Erik Lycan vs Catfish

Datos del combate:

Amanecía el otoño en el País de la Tierra. Era un otoño caluroso, pues sólo había pasado medio mes desde que el verano había finalizado, y septiembre aún era algo duro de llevar. Pronto llegaría octubre, y agradecería sus suaves brisas y su delicado frescor. Pero ese día no, ese día aún me tocaba aguantar el calor de una mañana pesada, en la que desperté sudando levemente. Tras mirar al cielo, suspiré, cansado. Sabía que ese día tendría que librar una dura batalla contra un adversario poderoso en el Coliseo, el tal Catfish, "Pez Gato". Un nombre extraño para un gladiador. Aún así, le habían calificado en una categoría superior a la mía, y tendría que esforzarme para estar a la altura de ese gatito de mar.

Tras reflexionar unos minutos sobre el combate, me levanté de la cama, y me dirigí hacia la ducha. Tras dejar que el agua fría terminase despertándome y aliviase mi calor, me vestí y desayuné una buena taza de café. Hacía mucho que no desayunaba café... En fin. Sin dilación o duda alguna, salí de casa, en dirección al Coliseo. Allí me presenté con mi nombre en clave, Erik Lycan, y pasé a los vestuarios donde me cambiaría de vestimenta. Me puse la adecuada para la Arena Clásica, y mi máscara de lobo, con la cabeza ya metida en el combate. Tras cambiarme, me puse a caminar por el estrecho pasillo, hasta llegar al habitáculo de piedra donde esperaría mi turno. Las puertas se abrieron al instante, y me otorgaron el primer paso en el combate.

Al salir, los focos iluminaron mi silueta, acariciando cada recoveco con sus potentes luces. Llevaba una máscara de lobo ibérico, hecha con la cabeza real de un lobo de esa raza. El pelaje caía hasta el cuello, cubriéndome toda la cabeza, parte de mi cabello, y los ojos, siendo los del lobo una membrana oscura (lo que le da un aspecto tétrico). Sin embargo, el resto del cabello caía sobre mis hombros, resbalando hacia el pecho. Era de un color gris claro. Las ropas que utilizaba eran finas y ligeras, ajustadas a mi cuerpo: Una camiseta de camuflaje, y unos pantalones también de camuflaje. Mi espalda estaba cubierta por una capa de color plateado, que caía desde el cuello hasta las rodillas. El calzado, unas sandalias japonesas de color madera de abeto.

Así pues, tras salir y ver que las puertas de mi oponente aún permanecían perfectamente selladas, esperé su llegada. No sin antes darme una pequeña ventaja, claro está. Juntando las manos en un sello, creé con mi propio chakra una nube en lo más alto del Coliseo. Esta no pudo pasar a través de una capa invisible, por lo que quedó atrapada a veinte metros del suelo. Al tapar la luz de los focos exteriores, el escenario se encombreció notablemente, lo que le dio un aspecto más emocionante. Sonreí tras la máscara. Cuando las puertas de mi contrincante se abrieran, me encontraría a noventa metros de él, esperándole pacientemente.

Información de pj:

Acciones y jutsus:

Gastos y daños: