, el momento en que vi como se desvanecia sin obtener respuestasde ningún tipo acerca de como ese hombre había conseguido inducir el miedo el mi persona con tanta facilidad, la figura de mi tía me aterrorizaba, sí, y yo lo sabía, poer lo que si me pregunto es, ¿como supo aquel hombre la forma de hacerme temblar de pavor? ¿Como supo lo que más me aterrorizaba en este mundo? Ese genjutsu en el que nos introdujo fue demasiado fuerte para que supiera yo por mis propios medios que estaba en él, por suerte allí estaban mis amigos, Karibachi, Nana y Kori, los cuales pudieron hacer que me detrabara de mi sueño, aunque más que un sueño, pesadilla. Aunque eso ya no importaba, la amistad con ellos estaba rota, lo que más me dolía era no ver de nuevo a Nana, aunque supuse que elle también se había olvidado de mí, estos meses que estuve ausente de mi vida nadie se había preocupado por mí, nadie habia hecho indicios de saber algo de mí, todos me habría olvidado.
Sumido en el sueño profundo me hallaba, profundo sueño que hacía tiempo que no lograba conciliar, horribles imágenes de mi pasado me seguían, horribles imágenes de mis amigos alejándose, me hicieron mucho daño, realmente creía haber encontrado al sustitutivo de mi familia, mis amigos, pero ellos también se alejaron de mí,dejándome solo y desamparado, no merecían ni una sola lágrima más que mis ojos pudieran derramar, la gente que de mi nombre se olvidaba, no merecía nada, apenas unos cuentos recuerdos, pero nada más.
Otra noche más me desperté a la madrugada, con los ojos llorosos y el cuerpo empapado en sudor, mi cuerpo desnudo temblaba, tenía frío, no sabía porque, pero tampoco quería saberlo, no sabía lo que había soñado, pero seguramente nada bueno si me había despertado de esta forma. Pero gracias al cielo, conseguí calmarme y volver a dormirme.
Esta vez me desperté con la luz del sol y algo más sosegado. Sabía que hoy era un día más o menos importante. Mi vuelta a las andadas se hacía resonar, mi vuelta a ser alguien capaz de mover montañas con solo su voluntad, volví a mi villa solo para intentar que esta fuera un poco más próspera desde la última vez que alguien intentó terminar con la vida de mi Hokage, un gran ninja por lo que me comentaron la gentes de la villa, desgraciadamente yo no estaba en la villa para poder ayudar a mi señora Hokage, aunque tampoco podría haber hecho nada contra él, igual una pequeña distracción no hubiera ido nada mal, aunque gracias al cielo, algo salvó a la Hokage, no sabía nadie quién había sido, pero algo la salvó, y la verdad es que yo me alegraba de que así fuera.
Me levanté de la cama dispuesto a ir hacia mi cocina, para comer algo antes de partir hacia mi misión. Hace unos días, unos bandidos asaltaron un carruaje que transportaba tres cajas llenas de armas, según los mercaderes es de vital importancia recuperar el armamento perdido, puesto que unos bandidos armados a las afueras de la villa pueden ser más peligrosos de lo que se piensa. Además, el destino de esas armas era la propia villa. La misión consta de recuperar la mercancía y, además, atrapar a los bandidos. Según las palabras del mercader, parecían simples bandidos sin entrenamientos ninjas.
Desayuné despacia mientras leía una técnica que hace días quería aprender en el libro que mi propio padre me dio. El medio día se acercaba y yo tenía cosas que hacer, por lo que dejé el libro encima del piano de mi salón, cogí mis cadenas y mi espada Kou y salí de casa a toda velocidad hacia la zona de los Enclaves del Pais del Fuego, allí estarían los bandidos, o eso pensaba mientras que corría a toda velocidad. Cuando ya quedaba poco tiempo para llegar al Valle del Fin, hice una cadena 1 de sellos para activar mi control del rayo, nada debia de pillarme desprevenido. Una vez llegué allí, pude observar que era un lugar amplio, supuse que por allí estarían los bandidos y que de un momento a aotro tendrían que salir darse a ver, aunque ellos no debían verme, por lo que me introduje en una de los copas de uno de los árboles mientras observaba el precioso paisaje del valle, observando también a mis alrededor, de un momento a otro la misión podía dar comienzo.
- Info de Usui:
- ATRIBUTOS
- Fuerza (FUE) : 100 [+100] (+10) = 210 ~ Pueden partirse ramas al golpearlas.
- Velocidad (VEL) : 600 [+400] = 1000 (35 km/h; altura de salto: 7m.)
- Resistencia (RES) : 40
- Inteligencia (INT) : 190 [+100] = 290
- Control de Chakra (CCK) : 900 [+400] = 1200
- Reflejos (REF) : 600 [+400] = 1000 ~ Pueden esquivarse ataques a distancia con mayor facilidad si se hacen desde mas de 30 metros. Los jutsus de rango D y C hacen 25 Pv Menos si se supera con Reflejos el atributo dependiente.
- Destreza (DES) : 150 ~ +5 Daño con Armas.
STANS:
- PV (Puntos de vida) : 1400 Pv
- PC (Puntos de chakra) : 2640 Pc
PODER DE JUTSUS :
- Ninjutsu: 79 (+42) = 121
- Taijutsu: 0 (+12) = 12
- Genjutsu: 0 (+12) = 12
- Kenjutsu: 0 (+12) = 12
- Acciones:
- 1 acción oculta
Jutsus en este turno:
Bīmu Seigyo.
Control del Rayo.
Requisitos: Cadena 1 de sellos.
Tipo: Ninjutsu.
Rango: D
Carácter: Ofensivo.
Daño: + 10 Pv al daño con la extremidad.
Gasto: 10 Pck activar, 7 Pck mantener.
Efecto: Aturde la extremidad que sea golpeada dificultando su movimiento 1 turno.
Descripción: Los Hatake poseen un control prodigioso sobre el elemento Rayo. A éste nivel son capaces de cubrir cualquier parte de su cuerpo de electricidad para así atacar con ella.
- Gastos y daños:
- Gastos.
2640PC - 10PC(Activación del control del rayo) = 2630PC
- Armas de Usui:
- Kouken
Espada Kou
Se obtiene en Estudiante.
Daño:
-Corte leve: 12 Pv.
-Corte profundo: 24 Pv.
-Clavada: 48 Pv.
Descripción: Una espada corta especial de la familia Hatake, más largo que las demás espadas cortas y afilado que uno normal. Tiene la particularidad de que es capaz de conducir el chakra de los Hatake por su hoja.
Batsu no jubaku
Cadenas de castigo.
Requisitos:Ser Hatake.
Nivel:C
Carácter:Ofensivo/Suplementaria
Daños:Golpe. 30 PV
Golpe fuerte. 50PV
Cada golpe, habiendo conducido el chakra Raiton por ella, se incrementa en el daño del jutsu raiton usado.
Efectos: Este arma puede conducir el chakra Raiton por sus cadenas, haciendo que cualquier lugar donde golpeé se quede paralizado durante 3 segundos.
Descripción: Se trata de dos cadenas de unos dos metros y medio de longitud cada una, pudiendo así moverlas a tu antojo, golpeando al rival o utilizándolas como se quiera. Son de un material que les da un color blanco casi plateado, muy bonito, pero no se debe confiar que sea tan bonita porque esconde un lado oscuro.
- Palabras:
- Palabras hechas en este post. 1174
Yumi- Genin Konoha
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Re: Recuperando las cajas de armas ~ Misión rango C
Había pasado ya un rato desde el amanecer. El sol ascendía lentamente mientras las nubes viajaban en el azul del cielo. Tras la lluvia de aquella noche, los charcos se amontonaban en uno de los caminos que cruzaban el Valle del Fin, dificultando el paso de aquellos carromatos que decidían aventurarse temprano a su correspondiente viaje. El llanto de la luna había dado paso a una jornada nublada, cubriéndose por momentos el cielo de nubes. La luz, sin embargo, era suficiente para ver de un lado a otro del camino, tal y como si estuviera próximo el nacimiento de un nuevo día.
Tiempo después de que el ninja acudiera a su escondite en los árboles, pudo alcanzar su vista a contemplar el lento paso de dos caballos avanzando por la húmeda tierra del camino. Con pisadas cautelosas, portaban a sus respectivas monturas sin problema: una mujer de mediano tamaño y la que parecía ser su hija, tan solo una niña. Llegadas a cierto punto del sendero, sus voces llegarían a los oídos del chico si se mantenía atento, manteniendo ellas una conversación acerca del incidente ocurrido días atrás, cuando unos bandidos robaron la mercancía de un carromato. No les habría resultado excesivamente complicado enterarse del percance, puesto que en cada taberna circundante se comentaban los cotilleos. Podría parecer aquello una simple conversación entre dos personas que no saben gran cosa, hasta el instante en que el ninja escuchara información reveladora.
Se comentaba que los ladrones se escondían en el bosque, armados y preparados para enfrentamientos, que algunos aldeanos habían logrado distinguir huellas sospechosas o detalles reveladores acerca de su posición. Sin embargo, en el tiempo en que las compañeras de viaje estuvieron a la distancia pertinente, no revelaron más información que esa. No era una gran ayuda para el joven, más que saber que si buscaba en el bosque tal vez lograría encontrar algo, por remotas que fueran las posibilidades.
Tal vez algún campesino de la zona pudiera ofrecerle más información acerca del tema, pero no cualquier persona podía hacer hablar a alguien que había aprendido a vigilar sus espaldas y mantenerse callado con respecto a aquello que podría costarle la vida. Los informes que habían llegado al edificio del Hokage no decían nada acerca de la agresividad de los atacantes, de los métodos o de las identidades. No había más que el testimonio de un hombre de mediana edad tan asustado que podría inventar una historia con tal de encontrar una cama caliente o algo de ayuda, así como el perdón por no haber logrado llevar la mercancía a su destino.
¿Quién decidía qué historias, leyendas, mitos o cuentos estaban en la correcta categoría? ¿Quién decidía si eran reales o no? ¿Tal vez los borrachos en una taberna? ¿O los ancianos al contarlas a sus nietos?
Tiempo después de que el ninja acudiera a su escondite en los árboles, pudo alcanzar su vista a contemplar el lento paso de dos caballos avanzando por la húmeda tierra del camino. Con pisadas cautelosas, portaban a sus respectivas monturas sin problema: una mujer de mediano tamaño y la que parecía ser su hija, tan solo una niña. Llegadas a cierto punto del sendero, sus voces llegarían a los oídos del chico si se mantenía atento, manteniendo ellas una conversación acerca del incidente ocurrido días atrás, cuando unos bandidos robaron la mercancía de un carromato. No les habría resultado excesivamente complicado enterarse del percance, puesto que en cada taberna circundante se comentaban los cotilleos. Podría parecer aquello una simple conversación entre dos personas que no saben gran cosa, hasta el instante en que el ninja escuchara información reveladora.
Se comentaba que los ladrones se escondían en el bosque, armados y preparados para enfrentamientos, que algunos aldeanos habían logrado distinguir huellas sospechosas o detalles reveladores acerca de su posición. Sin embargo, en el tiempo en que las compañeras de viaje estuvieron a la distancia pertinente, no revelaron más información que esa. No era una gran ayuda para el joven, más que saber que si buscaba en el bosque tal vez lograría encontrar algo, por remotas que fueran las posibilidades.
Tal vez algún campesino de la zona pudiera ofrecerle más información acerca del tema, pero no cualquier persona podía hacer hablar a alguien que había aprendido a vigilar sus espaldas y mantenerse callado con respecto a aquello que podría costarle la vida. Los informes que habían llegado al edificio del Hokage no decían nada acerca de la agresividad de los atacantes, de los métodos o de las identidades. No había más que el testimonio de un hombre de mediana edad tan asustado que podría inventar una historia con tal de encontrar una cama caliente o algo de ayuda, así como el perdón por no haber logrado llevar la mercancía a su destino.
¿Quién decidía qué historias, leyendas, mitos o cuentos estaban en la correcta categoría? ¿Quién decidía si eran reales o no? ¿Tal vez los borrachos en una taberna? ¿O los ancianos al contarlas a sus nietos?
Shika- Kage Konoha
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Re: Recuperando las cajas de armas ~ Misión rango C
Mientras seguía subido a mi árbol, estaba esperando al momento en que los bandidos salieran de su escondite, puede que me confiara en que la misión iba a ser tan fácil, realmente puede que así no lo fuera, aunque yo me iba a esforzar al máximo. Después de más o menos unos minutos en el árbol subido, pude avistar a lo lejos que dos caballos que caminaban cautelosos sobre el fino suelo sobre el cual, pequeños charcos se habían formado después de la pequeña tormenta que días atrás había caído sobre el Valle del Fin. En las dos monturas, desde mi posición, pude observar dos figuras de diferentes tamaños, las dos subidas en sus caballos pero cada una de distinta edad. La primera era una mujer de más o menos mediana edad, y en el siguiente caballo, al parecer iba una pequeña niña que guardaba pequeño parecido con la mujer del primer caballo, siendo esta, según mis pensamiento, su madre.
Siguieron avanzado mientras que desde mi posición yo las observaba tranquilamente. Después de unos cuantos minutos caminando ellas en sus monturas, pude oír que hablaban con total sutileza sobre el acometido de mi misión, el robo de los carromatos, dicho robo del que yo debía de encargarme, por lo que me dispuse a escucharlas mientras sus voces resonaban en mis oídos. Al parecer, la mujer mayor sabía más de lo que al principio parecía, información valiosa fue la que me vio, puesto que dijo algo de un bosque en el cual se encontraban dichos bandidos, esperando a que alguien pasara, esperando con sus armas preparadas a su siguiente débil víctima. Ese bosque, supuse que era el que se encontraba al final del Valle del Fin, por lo que, aunque seguí escuchando a las féminas, ya había tomado la decisión de seguir mi camino hacia ese bosque en el que se encontraban los bandidos, no iba a decir dicho bosque sin inspeccionar. Seguí escuchándolas mientras que hablaban de los mismo, al parecer también un hombre de no muy lejanas tierras, había dado un testimonio, aunque sin este ser verdadero o falso. Esa información ya no me era de utilidad, aunque debía de tenerla en cuenta si por algún casual, en el bosque en el que iba a buscar, los bandidos no estaban.
Después de que las mujeres desaparecieran de la vista desde mi árbol, bajé de un salto y caí hacia el suelo sin apenas formar estruendo, lo único que se oyó fueron mis zapatillas al caer, aunque no mucho, pero si se oyó. Miré hacia el cielo, el cual estaba hundido en una masa de nubes, puede que me vinieran bien siendo Raiton, realmente, puede que esta misión me sea más fácil o más difícil, aunque para ello debo de llegar primero al bosque que las féminas habían mencionado. Me dispuse a correr hacia el bosque, tranquilamente y traspasando el Valle del Fin, aunque valle precioso con unas vistas excepcionales.
Seguí corriendo furtivamente con los brazos hacia atrás y mi rostro inerte de todo tipo de pensamiento, solo pensaba en correr y en lo que me depararía la lucha, si se daba el caso vaya. Una vez llegué al bosque, pude ver que era bastante interesante, sonidos increíbles se oían desde fuera, y la verdad es que podían ser de cualquier animal con vida que allí, en medio de las hojas de los grandes árboles de este inmenso bosque se encontrasen. La verdad es que me parecía un lugar apropiado para esconderse si algún acto vandálico se había hecho, pero ese no era mi caso, yo debía y era mi deber como ninja de la Hoja y como encargado de esta misión, hacer que los vándalos cayeras bajo el yugo de la ley shinobi, robar estaba mal y debían de pagar por ello.
Delante del bosque me hallaba y la verdad es que tenía ganas de dar con aquellos vándalos para darles su merecido, pero debía de pensar con calma y sosiego para poder dar con la solución a los problemas que se me plantearan en esta misión. Pensé la forma de saber lo que había dentro sin tener que entrar yo, algo fácil puesto que yo sabía lo que debía hacer. Tan fácil y sencillo como hacer un sello con ambas manos, a mis lados aparecieron tres copias idénticas a mí aparecieron y se fundieron con el bosque cada una en una dirección. Después de eso, y para que nadie me viera, me fundí yo también con la tierra, realizando el jutsus del pez subterráneo y casi fusionándome con la tierra, allí tenía que esperar pacientemente a que mis clones me enviaran alguna señal de la existencia de los bandidos en aquel bosque y si era así, que me dieran también su posición. Lo mejor de mi estrategia, era que si alguno de los clones caía desgraciadamente en alguna trampa de los bandidos y se desvanecía, allí íbamos a ir a toda velocidad los demás clones y yo puesto que mis bushins y los de todos, tenían la capacidad de enviar sus vivencias a todos los clones y al real una vez desvanecidos. Ese era mi plan, aunque confiaba en que mis clones, si se les daba la ocasión, pudieran acabar con los bandidos, sería la mejor de la misión si llegara a ocurrir, aunque bueno, eran simples fantasías, puesto que dentro de la tierra, donde estaba, todavía no sabía si los bandidos estaban allí, solo me faltaba esperar.
Siguieron avanzado mientras que desde mi posición yo las observaba tranquilamente. Después de unos cuantos minutos caminando ellas en sus monturas, pude oír que hablaban con total sutileza sobre el acometido de mi misión, el robo de los carromatos, dicho robo del que yo debía de encargarme, por lo que me dispuse a escucharlas mientras sus voces resonaban en mis oídos. Al parecer, la mujer mayor sabía más de lo que al principio parecía, información valiosa fue la que me vio, puesto que dijo algo de un bosque en el cual se encontraban dichos bandidos, esperando a que alguien pasara, esperando con sus armas preparadas a su siguiente débil víctima. Ese bosque, supuse que era el que se encontraba al final del Valle del Fin, por lo que, aunque seguí escuchando a las féminas, ya había tomado la decisión de seguir mi camino hacia ese bosque en el que se encontraban los bandidos, no iba a decir dicho bosque sin inspeccionar. Seguí escuchándolas mientras que hablaban de los mismo, al parecer también un hombre de no muy lejanas tierras, había dado un testimonio, aunque sin este ser verdadero o falso. Esa información ya no me era de utilidad, aunque debía de tenerla en cuenta si por algún casual, en el bosque en el que iba a buscar, los bandidos no estaban.
Después de que las mujeres desaparecieran de la vista desde mi árbol, bajé de un salto y caí hacia el suelo sin apenas formar estruendo, lo único que se oyó fueron mis zapatillas al caer, aunque no mucho, pero si se oyó. Miré hacia el cielo, el cual estaba hundido en una masa de nubes, puede que me vinieran bien siendo Raiton, realmente, puede que esta misión me sea más fácil o más difícil, aunque para ello debo de llegar primero al bosque que las féminas habían mencionado. Me dispuse a correr hacia el bosque, tranquilamente y traspasando el Valle del Fin, aunque valle precioso con unas vistas excepcionales.
Seguí corriendo furtivamente con los brazos hacia atrás y mi rostro inerte de todo tipo de pensamiento, solo pensaba en correr y en lo que me depararía la lucha, si se daba el caso vaya. Una vez llegué al bosque, pude ver que era bastante interesante, sonidos increíbles se oían desde fuera, y la verdad es que podían ser de cualquier animal con vida que allí, en medio de las hojas de los grandes árboles de este inmenso bosque se encontrasen. La verdad es que me parecía un lugar apropiado para esconderse si algún acto vandálico se había hecho, pero ese no era mi caso, yo debía y era mi deber como ninja de la Hoja y como encargado de esta misión, hacer que los vándalos cayeras bajo el yugo de la ley shinobi, robar estaba mal y debían de pagar por ello.
Delante del bosque me hallaba y la verdad es que tenía ganas de dar con aquellos vándalos para darles su merecido, pero debía de pensar con calma y sosiego para poder dar con la solución a los problemas que se me plantearan en esta misión. Pensé la forma de saber lo que había dentro sin tener que entrar yo, algo fácil puesto que yo sabía lo que debía hacer. Tan fácil y sencillo como hacer un sello con ambas manos, a mis lados aparecieron tres copias idénticas a mí aparecieron y se fundieron con el bosque cada una en una dirección. Después de eso, y para que nadie me viera, me fundí yo también con la tierra, realizando el jutsus del pez subterráneo y casi fusionándome con la tierra, allí tenía que esperar pacientemente a que mis clones me enviaran alguna señal de la existencia de los bandidos en aquel bosque y si era así, que me dieran también su posición. Lo mejor de mi estrategia, era que si alguno de los clones caía desgraciadamente en alguna trampa de los bandidos y se desvanecía, allí íbamos a ir a toda velocidad los demás clones y yo puesto que mis bushins y los de todos, tenían la capacidad de enviar sus vivencias a todos los clones y al real una vez desvanecidos. Ese era mi plan, aunque confiaba en que mis clones, si se les daba la ocasión, pudieran acabar con los bandidos, sería la mejor de la misión si llegara a ocurrir, aunque bueno, eran simples fantasías, puesto que dentro de la tierra, donde estaba, todavía no sabía si los bandidos estaban allí, solo me faltaba esperar.
- Acciones:
- 1 acción oculta mantenida
6 acciones ocultas nuevas
Jutsus realizados en este turno:
1: Rai Bunshin no Jutsu
Técnica de Multiplicación de Rayo
Requisitos: un sello con ambas manos
Tipo: Ninjutsu
Rango: B
Carácter: suplementaria
Daño: sus técnicas quitan un cuarto de las del Ninja, al ser destruidos causan 30 PV a dos metros de distancia.
Chakra: 20 Chakra por clon (máximo 10 clones)
Descripción: el Shinobi concentra electricidad para formar imágenes exactas de sí mismo, las cuales al ser destruidas liberan una descarga eléctrica.
2: Doton: Dochu Eigyo
Elemento Tierra: Proyección del Pez Subterráneo
Requisitos: ninguno
Tipo: Ninjutsu
Rango: D
Carácter: suplementaria
Chakra: 9 Chakra activar + 4 por turno mantener (Máximo 4 turnos)
Efecto: permite al Ninja moverse a través del suelo, hasta un metro por debajo de la superficie. (3 usos por combate)
Descripción: mediante esta técnica, el Ninja cubre su cuerpo con una capa de Chakra que le permite introducirse bajo la tierra y desplazarse por ella, pudiéndola usar para ataques sorpresa o para escapar. No deja agujero.
Jutsus mantenidos.
Bīmu Seigyo.
Control del Rayo.
Requisitos: Cadena 1 de sellos.
Tipo: Ninjutsu.
Rango: D
Carácter: Ofensivo.
Daño: + 10 Pv al daño con la extremidad.
Gasto: 10 Pck activar, 7 Pck mantener.
Efecto: Aturde la extremidad que sea golpeada dificultando su movimiento 1 turno.
Descripción: Los Hatake poseen un control prodigioso sobre el elemento Rayo. A éste nivel son capaces de cubrir cualquier parte de su cuerpo de electricidad para así atacar con ella.
- Gastos y daños:
- Gastos.
2630PC – 20(x3 clones) – 9(Pez subterráneo) – 7(mantener control del rayo) = 2554PC
- Palabras:
- Palabras hechas en este post. 906
Palabras totales en el tema de la misión. 2080
Yumi- Genin Konoha
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Re: Recuperando las cajas de armas ~ Misión rango C
No faltó mucho tiempo para que los clones del chico se cruzaran en el mismo camino, siguiendo tres senderos del bosque, semejantes a afluentes, que volvían a su inicio. Tan solo tuvieron que seguir un rato más, no demasiado tiempo, ni demasiados metros, para lograr encontrar lo que parecía ser una base enemiga... vacía.
Al parecer, los señores que habían robado las armas habían confiado demasiado en su inteligencia a la hora de encontrar escondites, aunque no parecía ser increíblemente brillantes, lo suficiente como para ir por ahí sin dejar un solo guardia. Eso, o se habían rendido al caer en la cuenta de que lo que habían robado atraería a shinobis más capacitados que ellos. Quién sabía lo que podía ocurrirles si el chico se cruzaba con ellos y no directamente con las tres cajas.
Para robar, deberían haber calculado más todo y haber sido un poco más listos, poniendo trampas o dejando algún guardia. No todas las recompensas llegaban a manos de uno sin un esfuerzo.
Usui: 700 ryos, 70 exp.
Al parecer, los señores que habían robado las armas habían confiado demasiado en su inteligencia a la hora de encontrar escondites, aunque no parecía ser increíblemente brillantes, lo suficiente como para ir por ahí sin dejar un solo guardia. Eso, o se habían rendido al caer en la cuenta de que lo que habían robado atraería a shinobis más capacitados que ellos. Quién sabía lo que podía ocurrirles si el chico se cruzaba con ellos y no directamente con las tres cajas.
Para robar, deberían haber calculado más todo y haber sido un poco más listos, poniendo trampas o dejando algún guardia. No todas las recompensas llegaban a manos de uno sin un esfuerzo.
Usui: 700 ryos, 70 exp.
Shika- Kage Konoha
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